lunes, 19 de octubre de 2015

Irregularidad absoluta.


Estamos a mediados de octubre y ya no quedan equipos imbatidos en Grecia. El que no ha perdido en la jornada inicial, lo ha hecho en Europa o en la Copa. Ni siquiera los dos colosos mantienen la imbatibilidad.

No sé si achacarlo a la floja preparación, al intenso verano que han tenido algunos jugadores o a la relajación. Lo que está claro es que los equipos siguen en pretemporada. Hasta enero no creo que veamos el potencial real de las plantillas.

El Olympiacós ganó al Cedevita en la Eurolague, pero perdió contra el Panathinaikós en la Copa. Los verdes ganaron en el OAKA en la Copa, pero perdieron en Krasnodar contra el Lokomotiv de Bartzokas. El PAOK ganó al Szolnoki en la Eurocup y se metió en la semifinal de la Copa, pero perdió en el OAKA contra el AEK y en Salónica contra el Kifisiá. El Aris ganó al AEK en la Copa pero perdió en casa contra el PAO y en Trapezounta contra el Trabzonspor. El AEK perdió contra el Aris en la Copa y contra el Octubre Rojo en la Eurocup, pero ganó en liga al PAOK y al Lavrio.

Nombres propios.

Algunos nombres propios de estas primeras semanas son:

Loukas Mavrokefalidis.


El pívot hizo un salvaje 55 de valoración contra el Krasny Oktyabr de Volvogrado. 42 puntos, 9 rebotes, 4 robos, 2 asistencias y 11 faltas recibidas en 36 minutos y 24 segundos. Después de un final de temporada fantástico con el PAO, Mavro sigue a lo suyo. No renovó ni fue a la Selección, pero ahí está. Cierto que sigue siendo un jugador que no transmite ninguna emoción y que a veces se muestra excesivamente frío, sin embargo, si le dan confianza, siempre suma. Puede ser el pilar sobre el que el AEK construya este año. Contra el PAOK metió 18 puntos y cogió 12 rebotes. Eso sí, que nadie olvide que los 42 puntos y 55 de valoración no le sirvieron al AEK para ganar.

Soulis Markopoulos.


La victoria contra el Szolnoki Olaj supuso la número 300 de Soulis Markopoulos como entrenador del PAOK. Ésta está siendo la séptima temporada consecutiva de Soulis en el banquillo, a la que hay que sumar otras dos en el pasado. 300 se dicen pronto, pero en Grecia tiene mucho mérito puesto que los entrenadores no suelen durar.

Patric Young.


Con 16 puntos y 6 rebotes en poco más de 23 minutos, el pívot americano del Olympiacós fue el MVP de la primera jornada de la Euroleague. No va a ser fácil hacer olvidar a Brian Dunston, pero de momento mejor no ha podido empezar la cosa. Hunter ha empezado el año con problemas físicos y Young se tiene que multiplicar. Quiero verlo contra pívots de entidad.

Giannoulis Larentzakis.


25 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y 9 faltas recibidas del base del Kolossós contra el Rethimnno, para un total de 38 de valoración. 5/5 en tiros de 2, 4/7 en triples y 3/4 en tiros libres. ¿Explotará Giannoulis Larentzakis de una vez? Debería ser así. A sus 22 años, una buena temporada en Rodas le abriría las puertas de un grande -de nuevo-. Digo “de nuevo”, porque su año en el Aris fue francamente malo.

Chavdar Kostov.


Habrá que seguir de cerca al base búlgaro del Kavala. 17 puntos en la primera jornada, incluyendo la canasta del triunfo contra el Lavrio, y otros 17 en la segunda contra el Tríkala, aunque con malos porcentajes.

Kostas Vasileiadis.


22 puntos y 6 rebotes contra el AEK, incluyendo un 6/10 en triples, 18 tantos contra el Kifisiá, incluyendo 6 asistencias, 17 contra el Rethimno en la CopaKostas está en plan ametralladora. Sin embargo, el equipo necesita un base como el comer. El mal arranque liguero (0-2) puede precipitar los acontecimientos. Muchos serbios en el equipo, pero el jefe es él desde el primer día.

Jerell McNeal y Jamelle Hagins.


El dúo de americanos del Aris ya da que hablar. Hagins, ex del Kolossós, se cargó el aro en la Copa y en su debut liguero anotó 18 puntos. McNeal aporta casi 15 puntos por partido. Los amarillos plantaron cara al Panathinaikós, pero se desinflaron al final, mientras que en Turquía pecaron de pardillos. El equipo está en la buena línea, pero como he comentado al inicio, esto no ha hecho nada más que empezar. Falta rodaje.

Griegos por el mundo.  

Kostas Sloukas.


El base de Salónica ha empezado a hacer de las suyas en el Fener. Parece que Obradovic tiene plena confianza en él. Debería ser su año. Una pena que Katsikaris se olvidase de él el día de España.

Ioannis Bourousis.



El pívot de Karditsa ha empezado a saco la temporada. MVP de la segunda jornada con 32 de valoración. 17 puntos, 13 rebotes y 9 faltas recibidas en 23 minutos y pico. A estas alturas, Ioannis no tiene que demostrar nada, pero el fichaje era arriesgado por la extraña manera de terminar la temporada pasada. Veremos si sigue la misma línea de trabajo y acierto. Esperemos que no le pase como en el Madrid, que empezó fuerte y acabó siendo el descartado.

sábado, 10 de octubre de 2015

Basket League Skrats 2015-2016.

