Temporada 1996-1997: triplete y fin de ciclo.
La plantilla del triplete con Gray. |
Se inicia la era
post Ioannidis.
En una rueda de prensa televisada –¡cómo le gustaban las cámaras!-, el Rubio explica las causas de su marcha. Básicamente, la relación con
el presidente era nula desde la pelea en Madrid. Además, insinuó que Kókkalis hacía tiempo que tenía un
acuerdo con Dusan Ivkovic. Algunos
aficionados se agolparon cerca del lugar y le pidieron a gritos que no se
fuera. 4 ligas, 1 Copa y dos finales
de la Euroliga fueron el balance del entrenador en las
5 temporadas que estuvo en el club. Lo más importante, sin embargo, fue que
construyó un equipo campeón de larga duración y acabó con la hegemonía del Aris y del PAOK. Incluso se generó un debate en la televisión sobre si debía marcharse o no.
No tardó en
encontrar equipo. El AEK del nuevo
magnate del baloncesto griego, Ioannis
FIlipou, no lo dudó ni un segundo y se hizo con sus servicios.
____
David Rivers y Dusan Ivkovic. |
El Olympiacós era el cuarto equipo que
dirigiría Ivkovic en Grecia. Tras
entrenar al Aris a principios de los
80, llegaron los éxitos con el PAOK
de la Dinastía Bicéfala. Después
de la marcha de Salónica, fue el Panionios
el que confió en el serbio. Hizo dos buenísimas temporadas en Nea Smirni que le
sirvieron para firmar por el coloso del Pireo.
En aquel primer
verano de la Ley Bosman, Kókkalis firmó al pívot alemán Christian Welp, un 2,13 campeón de Europa con experiencia NBA, y al americano Willie Anderson, alero ex de San
Antonio, Toronto y los Knicks.
Anderson y Rivers. |
Duda trató de convencer a Alexander Djordjevic, pero éste acabó
quedándose en Bologna. A David Rivers,
a la postre jugador fundamental aquella temporada, estuvieron buscándole
sustituto todo el verano. Sonó de nuevo Zarko
Paspalj, con ficha de griego porque llevaba 5 años en el país. Había hecho
un gran año en el Panionios con Ivkovic y Dinkins, pero al final prefirió el Racing de París.
Boza le birló Byron Dinkins al Olympiacós,
que era una de las prioridades de Ivkovic.
A los Giannakopoulos del PAO no les gustó nada la manera de
terminar la temporada y se cepillaron a casi todo el equipo. Sólo quedaron Ekonomou, Alvertis y Korfas,
además de Maljkovic (Giannakis se retiró en los JJOO de Atlanta).
Willie Anderson llegó en septiembre porque el Olympiacós tardó en elegir, para variar.
En la Euroliga acabó con 11’8 puntos y 4 rebotes de
media antes de la fuga, o del intento de fuga que le llevó a la expulsión.
El Olympiacós fue invitado al Torneo de
Navidad del Real Madrid, al que Ivkovic daba mucha importancia -¡Menudos
torneos montaba el Madrid
entonces!-. Poco antes del mismo, Anderson
firmó un preacuerdo con los Miami Heat y
cogió un avión al margen del equipo, con escala en Ámsterdam, con la intención
de enlazar allí un vuelo hacia los Estados Unidos. El club amenazó al jugador
con denunciarlo a la FIBA, peligrando así
su traspaso. Acudió a Madrid casi obligado, con el consiguiente cabreo de Duda, que ya había tenido algún
encontronazo con él por su comportamiento poco profesional. El serbio le
comunicó a su representante que no hacía falta que volviera al equipo después
de aquel suceso. En Atenas ambas partes acordaron la suspensión del contrato.
El Olympiacós se quedaba con un solo
extranjero poco antes de Navidad.
____
En Europa las
cosas no pudieron empezar peor: el Alba
Berlín conquistó el SEF en El Pireo. Luego los problemas
se multiplicaron fuera de Grecia.
El nivel del campeonato
liguero bajó ligeramente, produciéndose un empate entre el Olympiacós y el AEK de Ioannidis a 21 victorias y 5 derrotas.
Algunos tropiezos inesperados del resto de equipos fuertes hicieron que los
rojiblancos acabasen líderes de la fase regular.
En Europa, el Olympiacós acabó la primera fase con 5
victorias y 5 derrotas, que cualquier otro año le hubieran costado la
clasificación. ¡Sólo quedó por delante del Charleroi!.
