Fanis y Christos Christodoulou. |
Aunque de
torpe apariencia por su exceso de peso, Theofanis
empezó a destacar en el Dafni al
poco tiempo. Al ser un club puramente amateur
y no disponer de muchos equipos de cantera, era fácil subir si tenías
cualidades. Bebis era de los que más
entrenaba. Reconoce que en el Dafni
aprendió a jugar prácticamente solo porque los entrenadores del club no tenían
los conocimientos suficientes para poder ayudarlo a progresar.
Aprendió a
jugar en casi todas las posiciones, excepto de 5. Como era un tipo fuerte y
estaba gordo, jugó por dentro hasta que
pegó el estirón. Mejoró técnicamente y empezó a jugar con el primer equipo,
con el que logró un par de ascensos. El club era consciente que a Fanis aquello le venía pequeño. Le
ayudarían a progresar, facilitando su salida a un equipo más poderoso. ¿Cómo le
afectaría pasar de un equipo de barrio a un club profesional? El baloncesto
pasaría de ser un simple hobby a un
trabajo remunerado.
Con 18 años
y varias ofertas sobre la mesa como la del Ionikós
Nicea, la del Panathinaikós, la
del Olympiacós, que daba a cambio
casi medio equipo, o la del Panellinios,
se decantó sorprendentemente por la del Panionios.
La
relaciones entre el Dafni y el
equipo de Nea Smirni eran muy estrechas por entonces y los aficionados no
dudaron en presionar al club para que fichase por el Panionios. Los dos dirigentes, Andreas
Barikas y Pablos Korkidis,
llegaron a un acuerdo con el padre de Fanis
y con su club. Fue importante la labor de scouting
que por entonces realizaba el entrenador Makis
Dendrinós, que tenía controlados a
todos los chicos de la zona.
Para el
jugador significaba pasar de un equipo fuerte de A2 a uno consolidado de A1.
El traspasó costó 3 millones de dracmas y a cambio el Dafni se llevó cedidos a ¡7 jugadores! Además, el coach del Panionios, Makis Dendrinós, entrenaría un año gratis al Dafni. La afición seguiría disfrutando
de su ídolo porque, al fin y al cabo, Fanis
se mudaba apenas a unas cuantas calles del pabellón. Tres kilos pueden parecer
muchos, pero al lado de los que soltó ese mismo verano el PAOK por Nikos Stavropoulos -10 millones-, calderilla.
El ala-pívot reconoce que económicamente eran mejores las ofertas del Panathinaikós y del Olympiacós, pero no le garantizaban
tener muchos minutos de juego, lo contrario que en el Panellinios y en el Panionios.
Antes de
cambiar de equipo, Christodoulou
había sido requerido por una universidad americana, a la que no fue porque la
federación griega puso impedimentos. No sé hasta qué punto la federación podía
impedir entonces que un jugador se marchara a estudiar a Estados Unidos. En
1982 la NCAA y la NBA quedaban demasiado lejos.
El fichaje de Christodoulou en la prensa. |
No tardó en
ganarse a la afición y en convertirse en el líder del equipo, como Galis en el Aris, Giannakis en el Ionikós (hasta 1984), Koronaios en el Panathinaikós, Gekos en
el AEK o Stavropoulos en el PAOK.
Quizás no
estaba preparado para un equipo con aspiraciones máximas o para asumir la
presión que suponía vestir la camiseta del Olympiacós
o del PAO, pero el caso es que acabó
situando al Panionios por encima de
ambas entidades. Además, quién mejor que su hermano Christos, en el equipo desde 1979, para apoyarle en los momentos
complicados.
Ese mismo
verano, Christodoulou debutó con la
selección nacional absoluta en torneo oficial, concretamente en los Juegos de los Balcanes. Apenas un mes
antes había formado parte de la selección junior, también en los Juegos de los Balcanes.
Bebis era un
tres que podía jugar tanto cerca como lejos de la pintura. En el Panionios lo hacía prácticamente todo,
aunque debemos destacar su faceta anotadora. Era un notable tirador al que
también le gustaba jugar en el poste bajo. Christodoulou
era un tres pesado al que no le temblaba la mano en los momentos importantes de
los partidos.
Quinteto de la temporada 1988-1989. |
Christodoulou y el entrenador Kostas Missas. |
Aunque en
Europa el Panionios no pasaba de las
primeras rondas de la Copa Korac, en
la liga estuvo más cerca que nunca de lograr el campeonato. A pesar de no
contar con la ventaja de campo, noqueó al PAOK
en semifinales y se plantó en la final frente al Aris. Las dos derrotas que arrastraba el Panionios de la fase regular eran demasiado lastre y ni siquiera
pudo forzar un cuarto partido. Sin embargo, se confirmaba el dominio del barrio
de Nea Smirni en Atenas.
Fanis llegaba al
Eurobasket de Atenas todavía muy
joven, pero en un grandísimo momento de forma, como todos sus compañeros. Ese
mismo año fue drafteado por los Atlanta
Hawks (4a ronda, número 90), aunque no mostró interés alguno en marcharse a
Estados Unidos. ¿Hubiera hecho algo Christodoulou
en la NBA?
Sin duda,
los mayores éxitos llegaron con la Selección,
donde tuvo un papel protagonista. Aquel quinteto titular de 1987 era uno de los
más peculiares de todos lo tiempos, con un jugón peludo con cuerpo de boxeador
(Nikos Galis), un escolta rechoncho de brazos largos y perfil entre
egipcio y heleno (Panagiotis Giannakis), un alero gordo con el muslo
vendado y cara de niño (Fanis Christodoulou), un tirillas con
lentillas (Nikos Filipou) y una jirafa con melenilla y
poca pinta de jugador (Panagiotis Fasoulas).
Muy fiable
en el tiro exterior durante las dos semanas, ayudó también en defensa a los
hombres altos del equipo. El baloncesto control que practicó Grecia le fue de
maravilla, porque su rodilla maltrecha le impedía correr. En un torneo tan
exigente y con tantos partidos seguidos, no sé si hubiera aguantado un ritmo
fuerte todos los días. Filipou se
lesionó y tuvo que sacrificarse atrás repartiendo estopa en ambas zonas.
Generalmente
le tocaba defender a jugadores más altos y atléticos que buscaban jugar contra
él en el poste bajo. Aunque la defensa no era su punto fuerte, se adaptaba
perfectamente a las necesidades del equipo. Al grupo le costó un poco
aclimatarse a la competición, pero una vez superado el escollo de Francia,
fueron cayendo uno a uno todos los obstáculos. Fanis tuvo problemas la primera semana, sufriendo contra jugadores
como Andrés Jiménez, pero tratando de tú a tú a la todopoderosa
Yugoslavia.
Eurobasket 1987. |
Aunque
estaba acostumbrado a asumir la responsabilidad del equipo, con la Selección se vio obligado a ceder el
protagonismo ofensivo a Giannakis y Galis. Sin duda, Kostas Politis supo
manejar la situación tanto dentro como fuera de la cancha, otorgando a Fanis un rol muy determinado. En el
fondo, la doble G llevaba años junta
en el Aris y se conocía
perfectamente, así que era más bien Christodoulou
el que se tenía que amoldar y no al revés. A Bebis le tocaría llevar el peso del equipo en torneos posteriores.
Le tocó hacer tareas de intendencia, siendo su mejor partido la semifinal
contra Yugoslavia (18 puntos) y la final contra la URSS (10 puntos).
Eurobasket 1987. |
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