Notas y nombres.


1.       Dimitris Diamantidis.

El base del Panathinakós afronta su última temporada en activo. Curioso que haya anunciado su retirada antes de empezar el curso, aunque no tanto si conocemos al personaje. Dimitris siempre ha tenido claro lo que quería hacer y hasta adónde podía llegar. Debería ser ovacionado en cada pista, en cada ciudad, ante cualquier enemigo. Se le echará en falta. La liga necesita a tipos como él. Seguirá deleitándonos con sus pases hasta el último día, que nadie lo dude. El mejor homenaje que podría recibir de sus compañeros, uno o dos títulos.

2.       Balcanización.

Parece que volvamos a los 90. El PAOK es el caso más singular: cuatro serbios y un solo americano. También llega al país el juego interior de la Selección de Serbia casi al completo. Sólo los equipos más pequeños han optado por cuatro americanos.


3.       Alexandr Djordjevic.

No entendí la destitución de Dusko Ivanovic, claro que yo no veo las cosas como las ven los griegos. Sería bueno que toda la paciencia que no tuvieron con el montenegrino la tuvieran con Sasha. Un coach capaz de motivar al más vago. Quizás el entrenador que necesitaba el Panathinaikós en estos momentos, aunque lo mismo decían el año pasado con Ivanovic.

4.       Dunston, Sloukas y Vezenkov.

Las tres bajas más significativas. Dunston y Sloukas a Estambul y Vezenkov a Barcelona. Otros jugadores de renombre que han emigrado son Darden, también a Turquía, Petway, Adegboye, Lafayette o Blums a Italia o Batista a China. Carl English, Thomas Delinikaitis y Pops Mensah-Bonsú no siguen en el AEK y buscan equipo. Nota de última hora: el Kavala parece que está interesado en English. ¿Le puede pagar?

Resaltaría la marcha de jugadores a Turquía. Poderoso caballero es don dinero. Primero se fueron los dos entrenadores más grandes, Ivkovic y Obradovic, a los que le siguieron jugadores como Batiste, Perperoglou, Zisis, Lasme, Vasileiadis... Me temo que en los próximos años veremos más desembarco.

5.       Drama en Drama.

No pudo ser. Demasiadas deudas. El KAO de Drama acompañó al Panionios y al Panelefsiniakós al agujero. Cada año nos encontramos con lamentables sorpresas como ésta. Clubes que no hace muchos años disputaban competición europea, ahora pelean por sobrevivir en el barro.

6.       Dos cenicientas y un retorno.

El Lavrio debutará en la categoría gracias al descenso administrativo del Drama. Terminó en tercera posición la temporada pasada por detrás del Kavala y el Arkadikós. Un equipo más de la zona de la Ática, cerca de Atenas.

El Arkadikós de Trípoli, en el Peloponeso, es la segunda cenicienta de la liga. El Kavala, ciudad de Macedonia, se ganó justamente el ascenso tras varios años de intentarlo. Su última temporada en la máxima categoría había sido la 2012-2013. Desde entonces, no dejó de luchar para conseguirlo. Había rozado el palo dos años seguidos.

7.       La Copa de los líos.

Antes de comenzar la liga, se han jugado los cuartos de final de la Copa. Como siempre, a un solo partido y sorteándose la pista. El derby de Atenas se ha jugado a puerta cerrada como casi siempre los últimos años, mientras que en el Nick Galis Hall Hagins se colgó del aro y éste se venció. No hubo heridos. Tardaron más de media hora en solucionar el problema.

07/10: PAOK – Rethimno Cretan Kings (73-67) y Aris – AEK (64-61).
08/10: Olympiacós – Panathinaikós (64-70) y Faros Keratsiniou – Kifisiá (61-59).

Skordilis anotando ante Tsiaras en una eliminatoria de Copa contra el Tríkala.

El equipo de Keratsini, que juega en la A2, se mete de esta manera en la semifinal de la Copa. Está a punto de repetir la proeza del Panellinios de los años 80, que disputó una final contra el Aris de Galis siendo equipo de segunda. El Faros se ha cargado al Kolossós, al Lavrio, al Tríkala y al Kifisiá, cuatro escuadras de la división de honor, poca broma. Claro que si vemos la plantilla, no extraña tanto. En el Faros juegan Papamakarios, el abuelo Kakiouzis, Marios Batis o Gaios Skordilis, entre otros. La mayoría con calidad suficiente para estar en la Liga Skrats.

Los clasificados para las semis son, por lo tanto: Faros de Keratsini, PAOK, Aris y Panathinaikós. A sorteo puro y a un partido el 12 de diciembre.

Analicemos levemente  las plantillas.

1.       Olympiacós.


Como siempre, el Olympiacós opta a todos los títulos a pesar de contar con bajas sensibles: Sloukas se marchó al Fener, Dunston al Anadolu Efes, Darden al Besitkas y Petway al Dinamo Sassari, entre otros. Katsivelis se ha hartado de no jugar y ha fichado por el AEK, donde se supone que tendrá minutos. Christodoulou ha sido cedido al Koroivos de Amaliadas.

Sfairópoulos mantiene parte del núcleo duro con Spanoulis, Mántzaris, Príntezis, Papapetrou, Hunter, Agravannis y Lojeski. No sé muy bien qué papel juega Tsairelis en todo esto y está por ver si Kavvadás tiene oportunidades. Yo, siendo sincero, lo dudo.

