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sábado, 30 de mayo de 2015

El triste adiós del Panionios.





No por esperado entristece menos. Vi caer a un equipo de Euroleague, el Maroussi, de primera a tercera, vi también pegársela al AEK, que también bajó dos categorías de golpe, desapareció el Olimpia de Lárissa de la noche a la mañana, el Iraklís regresó a segunda y allí sigue, el Peristeri lucha por sobrevivir en las profundidades, el Panellinios… 

Caras largas.

Este año le ha tocado el turno al mítico Panionios de Nea Smirni. En la división de honor desde la temporada 1981-1982, ha quedado el último de la categoría y y el años que viene jugará en segunda –veremos si en tercera- irremediablemente.

¿Por qué se ha llegado a esta situación?

Ilías Lianós dejó de apoyar económicamente al equipo. En Grecia, si no hay un mecenas dispuesto a arriesgar –y en muchos casos perder- su dinero, difícil tirar adelante, y con la crisis, más. ¿Qué pasaría si los Angelopoulos o los Giannakopoulos abandonasen sus respectivos clubs?

Ilías Lianós.

Ilías Lianós dijo que abandonaría el Panionios al terminar la temporada pasada. No sé si es que nadie le creyó o no le tomaron en serio, pero el caso es que nadie reaccionó. Tampoco les faltaba razón: Lianós había amenazado con marcharse no menos de diez veces en los últimos años. Casi siempre lanzaba el bulo después de un mal arbitraje recibido y cosas así. El cabreo y las salidas de tono hacían reaccionar al equipo, que se recuperaba y acababa peleando por los puestos de honor.

Sin embargo, esta vez Lianós cumplió su “amenaza” y en septiembre los Panthers no tenían ni dinero ni jugadores. Los de Nea Smirni quedaban fuera de la competición porque no habían pagado la inscripción. La liga iba a empezar con 13 equipos. 

El público y los júniors del Panionios el día del partido de Copa.

En la Copa, el Panionios jugó con el equipo júnior contra el Patras (63-81) en un pabellón lleno a reventar de aficionados eufóricos. Sus chicos. Por ellos son por los que más sufro. Campeones de Grecia en la temporada 2013-2014. Junto con el Aris, es el club con más ligas júnior conquistadas (5), además de 5 campeonatos en categoría cadete. ¿Qué pasará ahora con ellos?

El Panionios llevaba jugando ininterrumpidamente en la división de honor desde la temporada 81/82, dos temporadas antes de la llegada de Fanis Christodoulou, la máxima estrella de la historia del club. Desde el ingreso de Fanis en el Panionios (temporada 83/84) hasta el día de hoy, los Panthers casi siempre han jugado en alguna competición europea. Los últimos años se había convertido en un clásico de la Eurocup, pero anteriormente había participado en la Korac o en la Recopa. En la temporada 2010-2011 jugó en la Euroleague.   


La lista de grandes jugadores que han pasado por el club es muy larga, así como la de entrenadores. Sin ir más lejos, Giannis Sfairópoulos, actual entrenador del Olympiacós, era el coach del equipo el año pasado. Con Nikos Pappás, Vlado Jankovic, Kavvadás, Eric McCollum, Giannis Athinaeu y demás, el Panionios acabó en tercera posición. Pero antes de los citados, fueron muchos otros los que pasaron por Nea Smirni: Mark Payne, Brad Newley, Stratos Perperoglou, Theodorís Papaloukás, Giorgos Bartzokas… Y si retrocedemos todavía más, Zarko Paspalj, Dusan Ivkovic, Panagiotis Giannakis, Boban Jankovic, Henry Turner

Giankovits, Kavvadás, Bogris, Athinaeu, Pappás. Batis, Payne, etc...

Finalmente, el club pudo inscribirse en la liga tras una prórroga, pero no había ningún jugador firmado. Ante la inestabilidad que se vivía y el incierto futuro del club, nadie hizo su trabajo durante el verano y se tuvo que ir fichando a medida que avanzaba la temporada.

El equipo juntó a varios descartes y algún extranjero, pero la dinámica perdedora de los primeros partidos no se pudo enderezar. Se cambió de entrenador un par de veces y se intentó reforzar la plantilla, pero ya era demasiado tarde. El Panionios ha tenido que remar a contracorriente todo el año y el lastre de las primeras derrotas ha pesado mucho. Desde la mitad de la temporada ya se veía que los atenienses eran los principales candidatos al descenso. 

Henry Turner.

Me pregunto qué equipo de la ciudad sustituirá a los de Nea Smirni en su papel de tercer o cuarto club de Atenas. En mayor o menor medida, tanto el Panathinaikós como el Olympiacós han pescado jugadores y entrenadores del Panionios, o les han cedido jóvenes promesas que han tenido minutos en Nea Smirni. Veremos qué club sustituirá a verdes y rojiblancos como banco de pruebas. Por cercanía geográfica y similitudes, quizás el Neas Kifisiás sea el más indicado, porque el Peristeri también está abajo.