Pero la temporada 96/97 estrenaba nuevo formato y el equipo se salvó por los pelos.
En la segunda fase,
el nuevo grupo lo formaban el Alba,
el Estudiantes, el CSKA, el Maccabi y el Stefanel de
Milán. Los griegos arrastraban las dos derrotas frente al Alba y una contra el Estudiantes, empezando así con 1
victoria y 3 derrotas. Cada partido se convirtió en un todo o nada para los
griegos.
Ganó al CSKA en El Pireo, pero perdió en Milán
un partido que tenía ganado. Una nueva victoria contra el Maccabi en casa volvía a colocar al Olympiacós en la pomada, siempre y cuando ganase en Moscú, cosa que
consiguió. Sentenció su clasificación en el SEF venciendo al Stefanel, aunque no tendría ventaja de
campo en los cruces. Perdió en Tel Aviv una semana después en un choque sin
importancia.
___
Ebrick Gray. |
Ebrick Gray llegó en sustitución de Willie Anderson, pero fue peor el
remedio que la enfermedad. El americano dio positivo en un control antidoping
en la Euroliga y apenas estuvo dos meses en el equipo.
Rivers se quedaba solo.
___
En Hala
Pionir El Olympiacós jugó el
mejor partido de la temporada. Quizás la mayor diferencia entre Ivkovic y Ioannidis fue esa: con el serbio en el banquillo se ganaban los
partidos que había que ganar. No se fallaba el
día D.
En un ambiente
infernal, los griegos dominaron el primer partido de la mano de un Franko Nakic descomunal. El entrenador
del Partizán trató de
desconcentrarlo con un bloqueo (¡!), pero ni por esas. El croata acabó con 27
puntos y enormes porcentajes. El Olympiacós se impuso por 71-81. Rivers (14), Tarlac (11 y 9 rebotes) y Fasoulas (11) ayudaron a Nakic en ataque. Por el Partizán, que ya no era el equipazo que
había sido, sólo Bricks (13), Beric (12), Tomasevic (11) y Lukofski
(11) opusieron resistencia.
El Olympiacós se vio clasificado antes de
tiempo y lo pagó. Los serbios llevaron la manija del partido y lo balcanizaron. Nakic fue incapaz de anotar. Drobnjak
se erigió en la figura del partido (19 puntos y 14 rebotes), bien secundado por
Beric (12 puntos). Los mejores
rojillos fueron Fasoulas (14) y Rivers (11), pero el Partizán se llevó el partido (60-61). Los
locales fallaban el día de la verdad, aunque quedaba otra oportunidad. Ganar el
tercero en Belgrado haría, si se conseguía llegar lejos, más épica la aventura.
La bronca de Ivkovic y su labor psicológica con los
jugadores antes del tercero provocó la reacción de los profesionales, que
salieron a tope. Un parcial de 10-30 en los primeros 10 minutos dejaba helado
el pabellón serbio. Los locales no se dieron por vencidos e intentaron
reaccionar, pero el Olympiacós reguló
con solvencia la diferencia y no se dejó sorprender. El choque terminó 69-74,
con 18 puntos de Bricks, 16 de Beric, 10 de Drubnjak y 10 de Tomasevic
(y 10 rebotes). Por los griegos, Rivers
anota 21, Nakic 19, Fasoulas 14 y Tarlac 12 (y 7 rebotes), como más destacados. Sin duda, las dos
victorias en Belgrado ayudaron a crecer al equipo de Ivkovic, pero para llegar a la
Final Four esperaba el OAKA.
____
A pesar de un
mal inicio, el Olympiacós se puso a
defender y el Panathinaikós se
bloqueó. Los verdes se quedaron en 49 puntos, por 69 de los rojos. Los 12
puntos de Dinkins, 12 de Alvertis y 9 de Ferran Martínez (y 6 rebotes) no les sirvieron a los locales ante
los 17 de Rivers y 16 de Tarlac (y 9 rebotes).
En El Pireo el
partido fue más igualado que en el OAKA, pero los de Ivkovic impusieron su ley y, esta vez
sí, no perdonaron al rival. Se destapó Tomic
con 17 puntos y 4/7 en triples. Sigalas
y Rivers acompañaron con 12 cada
uno. Ferran fue el mejor verde con
20 puntos y 7 rebotes. Ekonomou y Alvertis anotaron 14 cada uno. El 65-57 final conducía al Olympiacós a una nueva Final Four.
A los pocos días
se confirmaba el positivo de Gray,
que irremediablemente era expulsado del equipo.