El pívot Nikola Milutinov (2,14cm) tiene una pinta estupenda, pero sólo tiene 20 años y es su primera experiencia fuera de su país. Una incógnita. Vasilis Toliopoulos, de 19 tacos y procedente del Kolossós, lo ha fichado el Olympiacós para que no se lo lleve el PAO o cualquier otro. ¿Jugará? Veremos si Athinaiou tiene la confianza de Sfairópoulos, que ya contó con él en el Panionios.

La cuestión es: ¿mejoran Daniel Hackett, Patric Young y D.J. Strawberry a Sloukas, Petway y Dunston? No, no y no.

2.       Panathinaikós.

Miroslav Raduljica.

En cambio, uno ve la plantilla del PAO de este año y sí mejora la del año pasado. Con Ognjen Kuzmic y Miroslav Raduljica en la pintura, Nick Calathes en la dirección y James Feldeine anotando desde fuera, la cosa promete. Sumemos a Sasha Pavlovic, con varios años de experiencia en la NBA, y tenemos una plantilla sobresaliente.

Se mantiene el núcleo de jugadores nacionales, que junta tres generaciones. Los “abuelos” Antonis Fotsis y Dimitris Diamantidis, los herederos Vladimiros Giankovits y Nikos Pappás, y los más jovencitos: Vasilis Charalampopoulos, Lefteris Bochoridis, Antonis Koniaris, Georgios Papagiannis y Michalis Lountzis. Diamantakos ha sido cedido. Me ha sorprendido que siga James Gist tras el doping de la temporada pasada. Eso sí, hay que reconocer que se le echó en falta cuando no estuvo. Desde luego, qué equipazo puede tener el PAO en unos años si todas sus promesas explotan y qué bien le irá a la Selección.

3.       PAOK.

Kostas vuelve a su casa.

El PAOK, el Aris y el AEK jugarán en la Eurocup. El PAOK sigue con Bane Prelevic en la presidencia y Soulis Markopoulos en el banquillo. Será la séptima temporada seguida de Soulis con los blanquinegros. Con Bane y Markópoulos el PAOK ha logrado la estabilidad institucional que necesitaba. Sin embargo, las dificultades económicas no tienen fin.

La plantilla mantiene a cuatro de sus pilares básicos: Apollonas Tsoxlas, Giorgos Dedas, Vangelis Margaritis y Kostas Charalampidis. El gran capitán sale de una lesión gravísima y su recuperación es toda una incógnita.

Con Kostas Vasileiadis regresa el hijo pródigo. Se marchó demasiado joven, obligado por las circunstancias económicas, y ahora vuelve para aportar su experiencia y su calidad. En ningún sitio como en casa. Lo hará bien seguro.

El PAOK se ha balcanizado, supongo que por obra y gracia de Prelevic. Milinko Tepic, Nikola Markovic, Uros Duvnjak y el pívot de 2,12 Darko Balaban. Cuatro serbios, sí, pero ninguno internacional. Tepic, desde que se fue del Panathinaikós, un bluf. Tengo serias dudas. Markovic, un cuatro versátil, llega procedente del Panelefsiniakós, y antes estuvo en el KAOD. No es ninguna estrella, vaya. Duvnjak lleva años dando vueltas por Grecia, como Markovic. Será su segunda experiencia en el PAOK. Balaban, por último, ha estado dando bandazos desde que se marchó del Partizán en 2010. Claro que como el PAOK es el Partizán de Grecia, quizás resulte. Sin duda, es el que más me apetece ver.

Completan la plantilla los siguientes obreros: Michalis Liapis, Kostas Kakaroudis y Thomas Kottas -un 2,08 de 19 años-. A última hora, el PAOK recupera a William Hatcher, que entra en lugar de Saloustros.

4.       Aris.


El Aris regresa a Europa para disputar la Eurocup.

El mejor fichaje del club de Salónica ha sido su Presidente, Nikos Laskaris. Veremos si es capaz de enderezar el rumbo y de sanear las cuentas. Hay bajas notables como Adegboye y Vezenkov, que han permitido ingresos.

El coach Dimitris Priftis tiene una plantilla prácticamente nueva. De la temporada pasada sólo quedan Spyros Mourtos y el veterano Vasileos Symstak. Me ha dolido la marcha del joven Stelios Poulianitis. Para mí, poco entendible.

Llega al equipo Vasilis Xanthopoulos y regresa Michalis Pelekanos tras un año en Rumanía. Se han cambiado a los cuatro americanos. Yo creía que Naymick se iba a quedar, pero ni eso.  Okaro White, ala-pívot de 2,06 que proviene de la Virtus, y Jamelle Hagins, pívot procedente del Kolossós, suman músculo en la zona, mientras que Dominic Waters y Jerel McNeal aportan velocidad y tiro exterior. Waters también ha sido fichado del Kolossós de Rodas y había jugado un año en Manresa, mientras que McNeal tuvo un breve paso por los Suns de Phoenix. El ala-pívot Slaven Cupkovic llega procedente del Tríkala y en el israelí Jake Cohen, ex Maccabi, pívot de 2,10, hay puestas muchas esperanzas. Thodoris Zaras, escolta con años de experiencia en el KAOD, completa la plantilla junto a los chavales Dimitris Flionis (1997) y Nikos Diplaros (1997), que alternarán con el equipo júnior.