Deseo que el descenso signifique un pasito atrás para dar dos hacia delante. La situación económica que atraviesa el club y el país me impide ser optimista. Es posible que el Panionios acabe en tercera y deje el profesionalismo. Toca tirar de cantera e intentar subir lo antes posible. 


domingo, 17 de mayo de 2015

Temporada 2014-2015: ¿el regreso de los clásicos?




Terminó la liga regular de la temporada 2014-2015 hace menos de una semana y ya se han jugado los dos primeros partidos de tres eliminatorias de play off. Así ha quedado la clasificación final y estos han sido los resultados:

1. Olympiacós de El Pireo: 51
2. Panathinaikós de Atenas: 49
3. PAOK de Salónica: 45
4. Aris de Salónica: 42
5. AEK de Atenas: 41
6. AEGEAN Rethimno de Creta: 40
7. Kolossós H Hotels de Rodas: 39
8. Koroivos de Amaliada: 37
9. KAOD AM Genetics de Drama: 36
10. Apollon Carna de Patras: 36
11. AENK Dimoulas de Atenas: 35
12. Trikala BC Aries de Tríkala: 34
13. Paneleusiniakós de Eleusina, Atenas: 32
14. Panionios de Atenas: 29

Play offs al mejor de tres partidos.

Olympiacós-Koroivos (no ha empezado la serie).
Panathinaikós-Kolossós: 98-71 / Kolossós-Panathinaikós: 75-73 (1-1)
PAOK-Rethimno: 66-59 / Rethimno-PAOK: 65-61 (1-1)
Aris-AEK: 71-69 / AEK-Aris: 92-54 (1-1)

Mis notas.

Sobresaliente.


Olympiacós.
A pesar de un inicio dubitativo, con cambio de entrenador incluido, el Olympiacós ha liderado la clasificación de principio a fin. Sólo ha cosechado una derrota en todo el torneo, contra el AENK en las primeras jornadas. Desde entonces, todo victorias, incluida la última en el OAKA que certificó el primer puesto.

Sfairopoulos ha hecho de este Olympiacós un equipo compacto y difícil de batir. Salvo la marcha de Simons y la llegada de Tsairelis, no ha habido más cambios en el roster. A pesar de tener un ojo puesto en la Euroleague, no se ha dejado sorprender, y eso que Sfairopoulos no ha rotado demasiado a sus hombres. Esperaba más minutos de Kavvadás, Katsivelis y Christodoulou. Será que no se los han ganado. Llegará a la final con ventaja de campo y es el máximo favorito para ganar el trofeo.

PAOK.

Los de Soulis Markopoulos han vuelto a conquistar la tercera plaza. Gran temporada de nuevo pese a los inevitables tropezones y al incordio que supone jugar la Eurocup. Destaco del PAOK que es un equipo sin estridencias. Ha demostrado solidez. De no ser por el triple de Giankovits, se hubiera llevado la Copa de Grecia. Se sobrepuso a la baja de Charalampidis, que se rompió a media temporada (6 meses de baja por rotura de ligamentos), y se afianzó de la mano de los americanos Odum, Carter y Langford. Buen bloque sin grandes estrellas que debería ganar algún partido al PAO en semifinales para seguir avanzando.

Rethimno.

El Rethimno ha mantenido la regularidad del año pasado y también merece el calificativo de sobresaliente. Tiene mérito seguir ahí arriba porque cada verano suele cambiar a sus jugadores extranjeros. Jugadores interesantes: Vincent Counsil y Mohamed Fayé. Tercera temporada del senegalés en Grecia (Íkaros, Paneleusiniakós, Rethimno), que debería permitirle el salto a un equipo más grande.

Koroivos.

Excelente campaña del equipo de Amaliada, que no se ha conformado sólo con salvar la categoría, sino que además se ha metido en los play off. El equipo de Haris Markopoulos, hijo del coach del PAOK, empezó el año muy fuerte y lo pagó a media temporada, con derrotas que hicieron peligrar la salvación, pero el sprint final (4 victorias seguidas) le han permitido adelantar al KAOD en la clasificación sobre la bocina.

Viendo la plantilla y el presupuesto del Koroivos, el octavo puesto lo califico de milagroso. Trabajo, trabajo y trabajo. Tipos duros como Guille Rubio o Rawle Marshall, finos estilistas como Josh Magette y veteranos ilustres como el bosnio Sasha Vasilievic han llevado al equipo del Peloponeso al play off. Equipo pequeño, equipo unido. Jugar contra el Olympiacós, un merecido premio, un homenaje.

Notable.

Aris.


Con la llegada de Dimitris Priftis al banquillo el club se ha estabilizado. Gran campaña de la perla Vezenkob y muy buen rendimiento de los fichajes. Pasalic, en su retorno, ha cumplido como director de juego y ha sido llamado por Ivanovic para la selección, Adebogie se ha ganado la titularidad y ha hecho olvidar a Bochoridis, Naymick ha sido el máximo taponador de la liga y Lamarcus Reed ha dado consistencia al ataque amarillo.

