domingo, 4 de diciembre de 2016

SIMPLEMENTE, GIANNIS.


Parece que fue ayer cuando Willy Villar nos lo descubría y les pasaba la mano por la cara a todos los ojeadores de la NBA o cuando algunos intentábamos teclear correctamente el apellido para buscar sus jugadas en Youtube. Tres años después de firmar por los Milwaukee Bucks, Giannis Antetokounmpo es una de las estrellas de la mejor liga del mundo. Los locutores ya no se lían al intentar pronunciar su apellido, porque no hace falta. Hemos pasado de Antetokounmpo a The Greek Freak para terminar en, simplemente, Giannis.

¿Hasta dónde puede llegar Giannis?

Teniendo en cuenta que dentro de dos días cumple 22 años, el griego apunta muy alto. Sigue evolucionando a base de trabajo duro. Está mejorando sus números de manera exagerada, pero sobretodo entiende mucho mejor el juego. De ser un jugador de highlights ha pasado a ser el hombre clave de la franquicia, el termómetro de los Bucks.

En la primera temporada, Giannis promedió 6,8 puntos, en la segunda 12,7 y en la tercera 16,9. En el presente curso está en 22,4. En cuanto a los rebotes, 4,4, 6,7, 7,7 y actualmente en 8,6 por partido. En asistencias, de 1,9 por partido el primer año ha pasado a 6,1 esta temporada. Además, suma 2,2 tapones y está en 52,6 en porcentaje de tiro. Mejora cada año en todo. Giannis ya no es aquel jugador exótico que nos sorprendía con la jugada de la semana o que era invitado al concurso de mates porque su físico prometía y su apellido llamaba la atención. Giannis Antetokounmpo es uno de los hombres más regulares de la NBA.

Recordemos que empezó jugando de alero con Larry Drew hasta la llegada de Kidd, cuando pasó a jugar de base. Tengo entendido que la idea de Willy Villar y de José Luis Abós era la misma. Un tipo de 2,11 cms subiendo la bola y dando cada vez más asistencias dudo que se haya visto nunca. ¿Quién mejor que Jason Kidd para enseñarle a Giannis a jugar de Shooting Guard, Small Forward, Point Guard o lo que haga falta? Antetokounmpo es un All position player. En una entrevista reciente el propio Giannis comenta que tres de sus referentes son Scottie Pippen, Magic Johnson y Allen Iverson.


Puntos fuertes.

A campo abierto, Giannis es prácticamente imparable. Se muestra insultantemente ágil a la carrera y su reverso hacia el aro suele ser letal. Aunque físicamente ha cambiado mucho desde su llegada a la NBA, por suerte no ha engordado, con lo que sigue siendo rápido y versátil. La mayoría de sus canastas son hacia abajo;  de esas que no se salen.

Es cada vez más líder. Cuando se siente dominador, participa en todas las acciones del juego, ya sea defendiendo con un tapón, robando o machacando. Es un jugador todo terreno, vaya. Cuando hablamos de los Bucks, hablamos de Giannis. Está totalmente identificado con la franquicia y la franquicia con él.


A mejorar.

La mecánica de tiro de Giannis no era buena cuando llegó, pero a base de trabajo está consiguiendo porcentajes aceptables. Ya no se tira aquellas pechinas inclasificables de la primera temporada.

Al pesar poco, tiene dificultad en el juego en el poste bajo cuando se cruza con cuatros pesados. Con todo, ha aprendido a levantar la cabeza y a soltar el pase en el momento exacto. Cuando consigue recibir con ventaja de altura, sus compañeros le buscan cerca del cristal y hace mucho daño.

Lo mejor que tiene Giannis es que trabaja los puntos débiles y se nota una clara mejoría en poco tiempo. Es una prueba de humildad, exigencia e inteligencia. No se le ha subido el éxito a la cabeza ni el supercontrato que firmó el año pasado.   

Evidentemente, será All Star este año.


¿Qué hubiera sido de Giannis en Europa?

Pues por muchas vueltas que le demos a la cabeza, no hay respuesta a tal pregunta. ¿Sería una víctima de los sistemas? ¿Se hubiera pasado un año o dos chupando banquillo por ser, simplemente, demasiado joven? Con 21 años, la temporada pasada promedió más de 35 minutos jugados por partido. ¿Jugaría los 10 minutos del rookie en Europa? Las expectativas de Grecia con Giannis deberían ser máximas, pero ¿alguien piensa darle los trastos de matar y formar un grupo a su alrededor que juegue para él? En Milwaukee sabe que aunque falle dos tiros no será cambiado en el siguiente ataque como pasa en Europa.

¿Pueden los Bucks aspirar a algo serio?

De momento los Bucks sólo aspiran a llegar a la primera ronda de los play off, al igual que los últimos años. La suspensión por dopaje de O.J. Mayo hizo mucho daño en la franquicia, que sigue sin tener un juego interior consistente. La calidad incuestionable de los hombres exteriores (Jabari Parker, Giannis, Teletovic, Dellavelova…) no tapa los evidentes problemas defensivos del equipo, al que por momentos le falta dureza y concentración.


No veo a Giannis fuera de los Bucks ni a la franquicia aspirando a mucho más que la primera ronda de los cruces. El problema es si la situación se prolonga en el tiempo. Desde luego, Giannis es el jugador que ha generado más ilusión en Milwaukee desde hace muchos años. ¿Sabrán aprovecharlo?



PD: Obama pasó por Grecia en su viaje de despedida por Europa y nombró a Giannis Antetokounmpo en su discurso, como no podía ser de otra manera. 

lunes, 12 de septiembre de 2016

El partido perfecto.


Han pasado ya 10 años desde aquel 1 de septiembre de 2006, el día en el que Grecia derrotó a Estados Unidos por 101-95 en la semifinal del Mundobasket de Japón. Theodorís Papaloukás lo ha definido como “el partido perfecto”. Sin dudarlo, la victoria más importante de la historia del baloncesto griego, por encima de las finales de El Pireo del 87 y de Belgrado en 2005, donde Grecia se colgó el oro en el Eurobasket.

