miércoles, 18 de septiembre de 2013

Estrepitoso fracaso.


Grecia ha quedado eliminada del Eurobasket de Eslovenia en la segunda fase. Para un equipo que llegaba al torneo con claras opciones de medalla, no encuentro otro calificativo: fracaso estrepitoso. En uno de los campeonatos más flojos de los últimos años, no llegar a los cruces de cuartos de final supone quedar fuera del Mundobasket 2014 -salvo Wild Card- y quién sabe si tener que jugar fase previa de cara al Eurobasket 2015 de Ucrania. Me da el vértigo sólo de pensarlo. Después especulamos un poco.

¿Por qué hemos llegado a esta situación? ¿Cuáles son las causas del batacazo?

- Pues para encontrar la primera causa habría que remontarse a días antes del campeonato, cuando la Federación no permitió a Nick Calathes incorporarse algunos días después a la concentración. La fecha límite del bail out de la NBA prácticamente coincidía con la del inicio de la concentración. En realidad fue un par de días después, pero es inexplicable que la Federación Nacional de Grecia no tuviera previsto el posible cruce de calendarios. O sea, que no nos vendan lo de Calathes como una renuncia porque no lo fue, ni que nos digan que ha preferido quedarse en Estados Unidos con su mujer -había sido padre hacía muy poco- porque es querer echarle mierda encima. Nick retrasó su llegada porque se estaba jugando el futuro, pero la Federación no lo entendió así. Trincheri, que acababa de llegar, tuvo que tragar, estoy seguro que contra su voluntad.

Debo añadir que las renuncias a ir a la Selección sientan muy mal en Grecia y no suelen entenderse. Aunque Kostas Koufos renunció con tiempo, veremos si vuelve. Esperemos que el caso de Calathes se resuelva. Ha sido lamentable que por culpa de un malentendido no hayamos podido ver al MVP de la Eurocup.

- El Torneo Acrópolis. La preparación fue buena, con amistosos fuera del país y el Torneo Acrópolis en casa, eso sí, demasiado tarde. Se jugó contra equipos potentes que iban a participar en el Eurobasket y Trincheri fue probando cosas. El único pero, probablemente, haya sido el poner el Torneo Acrópolis una semana antes del campeonato. Se ganó a Italia, a Lituania y a Bosnia. ¿Para coger moral? Ya hemos visto que pasó una semana después.

- Problemas físicos y lesiones. No sé hasta qué punto pudieron influir tantos días de preparación o algunos viajes, pero la mala suerte se cebó con los griegos en forma de lesiones.

Antes del Eurobasket Spanoulis se perdió uno de los torneos por problemas en un tobillo, Bourousis lo mismo y Kaimakoglou se golpeó la nariz, teniendo que jugar con máscara unos días. Durante el torneo parecía que a Grecia la había mirado un tuerto: Spanoulis se torció el tobillo malo y se perdió un par de partidos, Mavrokefalidis se torció el suyo el día anterior al partido contra España, forzó y se acabó, Papanikolau también crujió contra Eslovenia y Bramos jugó con molestias el último día.

- El descarte de Kostas Vassileiadis no lo entendí entonces y sigo sin entenderlo ahora: el mejor francotirador de Grecia fuera de los 12 de Trincheri. Aunque no estoy de acuerdo con su descarte, debo respetar la decisión y buscar alguna explicación: Andrea quería jugadores más altos y más fuertes para jugar cerca del aro y defender duro. Entendía que con Bramos, Papanikolau, Spanoulis o Zisis se podía anotar desde fuera sin problemas. Yo eché de menos a Kostas porque ni Bramos ni Papanikolau estuvieron finos desde la periferia.

- Resultados adversos. La mala suerte ha perseguido a los griegos desde el principio también en este aspecto. Cierto que se llegó a las dos últimas jornadas mirando de reojo lo que pasaba en otros partidos, pero si nos fijamos en la primera fase, todo salió al revés. La derrota de Rusia frente a Finlandia tras dos prórrogas cuando tenía el partido ganado, acabó afectando y trastocó el grupo. 