El año pasado el equipo acabó en un decepcionante séptimo puesto, con lo que la cuarta plaza sabe a gloria y abre el camino a las semifinales.

Nikos Laskaris es el nuevo máximo accionista del club y parece estar dispuesto a poner dinero para colocar al Aris donde por historia le toca. La gente está muy esperanzada.

AEK.


Quinto puesto amargo para el AEK, que por momentos parecía aspirar incluso a la tercera plaza. Muchos cambios en el roster con la temporada empezada y el regreso de Sakota al banquillo han acabado por confeccionar una de las mejores plantillas de la liga, las cosas como son. Por eso estaba convencido de que el AEK podía acabar tercero. Karl English como artillero, Mensah-Bonsú como depredador interior, Delinikaitis, Hairston… Nombres conocidos que han rendido a gran altura. Sin embargo, han sido pocas las veces que Sakota ha podido contar con todos sus hombres. Problemas de lesiones.

Tras varias temporadas en segunda, regresar a la división de honor y acabar quinto puede calificarse de notable.

Kolossós.

Quedan lejos los tiempos en los que el objetivo del Kolossós era sólo la salvación. La séptima plaza puede calificarse de notable y volverá a jugar el play off. El trabajo en la zona de Ernest Scot ha sido fundamental, sin menospreciar al resto. Otro equipo sin grandes estrellas que ha basado sus éxitos en cerrar los partidos de casa y mantenerse unido. Si Mike James, MVP de las jornadas 1 y 3, no se hubiera ido al Laboral Kutxa, quién sabe si hubiera peleado por la cuarta plaza.
  
Bien.

Panathinaikós.

El PAO ha acabado segundo de la fase regular, con tres derrotas. Puede subir o bajar nota de aquí al final, pero ayer perdió contra el Kolossós.

El PAO ganó la Copa con muchas dificultades y fue eliminado por el CSKA en la Euroleague. Dusko Ivanovic fue despedido y ahora es Sotiris Manolopoulos el entrenador, que en principio dirigirá al equipo hasta el final de la temporada.

A los verdes parece que les hayan echado una maldición. Desde la victoria en la Copa, positivo de Gist por fumar marihuana (8 meses de sanción), eliminados por el CSKA en Europa, Dusko cesado, derrota en Rodas y lesión grave de Pappás (menisco, 6 meses), por no hablar de las sanciones por comportamiento de los aficionados y de Dimitris Giannakopoulos.

Hasta ahora, un año para olvidar a pesar de la victoria en la Copa. Queda la liga. Nadie duda que los verdes la van a pelear. Ya comenté que no entendía el cese de Ivanovic, que ha dado muchos minutos a los jugadores jóvenes de la plantilla. ¡Lo que le está pasando al PAO este año daría para un culebrón!

Tríkala.

Un bien porque se ha cumplido el objetivo. Con un entrenador joven, Kostas Papazoglou, y Efthimis Rentziás en la dirección técnica, ha hecho lo que ha podido dadas las circunstancias. El presupuesto es el que es. El problema es que el nivel de los jugadores nacionales no es como el de otros equipos. Su éxito se basa en el rendimiento de los extranjeros, destacando el serbio Slaven Cupkovic y los americanos Brian Tracy y Justin Ancrum.

Suficiente.

KAOD.

Perdió la posición de play off en la última jornada. Sabor amargo, puesto que prácticamente la tenía asegurada desde hacía meses. Ha ido de más a menos. Se le ha hecho larga la temporada, aunque los de Drama llevan ya varios años afianzados en la división de honor. Otro equipo cuyo rendimiento depende excesivamente de lo que hagan los americanos. Me preocupa que haya pocos jóvenes nacionales. Papamakarios y Tsaldaris han aportado lo suyo, pero están en 35 tacos.

AENK.


El equipo ha ido claramente de más a menos. En octubre ganó al Olympiacós en Neas Kifisiás y parecía que podía repetir la exitosa campaña anterior, en la que acabó quinto, pero se deshinchó. Coincidiendo con la venta de Michalis Kakiouzis a Chipre y la marcha de Tsaldaris al KAOD a media temporada, el equipo pegó un bajonazo.

Aunque no ha pasado problemas para mantener la categoría, todos esperábamos más. Sin duda, lo más destacable ha sido el año de Dimitris Mavroeidis, que se ha salido. Recuperado para el basket, debería ir a un equipo con mayores aspiraciones. Regresó Panagiotis Vasilopoulos, pero sólo jugó 11 partidos. Su rodilla no da para más.

El AENK ha pagado el mal rendimiento de sus americanos, algunos de los cuales fueron despedidos a mitad de temporada. Se hundió tras perder la semifinal de Copa en casa contra el Patras.

Apollon Patras.

