Está claro que el equipo que conoce sus posibilidades y que sobre todo sabe cuáles son sus limitaciones puede plantar cara a cualquiera.
Zagreb (antigua Yugoslavia) 1989.
El mundo rinde pleitesía a los campeones: Yugoslavia. Una generación de formidables jugadores gana el Eurobasket con una autoridad casi insultante. La mayoría de esos jugadores ganarían el Mundobasket un año después en Argentina. Además, muchos de ellos ganarían varios campeonatos de Europa con sus respectivos clubes.
Petrovic, Radja, Kukoc, Divac, Cutura, Paspalj, etcétera. Una generación única e irrepetible. Una selección que lo tenía prácticamente todo.
Y como suele suceder, ante tal abanico de megaestrellas, nos olvidamos de los subcampeones. Este pequeño homenaje es para ellos:
Nikos Galis, Panagiotis Giannakis, Panagiotis Fasoulas, Fanis Christodoulou, Nikos Filipou, Dinos Angelidis, Argiris Kambouris, Kostas Patavoukas, David Stergakos, Liveris Andritsos, Dimitris Papadopoulos , John Korfas.
Debemos recordar que Grecia defendía el título de campeona de Europa. Lo había ganado en casa en 1987, con una apoteósica final contra los rusos. Ganar en casa siempre puede generar alguna duda y tratándose de Grecia, más: ayudas arbitrales, triquiñuelas, presiones, ambiente infernal, etc… Lo que poca gente sabe es que Grecia estuvo a punto de caer en la primera fase: quedó cuarta en su grupo y se cruzó con la primera del otro. Sea como fuere, la cuestión es que nadie confiaba en ellos en 1989. Un bronce sería un éxito extraordinario, dos años después.
Debemos tener en cuenta que Grecia no se había clasificado para los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. La Unión Soviética, Yugoslavia y España fueron las selecciones europeas que se clasificaron tras el preolímpico de los Países Bajos. Sin duda, uno de los preolímpicos más exigentes que ha habido: sólo había tres plazas para equipos europeos.
La todopoderosa Unión Soviética y la selección de Yugoslavia partían como claras favoritas. No en vano, eran la campeona y la subcampeona olímpicas, por delante de incluso de Estados Unidos.
Todo indicaba que Francia, España, Italia y Grecia lucharían por el bronce.
El grupo de Grecia era:
Yugoslavia - Grecia - Francia - Bulgaria.
No hubo sorpresas en la primera fase y a Grecia le tocó cruzarse contra los rusos, lo que significaba la repetición de la final del pasado europeo. La derrota griega ante los yugoslavos (¡103-68!) podía entrar dentro de los planes, aunque lo escandaloso del resultado ofrecía dudas. El partido clave era contra los franceses, a los que se les ganó 80-74.
Galis se volvió a ir a los 30 puntos, como contra los yugoslavos, secundado por un Fasoulas que rindió mejor que nunca en aquel campeonato (18 puntos) y un Giannakis algo a la sombra (16 puntos).
En la tercera jornada, se apalizó a Bulgaria por 103-73, con 43 de Galis y 29 de Giannakis. El dúo hizo de las suyas.
Llegó el partido fundamental de todo torneo: el cruce. El rival era nada más y nada menos que la Unión Soviética, campeona olímpica, subcampeona de Europa, etc…, con jugadores de la talla de Sabonis, Kurtinaitis, Homimcius, Tikhonenko, Volkov, etcétera.
Pero lo que parecía imposible, poco a poco, fue haciéndose realidad. Los griegos empezaron a creérselo, siempre conscientes de que había que dársela a Galis. Fue una de las mejores actuaciones que se le recuerda. Anotó la friolera de 45 puntos -el equipo metió 81-. Giannakis no pudo ayudar ofensivamente esta vez y se quedó en 6 (!). Christodoulou llegó a los 12 y metió el triple decisivo después de que Galis arrastrase a toda la defensa. Conviene resaltar también que el entrenador griego sólo utilizó a 7 hombres.
Aquí están los dos últimos minutos del partido contra los rusos. Obsérvense los "trabajados" sistemas de ataque de los griegos.
Grecia - Rusia 81-80.
La final no tuvo historia y los yugoslavos vencieron por 22 puntos.
Fue el último gran éxito de la época para la selección griega. Con la desaparición de la antigua Yugoslavia y la desmembración de la URSS, las medallas se encarecieron una barbaridad. El resultado fue Yugoslavia-Grecia 98-77. Sin embargo, la selección griega había vuelto a hacer historia.
La final entera del campeonato se puede bajar aquí:
Aquí unos cuantos vídeos sobre partidos del europeo, incluyendo vídeos de jugadores de la época y muchas otras cosas.
Para lo que nos ocupa recomiendo el que pone Hellas-URSS. Festival de “yo me lo guiso yo me lo como”. Los rusos ya no saben qué hacer con Galis.
La clasificación del Eurobasket de 1989 quedó como sigue:
1. Yugoslavia
2. Grecia
3. Unión Soviética
4. Italia
5. España
6. Francia
7. Bulgaria
8. Holanda
El mejor jugador del torneo fue Drazen Petrovic.
Galis anotó 178 puntos en 5 partidos, con una media de 35,6.
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