5.       AEK.

Loukas Mavrokefalidis.

El AEK confeccionó una gran plantilla el año pasado, pero no consiguió entrar entre los cuatro primeros. Dragan Sakota sigue en el banquillo, pero hay muchas bajas. Se han ido Pops Mensah-Bonsú, Carl English, Thomas Delinikaitis, Leonidas Kaselakis...

Sin embargo, se ha configurado una plantilla de calidad notable. El base Nondas Papantoniou, el hijo del coach, Dusan Sakota, Malik Hairston y Zisis Sarikopoulos continúan del año pasado.

Dimitris Katsivelis, Ioannis Kalampokis y Loukas Mavrokefalidis forman el trío heleno de nuevo cuño. ¿Hará olvidar el escolta canadiense Philip Scrubb a Carl English? El internacional canadiense, bronce en el Torneo de las Américas de este verano, inicia su andadura europea en Atenas. Quiero ver al bosnio de 18 años de 2,01 Edin Atic, que llega avalado y apadrinado por Milan Milosevic, que se mantiene también de la temporada pasada.

T.J. Carter jugará su cuarta temporada en Grecia en cuatro equipos diferentes. O.D. Anosike llega al AEK de rebote, tras el fichaje de Bourousis por el Laboral Kutxa. Fuerza en la pintura. Chris Warren, point guard procedente del Usak Sportif turco, compartirá con Katsivelis la dirección del equipo.

Nikos Kamarianos debuta como profesional en el AEK a pesar de haber jugado toda su vida en las categorías inferiores del Panathinaikós. Dimitris Moraitis procede del Panionios y formará parte de la segunda unidad junto a los “universitarios”. Nicholas Paulos es griego-americano nacido en Salt Lake City. Llega con 23 años y procede del College UNC Greensboro, donde jugó con los Spartans. Georgios Tsalmpouris estudió en Iowa State antes de regresar a Grecia para jugar en el Pierikós. Con 19 años y 2,16, debería tener minutos importantes este año.

Nota de última hora: Chris Warren será cortado en breve. Problemas de adaptación, imagino.

6.       KAE Kifisiás Dimoulas.


En dos años el AENK se ha ganado el respeto de todos. Los de Ilías Papatheodorou aspiran de nuevo a entrar en play off. El juego del equipo girará de nuevo en torno a Dimitris Mavroeidis, aunque este año no estará solo. Giorgos Diamantakos jugará a su lado cedido por el PAO, además del ala-pívot Leonidas Kaselakis, que proviene del AEK. El eléctrico Nikos Gikas regresa a la liga griega tras un paréntesis en el Maes Pils. Linos Chrysikopoulos, la eterna promesa, intentará volver a sentirse jugador en el AENK.

Jherrod Stiggers, que procede de la Universidad de Houston, Dustin Hogue, problemático alero de Iowa State, Kervin Bristol, que proviene del Dijon francés y Chad Frazier forman el cuarteto americano. Frazier, como Hogue, tuvo algún que otro problema con la justicia en Estados Unidos. Chicos malos.

El montenegrino de 19 años Petar Popovic y los jóvenes Giannis Chatzinikolas y Alexis Spyridonidis completan el cuadro.

7.       Rethimno Cretan Kings.

Charis Giannopoulos regresa a Grecia tras su paso por España.

La novedad más significativa de este año es el cambio de patrocinador, antes AEGEAN, ahora Cretan Kings.

El Rethimno lleva varios años en la categoría. Su objetivo es alcanzar los play off. El rendimiento del equipo será directamente proporcional al de sus americanos. El alero Marcus Relphorde jugó en ligas menores hasta llegar al Nantes francés el año pasado, Derek Cooke Jr., alero alto de 2,06, llega procedente del Wyoming Collage y Ryan Harrow, base formado en Kentucky, jugó con Georgia State en la NCAA hasta que se lesionó de gravedad.

Charlton Kloof es internacional con los Paises Bajos –nacido en Paramaribo-, aunque estudió en Las Palmas de Gran Canaria. Estudió en la Universidad de St. Bonaventure de Nueva York y debutó como profesional en Europa en el Istanbul DSI turco de segunda división. Junto a él, será de la partida otro neerlandés de 2,11, Roeland Schaftenaar, ex del UB La Palma y del Breogán. El Rethimno también cuenta con el ruso de 2,08 Yaroslav Korolev, que proviene del Panionios y que había jugado en Granada y en San Sebastián.

Charis Giannopoulos regresa a Grecia tras su paso por España. Liderará la base de jugadores nacionales, a los que se suman Giannis Patatás (18 años), Stavros Schizas, Michalis Kamperidis, ex del AEK que jugó algunos partidos en Huesca, Marios Matalon, base formado en Wyoming que lleva jugando muchos años en Grecia y que llega procedente del Tríkala, Giannis Panaretakis (18 años), Markos Doulgerakis e Ilias Theodoridis (18 años).

8.       Kolossos H Hotel.


Como el Rethimno, el Kolossos dependerá del rendimiento de sus extranjeros. William Davis II, Trevor Relefor, que viene de jugar en Polonia, Gary McGhee, pívot de 2,11 procedente del Breogán, y Kelvin Lewis, guard que llega fichado del Timisoara rumano formarán como americanos. El small forward sueco Tom Liden vivirá su primera experiencia fuera de su país y junto con el finlandés Roope Ahonen, que también sale por primera vez de su patria, completarán el roster junto a los jugadores nacionales.