Iturriaga lo definió perfectamente durante la retransmisión: “ha ganado el baloncesto”. Aquel día ganó el baloncesto, ganamos todos.

Que un equipo juegue el partido perfecto el día D es lo máximo y supone que cada uno de los jugadores haya rozado la perfección. Así fue. Todo salío clavado.

Juntar a la mejor generación, que llegue en el momento de forma extacto, que el entrenador acierte en todo y que no haya movidas internas durante los días de concentración no es fácil. Cuando todas estas cosas se juntan y el grupo se convierte en una familia, en una piña, surge la magia. Nosotros llevamos 10 años de magia y sabemos perfectamente lo que es eso de estar una década (¡!) en una nube. Grecia tuvo dos años fantásticos y luego empezó el retroceso hasta llegar donde estamos ahora.

El partido perfecto se divide en tres partes claramente diferenciadas.

Desde el principio hasta el 23-33 para Estados Unidos.

La primera parte es la de tanteo, cuando se estudia al otro púgil. El equipo no sale intimidado, pero sí tímido. Forman Diamantidis, Chatzivrettas, Kakiouzis, Fotsis y Papadopoulos. Quinteto emimentemente defensivo contra Joe Johnson, Hinrich, Carmelo Anthony, Lebron James y Elton Brand.


Un inciso sobre el quinteto titular: Diamantidis, Chatzivrettas y Papadopoulos habían coincidido en el Iraklís pocos años atrás junto con Lefteris Kakiousis, ayudante de Giannakis, y Big Sofo, que saldría luego en plan abusón. Recuerdo que en los azules de Salónica, 3D “sustituyó” a Chatzivrettas como líder cuando éste se fue al PAO. Luego también se irían Dimitris y Papadopoulos seducidos por Obradovic. Lázaros y Fotsis son íntimos amigos y jugaban en el Dynamo de Moscú, donde habían coincidido después de compartir verstuario en el PAO y en las categorías inferiores de la Selección.

Con esto quiero decir que aquella Selección era un grupo que se conocía desde hacía años. Kakiouzis, que ejercía de padre de todos aquellos jugadores, había ganado el Mundobasket júnior de 1995 con Rentziás en Atenas y la liga griega en 2002 con Zisis y Dikoudis, piezas importantes del equipo. Bourousis, que había levantado el oro en el Eurobasket de Belgrado, era el cuarto miembro de aquel AEK campeón pero se quedó fuera de los 12 por la irrupción de Schortsanitis.

La Selección no era un bloque exclusivo Olympiacós-Panathinaikós, ni siquiera PAOK-Aris, que apenas tenían presencia (sólo Vasilopoulos, de la cantera del PAOK), sinó un poco de todo con preponderancia de jugadores formados en el Iraklís y en el AEK.

Estados Unidos domina los primeros minutos, más por tímidez griega que por juego. Lebron y Carmelo Anthony son imparables a la carrera, y si Brand, después Howard o Bosh, consigue recibir debajo, no hay nada que hacer. Papadopoulos estrena el marcador griego con su típica jugada de espaldas y su medio gancho.

Grecia se dedica a hacer lo que sabe hacer. Trata de leer la defensa y mover con tranquilidad la bola hasta que ésta le llegue al interior. Pese a la superioridad física y a las primeras ventajas en el marcador, los americanos no consiguen romper. En el correcalles, Lebron y Anthony se mueven como peces en el agua.


Os recomiendo que veáis el partido ahora y lo vayáis parando. Hasta las faltas de Grecia están bien hechas, salvo una o dos. Cuando Lebron o Carmelo van hacia al aro con cara de machacar, el defensa no arriesga y se abre. Los griegos sueltan el remo cuando toca, casi siempre antes de que el americano se levante. Diríamos que son faltas tácticas, pero no antideportivas.

El primer cambio de Grecia es el de Schortsanitis por Papadopoulos, que comete la segunda falta. Hasta en eso Grecia está de enhorabuena porque los cambios forzados salen bien.  

Desde el inicio se ve que el pick and roll frontal va a marcar el devenir de los acontecimientos. Papadopoulos prefiere recibir de espaldas, mientras que Sofo o Dikoudis lo harán con ventaja de cara al aro. No importa quién esté en la pista que siempre se empieza por ahí.

Lázaros no sólo amenaza en la pintura por su corpulencia sinó que además genera espacios desde el poste bajo. Recuerdo que aquel fue posiblemente el último gran partido de Papadopoulos. Desde entonces hasta su retirada, cuesta abajo.

La obsesión de Grecia es no dejar correr y evitar segundas opciones. Los cinco cierran el rebote y van acumulando faltas. El partido griego en ataque no es fluido, pero suma gracias a los tiros libres. Giannakis no permite que Estados Unidos corra.

Entra Sofo a falta de 5:36 y Chris Paul por Hinrich. Horroroso Hinrich todo el partido a pesar de algunos triples.

La primera canasta de Spanoulis es un triple a tabla. 

Entra Papaloukás a falta de 2:35. Recordemos que tanto en el CSKA como en la Selección Theo siempre entraba con el partido empezado. Salía a la pista sabiendo cómo estaba la cosa y hacia adónde tenía que ir el partido. Era titular saliendo desde el banquillo.


Por primera vez coinciden en pista Spanoulis, Papaloukás y Diamantidis, que se reunen en el centro y comentan la jugada.

Con los mejores minutos de Dwight Howard Estados Unidos se escapa ligeramente. El fibrado pívot anota prácticamente todas sus canastas del mismo modo, de mate tras rebote ofensivo. No le meten ningún balón y no es capaz de generar él la canasta, pero aporta dureza y puntos.