Con el objetivo cumplido de la salvación y sin posibilidades de acceder al play off, se dejó llevar. Centró sus esfuerzos en la Copa y logró llegar a la final. El Apollonas debería siempre aspirar a play off, por historia, plantilla y presupuesto, pero este año se durmió en los laureles. No ha cambiado americanos y han jugado bastante bien, pero a su bola. Bien El Amin, Pen, Galoway y Fitzpatrick, pero juego anárquico. Sin embargo, con el Patras soy optimista porque tiene canteranos que empujan, al contrario de lo que sucede en Neas Kifisiás. Veremos el año que viene.

Insuficiente.

Panaleusiniakós.

No ha podido ser. A pesar de que la plantilla contaba con hombres de experiencia, siempre ha estado al filo de la navaja. Descenso merecido y veremos qué pasa el año que viene. Nicola Markovic se ha multiplicado en ataque, pero ha estado demasiado solo. Tsakaleris, Ioannou, Athanasoulas, etc… son jugadores de segunda unidad que van de un equipo a otro sin quedarse en ninguno. Así es difícil. Americanos de quita y pon que tampoco han ayudado lo que se esperaba.

Panionios.


El descenso de un ilustre. 44 temporadas en primera, el sexto equipo de Grecia, un plantilla no tan mala (Xanthopoulos, Verginis…), afición fiel… Insuficiente. Lo de este año, por lo que significa, merece un post entero.

Básicamente, el mecenas abandonó. A partir de ahí, problemas económicos mil, partidos jugados con juveniles, fichajes que se largan y todo lo que queráis. Imposible cambiar la dinámica de juego y resultados, a pesar de probar con distintos entrenadores y traer nuevos jugadores. Se veía venir desde el principio de la temporada. Desgraciadamente, nadie está dispuesto a arriesgar su dinero. Es posible que el Panionios baje a la tercera o a la cuarta categoría por deudas y deje el profesionalismo. Sigue los pasos de otros clubes que tuvieron su momento y ahora están hundidos: Panellinios, Maroussi, Iraklís… Un pena. ¿Sabéis quién era el entrenador del Panionios hasta 2014? Giannis Sfairopoulos. Y hace dos años tenía a Pappás, Giankovits, Kavvadás, McCollum, etc... Hablaremos sobre el tema en otra entrada.

Jugadores destacados.

Alexandr Vezenkob.

A sus 20 años, el búlgaro ha sido el MVP de la temporada regular, además del mejor joven por tercera temporada consecutiva. Ha sido 4 veces MVP de la jornada. 18,04 puntos y 7,73 rebotes por partido. Segundo máximo reboteador de la liga (201 capturas), cuarto en triples anotados y quinto en faltas recibidas. ¿Dónde irá este verano? ¿Serán capaces de convencerle para que se quede en Salónica? Veremos qué tal le va en el Draft.

Vasilis Spanoulis.

El jefe ha ido de menos a más y llega al momento cumbre de la temporada en plena forma. MVP en dos jornadas consecutivas, ha sido el máximo asistente de la liga (140, 6,09 de media). Además, ha promediado 12,65 puntos. Un secreto: Vasilis es el que más bolas pierde de la liga.

Mohamed Fayé.

Gran temporada del pívot senegalés del AEGEAN Rethimno. Máximo reboteador (221), 12,50 puntos de media por partido y tercer taponador de Grecia (32 chapas). En el apartado estadístico, también es el quinto en tiros libres. Tercero en valoración total. Debería fichar por un equipo o una liga más potente. Lo merece.
 
Pops Mensah-Bonsú.


Aunque llegó con la temporada empezada, ha sido quinto en valoración total. Es el mejor pívot de la liga. 16,33 puntos de media, 7,20 rebotes y 6,40 faltas recibidas. Valoración media: 24,20. Ha sido el MVP tres jornadas. El único interior capaz de pegarse de tú a tú con Dunston o Batista.

Dimistris Mavroeidis.

Tercer máximo anotador de la liga, tercero en rebotes (196), segundo en tiros libres y canastas de dos, además de ser el jugador que más faltas ha arrancado al contrario. Segundo en valoración total por detrás de Vezenkob. Un lacra, segundo en balones perdidos. Casi 14 puntos y más de 7 rebotes por partido. El AENK ha jugado para él, cierto, pero Dimitris podría perfectamente jugar en un grande. Sólo necesita un entrenador que confíe en él.

Karl English.

El mejor triplista del campeonato a pesar de haber llegado tarde. 61 anotados de 142 (42,96%). Más de 15 puntos por partido. Cuarto en pérdidas de balón. Raza blanca, tirador. El nuevo ídolo de los seguidores del AEK. No quieren que se vaya al terminar la temporada.

Mohamed El Amin.

El jugador del Apollonas ha sido el segundo máximo anotador (373 puntos, 14,35 de media), cuarto en tiros libres, quinto en triples y tercero en faltas recibidas. Una pena que el rendimiento del resto del equipo no haya acompañado. A pesar de que se ha mostrado irregular, no creo que dure mucho en Patras.

El nuestro.


Guille Rubio.