____
En la Copa,
el Apolón Patras hizo saltar la
banca, metiéndose en la final al eliminar al Panathinaikós (92-79). En la otra semi, Ivkovic se impuso a Ioannidis
(63-61) y empezó a tomar forma el triplete. El Apolón vendió carísima su derrota en la final, pero el Olympiacós, esta vez sí, no desaprovechó
la oportunidad, ganando por un ajustadísimo 80-78. Los marineros ganaban la
segunda Copa de la Dinastía.
____
Poco antes de la Final
Four, el Olympiacós
y el Patras se volvieron a
encontrar, esta vez en la liga. Los del Pireo se habían impuesto en el primer
choque, pero cayeron derrotados en el segundo (78-77). A la vuelta de Roma, ya
con el título continental bajo el brazo, los de Ivkovic se impondrían por 76-66. En semifinales se desharían del Peristeri cómodamente (2-0), para
encontrarse nuevamente con el AEK de
Ioannidis en la final.
___
Final Four de Roma.
No recuerdo muy
bien la Final Four de Roma,
pero para los culés volvió a ser decepcionante. Y frustrante, diría. Una
sensación totalmente distinta a la del año anterior, la del robo.
Barça y Olympiacós
partían como favoritos y cumplieron los pronósticos en las semifinales. El Villeurbanne francés y el Olimpija esloveno fueron las víctimas
propiciatorias de las dos potentes escuadras. Viendo los equipos, ¿Final Four descafeinada?
Semifinal: Olympiacós-Olimpija Ljubljana: 74-65.
22 abril 1997.
El Olympiacós hizo valer su condición de
favorito, aunque los eslovenos opusieron fuerte resistencia. Al descanso se
llegó con 37-32 en el marcador. El Olimpija
apretó en la segunda parte, pero entonces aparecieron Rivers y Nakic, que
dejaron la diferencia siempre cerca de los 10 puntos. Los eslovenos siguieron
remando, pero el baloncesto control practicado por los de Ivkovic no permitió que se acercasen. Quizás si en algún momento
los verdes hubieran logrado ponerse por delante, la cosa hubiera cambiado, pero
esta vez los colchoneros mostraron carácter. Por el Olympiacós, los anotadores fueron: Rivers 28, Tarlac 10, Nakic 10, Tomic 8, Sigalas 7, Fasoulas 6, Papanikolaou 5, Welp, Bakatsiás. Por el Olimpija: Stepania 12, Daneu 11, Hauptman 10, Tusek 7, McDonald 7, Henrie 7, Milic 5, Horbat 4, Nesterovic 3, Kraljevic.
El Barcelona derrotó por 7 puntos al ASVEL de Delaney Rudd, Jim Bilba
y el joven Alain Digbeu.
Final: Olympiacós-Barcelona: 73-58. 24 abril
1997.
Por momentos, el
partido resultó soporífero. Muchos errores, nervios y ritmo lento. Sólo la
igualdad en el marcador, que no es poco, mantenía a los espectadores
despiertos. Al descanso se llegó con 31-29 y las espaldas en todo lo alto.
El Olympiacós salió más convencido en la
segunda parte, de la mano de un Rivers
supersónico. El Barça al ralentí y
el americano en fast forward. Ni Jofresa, ni Djordjevic,
ni Esteller, ni la zona ordenada por
Aíto… En cuanto el Olympiacós cogió 10 puntos de ventaja y
supo manejar los tiempos, el partido se acabó. Los culés se estrellaban otra
vez. Tarlac hizo faena debajo de los
aros y Papanikolaou se encargó de
apuntillar. Milan Tomic manejó a su
antojo en los minutos finales, sobando, anotando y asistiendo, aunque el
martillo pilón fue David Rivers, un auténtico demonio. Los
últimos minutos fueron un “quiero y no puedo” del Barça ante un Olympiacós
que controló perfectamente la situación. Ivkovic
le ganó la partida a Aíto e hizo
campeón de Europa al equipo de la Segunda Dinastía Roja. En Roma los griegos tocaron el
techo.
Anotadores de la
final. Por el Olympiacós: Rivers 26, Tarlac 11, Nakic, Tomic 9, Sigalas 7, Fasoulas 6, Papanikolaou 11, Welp 2, Bakatsiás 1, Galakterós. Por el Barça: Jiménez 16, Karnisovas 14, Jofresa 9, Rivas 6, Djordjevic 6, Esteller 3, Dueñas 2, Andreu 2, Fernández, Bosch.