Giannoulis Larentzakis, que parece haberse asentado en la categoría, Sotiris Billis (19 años), Kostas Oikonomopoulos (19 años), Sotiris Manolopoulos, Ioannis Georgallis y Alex Aggelakos completan la intendencia.

9.       Apollon Patras Carna.


El equipo que llegó a la final de la Copa el año pasado, tratará de evitar apretones e incluso luchar por el play off.

Llega Dimitris Verginis, tras un año para olvidar en el Panionios, para acompañar a Nikos Argyrópoulos en la dirección. También el sueco Martin Pahlmblad, Ioannis Athanasoulas, que dejó el Panelefsiniakós y Andreas Pelekoudas, que cumplirá su cuarta temporada en Patras, son buenos complementos y tiene experiencia en la liga.

Darren Duncan, base procedente del Salon Vilpas de Finlandia, Tony Meier, alero formado en la Universidad de Milwaukee, Perry Petty, base que jugó en Pésaro, y Tony Woods, pívot fuerte de 2,11 que estuvo en el Panionios, son el cuarteto yankee, al que se suma el sueco Martin Oahlmblad.

Dinos Nikolopoulos, que llega del Tríkala, y Vasilis Niforas, que disputará su tercer año de blanquinegro, completan la plantilla.

10.   Trikala BC Aries.


La baja más sensible se ha producido en los despachos, puesto que Efthimis Rentziás ha dejado el club.

Hay dos ingleses en la plantilla: Ovie Soko, alero fuerte que lo hizo muy bien en el Boulazac francés, y Justin Robinson, que llega procedente de Rodas, un islandés ex del Bilbao y del Valladolid: Hordur Vilhjalmsson, y tres americanos: Reger Dowell, con experiencia en Bielorrusia y Argentina, Demetrius Conger, alero que viene de la A2 italiana, y Justin Teague, proveniente del Argentino de Junín.

El alero Ioannis Karathanassis y el pívot Georgios Tsiaras, ambos procedentes del Aris, tendrán minutos, mientras que el resto de la tropa helena esperará pacientemente una oportunidad. En la intendencia están Theodoros Tsiloulis, Manolis Kokoulas, pívot que jugó algunos partidos en La Coruña la temporada pasada, Filippos Kalogiannidis, promesa que llevaba toda su vida deportiva en el Ermis Langadá de segunda, y Alexandros Varitiamidis.

11.   Koroivos.

Panagiotis Vasilopoulos is back.

El equipo de Amaliadas, en el Peloponeso, fue la agradable sorpresa de la temporada pasada. En su primera participación en la máxima competición, se metió en play off. Nuestro Guillem Rubio no sigue en el equipo porque ha fichado por el VEF Riga.

El fichaje del joven Stelios Poulianitis, una de las promesas del Aris, junto la llegada de Andreas Christodoulou, cedido del Olympiacós, es lo más noticiable. Dimitris Haritopoulos tratará de hacer olvidar a Rubio y Panagiotis Vasilopoulos lo volverá a intentar. Será su enésima reaparición tras varias operaciones en la rodilla. Yo lo daba por acabado, pero…

El base Dwayne Davis, ex del Murcia, jugará su segunda temporada en Amaliada, mientras que Obie Trotter, que juega con pasaporte húngaro, ha sido repescado del descendido KAOD. El jugón Vincent Council llega procedente del Rethimno, donde hizo una gran temporada, y Darrell Harris, también ex del KAOD, son los hombres de más calidad del equipo. El pívot Georgios Georgakis y el joven Diamantis Slaftsakis completan el roster si no hay novedades de última hora. Plantilla corta.

12.   Kavala.


El objetivo de los recién ascendidos no puede ser otro que la permanencia.

En el Kavala, Alex Gordon, base de 30 años con experiencia en Turquía y otra ligas europeas, Preston Medline, que ha jugado en Letonia,  y Maurice Kemp, que viene de jugar en una de las ligas menores de Estados Unidos, serán de la partida, junto al dominicano de 2,11 Eloy Vargas, viejo conocido de la afición fuenlabreña. También forman parte del grupo el internacional búlgaro Chavdar Kostov y el pívot neerlandés Thomas Van der Mars, que firma procedente de los Portland Pilots. Un puding de nacionalidades del que no sabemos qué demonios saldrá.

El zurdo Christos Tapoutos es el griego de más calidad, sin desmerecer al veterano Dimitris Kalaitzidis, que vestirá la camiseta por tercera temporada, o Yiannis Demertzis, base de 32 años que llevaba varios años deambulando entre Chipre y la segunda griega. Completan la plantilla Giannis Stampoulis, Sokratis Gelios y Petros Velissariou.

13.   Lavrio.


Del Lavrio sólo conozco a Nikos Barlos, pívot ex de muchos equipos. Se encomendarán a Brandon Young, procede de Texas Legends, Jamal Nixon, base con experiencia en Alemania,  Jerry Evans Jr., que viene de jugar la liga de verano con UTAH y Ousman Krubally, que procede del Legnano, para salvarse.

El resto son jugadores poco conocidos que se mantienen de la temporada pasada: Panagiotis Tsiros, cuarta temporada,  Vangelis Sakellariou, 3ª temporada, Panagiotis Nikolakopoulos, Michalis Perrakis, campeón de Europa junior en 2002, Sakis Giannakopoulos, Dimitris Kaklamanakis y Giannis Kaponis.