Excelente temporada de Guille Rubio, culminada con el MVP de la última jornada, la que dio el paso del Koroivos al play off.

Guille ha jugado 22 partidos, anotando 11,86 puntos de media y cogiendo 6,36 rebotes (14,91 de valoración media). Ha sido el 3º en tiros libres totales (101 anotados de 124, 81,45%) y 4º en faltas recibidas. Un guerrero. Enfrentarse al Olympiacós en unos días, un premio merecidísimo.

Apuntes de última hora sobre el play off.

El AEK pasó por encima del Aris en el segundo partido del play off y colocó el empate a uno en la eliminatoria: 92-54. Era la serie más igualada y todos sabíamos que habría tercer partido, pero 36 puntos de diferencia son demasiados. Suerte tiene el Aris de que en Grecia el factor cancha sí que importa, no como en España. El martes más de 6000 fieles en el Nick Galis Hall empujarán como antaño. La grave lesión de Adebogie, un problema.


El Kolossós derrotó al Panathinaikós (75-73) en Rodas a pesar del partidazo de Mavrokefalidis (32 puntos y 8 rebotes para un total de 40 de valoración) y el trabajo de Batista (28+10 y 36 de valoración). El Prasini habla, simplemente, de “vergüenza”. Gran partido de joven Gianoulis Larentzakis, de 22 años, que anotó 28 puntos, cogió 11 rebotes y sacó 12 faltas. 


Para el PAO, que para llegar a la final primero tendrá que derrotar al PAOK, la peor noticia fue la lesión de Nikos Pappás, que se hizo polvo el menisco. Hoy pasa por el quirófano y estará no menos de 6 meses de baja. Sigue la maldición: Pappás fue renovado en loor de multitud hace menos de un mes y estaba llamado a ser el sucesor de Diamantidis. Además, era uno de los hombres más en forma del equipo.

En el tercer envite, en AEGEAN Rethimno se impuso al PAOK en Creta y fuerza también el tercer partido (65-61). Nadie se podía imaginar que tres de las cuatro series llegarían al tercero y definitivo.

jueves, 6 de noviembre de 2014

El comienzo de una nueva era: la temporada 1988-1989 (I).



Mike Jones y Edgar Jones.


La liga griega evolucionó enormemente en la década de los 80. La aparición de Nikos Galis en el 79 marcó un antes y un después, pero también la presencia de Panagiotis Giannakis, Panagiotis Fasoulas, Fanis Christodoulou, Minas Gekos, Leuteris Kakiousis, Liberis Andritsos, Nikos Filipou y demás. Junto a los griego-americanos y griego-canadienses (David Stergakos, Kirk Vidas, George Papadakos, John Korfas, Tom Kappos, Albert Mallax…), que ayudaron a subir el nivel del campeonato, llegaron los primeros extranjeros. Aunque sólo podían jugar en Europa, muchos se ganaron el cariño del público (Bane Prelevic, Delaney Rudd, David Ancrum...).

Los últimos tres años de la década supusieron un salto hacia arriba extraordinario. Las tardes europeas de los jueves y los derbies de Salónica eran vistos por todo el país, pero fue el Eurobasket de Atenas el que provocó la eclosión definitiva del deporte de la canasta en Grecia. Nunca un torneo supuso tanto. Al margen de la victoria pura y dura, pasando por encima de soviéticos, franceses o yugoslavos, aquello marcó el inicio del boom. Televisiones, prensa, patrocinadores, aficionados y empresarios se volcaron con el baloncesto. Aunque en Atenas se seguían también los calientes clásicos de Salónica y los partidos del Aris en la Copa de Europa, fue la selección la que unió definitivamente a las hinchadas de todos los equipos. Un equipo formado en su mayoría por jugadores del norte que unificó el país, dirigido desde el banquillo por Kostas Politis, del Panathinaikós de toda la vida. Aquel era el equipo de todos.

Greg Wiltjer y Dany Vranes.

El Aris de Galis y Giannakis se clasificó para la primera Final Four en la temporada siguiente, confirmando la buena salud del deporte en Grecia. El baloncesto daba audiencia, salía rentable, era vistoso. Pero el negocio se podía explotar más y mejor.

Fuera de las fronteras, el nivel de los equipos bajaba notablemente. Sólo el Aris cumplía, llegando a las tres primeras Final Four de manera consecutiva. 

Cuatro equipos jugaban la Copa Korac y uno la Recopa. Las plazas solían repartírselas el PAOK, el AEK, el Panathinaikós, el Olympiacós, el Panionios y el Iraklís (más adelante entraría el Peristeri entre los elegidos). Hasta la temporada que nos ocupa, la no presencia de extranjeros en las competiciones domésticas perjudicó en lugar de beneficiar. La mayoría de americanos que llegaba para jugar en Grecia, no jugaba en equipo. Los partidos ligueros se planteaban de manera totalmente diferente a los europeos. Los extranjeros solían hacer muy buenos números con malos porcentajes y no se mezclaban demasiado con el grupo. Su mentalidad era totalmente distinta, porque sólo buscaban ganarse el derecho a volver a la NBA. Jugaban un partido cada quince días -todos los minutos, eso sí- y en cuanto el equipo quedaba eliminado, volvían a su tierra. Los equipos jugaban dos baloncestos distintos, uno entre semana y otro en fin de semana. Uno más rápido y menos defensivo, y otro extremadamente táctico, muy de pizarra y defensas zonales. Había equipos que dependían en exceso del rendimiento de sus extranjeros.