___
Tras deshacerse
del Patras y del Peristeri, el Olympiacós se las vería en la final de la liga con el AEK de Atenas de Ioannidis.
En el primer
partido de la serie, los locales pusieron el 1-0 a su favor (68-62), aunque el
AEK empató días después (78-77 tras
una prórroga a la que se llegó por un fallo de Rivers en el tiro libre). Los campeones de Europa se adelantaron de
nuevo (53-49) en un tercer choque ajustado. Al AEK le pudo la presión en el cuarto, y los de Ivkovic vencieron con menos oposición de la prevista (53-68),
logrando un triplete histórico.
(Nota: elegí
1997 como último de la Dinastía porque es el
año del triplete y después no se consiguieron más títulos. Sin embargo,
considero oportuno añadir apuntes de las dos temporadas siguientes.)
Temporada
1997-1998: de más a menos.
Arturas Karnisovas y Sokratis Kókkalis. |
En la temporada
96-97 el Olympiacós había tocado el cielo.
Ganarlo todo supuso el principio del fin. ¿Empacho, exceso de relajación o pura
y simple mala suerte?
Giorgos Sigalas, uno de los buques insignia del
equipo, se marchó al Stefanel de Milán.
El tira y afloja con la directiva duró gran parte de la temporada anterior,
pero al final no hubo acuerdo de renovación. Con él se marchaba el mejor
jugador griego del lustro. Tampoco su relación con Ivkovic era la mejor. David
Rivers acabó en la Fortitudo de Bologna y en su lugar llegó Elmer Benet, aunque una inoportuna
lesión frustró el fichaje. Entonces se optó por Michael Hawkins. Galakterós
cambió el Pireo por Salónica y se fue al Aris,
mientras que el alemán Welp firmó
por el Alba Berlín.
Plantilla de la temporada 97-98 con el título de liga de la campaña anterior. |
A pesar de las
notables bajas y de que Hawinks
acabó en un bluff, los rojiblancos se
hicieron con los servicios de dos grandes jugadores: el veterano Johny Rogers y el alero lituano Arturas Karnisovas, proveniente del Barcelona.
El escolta Dusan Vukcevic llegó tras
haber hecho una buena temporada en el Patras. Con 22 años era una de las
mejores promesas del baloncesto serbio. Firmó por 4 años, pero nunca explotó
como se esperaba. Al final, Kókkalis
logró retener a Papanikolaou, que tenía
una oferta jugosa de la Kinder de Bologna. Durante los primeros meses
el pobre Dimitris quedó apartado del
grupo.
Johny Rogers |
Dentro de la
zona, el Olympiacós confiaba en la
eclosión de la pareja Savrasenko y Zourpenko, además de Tarlac y Fasoulas, que ya tenía 34 tacos. Visto con la perspectiva que dan
los años, la plantilla cojeaba por los pívots.
El equipo del
Pireo empezó muy fuerte la temporada, con un Karnisovas estelar y un Tarlac
dominante. 16 victorias seguidas (8 en liga, 2 en Copa y 6 en Europa) como carta de presentación del nuevo Olympiacós no estaba nada mal. Pasó por
encima del AEK en el OAKA,
del Madrid en su casa y del Maccabi en Tel Aviv. Los problemas
llegaron en forma de lesiones. La primera, la de Fasoulas. Fue el CSKA
quien le infringió a los rojos su primera derrota.
____
En la liga,
acabó segundo por el basket average particular,
ya que había terminado empatado a número de victorias con el Panathinaikós (21-5 cada uno). El PAOK acabó tercero a una victoria.
Los rojiblancos
se imponían claramente al Patras (2-0), mientras el PAO sufría más apuros de los previstos para doblegar al Iraklio, que logró ganar el segundo
choque.
Con el derby en el horizonte, el Olympiacós se olvidó de que para llegar
a la final primero había que ganar la semifinal. El PAOK de Salónica puso en aprietos a los favoritos desde el
principio. En el SEF, el primer encuentro acabó 66-65, y en el segundo los de Sherf dejaron a los de Ivkovic en 50 puntos (56-50). En el
tercer y definitivo envite, el PAOKdestrozó los pronósticos gracias al triple de Stojakovic sobre la bocina (55-58). El Olympiacós quedaba fuera de la final después de 6 años.
____
En la Copa,
los de Ivkovic se clasificaron para la
Final Four de Salónica,
pero perdieron claramente contra el AEK
por 63-49. Ioannidis ganó esta vez
la partida de ajedrez al serbio en el Alexandrio.