Si hubiéramos dicho antes del campeonato que ganar a Turquía, Rusia y España no servía para entrar en cuartos, nadie lo hubiera creído. En la segunda fase, Grecia confiaba en la victoria de Italia contra Croacia para buscar jugársela con los de Repesa en la última jornada. No hace falta decir que Croacia ganó y llegó con la clasificación en el bolsillo a la última jornada. Aún así, los helenos llegaban con una última posibilidad de pasar si se producía una combinación de resultados. Croacia ganaba a Grecia tras dos prórrogas y mandaba para casa a uno de los favoritos; la derrota de España ante Italia sólo sirvió para hacer más cruel el cataclismo. Claro que después ganó Finlandia a Eslovenia, con lo que los griegos estarían fuera de todas formas. Evidentemente, todo podría haber cambiado si tanto eslovenos como españoles tuvieran la obligación de ganar. O no. 

- Una derrota clave y los “trincherazos”. El partido clave, quién lo hubiera dicho, fue el de Finlandia. Perder contra Koponen y compañía no entraba en los planes. Sin querer buscar excusas, una serie de factores influyeron en la derrota: pesaba la pérdida del partido contra Italia, apenas 16 horas antes; se quemaron muchas energías y algunas decisiones de Trincheri no se entendieron. Spanoulis reapareció contra los finlandeses jugando 33 minutos tras dos partidos en el dique seco por lesión, pero no sirvió. Sin duda, Grecia tuvo el día malo del campeonato en la fecha menos indicada y contra el rival que a la postre los iba a echar. Arrastrar la derrota contra Finlandia a la segunda fase, los mató. 

Contra Italia se jugó muy bien en ataque pero muy mal en defensa, no pudiendo parar en ningún momento a los exteriores. Grecia dominaba bajo los aros con Bourousis y se mantenía la igualdad. Sorprendentemente, Trincheri se olvidó de él en los minutos calientes de la segunda parte y decidió jugar a intercambio de golpes, algo que perjudicó al equipo pese a la inspiración de Perperoglou y Zisis. Lamentablemente, contra Finlandia pasó lo mismo, encajando triples de Koponen desde la frontal como churros. Andrea fue incapaz de cambiar el signo del partido y de plantear alguna defensa alternativa para evitar lanzamientos tan cómodos. No había que pasar los bloqueos por detrás y ahí tanto italianos como finlandeses supieron jugar bien sus cartas. Lo peor de la derrota contra Finlandia, a parte de que iba a pesar como un lastre en el futuro, fue que en toda la segunda parte los griegos no fueron capaces de remontar la diferencia de 10 puntos que cogió el rival. El desacierto, la ansiedad y finalmente la frustración condujeron al descalabro. 

En ambas derrotas Trincheri repitió los mismos errores: rotaciones poco entendibles y muy mala defensa. Desgraciadamente, se perpetuaron los fallos en la segunda fase, encajando muchos puntos contra Eslovenia y Croacia. No encuentro explicación a la salida de Perperoglou del equipo en la segunda fase, a que Bourousis chupase más banquillo que Mavrokefalidis o Kaimakoglou, a la marginación de Fotsis en la primera fase, al olvido de Printezis en los últimos minutos el día de Croacia, etcétera. 

Cuando Andrea decía antes del torneo que Grecia debía ganar desde la defensa, como había hecho siempre, no sé a qué se refería. Llevó jugadores fuertes para defender bien, pero por momentos la zona y la periferia parecían las Ramblas. Muchos centímetros no son sinónimo de controlar el rebote, véase el partido contra Eslovenia, donde los pívots "despejaban" y no capturaban. 

No se explica cómo los verdugos de Grecia en cada partido hayan sido siempre francotiradores: Belinelli, Koponen, Dragic y Bogdanovic, principalmente. No hubo respuesta. 

- A pesar de quedar fuera, hubo notas positivas que conviene resaltar.

