Es evidente que la sombra de Obradovic es alargada. El doblete verde del año pasado parecía
haber hecho olvidar la figura de Zelko,
pero eso es imposible.
El relevo natural de Zelko Orbadovic en el Panathinaikós
era Dimitris Itoudis.
La destitución de Argiris Pedoulakis ha
sido de los más sorprendente porque ganó el doblete el año pasado, ha ganado la
Copa hace pocos días, va líder en la liga, está vivo en Europa y le tiene
comida la moral a los vecinos del Olympiacós.
Dimitris Giannakopoulos lo ha echado
como hizo Marinakais con el
entrenador portugués Leonardo Jardim
el año pasado. Futbolización.
La destitución de Pedoulakis tras la derrota contra el Laboral Kutxa es fruto de un calentón... o no tanto. Más bien es la
gota que colma el vaso. Los abuelos Gianakopoulos
quizás hubieran tratado de reconducir la situación de otra manera, pero Dimitris Giannakopoulos es más visceral, más pasional, más drástico, más
inexperto, más joven. Llamémoslo como queramos. Es otra generación. Quizás por
ello elige como sustituto, de momento provisional, a un ex jugador que sabe lo
que significa el trébol. Quizás no tenga los conocimientos técnicos de Pedoulakis, pero es amigo de la
plantilla y querido por todos.
Tratemos de encontrar alguna explicación a la decisión.
El baloncesto practicado por Argiris Pedoulakis es poco atractivo. Este año el Panathinaikós aburre a las ovejas, prueba
de ello es que la asistencia de esepectadores al OAKA, salvo en partidos puntuales, ha bajado notablemente. A Giannakopoulos no le gusta el
baloncesto defensivo que practica Pedoulakis.
Juega a 60 puntos y especula en exceso con el marcador. Estamos ante el debate
de siempre: ganar aunque sea jugando mal o intentar hacerlo de manera
atractiva, ofreciendo espectáculo.
Algunos de los jugadores clave pasan de la
treintena: Diamantidis 33, Batiste 36, Fotsis 32, Lasme 31. La
plantilla se ha rejuvenecido, pero los que más juegan siguen siendo los mismos,
los “viejos”. Cuando el físico no aguanta, las ideas dejan de fluir. Los
veteranos no están acomodados, pero saben que no tienen jugadores en el
banquillo que amenacen sus minutos de juego. Por momentos, daba la sensación de
que las vacas sagradas estaban por encima de Pedoulakis.
Las lesiones también han influido: Ukic está cascado desde el Eurobasket, Lasme no ha encontrado el punto en todo el año, Gist ha recaído, Ramel Curry, cuando
mejor estaba, se rompe por un mes, etc... También han tenido problemas Nikos Pappás y Loukas Mavrokefalidis. ¿Por qué se lesionan
tanto este año? ¿Es por simple mala suerte?
Por el Panathinaikós
han pasado ya 18 jugadores, pero la rotación siempre era la misma, era corta. Argiris se limitaba a Diamantidis, Maciulis, Bramos, Ukic (salvo lesión), Gist, Lasme, Curry (ahora Wright), Fotsis... Luego unos minutillos de Batiste, otros de Jankovic
o Pappás y poco más.
Viendo al equipo da la sensación de que no puede
correr, ni hacia atrás ni hacia adelante. Mucho baloncesto táctico.
Curiosamente, el Olympiacós parece
de los pocos equipos que todavía no lo ha entendido.
Lo lógico sería que en verano el Panathinaikós fichara a otro
entrenador, aunque si Alvertis logra
el doblete cualquiera lo echa. Dimitris
Priftis abandona el Kolossós Rodas
y será el asistente o colaborador del melenudo en el banquillo.
Cada vez que hay un banquillo vacío en Grecia,
suenan Fotis Katsikaris y Panagiotis Giannakis. Fotis sigue en Bilbao alejado el mundanal ruido, mientras se
rumorea que puede ser el nuevo seleccionador nacional.
Mi candidato para el banquillo del Panathinaikós es Giannis Sfairopoulos, actual entrenador del Panionios. Ya iría siendo hora de que entrenase a un grande. Muchos
de los jugadores verdes han servido a sus órdenes en el Panionios o en la selección (ha sido ayudante). El baloncesto que
propone Sfairopoulos creo que
encajaría.
Por otra parte, es curioso que Argiris Pedoulakis haya sido
sustituido, pero no se cuestione la labor de Giorgos Bartzokas, claro que no conozco lo que se cuece dentro del SEF. Quedó fuera de la Copa, quedará
segundo en la fase regular de la liga y en Europa podría quedar fuera de los
cruces. Lleva las mismas derrotas que el Panathinaikós.
Pero lo más preocupante es el complejo de
inferioridad que ha mostrado en sus choques contra los verdes, sucumbiendo
incluso en partidos que tenía prácticamente ganados.
El fichaje de Mirza
Begic ha salido rana. En mi opinión, Begic
ha tenido pocas oportunidades con Bartzokas.
Hay algo más que no sabemos, está claro. En cambio, Cedric Simmons si ha tenido muchas oportunidades, que no ha sabido
aprovechar. Kyle Hines que estás en
Moscú, Pero Antic en Atlanta
tuiteando sandeces...
Bryant Dunston es el
único hombre interior que se atreve en el poste bajo. Falta equilibrio en el
juego y por eso Bartzokas, tras
negarlo por activa y por pasiva, ha dado su brazo a torcer trayendo a Giorgi Shermadini. El georgiano, que
llega en plena forma y que conoce al coach
y a los compañeros, va a tener mucho protagonismo. ¿Por qué se fue? ¿Por qué el
año pasado fue jugando cada vez menos si lo hacía bien?
Tampoco los exteriores de nuevo cuño están dando
los resultados deseados. Por Acie Law,
lesionado de gravedad, llegó Marty
Collins, que no está demostrando nada. Con Jamario Moon la cosa
prometía, pero no se adaptó y ya lo han echado. Me ha sorprendido que lo hayan
cortado tan pronto, porque creo que podría ayudar. Claro que después de ver las
pedradas que tiró en la pista del Fener...
A Brent
Petway le está pasando lo que a Steven
Smith en el Panathinaikós. Tras
una gran temporada en un equipo menor de Grecia (Brent en el Rethimno y Smith en el Panellinios), dan el salto y se estampan. Son jugadores que están
acostumbrados a jugarlo todo y a tirarlo todo. Les cuesta mucho pasar de actor
principal a secundario.
Total, que al Olympiacós
le queda el jefe –Vspan-, sus
lugartenientes –Perperoglou y Printezis- y la nueva generación de
jóvenes que viene por detrás, comandada por Mantzaris y Sloukas, que
no es poco, además de Matt Lojeski, un asesino del perímetro. Una
plantilla que bien podría ser el grueso de la selección en un futuro, junto a
los NBA’ers (Kavvadás, Katsivelis, Papapetrou, Agravanis, Christodoulou...).
Que hay futuro, nadie lo duda, pero el presente es
incierto. Con la consecución de la Euroliga, Bartzokas ganó crédito. Me pregunto si los hermanos Angelopoulos lo mantendrán en el club
si el Olympiacós se queda en balnco,
cosa nada descartable.
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