____
Final del Open McDonalds entre el Olympiacós y los Chicago Bulls. |
En Europa, las
cosas fueron bien hasta el cruce, pero pasó todo lo contrario que el año del
triplete. Tras una primera y segunda fase brillantes, en las que acabó líder de
grupo, cayó ante un equipo peor y quedó lejos de la Final Four. El Partizán de Belgrado dio la sorpresa en
El Pireo (74-78) el día D. Sin duda,
las bajas por lesión de Karnisovas y
Tarlac influyeron en el rendimiento
del equipo, aunque la afición confiaba todavía en dar la vuelta a la
eliminatoria.
En Belgrado, al
revés de lo que había pasado la temporada anterior, los locales no dejaron
escapar la oportunidad y vencieron por 72-60. Estaba claro que el equipo estaba
tocado y no era el de la temporada anterior. Quedaba darlo todo en el último
tramo de la liga para salvar el año.
El triple de Stojakovic no hizo otra cosa que hurgar
un poquito más en la herida. Desde luego, repetir los éxitos de la temporada
anterior hubiera sido un milagro, aunque por calidad y presupuesto debería
haber llegado más lejos, tanto en la liga como en la Euroliga.
Temporada 1998-1999: altos y bajos. El adiós de
Ivkovic.
Plantilla de la temporada 1998-1999 con Goldwire, Oberto, Komazec y Ade-Mensah. |
Kókkalis mantuvo en la dirección a Dusan Ivkovic a pesar del relativo
fracaso. Del bloque de la Segunda Dinastía quedaban pocas
“vacas sagradas”: Fasoulas, un año
más “viejo”, Tarlac y Tomic, además de Papanikolaou (llegó en 1996) y Savrasenko,
que nunca tuvo mucho protagonismo.
A los pireotas
se les acabó la paciencia con Zourpenko,
que firmó por el Papagou. Vivió
todos los éxitos de la Dinastía desde cerca,
pero fuera del campo, bien en el banquillo, bien en la grada. Nakic se marchó al Alba Berlín, Karnisovas
a la Fortitudo
de Bologna y Hawkins a la
CBA. Muchos
cambios. Anthony Goldwire, Fabricio Oberto y Arijan Komazec fueron
los refuerzos más destacados de aquel verano. Para Oberto, MVP de la liga
argentina con Atenas de Córdoba,
sería la experiencia fuera de su país. Había sorprendido a los rojillos el año
anterior en el Open McDonalds. Komazec llegaba de hacer un buen año en
Varese y conocía la liga, aunque no
estaba muy claro el rol que iba a tener en la plantilla. Byron Dinkins, jugador del que
Ivkovic seguía “enamorado”, parecía fichado. En realidad, fue jugador rojo
del 16 de julio al 31, en el que se anuló el acuerdo. Fue entonces cuando el Olympiacós logró hacerse con los
servicios de Goldwire, un base
rápido con minutos en la NBA de 27 años. Arsene Ade-Mensah fue otro de los
fichajes de aquel verano. Un francés muy atlético para jugar en la posición de
2 o de 3.
____
El PAOK noqueó al Olympiacós en El Pireo de buenas a primeras. 52-61 y adiós Copa. Si en la temporada anterior las
cosas habían acabado mal, la 98/99 no podía empezar peor.
____
El Olympiacós perdió en el debut liguero
contra el AEK de Arlauckas por 67-72. Pero a pesar de
empezar muy mal en Grecia, en Europa todo lo contrario: ganó en Bologna a la Kinder,
poseedora del título. Luego se produjeron dos derrotas inesperadas contra el Ülker y el Marousi respectivamente.
Después de este
octubre negro, llegaron tres meses de buen baloncesto, con Tarlac y Komazec
dominantes. Se enlazaron victorias importantes en Europa (contra el CSKA, Kinder…) y en el territorio nacional (Aris, PAOK, Panionios, Iraklís, PAO…). Arijan se lesionó cuando mejor estaba.
No fue de gravedad –apenas de baja 40 días-, pero no logró recuperar su nivel
de juego.
En la segunda
vuelta del campeonato, el Olympiacós
perdió en la pista del Peristeri y
del Aris. Para los rojiblancos, era
fundamental salvar la ventaja de 10 puntos conseguida en la ida contra el PAO. Los verdes lograron ganar, pero lo
hicieron por menos de 10 (54-58), y el Olympiacós
acabó primero de la liga regular.
