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miércoles, 19 de marzo de 2014

Eurocup: una competición que molesta.

No entiendo por qué diablos siguen inscribiéndose algunos equipos griegos en la Eurocup. Seamos serios, la Eurocup sólo le interesa al que la gana. Es decir, hasta la llegada de la Final Four, la competición no tiene nigún interés. Pocos se acuerdan del equipo que ganó el año pasado y menos del finalista.

Los dos participantes de este año en la Eurocup han sido el Panionios –termina hoy su aventura europea- y el PAOK. A estas alturas, sé que puede parecer ventajista decir que ambos clubes podrían haberse ahorrado su participación, pero mi opinión sigue siendo la misma que al principio de la temporada. El Aris o el Rethimno, con buen criterio, renunciaron, como también lo hizo el Gran Canaria.

La situación económica del PAOK es lamentable –mucho peor que la del equipo canario- y el hecho de jugar en Europa no creo que haya mejorado nada la situación.

A veces tengo la impresión de que el PAOK decidió inscribirse en la competición simplemente por orgullo, por nombre o por historia. Porque yo lo valgo. ¿Acaso no sabían que entre semana al PAOK Sports Arena no iba a ir casi nadie? ¿Compensan los derechos televisivos? ¿Y los viajes? Pese a organizar los grupos por zona geográfica, viajar desde Salónica con enlace en Atenas para jugar en Rusia no es cómodo.
Lo que menos le apetece a uno es coger el coche para ir al pabellón de PAOK, a las afueras de la ciudad y pésimamente comunicado, para ver a los locales enfrentarse al Alba Fehervar húngaro. Menos todavía en día laborable y de Champions. Si hubiera algún bar o algún centro comercial cerquita, quizás se acercaría más gente; pero es que el PAOK Sports Arena está en medio de un descampado.

Deportivamente, el equipo empezó muy fuerte la temporada, ganando prácticamente todos los partidos, tanto en liga como en Europa. Sin embargo, el cansancio acumulado en las piernas no tardó en aparecer. Viajar el viernes o el sábado para jugar el sábado o el domingo, coger el avión el lunes para jugar el martes, regresar el miércoles... Mucha tela para una plantilla corta que acabó por perder partidos que tenía prácticamente ganados.

El balance de los blanquinegros en la Eurocup fue de 5 victorias y 5 derrotas. En un grupo muy igualado, el average –demasiadas victorias ajustadas- mató las opciones de clasificación de los de Markópoulos. En la Copa cayó a las primeras de cambio y en la liga, pese a algunos tropiezos imprevistos, se mantiene cuarto, que es su puesto natural.

Tampoco entiendo por qué se inscribe el Panionios a la Eurocup, si bien tiene más motivos para hacerlo que el PAOK. Por presupuesto y por ser el tercer equipo del país, podríamos pensar que sería ilógico renunciar. Pues no.

Que es un equipo de calidad y económicamente más estable que el PAOK, nadie lo duda, pero el problema es que no tiene campo.

En Europa el Panionios juega en el Hellinikó, pabellón en el que caben 15.000 espectadores. En la liga juega en su campo de toda la vida, el municipal de Nea Smirni, con capacidad para 1200 personas, que no siempre llena.

Teniendo en cuenta que para llegar al Hellinikó hay que coger el coche o varios autobuses –está junto al aeropuerto-, la gente no va. Son partidos a campo neutral que se juegan en medio de un ambiente frío, algo inusual en Grecia, pero que es el precio que hay que pagar por empeñarse en jugar. Imagino que los ingresos por taquillaje deben ser ridículos.

Como la profundidad de armario del equipo ateniense es mayor que la del PAOK, ha llegado más lejos. Un balance de 6 victorias y 4 derrotas en la primera fase lo clasificó para la segunda, donde ha perdido los 5 partidos que ha jugado. Estaba claro que el Panionios no podía competir con equipos mucho más potentes y que tarde o temporano acabaría elminiado. No es la primera vez que se repite la misma historia, e imagino que la temporada que viene volverán a insistir. ¿Para qué?

Las derrotas en la Copa -frente a un equipo inferior- y algunas en la liga –pese a seguir en tercera posición- deberían hacer reflexionar a los directivos. Jugar en Europa porque da prestigio es vivir de espaldas a la realidad.

Seamos realistas: estaba claro que tarde o temprano tanto el Panionios como el PAOK iban a quedar eliminados. Las plantillas han acabado castigadas, fuera de la Copa y con dudas en la liga. ¿Ha merecido la pena? Yo lo tengo claro: NO.

Inscribirse porque toca o utilizar la Eurocup como escaparate para vender jugadores debería hacer que los que mandan se replanteasen las cosas de cara al año que viene.


Me da la impresión de que muchos de los equipos participantes en la Eurocup tienen la sensación de estar perdiendo el tiempo –y el dinero- incluso antes de caer eliminados.

sábado, 26 de marzo de 2011

En tierra extraña.



Pues como un amigo de la infancia me dijo que se quería venir a Salónica, estuve mirando fechas. Como éstas eran variables, el único que requisito que me pidió era poder ver un partido del Aris de baloncesto durante su estancia. 

Me puse a mirar el calendario y, tras comprobar que jugaba el Panathinaikós en 9 de marzo, le propongo esa fecha. Queda hecha la reserva del vuelo. Desgraciadamente, la situación del club es bastante mala. Debido a las constantes derrotas y a los problemas con el entrenador, la gente ha dejado de asistir al Alexandrio. Pero ver a Diamantidis y compañía siempre apetece.