14.   Arkadikós.


Sorprende ver a Fotis Lampropoulos en el Arkadikós, la verdad. Inteligencia y saber estar al servicio de la causa. Junto a él, Ioannis Karamalegkos, escolta de 21 años ex del PAO y del Amyntas que disputará su segundo año en el equipo, Giorgos Kopsaftis, capitán que ya lleva 4 años en el club, ex del AEK, Giorgos Kosntantinou, Christoforos Stefanidis, el veterano Abraam Kallinikidis, Kostas Ezomo, Savvas Tzougarakis, Marios Tselios y Vaggelis Stamatopoulos.

Todd Brown, base de larga experiencia en ligas menores que procede del Phoenix Hagen alemán, Darris Santee, pívot que llega de hacer un buen año en el Eco Orebro de Suecia, y Askia Broker, que llega de los Buffaloes de Colorado y ha disputado la Summer League con los 76ers en Las Vegas, forman el trío de americanos. Cierran la plantilla el finlandés Matti Nuutinen, ala pívot que siempre había jugado en Finlandia, y el inglés nacido en Groningen, Devon Van Oostrum conocido de todos nosotros y que pertenece al Laboral Kutxa. Ha jugado en calidad de cedido en múltiples equipos desde hace ya ni se sabe.

Griegos por el mundo.


Giorgos Bogris sigue en la Liga Endesa, aunque ha cambiado Andorra por Bilbao, mientras que Ioannis Bourousis ha fichado por el Laboral Kutxa. El Joventut se ha hecho con los servicios de la joven promesa del Panionios Charalampos Liounis, de 16 años y 2,13 cm. Stratos Perpéroglou jugará en el Barcelona junto a Vezenkov.

Nikos Zisis sigue dando vueltas por Europa y este año jugará en el Brose Baskets. Kostas Kaimakoglou cumplirá su cuarta temporada en el UNICS de Kazán. Glynniadakis, que ha dado más vueltas que un tiovivo, fichó por los Lions de Ginebra. Ian Bougioukas jugará en el Zalgiris de Kaunas

En cuanto a los entrenadores, Fotis Katsikaris dirigirá al UCAM Murcia y Giorgos Bartzokas al Lokomotiv de Kuban.

En la NBA disfrutaremos de Giannis Antetokounmpo en los Bucks, de su hermano Thanassis en los Knicks y de Koufós en los Sacramento Kings.

Al cierre de esta edición, Kostas Papanikolaou sigue sin equipo. Se barajan varias opciones: CSKA, Olympiacós, Estrella Roja...


¡Ah, y en el Uni Girona juega la gran Artemis Spanou!

sábado, 3 de octubre de 2015

Eurobasket 2015: Nueva decepción.


Grecia cayó en cuartos de final del Eurobasket 2015 contra España. Negar que fue una gran decepción sería mentir. El objetivo era la medalla.

Los griegos se fueron con la sensación de haber hecho muy bien los exámenes parciales, pero no haber estudiado lo suficiente para la prueba final. Grecia se llevó un capón, un baño de realidad, una sonora colleja. No se puede fallar el Día D.

Tras una primera parte de torneo prometedora y un cruce asequible en octavos, Grecia volvió a tropezar como en 2014. En el Mundobasket el verdugo fue Serbia y en el Eurobasket ha sido España. No consuela saber que Grecia acabase invicta tanto en Sevilla como en Zagreb, ni tampoco que se perdiese contra la Serbia subcampeona del mundo ni contra la España campeona de Europa.

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Lo curioso es que Grecia sólo perdió por un cesto contra España, pero se fue con la sensación de haber perdido por paliza. ¿Por qué esa sensación si incluso tuvo un útlimo tiro –de más de medio campo, eso sí- para ganar?

Se ha analizado muchísimo la derrota, que va más allá de un simple partido. Los españoles les bajamos a la tierra de un tortazo porque las expectativas eran máximas. Pensaban que tenían el mejor equipo de su historia.

Los griegos no esperaban perder como se perdió. España le echó más garra, más lucha. Como si lo quisiera más que Grecia, y eso escoció. Ese plus de agresividad sumado a la experiencia española, definió el choque. 

Tratemos de buscar los motivos del batacazo.

El periodista Vasilis Skountís dio tres claves:

1.  1. Grecia no salió al parquet psicológicamente preparada. Mentalmente, el partido le pasó por encima. España, en cambio, salió a morder. Dos triples de Llull sin oposición, dos tapones de Pau y un par de pérdidas estúpidas fueron el primer toque de atención. Grecia remó a contracorriente más de 30 minutos.

2.      2. Pau Gasol acabó el partido sin faltas personales. ¿Cómo es posible? Los interiores griegos no percutieron en la zona lo suficiente. En cambio, Bourousis cometió 5 faltas personales en 9 minutos.

3.     3. Grecia no aprovechó las segundas opciones. ¿De qué sirve coger rebotes ofensivos si luego se malgastan los ataques extra? Además, los blanquiazules se hartaron de agotar el tiempo de posesión y de tirar presionados por el reloj. La defensa española iba por delante del ataque griego.


Me toca añadir unas cuantas cosas más.