Los griegos van repartiéndose las faltas. A pesar de que los Estados Unidos van por delante, parece que Grecia controle la situación, o por lo menos consigue que el choque no se desmadre. Se juega a lo que quieren los helenos incluso cuando los americanos dominan el marcador.

El primer cuarto termina con 14-20 en el marcador para Estados Unidos y la sensación de que hay partido. Eso sí, los de Giannakis tendrán que mejorar en ataque.

El equipo de Giannakis se pone en zona 2-3 en el segundo cuarto. La nueva defensa funciona a pesar de que Grecia la haya utilizado muy poco durante el campeonato. Coach K no reacciona.

USA no trabaja la zona en ataque. Dos pases y a barraca. Reina la anarquía. Jugadas demasiado individuales y tiros sin tener la posición cogida. Parece mentira que los americanos no vean que la defensa griega debe atacarse de otra manera.

Lázaros Papadopoulos comete la tercera personal –en ataque muy dudosa- a falta de 6:45, pero Giannakis lo mantiene en pista y anota el siguiente ataque. Con 23-33 y 5:39 por jugar vuelve Sofo.

Con 23-33, Papaloukás nos enseña lo que va a ser el partido de ahí en adelante con una asistencia colosal a Sofo, que sin embargo falla el mate. A la contra, Chris Paul en lay up recibe un tapón descomunal de Diamantidis. Es justo en ese momento en el que Grecia se mete de lleno en el partido. Si Estados Unidos se hubiese ido de 15 puntos o más antes del descanso, probablemente el partido hubiera ido de otra manera. El tapón de Diamantidis, que muchos destacan todavía hoy como punto de inflexión, marca el inicio de la remontada. En el siguiente ataque, con 4:47 por jugar, Hinrich, un amigo, nos regala tres tiros libres. Empieza el segundo tramo del choque.

Desde el tapón de Diamantidis hasta que Grecia falla su primer ataque del tercer cuarto.

La segunda parte es la de la prefección, que empieza con un parcial de 9-0 que aprieta el marcador (30-33). Si USA falla desde fuera y Grecia consigue cerrar el rebote, el partido se decantará del lado heleno, aunque queda mucho por jugar.


La conexión Papaloukás-Schortsanitis es la belleza, el baloncesto. El base sabe exactamente donde están colocados los 10 jugadores en el parqué. Sofo pasa de ser un tráiler imparable a una bailarina en pocos segundos. Asistimos a los mejores minutos de Schortsanitis en toda su carrera profesional.

Las asistencias de Theodorís son las que enseñan en los colegios, fuertes, directas y verticales. Si las corta el defensor, que se rompa el dedo. Es el momento de Schortsanitis, que mete cuatro seguidas sin que los interiores americanos puedan hacer nada. El traje que le hace Sofo a Bosh es tremendo, pero lo de Papaloukás es brutal, dotando al juego griego de la verticalidad y profundidad que no había tenido hasta entonces, destrozando a la defensa americana. Acompañan Spanoulis y Diamantidis. Momento orquesta. Todos perfectamente afinados. Sinfonía. Grecia se pone por delante 43-38 y sigue haciendo bien las faltas. Estados Unidos no encuentra el ritmo que le conviene en ningún momento. Chris Paul no puede con Papaloukás, que nos regala una extensión maravillosa. 

El descanso llega cuando mejor están los griegos, que dominan 45-41 y van lanzados. ¿Les cortará el ritmo?
Pues no, los griegos salen concentradísimos y acertadísimos tras el descanso. No fallan ningún ataque en muchos minutos. Es asombroso porque anotan prácticamente todos, de dos, de tres, no importa. Es un festival ofensivo extraordinario. Los Estados Unidos están desbordados. Cuando no es Fotsis es Diamantidis o Spanoulis. Por momentos, los yankees parecen un equipillo. Tácticamente, no vemos ninguna variante, nada que contrarreste el brillante juego europeo.


Sofo mete incluso las que se le escapan. Los pívots americanos siguen en la luna. El pívot comete la tercera falta cuando quedan 7:18 y Giannakis opta por la dupla Fotsis-Tsartsarís.

Grecia se pone 9 arriba pero con la sensación de que son más. La diferencia crece: 62-50. Los USA saben que les va a costar mucho. El marcador pesa como una losa. Grecia se sabe superior. Entra Dikoudis a faltas de 6 minutos.

Tal es el grado de confianza que Diamantidis se juega un triple en la cara de un defensor y lo anota, al que le sigue otro de Tsartsarís. Entra todo y Grecia se va de 14. El dominio del tempo del partido es absoluto. Dikoudis, excelente, se une a la fiesta con varias canastas seguidas.

Desde finales del tercer cuarto hasta el final del partido.

La tercera parte del choque empezaría a falta de unos 3 o 4 minutos para finalizar el tercer cuarto, cuando Grecia falla su primer ataque de todo el cuarto. Los helenos atacan mirando el reloj. Baloncesto inteligente de unos contra chispazos de otros.

Todo ha cambiado. Dos cuartos después de un primer cuarto titubeante, Grecia sabe que va a ganar el partido y Estados Unidos que lo va a perder.

Dikoudis trabajando de barrendero no tiene precio. Parece que nadie contaba con él.

Grecia falla un ataque cuando quedan 3:30, pero todo está bajo control. Diamantidis y Papaloukás manejan el tiempo como nadie. Sólo el público parece creer en una posible remontada americana. Las caras de los americanos son todo un poema.

Después del momento de Dikoudis llega el momento de Kakiouzis, que remata la faena. Al capitán no le tiembla el pulso, pide la bola y se la juega. Es una garantía en los tiros libres.

Me gusta pensar que parte del tercer cuarto y todo el último son un homenaje al baloncesto griego de siempre, aquel defensivo que jugaba con el reloj y no permitía al rival sacar la cabeza. El tercer cuarto termina con 77-65 para Grecia.


USA sigue sin entender la zona de Giannakis. Kakiouzis y Spanoulis toman el relevo. Grecia sigue parando el juego con faltas.

