Si por algún jugador es conocido el PAOK de Salónica es por Branislav Bane Prelevic. Cierto que la entidad ha dado muchos y muy buenos jugadores, pero ninguno con el carisma del serbio-griego. Bane, además de jugador, ha sido entrenador asistente, primer entrenador, manager general y presidente del club, cargo que ostenta en la actualidad. ¿Un caso único?
Nacido en
Belgrado, Bane Prelevic destacó desde muy joven en las categorías
inferiores del Estrella Roja. Con 18
años ya formaba parte de la primera plantilla y en 4 años se convirtió en uno
de los mejores jugadores de la liga yugoslava. Eran años de dominio de la Cibona de Zagreb, del Zadar y del Partizán de Belgrado, con la Jugoplástika
de Split a puntito de revolucionar Europa. Aunque no logró ganar títulos,
en la semifinal del 87 su equipo logró eliminar a la Cibona de Petrovic.
Divac y Prelevic en 1988. |
De Sueños
robados encontramos esta joya. La Cibona
se las prometía muy felices en 1987 hasta que Bane se cruzó en el
camino. El campeonato lo ganaría el Partizán.
La “época roja” merece ser ilustrada
también con este mítico vídeo de enero del 88 contra el PAOK, que pertenece a la fase de grupos de la Copa Korac. John Korfas
suelta un puñetazo que genera un quilombo espectacular, claro. En el mismo
partido, Marc Petway se había
cargado el aro en el minuto 10 y lo habían tenido que llevar al hospital: 7
puntos de sutura en el hombro y de nuevo al pabellón para seguir jugando. El
partido estuvo parado más de 40 minutos para cambiar la canasta. ¡Quién le iba
a decir a Prelevic que ese verano
firmaría por el PAOK y acabaría
haciéndose íntimo amigo del boxeador Korfas!
La
temporada siguiente el sorteo volvió a cruzar a los dos equipos y se lió hasta
tal punto en Belgrado que el PAOK
fue sancionado con 0 puntos. Hablamos del inolvidable partido en el que elentrenador Johny Newman se volvióloco y empujó al colegiado italiano Grossi,
provocando la suspensión del choque cuando éste se encontraba en la prórroga.
Tras el
fichaje y posterior nacionalización de Slobodan
Subotic por los vecinos, muchos
equipos trataron de hacer lo mismo. El hecho de que tanto yugoslavos como
griego-americanos y rusos tuvieran que esperar un tiempo para jugar en las
competiciones domésticas no fue obstáculo para que llegasen en cantidades
industriales.
Prelevic
fichó por el PAOK en verano de 1988
y formó parte de la primera oleada de yugoslavos que llegaron al país, en
aquellos tiempos revueltos previos a la Guerra
de los Balcanes. Junto con Nikos Stavropoulos, John Korfas
y Panagiotis Fasoulas, el
francotirador completaba la columna vertebral de un equipo temible que
pretendía derrocar al Aris de Galis y Giannakis. Él y Korfas
para contrarrestar la doble G amarilla.
¿Jugadores similares que trataban copiar un modelo que funcionaba?
Imagen del partido del debut de Prelevic en el PAOK. |
El primer
partido oficial lo jugó en Francia contra el Villeurbane –derrota por 93-83-, el 12 de octubre de 1988, y anotó
29 puntos. Tuvo que esperar 3 meses para debutar en competición griega, y fue
en la Copa contra el Sporting de Atenas (30-12-1988). Prelevic anotó 28 puntos en la victoria
fuera de casa por 91-127. Hubo algunos problemas para nacionalizarlo porque
llegó en periodo electoral y la normativa no estaba clara. El presidente Nikos
Beritzis se movió relativamente rápido y consiguió los papeles en poco tiempo.
Bane Prelevic jugando contra su ex equipo. |
Prelevic firmando su contrato con el PAOK. |
La
personalidad de Bane dentro de la pista era más parecida a la de Nikos Stavropoulos que a la de Fasoulas, quien estaba llamado a ser el
jugador-franquicia del club hasta la llegada del serbio. La afición entendió
que Prelevic debía ser el hombre y
se identificó inmediatamente con su manera de jugar. El Tigre del PAOK -el
mismo apodo que ya tenía Vangelis
Alexandrís, ex jugador del Aris
y del PAOK, entre otros- era la
prolongación de la furia del águila bicéfala en el parqué. Panagiotis Fasoulas acabó convirtiéndose en un mercenario que
traicionó al club que lo vio crecer –eso dicen los aficionados rojinegros,
claro-, mientras que Bane nunca fue infiel. Si se marchó fue porque el club necesitaba
ingresar dinero. A priori, juntar a tres primeros espadas como Ten
Ten Korfas, Prelevic y Magic
Stavropoulos, su predecesor en el cargo, era un poco arriesgado por aquello
de que el baloncesto se juega con una bola, no con tres. Pero funcionó.
Prelevic se
convirtió en el héroe que necesitaban los aficionados blanquinegros del PAOK de fútbol para acudir al pabellón
a animar al equipo de baloncesto. Quizás ése haya sido el mérito más grande de Bane
y los suyos: llenar las gradas del Alexandrio
de aficionados al fútbol.
Recopa de Europa de 1991. |
Casi todos
los títulos que ha conquistado el PAOK
a lo largo de su historia, los ha logrado con Prelevic en el equipo: Recopa
de Europa 90-91, Liga Griega 91-92, Copa Korac 93-94 y Copa 94-95.
Prelevic a hombros saluda a un Giannakis "tocado". |
El
serbio-griego, además, coleccionó un buen puñado de finales: 4 de la Liga Griega, 4 de la Copa y 2 de la
Recopa (derrotas contra el Real
Madrid y contra el Taugrés Baskonia).
Por último, condujo al PAOK a su
primera y única Final Four en 1993.
Prelevic y Galis quedando para cenar. |
Dos imágenes valen más que mil palabras. |
En España
se recuerda la final de la Recopa de
Europa de 1992 por la canasta de Ricky
Brown sobre la bocina y en Grecia
por el fallo garrafal de Fasoulas,
que por cierto no era el primero. Sin embargo, con los años los aficionados
reconocen que aquel fue uno de los mejores partidos de Bane Prelevic con la
camiseta blanquinegra. Con 43-28 para el Madrid,
se cargó él solito el equipo a la espalda y logró empatar con un triple
estratosférico a pesar de la oposición de José
Luis Llorente. Tras 40 minutos jugados y 29 puntos (5/8 tiros libres, 3/10
tiros de dos, 6/10 triples) de los 63, un error en un pase y un tiro de Brown hundían a Bane, que veía que su
esfuerzo sobrehumano había sido en balde. Cayó al suelo víctima del cansancio,
la rabia y la frustración.
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