Vasilis Spanoulis no anduvo fino. No se le vio cómodo en ningún momento, ni en el tiro, ni en la dirección. No hay que dudar de Spanoulis, porque estos son los partidos que le van, pero contra España sigue gafado en los cruces. Fue bien defendido por Llull y no consiguió hacer un pick and roll en condiciones. Leyó mal la defensa española y se empeñó en jugar como siempre, cuando el partido pedía otra cosa.

Los periodistas, como he dicho, han escrito muchos párrafos tratando de explicar lo que pasó aquella noche, pero además han abierto un debate que tarde o temprano se tenía que plantear:

¿Somos los griegos tan buenos cómo creemos? ¿Debemos cambiar nuestra forma de jugar? ¿Es un “sacrilegio” romper con la manera griega clásica de jugar? ¿Deben los jugadores adaptarse al método o el método a los jugadores? ¿Puden jugar los clubes un tipo de baloncesto y la Selección otro? ¿Cómo aceptaría el cambio el aficionado?

El partido contra España abrió este interesantísimo debate que puede marcar el futuro. La “Grecia de las dos velocidades” de la que hablé aquí, en lugar de beneficiar, perjudicó al equipo. Katsikaris, que es un entrenador que me gusta, creo que aquí no supo manejar la situación.

La discusión sobre si Grecia debería jugar corriendo o controlando el juego se trasladó a la pista y acabó descolocando a los propios jugadores. Era como estar chocando contra un espejo. España pasó apuros en el tercer cuarto porque Grecia corrió el contraataque y se lanzó. Aceptó el reto de responder con las mismas armas. Con velocidad, agresividad y físico, los helenos se pusieron por delante y parecían haber encontrado la llave. Sin embargo, las vacas sagradas y el entrenador optaron por volver a la esencia, al ADN que siempre ha caracterizado a esta generación. Fotis, en una de las decisiones más peliagudas de su carrera, dejó que mandasen los veteranos. Respetando los galones, ordenó parar, jugar con ataques más largos y ralentizar el partido. Se equivocó. La Selección se puso a jugar en modo Olympiacós cuando no tocaba.

Spanoulis y Zisis esperaban la llegada de Bourousis para jugar lento, mientras Antetokounmpo llevaba ya varios segundos en la zona de ataque esperando un pase. Como digo, Katsikaris optó por respetar los roles y mantener a los veteranos. Claro que si los hubiera sentado y Grecia hubiera perdido, lo matan. No era una decisión fácil.

Los tres veteranos del equipo fueron señalados por la prensa y por los aficionados, y como a Bourousis le cuesta poco calentarse, se despachó a gusto después del partido contra Letonia.

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Katsikaris falló en las rotaciones. Tanto hablar de que Grecia tenía la plantilla más amplia del torneo y se limitó a jugar con 9 o 10 hombres. Papanikolaou, Perpéroglou y Mántzaris dispusieron de muy pocos minutos a lo largo del campeonato, algo que todavía no se explica nadie. Kaimakoglou, que si tuvo oportunidades, anduvo muy perdido y no ayudó nada.


Giannis Antetokounmpo fue la sensación. Mostró su progresión y brilló a gran altura. Empezó dubitativo desde el tiro exterior, que nunca ha sido su fuerte, pero fue ganando confianza a medida que avanzaba el Europeo. Grecia nunca ha tenido un jugador así. Su presencia acentúa el debate, porque es el futuro y no está acostumbrado a jugar como juegan los griegos.

¿Tiene que cambiar Grecia su manera de jugar?

Contra España se vio que Grecia tenía un problema de identidad. Si no es capaz de encontrar el equilibrio necesario entre jugar desde la defensa y correr, volverá a tropezar.

Yo lo tengo claro: Grecia debe adaptarse a los jugadores que tiene. Si eso supone tener que cambiar, adelante.

Me baso en lo que veo y ahora mismo España es el espejo en el que Grecia debe mirarse. Y Serbia, y Francia. Porque el equipo nacional tiene ya 3 jugadores de la NBA y va camino de tener más. La Selección tiene que construir alrededor de Antetokouonmpo.

España es el ejemplo a seguir. Por fin –les ha costado- he leído opiniones de expertos poniendo por las nubes a nuestro equipo y hablando de una verdadera dinastía. Lo que olvidan, pero no deberían, es que antes de tantos años de éxitos, España tropezó en los cruces como Grecia. Creíamos que nunca llegaría nuestro momento. Para ganar partidos como el del otro día, hay que perder primero unos cuantos.

Dentro del gran debate, hay “subdebates” que se desprenden:

¿Ha sido casual que los mejores de la Selección hayan sido "los americanos" Calathes, Antetokounmpo y Koufós? ¿Qué diablos pasa contra España que no hay manera? ¿Se mete demasiada presión a los jugadores por lo que significa el Eurobasket en Grecia?

Los palos a Katsikaris.

Hace un par de años todos querían a Fotis Katsikaris. Lo hizo bien en Valencia y en Bilbao, estuvo a punto de firmar por la Selección de Rusia y llegó a sonar para el Real Madrid. Tanto en el Mundobasket 2014 como en el Eurobasket 2015 ha ganado todos los partidos en la fase de grupos y se la ha pegado en el cruce. ¿Suficientes motivos para que no siga? 