David Ancrum.

Antes de 1988 llegaron a Grecia americanos míticos que lograron hacerse un hueco en el corazón de los aficionados, sobretodo por su espectacularidad (Howard McNeil, David Ancrum, George Wenzell, Alvin Roberts, Bill Varner, Dean Tolson, David Thompson…) pero duraban muy poco porque a veces la trayectoria de los equipos en la Korac se reducía a dos, cuatro, seis u ocho partidos.

Si se quería ser más competitivo en Europa y mejorar el espectáculo, la liga debía permitir la llegada de extranjeros. No olvidemos que desde mediados de los 80 la gente en Grecia empieza a seguir la NBA. ¿Por qué no tentar a jugadores o ex jugadores de la mejor liga del mundo? Negar tal posibilidad era absurdo porque el interés seguía en aumento. 

Remontémonos pues a la temporada 1988-1989: la liga griega da un paso adelante fundamental y permite la incorporación de un extranjero por equipo.

El Aris había logrado el doblete en la temporada 87-88 y había llegado a la primera Final Four. Eran tiempos del llamado Imperio, porque los amarillos de Ioannidis lo ganaban casi todo en Grecia.

El AEK de Atenas perdió la final de la Copa 87-88 por 84-71  contra los tesalonicenses, pero selló su clasificación para la Recopa de Europa de la temporada siguiente.

Los representantes en la Copa Korac serían el PAOK, el Panathinaikós, el Panionios y el Olympiacós.

Vasilis Lanés y Kresimir Cosic.

La posibilidad de traer un extranjero hacía mucho más atractivo todo. Los clubes cruzaron el charco en busca de americanos que pudieran marcar las diferencias. Papel importante aquel verano tuvieron los presidentes de los clubs, quienes estaban dispuestos a gastar dinero y que tenían el poder absoluto de los mismos. Además, la mayoría de los entrenadores conocía el mercado americano por haber vivido allí o haber pasado por algún campus de verano (Newman, Cosic, Giatzoglou, Kyritsis…) Evidentemente, el hecho de que los magnates lo dominaran todo, acabó corrompiéndolos. Nikos Bezirtzís (PAOK), Akis Michailidis (Aris) y Kostas Chaitoglou (Iraklís) eran los padrinos del norte, mientras que en el sur eran Giorgos Koskotás (Olympiacós), Abrahan Movsesián (Panionios), Pablos Giannakópoulos (Panathinaikós) y el recién llegado Makis Psomiadis (AEK) los que movían los hilos. De los citados, más de la mitad acabaron teniendo problemas con la justicia –alguno acabó en la trena- o estuvieron mezclados en asuntos turbios de diversa índole. Como veremos más abajo, hacían y deshacían a su antojo, llegando a actuar en ocasiones como verdaderos mafiosos. A su lado, Ioannidis era una hermanita de la caridad.

Newman y su presidente Nikos Beritzís de celebración.

Sin duda, el verano del 88 fue entretenidísimo en Grecia. 

Al Panathinaikós llegó Edgar Jones, matador del concurso de la NBA de 1984. Fue el primer gran fichaje de la familia Giannakópoulos, que gestionaba las secciones del club verde desde 1987. Pasarían todavía unos años hasta que tomasen las riendas definitivas del club.

Aunque llegó al PAO con 32 años y con las rodillas castigadas, Jones jugó dos grandes temporadas en Atenas. Edgar había jugado en cuatro equipos de la NBA nada menos (New Jersey, Detroit, San Antonio y Cleveland), anotando más de 9 puntos y 4,8 rebotes en 363 partidos. La temporada 87/88 el Helicóptero promedió más de 30 puntos y 9,5 rebotes en el Nyon suizo (en su último partido allí metió 52 tantos). Aterrizó en Grecia el mismo día que Dany Vranes y por las mismas fechas el PAOK anunció el fichaje de Mike Jones. Sorprendentemente, Edgar Jones se adaptó de inmediato, participando ya en algunos amistosos en Turquía. 

Su debut oficial se produjo en el Tafos tou Indoú el 15 de octubre contra el Patras (victoria 114-93 con 23 puntos y 10 rebotes del americano). Mark Petway, la estrella visitante, se fue hasta los 31.

Edgar Jones era un pívot de 2,08 acostumbrado a jugar dentro de la zona. Sin embargo, en Grecia tendió a alejarse del aro cada vez más, convirtiéndose en un triplista nada despreciable. Que las defensas fuesen tan cerradas y, según confiesa él mismo, “que los árbitros griegos no pitasen faltas en la zona”, lo echaron de la pintura.