Nunca veremos a Estados Unidos jugar con tanta impotencia. Querer y no poder. Hinrich hace una falta antideportiva a Schortsanitis que no es más que la clásica falta de la frustración y que define perfectamente lo que sienten los americanos.


Spanoulis toma la responsabilidad cuando el balón quema. Giannakis lo había tenido en el Marousi y se iba ese verano a Houston. El de Lárisa hace una demostración prodigiosa de como seccionar la yugular. Una de sus primeras exhibiciones.

El baño táctico descomunal. Se enfrentan un baloncesto acedémico que sabe lo que quiere y uno callejero que es incapaz de leer. Grecia mete canastas con sentido, mientras que Estados Unidos lo hace por fuerza.

El carrusel de faltas y de tiros libres no hace otra cosa que alargar la agonía de unos y saborear mejor la victoria a los otros. La hazaña griega todavía la recordamos hoy, no sólo por extraordinaria, sinó por la manera como se logró el triunfo, jugando maravillosamente bien al baloncesto.

Para Estados Unidos aquello supuso un antes y un después. Desde entonces, y ya han pasado 10 años, no han perdido en partido oficial. Grecia tocó el cielo con las manos. Mantener el nivel era imposible y llevamos 10 años en franca decadencia. Costará mucho volver a vivir algo similar.


Acabamos con el uno por uno de aquellos héroes.

Dimitris Diamantidis estuvo excelente, tanto en defensa como en ataque. Jugó 39 minutos en los que anotó 12 puntos con muy buenos porcentajes, cogió 3 rebotes, dio 5 asistencias, metió un tapón y robó 2 bolas. 3D fue el que más jugó, pero no el que más brilló. Sin embargo, su trabajo defensivo en la zona fue fundamental, con esa actividad de brazos y manos.

Nikos Chatzivrettas salió de titular pero acabó jugando sólo 12 minutos. Un robo y un mate fueron su escasa aportación aquel día, aunque su labor defensiva siempre fue encomiable.

Vasilis Spanoulis anotó 22 puntos en 30 minutos, con 6/10 en tiros de campo. Su importancia en ataque fue creciendo a medida que avanzaba el partido. Nunca rehusó de la responsabilidad y supo escoger el momento preciso para lanzar. Un valiente que demostró a los americanos que podía jugar en la NBA. Una pena que los Rockets no lo supieran ver.


Theodorís Papaloukás nos regaló un clínic. En 33 minutos anotó 8 puntos, cogió 5 rebotes y dio 12 asistencias. Repartió juego de forma magistral sin perder nunca de vista el aro. Supo qué hacer en cada momento, corriendo cuando había que correr y frenando cuando había que frenar. Dio una lección a los bases americanos. Su visión del juego y la manera de manejar los tiempos hacen de aquel uno de sus mejores partidos de siempre.

Nikos Zisis no jugó por lesión, pero Nikos también juega. “Sentí como si hubiera jugado”, dice. Estuvo en el banquillo con su ojo morado y su rodilla chunga secando el sudor de sus compañeros. Un fenómeno.


Michalis Kakiouzis hizo un partidazo. Brilló más hacia el final del choque, cuando Sofo y Papadopoulos ya no estaban, sin embargo tuvo su papel desde el principio. Salió de titular y su trabajo fue importantísimo para cerrar el rebote. Su experiencia se notó en los minutos finales, cuando no le tembló el pulso en los tiros libres (6/7). Metió 15 puntos y cogió 6 rebotes en 27 minutos. 

Panagiotis Vasilopoulos jugó sólo unos segundos. No tuvo más oportunidades porque el partido fue rodado. Una pena porque el Vasilopoulos de entonces, el de antes de las lesiones graves, era una pasada.

Antonis Fotsis tuvo que trabajar en defensa como un perro para evitar que le cogieran los rebotes. Salió a tirar desde fuera cuando hizo falta e hizo daño. Metió 9 puntos en 13 minutos.

Kostas Tsartsarís sólo jugó 8 minutos en los que anotó un triple y cometió 4 faltas personales. El buen partido de los interiores y las faltas rápidas condicionaron su juego.

Dimos Dikoudis tuvo un papel estelar. Anotó 8 puntos y cogió 4 rebotes en 12 minutos intensísimos de juego. Su aparición en la semifinal del Eurobasket 2005 había cambiado por completo el curso de los acontecimientos y algo parecido buscaba Giannakis con su aparición. En 12 minutos desmontó a los interiores americanos, que debían estar pensando “de dónde diablos ha salido éste”. Brutal Dimosthenis.
 

Sofoklís Schortsanitis jugó el mejor partido de su carrera. Llegó al campeonato en el mejor estado de forma posible y lo demostró. Nunca más veríamos a un Sofoklís tan hábil, ni siquiera cuando ganó la Euroliga. Hizo un partido colosal, sobretodo en ataque, donde por momentos estuvo imparable. Anotó 14 puntos en 17 minutos de éxtasis, pero además sacó faltas y se mostró rápido. ¿Qué hubiera sido de Schortsanitis de no haberse parado allí?

Lázaros Papadopoulos anotó 8 puntos en 9 minutos. Hizo bien su trabajo el poco tiempo que estuvo en pista, poniendo en aprietos a los interiroes americanos cerca del cristal y generando espacios en el lado débil. Cuando Grecia se puso a correr, tuvo que dejar paso a Sofo porque no era capaz de jugar a ese ritmo. Un buen partido del de Krasnodar al que Giannakis siempre supo sacarle rendimiento.


Panagiotis Giannakis estuvo soberbio. Desde que plantó la zonita 2-3 el equipo fue claramente hacia arriba. Acertó plenamente en los cambios. Jugador que salía, aportaba de manera rompedora. Alternó el juego de dos e incluso tres bases, y llegó a jugar sin center puro. Siempre fue por delante de Krzyzewsky en todas sus decisiones. El baño táctico del griego fue épico.


sábado, 3 de septiembre de 2016

Grecia en los Juegos Olímpicos.