- El equipo nunca dejó de pelear. Contra Eslovenia estuvo a un triple de ponerse a tres -lo falló Kaimakoglou- después de ir 26 puntos abajo en el minuto 25, contra España consiguió dar la vuelta y contra Croacia levantó un -7 en la prórroga. Contra Italia el partido estuvo igualado hasta los últimos dos minutos en los que se echó en falta a Spanoulis. El único partido donde no hubo opción fue el de Finlandia. El equipo mostró personalidad y reaccionó cuando estaba casi muerto, pero no fue suficiente. 

- Ganar a España, la bestia negra de los griegos. Enlazando con lo anterior, cabe destacar la victoria ante España, que hacía mantener esperanzas de clasificación. Tras casi una década y muchos cruces en campeonatos oficiales, Grecia rompía el maleficio. Además, se ganó remontando una diferencia de más de 10 puntos, lo que llenó de moral a los jugadores. Desgraciadamente, Eslovenia se encargó también de romper su maleficio con la Selección Griega dos días después.

- Kostas Sloukas y Vasilis Kavvadás. El primero tuvo un papel relevante por la lesión de Spanoulis y cumplió con creces. Kavvadás aprovechó la oportunidad que le brindó Trincheri a pesar de jugar pocos minutos. Debe ser el pívot nacional del futuro.

- ¿Y ahora qué?

Andrea Trincheri debe reunirse con la Federación y decidir si continúa -tiene un año más de contrato- o lo deja rescindiendo el contrato de mutuo acuerdo. El italiano ha pasado de ser un gran entrenador a uno del montón, claro.

La Federación, con Basilakopoulos a la cabeza, tiene que aprovechar su influencia para conseguir una de las 4 Wild Card que se dan para el Mundobasket 2014 de España. Dos parecen adjudicadas a China y Brasil, así que quedarían dos que deberían salir de entre los siguientes países: Grecia, Rusia, Turquía, Nigeria, Alemania, Canadá y veremos si alguno más.

De no conseguir la invitación, habría que ir pensando en el próximo objetivo: la fase de clasificación para el Eurobasket 2015. De ser así, la Selección debería renovar la plantilla y dar paso al resto de jugadores de la generación del 90 que todavía no han tenido oportunidades (Pappas, Jankovic…).

- La polémica.

Tras un varapalo tan gordo la prensa suele remover entre la basura. Han empezado a salir informaciones a posteriori que demostrarían que el ambiente dentro del grupo no era el óptimo. Cualquier declaración, por pequeña que sea, se analiza exageradamente para intentar encontrar algún mensaje escondido. 

- ¿Qué quiso decir Spanoulis después de la derrota con eso de que “hay que hacer limpieza”?

- ¿Por qué Trincheri esquivaba ciertas preguntas o las respondía de manera tan abstracta? Cuando se le preguntó si había elegido libremente a los 12 contestó con la pregunta: “¿conoces a alguna persona que sea 100% libre?”

- ¿Es cierto, como se ha filtrado, que ni Fotsis ni Bourousis eran del agrado de Trincheri? ¿Fue cortado Fotsis y readmitido por presiones de la Federación? ¿Es cierto que cuando Bourousis se enteró de que iba a ser cortado se cabreó como una mona? ¿Por qué jugó Bourousis tan poco si rindió mejor que nadie?

Son demasiadas preguntas sin responder y que tal vez ya no tengan ningún sentido. Nadie duda que Grecia tarde o temprano volverá a estar entre los grandes. Han sido dos fracasos consecutivos que nadie esperaba -no clasificación para Londres y Eurobasket-, pero hay que mirar hacia adelante. El problema es que el Mundobasket es el año que viene y la Selección no está bien. 

- Para terminar, personalicemos:

- Kostas Sloukas: cumplió con creces, dirigiendo y anotando. Le tocó jugar más de lo esperado por la lesión de Spanoulis. Fue de más a menos y en los partidos a cara o cruz flojeó. Sigue atolondrándose cuando le aprietan mucho en defensa.

- Nikos Zisis: para mí ha sido el mejor de la Selección en el torneo. Ha demostrado a lo largo de los días su personalidad, aunque le recordaremos por el fallo de esas dos bandejas contra Croacia. Mantuvo con vida a Grecia en varios partidos. 