En la temporada que nos ocupa, el americano anotó 24,1 puntos de media, 11,9 rebotes y 2,1 tapones. Se convirtió en el ídolo de la afición verde a pesar de no conseguir títulos. A parte de sus mates, todos recuerdan su peculiar manera de lanzar los tiros libres, siempre desde una esquina de la línea. Al parecer, tuvo una racha malísima de tiros libres y decidió cambiar el estilo (acabó con un 80%). 

El segundo año hizo mejores números: 27,5 puntos en 28 partidos, 14,5 rebotes y 2 tapones, a pesar de que el nuevo entrenador, Christos Iordanidis, era reacio a que Edgar jugase por fuera. Sin embargo, no corrían buenos tiempos en la entidad y el equipo bajó a la quinta plaza. En la Korac, el PAO quedó eliminado en la segunda fase por el Pallacanestro Varese el primer año, mientras que el segundo fue todavía peor, cayendo a las primeras de cambio contra el Hapoel Holon.

Jones en el Tafos tou Idoú contra el Olympiacós.

Jugó algunos partidos con el Peñas Huesca tras su paso por el Panathinaikós. El Aris lo repescó en la temporada 91/92, ya con 35 años, para sustituir a Walter Berry. Consiguió ganar la Copa de Grecia con los amarillos. Llegó al Imperio demasiado tarde.


Al Panionios llegó Mark Landsberger, jugador de 2,03 que tanto podía jugar de ala-pívot como de cinco pese a su poca estatura. El rubio llegaba con el aureola de haber jugado tres años con los Chicago Bulls, otros tres con los Lakers del show time (1980-1983) y uno con los Atlanta Hawks. Sin duda, compartir cancha con Artis Gillmore, Magic Johnson o Kareem Abdul-Jabbar le marcó muchísimo. 437 partidos con un promedio de 5,6 puntos y 6,1 rebotes por partido fueron el balance de su paso por la NBA, amén de dos títulos, que no está nada mal. Para quien no lo sepa, es uno de los laguneros -el rubio- que intenta parar a Julius Erving en su famosísima canasta a una mano y a aro pasado

Entre 1984 y 1988 dejó la NBA y jugó con el Fulgor Libertas Forli de Italia.

Hacia el final de aquel trepidante verano, las gestiones del presidente Abraham Movsesián dieron sus frutos y se acordó el fichaje. Aunque Landsberger no era tan espectacular como otros y llegó veterano (33 años cumplidos), sus dos anillos de la NBA lo avalaban. Físicamente no estaba en el mejor momento de su carrera, pero conocía el juego como nadie y tenía una capacidad increíble para capturar rebotes. No en vano, mantiene el récord de rebotes en un partido de liga con 31, cogidos contra el Olympiacós el 28 de enero del 89. La temporada siguiente llegó a capturar 34 vistiendo la camiseta del Montecatini Terme en un encuentro contra el Sassari, que también es el récord de aquel país. El pívot dice que para coger un rebote no es tan importante la capacidad de salto como la intuición, la colocación y la posición del cuerpo.

Vlado Djurovic dando instrucciones al pívot.

Landsberger se comportó como un auténtico profesional y todavía hoy habla muy bien de Grecia y de aquella época. Quizás porque como reconoce: “me pagaron bien y al día. Nunca hubo problemas en eso. El único equipo que me escatimó dinero fue el Collado Villalba de España” (allí jugó la temporada 91/92). 

El americano acabó cogiendo 18 rebotes por partido en su única temporada en Grecia. El Panionios logró una meritoria tercera plaza en la liga y en la Copa cayó en cuartos de final contra el AEK. En la Copa Korac, los de Nea Smirni quedaron eliminados en la primera ronda por el Smelt Olimpija, a pesar de ganar en casa por 88-73. En Ljubljana se impusieron los eslovenos por 97-78. En 19 partidos con el Panionios, Mark Landsberger, a parte de los 18 rebotes citados, anotó una media de 18,7 puntos. A pesar de ser un hombre interior, metió 29 triples de 68 intentos.

Portada de la revista Triponto de marzo del 89.

sábado, 1 de noviembre de 2014

El panorama después de tres jornadas.



A destacar.

Aunque sólo se han jugado 3 jornadas de liga y alguna ronda de la Copa, ya ha habido 3 cambios de entrenador en Grecia.

1. El primero, el del Olympiacós, fue el más sorprendente. Bartzokas dimitió tras la incomprensible derrota contra el Panathinaikós en la Copa.

Thanasis Panachatzís.

2. El siguiente en caer fue Thanasis Papachatzís, entrenador del Panionios. Ya comenté aquí que los Panthers han rozado la quiebra este verano. Cuando parecía que las aguas volvían a su cauce, los malos resultados han provocado la destitución de Papachatzís, que llegó al club en el peor momento. Aunque el Panionios ha conseguido fichar decentemente sobre la bocina (Verginis, Korolev, Xanthopoulos…), la durísima derrota contra el Tríkala (60-98) precipitó los acontecimientos. Vangelis Alexandrís debutará en el banquillo rosa este fin de semana.