Aunque parezca mentira, la historia de Grecia en los Juegos Olímpicos se reduce a sólo cuatro participaciones: Helsinki 1952, Atlanta 1996, Atenas 2004 y Pekín 2008.

Que la Selección helena no se meta en los Juegos no es ninguna anomalía y resumir las cuatro citas puede hacerse en un post de lo más escueto.

La primera participación en los Juegos Olímpicos data de 1952. Grecia, que había sido tercera en aquel extraño Eurobasket de El Cairo de 1949 y octava en el de París de 1951, se inscribió y viajó a Helsinki con aquella inolvidable generación formada por Faidon Mathiaou, los hermanos Spanoudakis, Lambrou, Mylas, Arvanitis, etcétera, que acabó en el puesto 17.

En el debut olímpico, Grecia fue derrotada con claridad por Hungría (75-38). Al día siguiente llegó la primera victoria, conseguida frente a Israel (54-52). Una nueva derrota contra los húngaros, esta vez más ajustada (47-44), eliminaba a los griegos de la competición. Sólo tres partidos, pero en boca de Mathiaou y todos los que acudieron, una experiencia única e inolvidable. ¡Pocos podían imaginar entonces que Grecia tardaría más de 40 años en regresar a unos Juegos!

El Patriarca Mathiaou recordaba que fueron a los Juegos sin casi preparación y que viajaron apenas un día antes del primer partido. Todo se hizo de manera demasiado improvisada. Ni fueron a ver primero el campo, ni se preocuparon por el clima, ni nada de nada. Tampoco entonces había recursos para mucho más.

Una vez eliminados, no quisieron volver a Atenas a pesar de que las autoridades griegas intentaron prácticamente echarlos de la villa. Los finlandeses se negaron en redondo. Así fue como la expedición se quedó hasta que prácticamente no quedó ningún atleta en Helsinki. Al regreso quisieron sancionarles, pero medió el presidente del Panathinaikós y todo se arregló.

La plantilla de aquel equipo la formaban Faidonas Mathiaou (PAO), Giannis Spanoudakis (Olympiacós), Panagiotis Maniás (Panellinios), Kostas Papadimas (Panellinios), Themis Cholevas (Panellinios), Stelios Arvanitis (PAO), Takis Taliadoros (XANTH), Giannis Lambrou (PAO), Alekos Spanoudakis (Olympiacós), Mimis Stefanidis (Panellinios), Aristidis Roumpanis (Panellinios) y Nikos Mylas (PAO).

Después de aquellos primeros Juegos de 1952 tuvieron que pasar 44 años hasta volver a ver a Grecia clasificada. Hasta 1996 hubieron renuncias, Preolímpicos fallidos e incluso boicots desaprovechados. Ni siquiera la irrupción de Galis ni los logros conseguidos por la Selección en el Eurobasket tuvieron continuidad en los torneos clasificatorios olímpicos.

Con el fin de los Preolímpicos en 1992 se terminó el maleficio. En el Eurobasket de Grecia de 1995, los locales no fallaron y, aunque se quedaron sin medalla, lograron clasificarse para los Juegos Olímpicos de Atlanta. En el partido decisivo, el cruce contra España, Grecia ganó por 66-64. Fasoulas (20) y Christodoulou (17) lideraron a una Selección que acabaría cuarta en el torneo por detrás de Yugoslavia, Lituania y Croacia.


Tanto a Giannakis (37) como a Fasoulas (33) los Juegos de Atlanta les pillaron ya veteranos. El primero llegaba tras haber levantado la Copa de Europa con el PAO y dejaba la Selección al terminar el torneo. El pívot, que ganaría la Copa de Europa el año siguiente, estiraría todavía su carrera con la blanquiazul hasta el Mundobasket de Grecia de 1998. Para Fanis Christodoulou supondría su penúltimo torneo, puesto que todavía disputaría el Eurobasket de 1997. Sus castigadas rodillas no daban para más y tras el partido por el cuarto puesto jugado en Barcelona abandonó la Selección.

Giannakis (PAO), Fasoulas (Olympiacós) y Christodoulou (Panionios) formaban parte del quinteto que ganó el Eurobasket de 1987 y que consiguió la plata en 1989. Casi una década después tenían la opción de disputar unos Juegos. Junto a los citados, las nuevas estrellas del baloncesto griego, Nikos Ekonomou (PAO), Frangiskos Alvertis (PAO) y Giorgos Sigalas (Olympiacós), a las que habría que sumar otro veterano como Kostas Patavoukas (PAO) y talentosos jovencitos como Dimitris Papanikolaou (Olympiacós) y el pívot Efthimis Rentziás (PAOK). Bakatsiás, base del Olympiacós, Angelidis, cuatro fuerte del Aris, y Lefteris Kakiousis, base del Iraklís, completaban la plantilla.

En el torneo, Grecia ganó a los rivales que tenía que ganar y perdió contra las selecciones que tenía que perder. Asi, en el debut cayó contra Yugoslavia (63-71), pero luego recuperó sensaciones ganando a Brasil por un cesto (89-87). Aquel día Ekonomou 36, Óscar 32. Grecia también batió a la selección de Puerto Rico (80-69), que quedó eliminada a las primeras de cambio. Los helenos derrotaron a Corea del Sur sin demsaidos apuros (108-86) y se jugaron la segunda plaza frente a Australia. En un día aciago, los de Dentrinós recibieron una paliza histórica (103-62) que los dejaba en la tercera plaza del grupo. La todopoderosa Lituania eliminó sin mayores problemas a Grecia (99-66), que a la postre acabaría quinta tras derrotar a China y Brasil.

Mirándolo con perspectiva, no fue malo aquel quinto puesto. Por delante sólo Estados Unidos, Yugoslavia, Lituania y Australia, selecciones demasiado potentes para aquella Grecia.