Yo seguiría con él, pero parece que la Federación y los aficionados no están por la labor. Ahora preferirían un entrenador griego que se dedicase a la Selección a tiempo completo. El banquillo se ha convertido en una silla eléctrica desde que se fue Panagiotis Giannakis, que ahora vuelve a sonar con fuerza para sustituir a Katsikaris. En mi opinión, Fotis ha insinuado cosas, pero no ha concluido su obra. ¿Traer un nuevo entrenador ahora sería “tirar el Preolímpico”?

Para mí, el entrenador ideal que debe dirigir esta hornada de nuevos jugadores es Katsikaris, Itoudis o Sfairopoulos. Incluso Bartzokas. Los cuatro están “ocupados” y eso parece que ahora no gusta, cosa que no entiendo.

Si lo que se pretende es una especie de vuelta al pasado, Pedoulakis y Giannakis podrían ser las opciones. Lo que parece claro es que la Federación no quiere un entrenador extranjero. Después de lo de Trincheri, salieron escarmentados.

¿Cómo influye la situación que se vive en Grecia en todo esto?

La decepción se acentúa cuando acaba el torneo y el griego se da cuenta que hay elecciones el fin de semana. El bajonazo y la vuelta a la cruda realidad, hieren. Encima, ha coincidido con el comienzo de curso. Aunque no estoy allí, me lo puedo imaginar.

El baloncesto, que debía ser una vía de escape, ha sido otro motivo de estrés. En lugar de alegrías, más frustraciones. A los periodistas griegos se les han multiplicado las canas con el Eurobasket.

Tal y como está la situación, quizás el discurso debería ser más patriótico y pasional que técnico. En este caso, un coach como Giannakis sí que funcionaría. Cuatro gritos bien dados para intentar levantar el ánimo y a repartir.

El triste adiós de Spanoulis.

Al acabar el partido contra Letonia, Spanoulis anunció que dejaba la Selección. Durante el himno, Bourousis abrazó a Vasilis y a Nikos Zisis, los más veteranos del equipo, en un gesto que adquirió significado completo al final del choque. Ni Bourousis ni Zisis anunciaron su marcha del equipo, pero todo el mundo lo entendió así. Personalmente, dudo mucho que vuelvan al equipo nacional. Tampoco que creo que Perpéroglou y Kaimakoglou tengan más oportunidades.

La puesta en escena, la remontada, las declaraciones, el rebote de Bourousis... Todo fue muy griego. También Diamantidis abandonó en circunstancias similares después de caer contra España en 2010, a los pocos días de que Grecia se hubiera dejado perder contra Rusia. Desde entonces, tampoco vimos más a Schortsanitis, que apenas pudo disfrutar del Mundobasket por arrastrar la sanción del día del sillazo de Krstic. Por cosas como estas, Grecia lleva varios años encallada.

Salvo este año, en el que fallaron casi todos, los españoles que están en la NBA acuden a la llamada del seleccionador porque se lo pasan bien. Es así de sencillo. Supone reunirse con amigos con los que disfrutan haciendo lo que más les gusta. En cambio, a veces parece que los griegos vayan obligados. Tanto emocionarse con el himno, para luego dejarlo pronto.


Ver que Nowitzki ha jugado hasta los 37, que Gasol y Felipe siguen a los 35, Parker... Es duro. La gente les agradece los servicios prestados, los periodistas les escriben cartas emocionadas, pero nadie se pregunta por el porqué de las deserciones.

¿Está afectando el mal rollo entre el Panathinaikós y el Olympiacós?

Recordemos que del bloque verde del PAO de Obradovic ya no queda nadie. Se pasó de una mayoría de jugadores verdes a una de rojiblancos, justo coincidiendo con la marcha de Spanoulis de un equipo a otro, y con la marcha de Diamantidis y Tsartsaris de la Selección.

Los aficionados del PAO cargan contra Spanoulis, claro. Para ellos, aunque vista la camiseta nacional, sigue siendo un traidor.

A Bourousis no lo tragan muchos aficionados del Olympiacós, su ex equipo, por encontronazos del pasado, y así podríamos seguir.

Desde luego, la relación entre los dos colosos griegos ha sido pésima los últimos años, pero eso parecía que no afectaba al equipo nacional, o por lo menos, si era así, se tapaba.

La Selección del futuro.

La generación del 90 puede cambiar las cosas y es la que debería formar el grueso de la Selección a partir de ya. Es un grupo parecido a nuestros júniors de oro (ganaron el Eurobasket y la plata del Mundobasket). Se llevan bien a pesar de jugar en clubes rivales y mantienen la amistad fuera de la cancha. Además, ya están siendo importantes en sus equipos. Son Mántzaris, Papanikolaou, Sloukas, Pappás, Giankovits, Sarikopoulos y Bogris.

Sumemos a Calathes y a Koufós, que tienen un año más, a Thanassis Antetokounmpo (23) y a los del 94: Papapetrou, Giannis Antetokounmpo y Dimitris Agravannis. Queda un equipo chulo para el futuro, aunque no sé si suficiente para superar el Preolímpico. Posiblemente Printezis vaya a la siguiente convocatoria como nuevo capitán, porque no creo que todos los NBA’ers puedan asistir. Será difícil, porque el nivel de los equipos es alto.

Demasiadas preguntas sin respuesta y demasiados torneos echados a perder. No veo nada claro el Preolímpico. Soy pesimista a corto plazo, pero moderadamente optimista de cara al próximo Eurobasket. Y me mojo: creo que seguirá Katsikaris.