Giorgos Skarafikas.

3. Giorgos Skarafikas ha sido cesado esta semana a causa de los malos resultados (3 derrotas de 3 partidos, contra el Aris, el Patras y el AENK). Así, el entrenador que subió a la máxima categoría al Paneleusiniakós desde tercera, se queda en el paro. El año pasado el club logró salvar la categoría milagrosamente. Por muchos cambios de entrenador que se hagan, el Panionios y el Paneleusiniakós son los máximos candidatos al descenso, en mi opinión. Lefteris Tsaousidis dirigirá provisionalmente al equipo.

La polémica: varios frentes abiertos.

1. Sigue trayendo cola el partido de Copa entre el Olympiacós y el Panathinaikós que se jugó en el OAKA y que provocó la marcha de Bartzokas. Comunicados absurdos de unos y otros al margen, el Tribunal Deportivo falló sobre el recurso presentado por el Olympiacós por el partido de Copa: a Dimitris Giannakopoulos le han caído 5 meses de sanción sin entrar a recintos deportivos (recordemos que la nueva sanción es por haberse saltado una idéntica de 3 meses). Se la volverá a saltar, huelga decirlo. Además, el tribunal le ha puesto 44.000 euros de multa al PAO porque había gente en el recinto y por incidentes varios. Sin embargo, por los incidentes que se produjeron contra el AEK, como fueron fuera del OAKA, no hubo sanción.

2. El mismo tribunal ha sancionado al PAOK con 4900 euros de multa por los incidentes provocados en Drama contra el KAOD. Viajó un grupo de aficionados bicéfalos y la lió.

Nick Galis Hall 18-10-2014.

3. Sigue trayendo cola también la decisión del Tribunal Deportivo de la semana pasado sobre el derby de Salónica Aris-PAOK que nunca terminó. El Aris deberá jugar 3 partidos a puerta cerrada y pagar nada menos que 17.300 euros de multa por los incidentes. Además, en principio se daba el partido por perdido al Aris (20-0), aunque los amarillos han presentado recurso y está en suspenso. La gente del Aris está indignadísima.

La frente herida del colegiado Anastasopoulos.

Recuerdo que el árbitro paró el partido a falta de 40 segundos para llegar al descanso porque le cayó un rollo de papel en la frente. Pidió que se vaciase el campo para reanudar el choque, cosa que empezó a hacerse, pero al final no se reinició. Los jugadores del PAOK también querían seguir jugando. He estado en partidos Aris-PAOK bastante más calientes que el del otro día, con lanzamientos de papeles y objetos varios incluidos, pero no ha pasado de ahí.

El affaire Markopoulos.

A vueltas con el posible sustituto de Bartzokas, al margen del “interino” Tomic, salieron estos nombres: Djordjevic, Collet, Katsikaris, Sfairopoulos, Fleming y Markopoulos

Soulis Markopoulos.

Los Angelopoulos tantearon a Soulis Markopoulos, entrenador del PAOK, con contrato en vigor hasta 2019. El acuerdo con él era absoluto, pero les pidió que hablaran con el club primero, que era lo correcto. La noticia corrió como la pólvora y algunos aficionaros se agolparon en las oficinas del club para pedir a Prelevic que no lo dejara marchar. Incluso llegaron a acusar a Markopoulos de traidor. Soulis, 61 tacos, al que le llega la oportunidad de ir aun grande cuando ya no se lo esperaba, renuncia por las presiones de cuatro radicales. Dudar del amor que siente Markopoulos por el PAOK merece la horca. Al final el veterano entrenador se quedó en Salónica y todo arreglado.

Milan Tomic.

Creía que mientras Spanoulis siguiera ganando partidos, los Angelopoulos aguantarían Tomic. No debía ser muy agradable ver nombres cada vez que el equipo perdía. Porque volvería a perder y estaríamos en las mismas. Sin embargo, me veo obligado a editar.

4 de los protagonistas de la semana en una foto.

EDITO: Giannis Sfairopoulos es el nuevo entrenador del Olympiacós. Me parece una buena elección, y que Tomic se quede de segundo, también.
El AEK de lifting.

Carl English.

Dolió mucho la derrota tan contundente de la semana pasada contra el Panathinaikós en el OAKA (92-58). Los atenienses se hacen un lifting y echan a varios de sus americanos, y los que siguen están en la picota. De momento, fuera Kyles y Goodridge. Wright podría ser el siguiente. Llega Carl English, que creo que es mejor que los tres juntos. Ya dije que el AEK ha juntado un buen grupo de griegos, pero les falta un líder. Quizás English.

Glyniadakis a Turquía.

El pívot internacional Andreas Glyniadakis ha firmado por el Royal Hali Gaziantep turco que dirige desde el banquillo Jure Zdovc.