Los griegos fallaron estrepitosamente en el Eurobasket de 1999 y se quedaron fuera de los Juegos de Sydney 2000.

En 2004 Grecia se clasificaba como país organizador. Con Giannakis en el banquillo ayudado por Kakiousis y compañía, Grecia partía con opciones de medalla. Un equipo reconocible plagado de jugadores de nivel trataría de subir un peldaño en el escalafón. El mismo bloque ganaría el oro en el Eurobasket de 2005 y la plata en el Mundobasket de 2006 lo formaban Diamantidis (aquel verano fichó por el PAO procedente del Iraklís), Chatzivretas (PAO), Papaloukas (CSKA), Spanoulis (Maroussi), Zisis (AEK), Tsartsaris (PAO), Kakiouzis (Montepascchi Sienna), Dikoudis (en verano dejó el Pamesa para firmar con el CSKA),  Papadopoulos (en verano firmó por el Dynamo de Moscú), Fotsis (Real Madrid), Dimitris Papanikolaou (PAO) y Alvertis (PAO), que se retiraba de la Selección en su casa.


Grecia debutó ganando con claridad a Australia (76-54) con 21 puntos de Lázaros. Contra Estados Unidos se plantó cara, pero se perdió por 71-77 con 22 puntos de Fotsis y 14 de Papadopoulos. La Lituania de Jasikevicius, Sisauskas y Strombergas destrozó a los griegos en el tercer partido (al descanso 25-54 y al final 76-98). Una victoria cómoda contra Angola (88-56) hizo que el partido contra Puerto Rico decidiera las posiciones definitivas dentro del grupo. Grecia ganó por 78-58 y terminó segunda de grupo por delante de los puertorriqueños y de Estados Unidos.

En el cruce esperaban Nocioni, Ginobili, Pepe Sánchez, Oberto, Scola y compañía. A pesar de llegar al descanso conventaja (35-29), el equipo se bloqueó en el segundo tiempo y Argentina dio la campanada. Los de Rubén Magnano derrotaron de tacada a Grecia (64-69), Estados Unidos e Italia para colgarse el oro. Grecia terminó en quinta posición tras derrotar a Puerto Rico nuevamente (85-75). Por delante quedaron argentinos, italianos, estadounidenses y lituanos. La sensación es que a aquel equipo le llegaron los Juegos un año o dos antes de estar completamente preparado. En 2005 o 2006 las cosas hubieran ido distintas. Se repetía la quinta plaza de 1996, pero supo a poco porque se jugaba en casa.

La cuarta plaza lograda en el Eurobasket de 2007 hizo que Grecia tuviera que disputar el Preolímpico para tratar de ir a Pekín. Una generación como la que había no podía quedarse fuera y la Federación se encargó de organizar el Preolìmpico en casa, hecho decisivo para que los helenos se clasificasen. Cuatro victorias muy sencillas contra El Líbano, Brasil, Australia y Puerto Rico sellaron la clasificación.

En la primera fase de Pekín, Grecia perdió contra España (81-66) y Estados Unidos (92-69), que entonces jugaban en otra liga. Las victorias contra China (91-77), Alemania (87-64) y Angola (102-61) metieron a Grecia en los cruces como tercera. De nuevo Argentina se cruzaba en el camino y de nuevo apeaba a los helenos de la competición (80-78). Spanoulis falló un triple que hubiera dado el pase a semis a los griegos. Nunca Grecia estuvo tan cerca de las medallas. Sin duda, Grecia desaprovechaba una oportunidad única, con jugadores curtidos y en su mejor edad. La quinta plaza fue la más amarga que se recuerda.       


La Selección de 2008 la formaron Papaloukás (en verano dejó el CSKA para firmar por el Olympiacós), Spanoulis (PAO), Diamantidis (PAO), Zisis (CSKA), Michalis Pelekanos (ese verano ficha por el Olympiacós, propcedente del Real Madrid), Panagiotis Vasilopoulos (Olympiacós), Fotsis (del Dynamo de Moscú pasa el PAO ese verano), Printezis (Olympiacós), Andreas Glyniadakis (Maroussi), Bourousis (Olympiacós), Schortsanitis (Olympiacós) y Kostas Tsartsarís (PAO).

Tras aquellos Juegos Giannakis dejó la Selección y fue reemplazado por Jonas Kazlauskas. En 2012 Grecia se la pegaría en el Preolímpico de Caracas contra Nigeria y en 2016 en el de Turín contra Croacia.


Como se ve, el palmarés olímpico de Grecia en baloncesto es pobrísimo.

lunes, 1 de agosto de 2016

La pesadilla del Preolímpico.

1964.

Aunque parezca mentira, la historia de Grecia en los Juegos Olímpicos se reduce a sólo cuatro participaciones: Helsinki 1952, Atlanta 1996, Atenas 2004 y Pekín 2008. Sólo en una de las cuatro ocasiones participó gracias al Preolímpico.

A Helsinki Grecia acudió por inscripción, a Atlanta participó gracias al cuarto puesto conseguido en el Eurobasket de Atenas de 1995 y a Atenas por ser el país organizador. 

El dato es espeluznante: de 11 Preolímpicos disputados a lo largo de su historia, sólo en uno se ha logrado el objetivo.

En 2008 la Federación decidió organizar el Preolímpico en Atenas. El equipo de Giannakis no desaprovechó el factor cancha y se clasificó para Pekín de manera brillante. Ha sido la única vez en la que Grecia ha logrado el pasaporte olímpico vía Preolímpico.

Es decir, en Preolímpicos Grecia suma 10 fracasos y 1 solo éxito.

1. En agosto de 1960 Grecia disputa su primer Preolímpico en Bologna. Una abultada derrota contra Israel (65-43) y otra muy ajustada frente a Polonia (77-76) deja a los helenos fuera de los Juegos de Roma. Las victorias contra Suiza y Australia quedan en simple anécdota.