No contábamos con los posibles cambios de calendario. Nuestro gozo en un pozo. Pocas semanas antes del partido y después de comprobarlo en diferentes webs, vemos que ha cambiado de fecha. El partido será la semana siguiente. Como mal menor podríamos ir al fútbol e incluso al básket si es que no juega muy lejos de la ciudad. Estamos gafados: tanto en fútbol como en baloncesto el partido es fuera de casa y bastante lejos. 

Por suerte, estamos en la segunda ciudad de Grecia y hay otros equipos. Miro el calendario y me doy cuenta de que juega el Olimpiakós contra el PAOK aquí. La cosa está clara. Sólo me preocupa que pueda haber problemas de violencia o de falta de entradas. Cada vez que juega el Olimpiakós en Salónica hay pelea. Y no es plan de que te lancen bombas de humo a pesar de que tiene su aquel…

Como sé que el jefe de mi academia es muy fanático del Olimpiakós e incluso ha estado en alguna Final Four, le pregunto si sabe dónde está el campo. Evidentemente, nunca hasta ahora había pisado territorio enemigo. También le pregunto si va a haber entradas. Sorprendentemente, me dice que me las puede conseguir. Su padrino de boda conoce a Ivkovic, el entrenador de Olimpiakós. Cuando viene a la ciudad, el hombre se pasa por el hotel de concentración como quien no quiere la cosa y le saca siempre unas cuantas invitaciones. Dicho y hecho. 

El día del partido pasamos a buscar las invitaciones VIP por la academia y vamos al campo. Sigo las indicaciones al pie de la letra y llego al pabellón casi una hora antes del partido. Hay muy poco ambiente. El PAOK Sports Arena está en las afueras de la ciudad y, aunque el acceso es fácil, no es lo mismo que el Alexandrio, al que mucha gente va a pie por encontrarse en el mismo huevo de Salónica. Localizamos puerta de entrada para los VIP y para allá que nos vamos. Un tipejo que se debe creer que andamos perdidos, nos indica que por aquella puerta sólo entran los VIP. Sacamos nuestras entradas y pasamos “con la élite”. Vamos directos al bar, aunque antes nos hacemos alguna foto con los murales que hay en el túnel de entrada. Ahí están Korfas, Fasoulas, Stojakovic, Prelevic, Rentzias, etc… 


El bar es grande y está lleno de policías y abuelos. Supongo yo que serían directivos o enchufados que consiguen las entradas gratis. Están mirando el fútbol en la tele, porque juega el PAOK a la misma hora. ¿A quién se le ocurre ponerlos a la misma hora y en la misma ciudad?

El pabellón es grande y, al estar vacío, parece todavía más. Hay policías sentados y alguna pancarta. Cogemos nuestro frappé y tomamos asiento cerca de los policías. Al ser invitaciones del Olimpiakós, nuestros asientos están cerca de la policía. Por suerte, hay muy poco ambiente y no hay nadie que apoye al rival.


Empieza el partido y seguimos estando en familia. Es una pena. Cazo una conversación al respecto en la que el señor que tengo detrás comenta que las entradas del fútbol cuestan 10 euros y las del básket 15. Y encima los han puesto a la misma hora. 

Desde luego, no se nota “el calor humano”. En el Alexandrio es otra cosa. Lo bueno que tiene es que estamos bastante cerca y prácticamente podemos oír lo que dicen. Es un entrenamiento con público. El partido acabará 49-77 si no recuerdo mal.

Nosotros nos ponemos a seguir las evoluciones de Milos Teodosic. Papaloukás y Bouroussis se quedaron en Atenas por lesión o precaución ante los futuros partidos de Euroliga. Spanoulis y Teodosic marcan la diferencia junto con Nielsen. El Olimpiakós juega al paso y el PAOK hace lo que puede. No conozco a nadie del PAOK. Uno de los que juegan -Dedas- había jugado en el Cáceres de la Leb. Sólo Marshall, que lleva más de una temporada, es algo conocido. 


Teodosic es un jugador especial. Verlo hacer la rueda pasando absolutamente de todo es francamente divertido. Se acerca al banquillo y se come una chocolatina mientras los otros siguen sudando. Luego coge una toalla y empieza a secarse el sudor de la cabeza rascándose como si tuviese todos los piojos de la tierra.

Debe ser que le gusta ir despeinado. 



En los tiempos muertos no hace otra cosa que mirar a la grada. A Ivkovic lo debe tener muy visto. Comenta alguna cosa con algún compañero aunque dudo que tenga que ver con el partido. La pachanga termina sin incidencias reseñables. Papanikolau, ex del Aris, fue objeto de las iras del poco público que había en el pabellón y los escasos treinta vándalos que animaban en el fondo tiraron algunos objetos antes de que se marchasen a los vestuarios los jugadores. Por el PAOK lo único a resaltar es que jugó un chaval de 15 años. No tocó bola. Creo que conté ocho o nueve jugadores seniors en el equipo de casa. No hay dinero para más.


Desde luego, con la cantidad de grandes jugadores y entrenadores que han pasado por allí… Sin ir más lejos, Ivkovic hizo campeón al PAOK en la temporada 91-92. Es la única liga que tienen en color porque la otra es del año 59. Y además de él, muchas más figuras del baloncesto europeo como Zvi Sherf, Petar Skansi, Sakota, Politis, etc… 

Pero ya hablaremos más veces del enemigo en otros posts.  

Esto fue lo que dio de sí mi primera incursión al PAOK Sports Arena. Me hubiera gustado ver un partido peleado pero no se puede tener todo. Por lo menos, vimos al subcampeón de Europa en acción.