- Vasilis Spanoulis: sin duda le ha afectado la lesión en el tobillo. El mejor partido que jugó fue el de España. Demasiadas pérdidas de balón y algo precipitado, no fue el Padrino que todos esperábamos. Por momentos hubo Spanoulis-dependencia: los compañeros lo buscaban exageradamente, pero él no estaba fino.

- Kostas Papanikolau: flojo. Esperaba más del 3 titular del equipo. Aportó intensidad defensiva por momentos, tiro exterior a cuentagotas y poco más. Para colmo, se lesionó contra Eslovenia. Torneo para olvidar.

- Mike Bramos: de menos a más. Tuvo una primera fase muy floja. Estuvo muy desacertado desde el tiro exterior y nunca se sintió cómodo. Fue a partir del partido de España cuando se hizo reconocible. Entró en el campeonato demasiado tarde.

- Stratos Perperoglou: de más a desaparecido. Incomprensiblemente Trincheri apenas contó con él en la segunda fase cuando había sido uno de los mejores de la primera. Estuvo inspirado desde fuera y aportó mucho desde el banquillo. Yo si fuera él estaría muy cabreado.

- Giorgos Printezis: ni fu ni fa. Alternó jugadas de mérito con pérdidas y piedras. Como con Perperoglou, pagó los "trincherazos" de Andrea, combinando la titularidad con excesivos minutos de banquillo. De entrar centrado en el primer cuarto a agitar la toalla.

- Kostas Kaimakoglou: trabajo oscuro. Multiusos hizo de Multiusos. Aportó intensidad defensiva, rebote, dureza e incluso puntos, pero fue de más a menos. Jugó muchos minutos a lo largo del campeonato, donde mezcló acciones de mérito con pérdidas infantiles y errores graves. 

- Antonis Fotsis: de inaudito a básico. Fotsis no contaba para Trincheri y por eso casi no jugó durante la primera fase. La baja de Mavrokefalidis hizo que Antonis tuviera que entrar en el Eurobasket en la segunda fase. Que me perdone el ex madridista, pero no estaba para jugar. Físicamente no aguantaba el ritmo y corría por el campo completamente perdido. Ni siquiera se miraba el aro. 

- Vasilis Kavvadás: jugó poco pero francamente bien. El anti Gasol se desgastó el día de España aunque perdió el duelo, como era de esperar. Cumplió con su papel específico, que era el de defender a hombres altos y coger rebotes. Tarea de intimidación, aunque está muy verde todavía. 

- Loukas Mavrokefalidis: bien pero blando. El problema de Mavro es que siendo el más alto de la cancha, no jugaba de pívot. Su tendencia a salir a tirar de cuatro metros debería haber sido corregida y no lo hizo. Aportó cosas en ambas zonas, pero siempre dio la sensación de no dar el máximo. No pudo ayudar en la segunda fase porque se lesionó y tuvo que regresar a Atenas.

- Ioannis Bourousis: el mejor interior y uno de los mejores del equipo. Leyó bien los partidos y entendió que era superior debajo del aro. Sin embargo, Andrea lo castigó con demasiados minutos sentado. El pívot acabó descentrado por este motivo en algunos partidos, pero en general lo hizo muy bien.

- Andrea Trincheri: dudas. Las extrañas rotaciones acabaron afectando al equipo, que de repente se encontraba jugando sin 5 o con dos 5, para sorpresa de todos. Sentar a jugadores que están jugando muy bien o poner a otros que llevan dos cuartos sentados no es normal. No dio con la tecla en los partidos claves y las remontadas contra Eslovenia, España y Croacia fueron más bien fruto de la rabia y la pasión que le pusieron los jugadores, que a las instrucciones del entrenador. No supo reconducir las cosas cuando los partidos se torcieron y estuvo torpe en la lectura de situaciones. 

Terminó el torneo y todavía no sabemos exactamente a qué quería jugar Andrea. Por desgracia, creo que los jugadores tampoco. 

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