El equipo lo dirigía el mítico Faidonas Mathiaou y los puntales del mismo eran Giorgos Americanos, Kostas Mourouzis, Giorgos Oikonomou y Antonis Christeas.

2. En junio de 1964 Grecia disputa el Preolímpico de Ginebra. A pesar de ganar al equipo anfitrión por 89-82 en el debut, Grecia cae frente a Alemania Oriental y Finlandia. Vence a Austria en el cuarto choque, pierde contra Hungría e Israel, y acaba ganando a los Países Bajos y de nuevo a Austria.

Grecia, dirigida todavía por el patriarca Mathiaou, contaba entre sus filas con Americanos, Christeas, Kolokithás y Trontzos, entre otros. Otra gran generación de jugadores tampoco lograba el objetivo de meterse en los Juegos de Tokio.

3. En mayo de 1968 el Preolímpico se disputa en Sofía. Ya no está Americanos en el equipo, pero sí Kolokithás, Trontzos, Larentzakis, Chaikalis y otros. El AEK había ganado la Recopa, pero a nivel de Selección todo sigue igual. Los de Mathiaou acaban defensetrados con 3 victorias (Alemania, Israel y Países Bajos) y 5 derrotas (Bulgaria, Austria, Alemania Oriental, Finlandia y Yugoslavia), quedando fuera de los Juegos de México.

4. En mayo de 1972 el Preolímpico se juega en los Países Bajos. Grecia pierde contra Italia en Arnhem, gana a Dinamarca y cae contra Francia. 

En agosto de 1972 la segunda fase del Preolímpico se juega en Augsburg. Grecia termina con cuatro derrotas (Polonia, Suecia, España y Finlandia) y 3 victorias (Canadá, Corea del Norte y Suecia).

En 1976 Grecia renuncia a participar en el Preolímpico.

Ni la generación de Americanos, ni la de Kolokithás, ni la del Olympiacós de las cuatro Copas, ni la del PAO de las 4 Kas... ¿Y la de Galis?

En 1979, todavía sin Galis en el equipo, la Selección había ganado el oro en los Juegos de Mediterráneo. La cosa prometía.

5. En 1980 el Preolímpico se disputó en Suiza. Nikos Galis debutó con la Selección en Vevey, donde Grecia perdió contra Suecia el primer día (79-71). Luego ganó a Suiza, perdió contra la potente Checoslovaquia y apalizó sin piedad a Luxemburgo (119-46). Grecia no se metió ni en la segunda fase. El coach era entonces Richard Dukeshire. Para más inri, por el boicot americano y de otros países, se tuvo que sortear una plaza entre las selecciones eliminadas. A Suecia le sonrió la fortuna. Si Grecia hubiera ganado a Suecia, los helenos hubieran disputado los Juegos de Moscú.

6. En 1984 el Preolímpico se disputó en Francia. Ya con Politis en el banquillo, Grecia volvió a tropezar en la misma piedra por enésima vez. Victorias cómodas contra Suiza y Turquía, derrota por la mínima ante España (89-90), varapalo frente Alemania (73-91) y batacazo contra el Reino Unido (104-106). Derrota contra los soviéticos y victorias estériles frente a Suecia, Israel y Francia. Grecia acabó en quinta posición empatada a victorias con Alemania. La derrota en el enfrentamiento directo condenó a los de Politis, puesto que debido al boicot ruso Alemania fue repescada. Total, que ni siquiera con los boicots hubo manera.

1983.

7. En 1988 el Preolímpico se disputó en los Países Bajos. ¿Por qué no se clasificó Grecia directamente siendo entonces la vigente campeona de Europa? Victorias contra Israel y Noruega, derrotas contra la Unión Soviética y Yugoslavia, victorias contra Francia y Reino Unido, derrota crucial contra España y victorias absurdas contra Italia y Alemania. Galis y Politis acabaron peleados. Además, Nikos le pegó a un periodista.

8. En 1992 el Preolímpico se disputó en España. Grecia, ya sin Galis, ganó en Murcia a Islandia, Portugal y Rumanía. Sin embargo, las derrotas contra Croacia y Alemania dejaron a los griegos fuera de Barcelona 92.

Entre 1992 y 2007 no se disputaron torneos Preolímpicos. Grecia se clasificó para Atlanta 96 gracias al cuarto puesto del Eurobasket de Atenas de 1995 –dejó a España fuera-. Tras numerosos intentos, Giannakis, Fasoulas y Christodoulou lograban disputar unos Juegos Olímpicos.

En el Eurobasket de 1999 Grecia hizo el ridículo y quedó fuera de los Juegos de Sidney.

Poco antes de los Juegos de Atenas de 2004, Ioannidis dejó el banquillo para dedicarse a la política, y fue sustituido por Giannakis. Grecia perdió en cuartos frente a Argentina, que acabó colgándose el oro. Los helenos terminaron quintos como en Atlanta. Un año después ganaría el Eurobasket y en 2006 se colgaría la plata en el Mundobasket de Japón.

9. En 2008 el Preolímpico se jugó en Atenas. Grecia ganó a Brasil y a El Líbano. Luego se deshizo de  Nueva Zelanda (75-48) y de Puerto Rico (88-63), sellando así su pasaporte para los Juegos de Pekín. Grecia volvió a quedar quinta tras perder en cuartos contra Argentina por un cesto (78-80).

2008.

10. La maldición preolímpica regresó en el Preolímpico de Caracas de 2012. La Grecia de Ilías Zouros ganó a Puerto Rico y a Jordania, pero cayó sorprendentemenre frente a Nigeria, quedando fuera de Londres. Los helenos volvían a las andadas.

11. El último fracaso se prefujo hace un mes en Turín. Tras ganar a México e Irán, una derrota contra Croacia dejaba a los de Fotis Katsikaris fuera de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Choca bastante que una Selección como la griega sólo haya disputado 4 Juegos Olímpicos y haya fracasado tantas veces en los torneos Preolímpicos, pero debemos tener en cuenta que hasta la aparición de Galis y Giannakis Grecia prácticamente no pintaba nada a nivel internacional. Además, la plaza olímpica salía carísima para una selección europea, que casi siempre debía pelearse en un Preolímpico contra la Unión Soviética, Yugoslavia, España, Italia, Francia o Checoslovaquia.

Grecia tampoco tiene un gran historial en Campeonatos de Mundo. En total sólo ha participado en 7, todos después de 1986. Un día de éstos tocará hacer un resumen.

Posiblemente, el trompazo más grande de Grecia haya sido el de 2012, cuando en un partido a todo o nada perdió contra Nigeria. La derrota de hace unos días contra Croacia fue muy dura también, pero los croatas son una buena selección, o por lo menos mejor que Nigeria.

Está claro que el Preolímpico no está hecho para Grecia.

martes, 26 de julio de 2016

Siete veranos, siete.


2010: Mundobasket de Turquía.


Grecia se deja perder contra Rusia para evitar a España, pero una carambola extraña en el otro grupo hace que los de Kazlauskas se crucen contra los nuestros. Los de Scariolo se imponen por 80-72 el día que Diamantidis anuncia que deja la Selección. La manera de perder contra Rusia, que acaba cruzándose contra Nueva Zelanda, no gusta. Es el fin de la era Kazlauskas –bronce en el Eurobasket de 2009-, que sólo ha durado dos campeonatos.

2011: Eurobasket de Lituania.


Ilías Zouros dirige a un equipo que ya no cuenta con Diamantidis. También causan baja Papaloukás, Mavrokefalidis, Spanoulis, Perpéroglou, Schortsanitis y Tsartsarís. La derrota contra FYROM escuece muchísimo (72-58), pero el equipo avanza hasta los cruces. Francia elimina a los helenos (64-56), que terminan sextos con un balance de 7 victorias y 4 derrotas.

2012: Preolímpico de Caracas.


Tras ganar a Puerto Rico y a Jordania sin demasiados apuros, los de Zouros caen derrotados en el cruce frente a Nigeria (79-80). Gran castañazo. Durísimo golpe. Zouros es cesado ipso facto. Los nigerianos acaban clasificándose para Londres.

2013: Eurobasket de Eslovenia.


A ver si con un italiano... Andrea Trincheri es el elegido. No acuden ni Calathes, ni Koufós, ni Schortsanitis, definitivamente fuera de la Selección. El equipo gana de manera convincente a Rusia y Turquía, que acaban fuera del torneo a las primera de cambio porque son los peores equipos de Europa. Italia y Finlandia devuelven a Grecia la realidad, que arrastra las dos derrotas a la segunda fase. Spanoulis, lesionado, no pudo jugar contra los finladeses. La victoria contra España no sirve para nada porque Eslovenia y Croacia –tras dos prórrogas- mandan para casa a los helenos antes de los cruces. Al italiano le cortan la cabeza.

2014: Mundobasket de España.


Tras una inmaculada primera fase en Sevilla, los de Katsikaris caen humillados contra Serbia (72-90), a la postre subcampeona. Sensación de accidente. Equipo sólido contra equipo en formación. Antetokounmpo es el futuro. Cierta esperanza a pesar de la derrota.

2015: Eurobasket de Francia-Alemania-Croacia.


Otra vez primera fase inmaculada ganando a Croacia en Zagreb y a Eslovenia, cruce asequible contra Bélgica (75-54), pero derrota contra España, futura campeona (71-73), y para casa. Más luces que sombras en el torneo, con Antetokounmpo creciendo, pero no es suficiente. Los de Katsikaris se clasifican para el Preolímpico, pero Spanoulis anuncia que deja la Selección. El equipo está verde.

2016: Preolímpico de Turín.


México e Irán no son rivales para los griegos, que sin embargo caen eliminados contra Croacia en el cruce (61-66). Perder contra Italia en el partido final entraba dentro de lo posible, ¿pero contra Croacia? Claro que los de Aleksandar Petrovic acaban clasificándose para los Juegos al derrotar a Italia. Grecia acaba el torneo muy tocada. Katsikaris en el disparadero. Demasiadas dudas. No hay un plan para la Selección y es una pena.

Pasan entrenadores, renuncian jugadores, se retiran por edad... pero Vasilakópoulos sigue en su trono. El Pepe Sáez griego, vaya. Hace y deshace. Mucha influencia en la FIBA, torneos de categorías inferiores cada verano, etc... pero demasiados años sin un plan de ruta definido. Siempre que hay trompazo suena Giannakis.

No mantuvieron a Kazlauskas y ahí lo tenemos con Lituania haciendo faena, echaron a Trincheri en un santiamén y lo está petando en el Brose, ahora dudan si acabar con Katsikaris, que ya lo ha fichado el Lokomotiv. El problema no es el entrenador. Ahora quieren que sea un seleccionador full time. Katsikaris firmó por dos años y ya lleva tres.

Con las “jubilaciones” de la Selección de Spanoulis y Zisis más las probables de Bourousis, Perpéroglou o Kaimakoglou, el cambio de generación está claro. Pappás, Sloúkas, Mántzaris, Papanikolaou, Giankovits, Calathes, Koufós, Giannis Antetokounmpo, Thanasis Antetokounmpo, Charalampópoulos, Papapetrou, Agravanis, Papagiannis, Dorsey, Mitoglou... Jugadores hay y muy buenos. ¿Qué diablos pasa que no hay manera de conseguir una Selección estable y de fiar?

Me paro, reflexiono y me pregunto ¿qué jugadores tienen la personalidad de Diamantidis y Spanoulis en la pista? Y me respondo a mí mismo: NINGUNO. Acabáramos, Zorba, acabáramos. Desde que abandonó Diamantidis, fracaso tras fracaso. ¿Casualidad?


¿Os imagináis estar siete veranos sin ver a España peleando por un podio?