martes, 21 de diciembre de 2010

Situación del baloncesto griego en la actualidad I



La liga griega de baloncesto se está muriendo.


¿Cuáles son las causas?

1. La bipolaridad.

O eres del Olimpiakós o del Panathinaikós. Los demás equipos prácticamente no existen. Como tantas otras ligas “futboleras” hay dos equipos millonarios que lo acaparan con todo. En Grecia uno acaba haciéndose o del Panathinaikós o del Olimpiakós, a no ser que vivas en el norte.


Childress tenía un contrato de 4 millones de euros. El presupuesto del Aris era de poco más de uno, creo recordar.



2. La falta de interés.

Los griegos también prefieren el fútbol. Las televisiones prefieren emitir partidos intranscendentes de la liga de fútbol que atractivos enfrentamientos baloncestísticos. Los clubes tienen contratos con canales privados y la pública no mueve un dedo.

Los partidos de la liga griega son para el PAO y para el Olimpiakós entrenamientos con público. Bolos de fin de semana hasta que llegue el miércoles o el jueves para jugar contra el Barça, el Madrid o el Maccabi. Una liga en la que no se ven exigidos pero que les sirve para probar cosas de cara a la Euroliga. Jugar en tres o cuatro pistas calientes también les viene bien para endurecer el carácter y para prepararse para la final, que les volverá a enfrentar como el año pasado. De ahí que el cruce directo entre ambos adquiera tintes de guerra civil.

3. La violencia.

Nadie se planta. Nadie parece interesado en erradicar el problema. Los violentos entran a los campos con su mochila llena de bengalas, mecheros y petardos. Y no se hace nada. Los clubes miran para otro lado. La federación castiga al club con un par de partidos a puerta cerrada y ya está. Parece que la violencia y el griego son dos palabras que viven en simbiosis. Solo hay que recordar el final de la temporada pasada.

Dentro del pabellón se fuma y puedes comprar tu frappé o tu bebida. Muchos de los vasos que caen son los que acabas de comprar en el bar.

Si a todo ello le sumamos que los griegos son gente de sangre caliente, que se irrita con una facilidad asombrosa y que su manera de razonar es gritando, forma un caldo de cultivo que es en el cual nos movemos.

No suelen venderse entradas al equipo contrario, el club goza de seguridad privada y hay siempre algún autobús lleno de policías en el parking.

El sistema de copa es el mismo que el de fútbol. La final siempre se juega en el mismo campo y con las aficiones de cada equipo debajo de las canastas.

4. La crisis.

El jugador de nivel medio en Grecia las pasa putas. Se cobra tarde y mal. La progresión de los jóvenes se ve frenada, en estos equipos de segunda fila, por la llegada de extranjeros que llegan a la liga atraídos, muchas veces, porque han oído hablar del Panathinaikós ó del Olimpiakós.

Los Giannakópoulos y los Angelópoulos son los mecenas, caciques o apoderados. Parece se que este año en el PAO han empezado a verle las orejas al lobo y ha habido reducción de presupuesto. Los fichajes han sido más modestos.

El Olimpiakós se ha desprendido de los jugadores más caros de la plantilla, aunque ha seguido apostando fuerte. A los Angelópoulos parece que siga sin importarles lo mucho que pierden.


Hace un par de años el Olimpiakós fichó al joven Papanikolau del Aris por un millón de euros. ¿Lo haría ahora?

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