____
En la primera
fase de la Euroliga, el Olympiacós quedó primero de grupo con 8
victorias. En la segunda fase, terminó de nuevo primero pese a perder contra el
PAOK dos veces.
En el cruce de
octavos, el Olympiacós se deshizo
del Pallacanestro Varese (2-0).
78-66 en El Pireo y 77-83 en Varese tras dos prórrogas (57-57 y 67-67).
En cuartos,
eliminó al ASVEL por 70-57 y 77-81.
En ambas eliminatorias los de Ivkovic
se impusieron sin avasallar, pero sin
pasar tampoco demasiados apuros. El Olympiacós
acudió a Múnich sin haber perdido fuera de Grecia en todo el torneo (sólo había
perdido en Salónica contra el PAOK).
Sin duda, el
tapado de la Final Four de Múnich era el
Zalgiris. El Olympiacós partía como claro favorito, aunque todas las miradas
estaban puestas en la segunda semifinal bolognesa.
Final Four de Múnich. 20-04-1999. Zalgiris Kaunas-Olympiacós: 87-71.
A Kókkalis le sentó fatal la manera de
perder contra el Zalgiris. Se
bajaron los brazos, algo que indignó a parte de la afición. Pero quedaba la
final de la liga contra el eterno rival, que podía salvar la temporada.
En cuanto los
lituanos se fueron de más de 10 puntos, el Olympiacós
dejó de luchar. Ivkovic no
encontraba soluciones y la diferencia aumentaba. Fue frustrante. Edney, a la postre MVP de la Final Four, imprimió el
ritmo rápido que menos le convenía a los griegos. Ni Tomic no Goldwire
pudieron con él.
Sólo Tarlac (15+9 rebotes) y Ade-Mensah (12 puntos en 14 minutos)
estuvieron a la altura, junto a Papanikolaou
(12+5 rebotes). Anthony Bowie anotó
19 puntos en 23 minutos, bien secundado en ataque por Adomaitis (15) y Edney
(13 y 6 asistencias).
El Olympiacós se impuso al Teamsystem Fortitudo Bologna en el
partido por el tercer puesto (74-63).
Por la manera
como había llegado el equipo a la Final Four, que parecía que
se iba a comer el mundo, y por la manera triste de perder, se habló de fracaso
sin tapujos.
____
En liga se
deshizo del Marousi (2-1) en la
primera ronda del play off. Después
de la Final Four, derrotó al Aris en la segunda, también por 2-1. La
final contra el Panathinaikós estaba
servida, con ventaja de campo pireota.
El PAO de Bodiroga, dirigido por Subotic,
se clasificó para la final tras derrotar al PAOK con facilidad. En el primer partido de las finales, los verdes
iban ganando a falta de 55 segundos (52-55). Sin embargo, el Olympiacós logró forzar la prórroga y
se impuso por 71-68.
En el OAKA el PAO se impuso con comodidad (72-56), colocando el 1-1 en la
eliminatoria. En el tercero, Ivkovic
ahogó a Subotic (64-47). Los verdes
salvaron el primer match ball (66-56)
y todo se decidiría en el último partido.
El Olympiacós, por lo tanto, llegó al quinto
sin haber ganado ningún partido fuera de casa en todos los play off.
Nada hacía
pensar que el quinto y definitivo iba a ser distinto a los anteriores. Los
pireotas dominaron desde el inicio (13-2, 29-18) con diferencias cómodas. Un
0-11 poco antes del descanso dejó el marcador en empate, con triple incluido de
Radja desde el centro del campo.
El partido
siguió igualado tras el parón, pero un parcial de 2-13 en los últimos minutos mató a los locales. El Olympiacós no supo reaccionar y los Berg, Gentile, Bodiroga y
compañía hicieron el break, lo nunca visto (53-62). Aquella derrota en el SEF
confirmaba el traspaso de poderes en Grecia. Era la segunda liga consecutiva
del Panathinaikós de Subotic, que sin embargo no seguiría en
el club.
La derrota era
como llegar al final del camino para la Segunda Dinastía Roja, aquella que tocó el cielo en Roma, pero que desde entonces
fue irremediablemente hacia abajo.
Ivkovic cargó con las culpas y habló de que no
había excusas. Él mismo le estaba diciendo a Kókkalis que, si lo echaba, lo entendería. Y así fue. Kókkalis recuperaría a Ioannidis y el serbio ocuparía el
banquillo del AEK. Pero aquella
segunda etapa del Rubio fue muy breve
y no tuvo nada que ver con la primera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario