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domingo, 17 de mayo de 2015

Temporada 2014-2015: ¿el regreso de los clásicos?




Terminó la liga regular de la temporada 2014-2015 hace menos de una semana y ya se han jugado los dos primeros partidos de tres eliminatorias de play off. Así ha quedado la clasificación final y estos han sido los resultados:

1. Olympiacós de El Pireo: 51
2. Panathinaikós de Atenas: 49
3. PAOK de Salónica: 45
4. Aris de Salónica: 42
5. AEK de Atenas: 41
6. AEGEAN Rethimno de Creta: 40
7. Kolossós H Hotels de Rodas: 39
8. Koroivos de Amaliada: 37
9. KAOD AM Genetics de Drama: 36
10. Apollon Carna de Patras: 36
11. AENK Dimoulas de Atenas: 35
12. Trikala BC Aries de Tríkala: 34
13. Paneleusiniakós de Eleusina, Atenas: 32
14. Panionios de Atenas: 29

Play offs al mejor de tres partidos.

Olympiacós-Koroivos (no ha empezado la serie).
Panathinaikós-Kolossós: 98-71 / Kolossós-Panathinaikós: 75-73 (1-1)
PAOK-Rethimno: 66-59 / Rethimno-PAOK: 65-61 (1-1)
Aris-AEK: 71-69 / AEK-Aris: 92-54 (1-1)

Mis notas.

Sobresaliente.


Olympiacós.
A pesar de un inicio dubitativo, con cambio de entrenador incluido, el Olympiacós ha liderado la clasificación de principio a fin. Sólo ha cosechado una derrota en todo el torneo, contra el AENK en las primeras jornadas. Desde entonces, todo victorias, incluida la última en el OAKA que certificó el primer puesto.

Sfairopoulos ha hecho de este Olympiacós un equipo compacto y difícil de batir. Salvo la marcha de Simons y la llegada de Tsairelis, no ha habido más cambios en el roster. A pesar de tener un ojo puesto en la Euroleague, no se ha dejado sorprender, y eso que Sfairopoulos no ha rotado demasiado a sus hombres. Esperaba más minutos de Kavvadás, Katsivelis y Christodoulou. Será que no se los han ganado. Llegará a la final con ventaja de campo y es el máximo favorito para ganar el trofeo.

PAOK.

Los de Soulis Markopoulos han vuelto a conquistar la tercera plaza. Gran temporada de nuevo pese a los inevitables tropezones y al incordio que supone jugar la Eurocup. Destaco del PAOK que es un equipo sin estridencias. Ha demostrado solidez. De no ser por el triple de Giankovits, se hubiera llevado la Copa de Grecia. Se sobrepuso a la baja de Charalampidis, que se rompió a media temporada (6 meses de baja por rotura de ligamentos), y se afianzó de la mano de los americanos Odum, Carter y Langford. Buen bloque sin grandes estrellas que debería ganar algún partido al PAO en semifinales para seguir avanzando.

Rethimno.

El Rethimno ha mantenido la regularidad del año pasado y también merece el calificativo de sobresaliente. Tiene mérito seguir ahí arriba porque cada verano suele cambiar a sus jugadores extranjeros. Jugadores interesantes: Vincent Counsil y Mohamed Fayé. Tercera temporada del senegalés en Grecia (Íkaros, Paneleusiniakós, Rethimno), que debería permitirle el salto a un equipo más grande.

Koroivos.

Excelente campaña del equipo de Amaliada, que no se ha conformado sólo con salvar la categoría, sino que además se ha metido en los play off. El equipo de Haris Markopoulos, hijo del coach del PAOK, empezó el año muy fuerte y lo pagó a media temporada, con derrotas que hicieron peligrar la salvación, pero el sprint final (4 victorias seguidas) le han permitido adelantar al KAOD en la clasificación sobre la bocina.

Viendo la plantilla y el presupuesto del Koroivos, el octavo puesto lo califico de milagroso. Trabajo, trabajo y trabajo. Tipos duros como Guille Rubio o Rawle Marshall, finos estilistas como Josh Magette y veteranos ilustres como el bosnio Sasha Vasilievic han llevado al equipo del Peloponeso al play off. Equipo pequeño, equipo unido. Jugar contra el Olympiacós, un merecido premio, un homenaje.

Notable.

Aris.


Con la llegada de Dimitris Priftis al banquillo el club se ha estabilizado. Gran campaña de la perla Vezenkob y muy buen rendimiento de los fichajes. Pasalic, en su retorno, ha cumplido como director de juego y ha sido llamado por Ivanovic para la selección, Adebogie se ha ganado la titularidad y ha hecho olvidar a Bochoridis, Naymick ha sido el máximo taponador de la liga y Lamarcus Reed ha dado consistencia al ataque amarillo.

El año pasado el equipo acabó en un decepcionante séptimo puesto, con lo que la cuarta plaza sabe a gloria y abre el camino a las semifinales.

Nikos Laskaris es el nuevo máximo accionista del club y parece estar dispuesto a poner dinero para colocar al Aris donde por historia le toca. La gente está muy esperanzada.

AEK.


Quinto puesto amargo para el AEK, que por momentos parecía aspirar incluso a la tercera plaza. Muchos cambios en el roster con la temporada empezada y el regreso de Sakota al banquillo han acabado por confeccionar una de las mejores plantillas de la liga, las cosas como son. Por eso estaba convencido de que el AEK podía acabar tercero. Karl English como artillero, Mensah-Bonsú como depredador interior, Delinikaitis, Hairston… Nombres conocidos que han rendido a gran altura. Sin embargo, han sido pocas las veces que Sakota ha podido contar con todos sus hombres. Problemas de lesiones.

Tras varias temporadas en segunda, regresar a la división de honor y acabar quinto puede calificarse de notable.

Kolossós.

Quedan lejos los tiempos en los que el objetivo del Kolossós era sólo la salvación. La séptima plaza puede calificarse de notable y volverá a jugar el play off. El trabajo en la zona de Ernest Scot ha sido fundamental, sin menospreciar al resto. Otro equipo sin grandes estrellas que ha basado sus éxitos en cerrar los partidos de casa y mantenerse unido. Si Mike James, MVP de las jornadas 1 y 3, no se hubiera ido al Laboral Kutxa, quién sabe si hubiera peleado por la cuarta plaza.
  
Bien.

Panathinaikós.

El PAO ha acabado segundo de la fase regular, con tres derrotas. Puede subir o bajar nota de aquí al final, pero ayer perdió contra el Kolossós.

El PAO ganó la Copa con muchas dificultades y fue eliminado por el CSKA en la Euroleague. Dusko Ivanovic fue despedido y ahora es Sotiris Manolopoulos el entrenador, que en principio dirigirá al equipo hasta el final de la temporada.

A los verdes parece que les hayan echado una maldición. Desde la victoria en la Copa, positivo de Gist por fumar marihuana (8 meses de sanción), eliminados por el CSKA en Europa, Dusko cesado, derrota en Rodas y lesión grave de Pappás (menisco, 6 meses), por no hablar de las sanciones por comportamiento de los aficionados y de Dimitris Giannakopoulos.

Hasta ahora, un año para olvidar a pesar de la victoria en la Copa. Queda la liga. Nadie duda que los verdes la van a pelear. Ya comenté que no entendía el cese de Ivanovic, que ha dado muchos minutos a los jugadores jóvenes de la plantilla. ¡Lo que le está pasando al PAO este año daría para un culebrón!

Tríkala.

Un bien porque se ha cumplido el objetivo. Con un entrenador joven, Kostas Papazoglou, y Efthimis Rentziás en la dirección técnica, ha hecho lo que ha podido dadas las circunstancias. El presupuesto es el que es. El problema es que el nivel de los jugadores nacionales no es como el de otros equipos. Su éxito se basa en el rendimiento de los extranjeros, destacando el serbio Slaven Cupkovic y los americanos Brian Tracy y Justin Ancrum.

Suficiente.

KAOD.

Perdió la posición de play off en la última jornada. Sabor amargo, puesto que prácticamente la tenía asegurada desde hacía meses. Ha ido de más a menos. Se le ha hecho larga la temporada, aunque los de Drama llevan ya varios años afianzados en la división de honor. Otro equipo cuyo rendimiento depende excesivamente de lo que hagan los americanos. Me preocupa que haya pocos jóvenes nacionales. Papamakarios y Tsaldaris han aportado lo suyo, pero están en 35 tacos.

AENK.


El equipo ha ido claramente de más a menos. En octubre ganó al Olympiacós en Neas Kifisiás y parecía que podía repetir la exitosa campaña anterior, en la que acabó quinto, pero se deshinchó. Coincidiendo con la venta de Michalis Kakiouzis a Chipre y la marcha de Tsaldaris al KAOD a media temporada, el equipo pegó un bajonazo.

Aunque no ha pasado problemas para mantener la categoría, todos esperábamos más. Sin duda, lo más destacable ha sido el año de Dimitris Mavroeidis, que se ha salido. Recuperado para el basket, debería ir a un equipo con mayores aspiraciones. Regresó Panagiotis Vasilopoulos, pero sólo jugó 11 partidos. Su rodilla no da para más.

El AENK ha pagado el mal rendimiento de sus americanos, algunos de los cuales fueron despedidos a mitad de temporada. Se hundió tras perder la semifinal de Copa en casa contra el Patras.

Apollon Patras.

Con el objetivo cumplido de la salvación y sin posibilidades de acceder al play off, se dejó llevar. Centró sus esfuerzos en la Copa y logró llegar a la final. El Apollonas debería siempre aspirar a play off, por historia, plantilla y presupuesto, pero este año se durmió en los laureles. No ha cambiado americanos y han jugado bastante bien, pero a su bola. Bien El Amin, Pen, Galoway y Fitzpatrick, pero juego anárquico. Sin embargo, con el Patras soy optimista porque tiene canteranos que empujan, al contrario de lo que sucede en Neas Kifisiás. Veremos el año que viene.

Insuficiente.

Panaleusiniakós.

No ha podido ser. A pesar de que la plantilla contaba con hombres de experiencia, siempre ha estado al filo de la navaja. Descenso merecido y veremos qué pasa el año que viene. Nicola Markovic se ha multiplicado en ataque, pero ha estado demasiado solo. Tsakaleris, Ioannou, Athanasoulas, etc… son jugadores de segunda unidad que van de un equipo a otro sin quedarse en ninguno. Así es difícil. Americanos de quita y pon que tampoco han ayudado lo que se esperaba.

Panionios.


El descenso de un ilustre. 44 temporadas en primera, el sexto equipo de Grecia, un plantilla no tan mala (Xanthopoulos, Verginis…), afición fiel… Insuficiente. Lo de este año, por lo que significa, merece un post entero.

Básicamente, el mecenas abandonó. A partir de ahí, problemas económicos mil, partidos jugados con juveniles, fichajes que se largan y todo lo que queráis. Imposible cambiar la dinámica de juego y resultados, a pesar de probar con distintos entrenadores y traer nuevos jugadores. Se veía venir desde el principio de la temporada. Desgraciadamente, nadie está dispuesto a arriesgar su dinero. Es posible que el Panionios baje a la tercera o a la cuarta categoría por deudas y deje el profesionalismo. Sigue los pasos de otros clubes que tuvieron su momento y ahora están hundidos: Panellinios, Maroussi, Iraklís… Un pena. ¿Sabéis quién era el entrenador del Panionios hasta 2014? Giannis Sfairopoulos. Y hace dos años tenía a Pappás, Giankovits, Kavvadás, McCollum, etc... Hablaremos sobre el tema en otra entrada.

Jugadores destacados.

Alexandr Vezenkob.

A sus 20 años, el búlgaro ha sido el MVP de la temporada regular, además del mejor joven por tercera temporada consecutiva. Ha sido 4 veces MVP de la jornada. 18,04 puntos y 7,73 rebotes por partido. Segundo máximo reboteador de la liga (201 capturas), cuarto en triples anotados y quinto en faltas recibidas. ¿Dónde irá este verano? ¿Serán capaces de convencerle para que se quede en Salónica? Veremos qué tal le va en el Draft.

Vasilis Spanoulis.

El jefe ha ido de menos a más y llega al momento cumbre de la temporada en plena forma. MVP en dos jornadas consecutivas, ha sido el máximo asistente de la liga (140, 6,09 de media). Además, ha promediado 12,65 puntos. Un secreto: Vasilis es el que más bolas pierde de la liga.

Mohamed Fayé.

Gran temporada del pívot senegalés del AEGEAN Rethimno. Máximo reboteador (221), 12,50 puntos de media por partido y tercer taponador de Grecia (32 chapas). En el apartado estadístico, también es el quinto en tiros libres. Tercero en valoración total. Debería fichar por un equipo o una liga más potente. Lo merece.
 
Pops Mensah-Bonsú.


Aunque llegó con la temporada empezada, ha sido quinto en valoración total. Es el mejor pívot de la liga. 16,33 puntos de media, 7,20 rebotes y 6,40 faltas recibidas. Valoración media: 24,20. Ha sido el MVP tres jornadas. El único interior capaz de pegarse de tú a tú con Dunston o Batista.

Dimistris Mavroeidis.

Tercer máximo anotador de la liga, tercero en rebotes (196), segundo en tiros libres y canastas de dos, además de ser el jugador que más faltas ha arrancado al contrario. Segundo en valoración total por detrás de Vezenkob. Un lacra, segundo en balones perdidos. Casi 14 puntos y más de 7 rebotes por partido. El AENK ha jugado para él, cierto, pero Dimitris podría perfectamente jugar en un grande. Sólo necesita un entrenador que confíe en él.

Karl English.

El mejor triplista del campeonato a pesar de haber llegado tarde. 61 anotados de 142 (42,96%). Más de 15 puntos por partido. Cuarto en pérdidas de balón. Raza blanca, tirador. El nuevo ídolo de los seguidores del AEK. No quieren que se vaya al terminar la temporada.

Mohamed El Amin.

El jugador del Apollonas ha sido el segundo máximo anotador (373 puntos, 14,35 de media), cuarto en tiros libres, quinto en triples y tercero en faltas recibidas. Una pena que el rendimiento del resto del equipo no haya acompañado. A pesar de que se ha mostrado irregular, no creo que dure mucho en Patras.

El nuestro.


Guille Rubio.

Excelente temporada de Guille Rubio, culminada con el MVP de la última jornada, la que dio el paso del Koroivos al play off.

Guille ha jugado 22 partidos, anotando 11,86 puntos de media y cogiendo 6,36 rebotes (14,91 de valoración media). Ha sido el 3º en tiros libres totales (101 anotados de 124, 81,45%) y 4º en faltas recibidas. Un guerrero. Enfrentarse al Olympiacós en unos días, un premio merecidísimo.

Apuntes de última hora sobre el play off.

El AEK pasó por encima del Aris en el segundo partido del play off y colocó el empate a uno en la eliminatoria: 92-54. Era la serie más igualada y todos sabíamos que habría tercer partido, pero 36 puntos de diferencia son demasiados. Suerte tiene el Aris de que en Grecia el factor cancha sí que importa, no como en España. El martes más de 6000 fieles en el Nick Galis Hall empujarán como antaño. La grave lesión de Adebogie, un problema.


El Kolossós derrotó al Panathinaikós (75-73) en Rodas a pesar del partidazo de Mavrokefalidis (32 puntos y 8 rebotes para un total de 40 de valoración) y el trabajo de Batista (28+10 y 36 de valoración). El Prasini habla, simplemente, de “vergüenza”. Gran partido de joven Gianoulis Larentzakis, de 22 años, que anotó 28 puntos, cogió 11 rebotes y sacó 12 faltas. 


Para el PAO, que para llegar a la final primero tendrá que derrotar al PAOK, la peor noticia fue la lesión de Nikos Pappás, que se hizo polvo el menisco. Hoy pasa por el quirófano y estará no menos de 6 meses de baja. Sigue la maldición: Pappás fue renovado en loor de multitud hace menos de un mes y estaba llamado a ser el sucesor de Diamantidis. Además, era uno de los hombres más en forma del equipo.

En el tercer envite, en AEGEAN Rethimno se impuso al PAOK en Creta y fuerza también el tercer partido (65-61). Nadie se podía imaginar que tres de las cuatro series llegarían al tercero y definitivo.

viernes, 13 de marzo de 2015

La Copa de los horrores.

El mate de Esteban Batista marcó el inicio de la Copa 2013-2014.



¿Es la Copa de Grecia el torneo más patético de Europa?

Cada año repiten la misma aseveración: “hemos tocado fondo”. “Peor no se pueden hacer las cosas”, aseguran. Pues no. Las cosas siempre pueden ir a peor. Siempre.

La Copa de Grecia de baloncesto –la de fútbol también, pero aquí no toca- nos recuerda año tras año que no hay en Europa una competición más patética.

Partiendo de un formato penoso, sin partidos de ida y vuelta –de recuperar el formato antiguo con Final Four ni soñarlo- y con sorteos sospechosos, las eliminatorias nadie sabe muy bien cuando se juegan. Algunos equipos empiezan a jugar en dieciseisavos, otros en octavos y los más fuertes en cuartos. O algo así, vaya.

Este año el esperpento ha alcanzado cuotas de surrealismo inimaginables.

¿Por qué se ha llegado a esta situación? ¿Quiénes son los culpables?

Yo lo tengo claro: los principales culpables del desaguisado son los aficionados del Panathinaikos y del Olympiacos. Tampoco están exentos de responsabilidad los dirigentes de ambos clubes, echando siempre más leña al fuego, y la Federación, que lleva demasiados años mirando hacia otro lado.

La Copa se ha ido modificando en función del comportamiento de las dos hinchadas, así de claro.

Que es una competición herida de muerte desde hace años, lo saben todos.

Lo único que podía hacer atractiva la Copa era una final Panathinaikos-Olympiacos, y por ello amañaron los sorteos. Digo “amaño” –con todas las letras-, porque es lo que dicen los propios griegos. No es normal que entre la temporada 2007-2008 y la 2012-2013 (6 veces seguidas) las caprichosas bolas nos hayan conducido al mismo enfrentamiento. Con ello, convirtieron la Copa en un torneo de usar y tirar, comida basura.     

Por culpa de los constantes problemas con los violentos, la Federación trasladó la final al Hellinikó, un señor pabellón que casi no se utiliza y que se construyó para los Juegos Olímpicos de Atenas. Ni por esas. Las peleas entre ultras continuaron. Los enfrentamientos se producían antes, durante y después de las finales. Ni siquiera dejar el campo semivacío –sólo se llenaban las esquinas- evitaba el lanzamiento de bengalas y sillas.

Las imágenes  de la final de la temporada 2012-2013 dieron la vuelta al mundo: una bengala impactó en la cabeza de Kyle Hines y aficionados de los dos equipos invadieron la pista. Al día siguiente, los titulares de siempre.  

No se sabe si en la temporada 2013-2014 amañaron el sorteo para evitar precisamente la final de siempre y así los altercados, pero el caso es que PAO y Olympiacos se cruzaron en la semifinal. Los verdes se impusieron en el OAKA, proclamándose campeones oficiosos del título.

Sobre la pantomima de la final del año pasado, ya escribí esto. En lugar de poner la final a medio camino entre Atenas y Salónica, la Federación mandó jugar en Creta. Evidentemente, más del 90% de los aficionados “neutrales” apoyó al Panathinaikós. Un puñado de valientes seguidores amarillos voló desde Salónica o llegó a Creta en barco. En el pabellón sólo había globos verdes preparados para cuando el PAO ganase. Eso sí, se evitó cualquier tipo de enfrentamiento violento entre hinchadas. Café descafeinado.

Como el experimento “salió bien” –no hubo violencia-, decidieron repetir esta temporada. Esta vez, sin embargo, el sorteo deparó el cruce de colosos en cuartos.

El Panathinaikos ganó al Olympiacos gracias a un mate de Batista en el último segundo, con lo que los verdes se adjudicaban oficiosamente el primer título de la temporada nada más empezar.

El choque trajo cola. Los visitantes dominaron casi todo el partido, pero volvieron a desafinar en los últimos minutos. Los aficionados del Pireo cargaron contra sus jugadores y fueron a esperarlos al pabellón para increparles. Bartzokas abandonó el banquillo rojillo y fue sustituido por Milan Tomic de manera interina. Sin embargo, el esperpento no había hecho más que empezar.

El Olympiacós recurrió el partido y ganó en los despachos… hasta que el PAO presentó otro recurso y el tribunal competente acabó dándole la razón.

La Copa personifica una situación cansina, triste y agotadora: por un lado, los dos cocos enredados en sus cosas, y por otro, el resto de equipos.

El PAO-Olympiacos debería haberse jugado a puerta cerrada, porque, para variar, el equipo del trébol arrastraba una sanción de la final liguera de la temporada anterior. Había público en la zona de la tribuna, incluido Dimitris Giannakopoulos, que había sido sancionado con 3 meses sin entrar en recintos deportivos. Se saltó la ley a la torera, como tantas otras veces.

Mientras ambas directivas presentaban recursos y publicaban comunicados, la competición seguía por el otro lado del cuadro. El Apollonas Patras sorprendía al AE Neas Kifisiás en su casa (73-75) y se metía en la final 18 años después.

Cuando parecía que el Olympiacos iba a ser el rival del PAOK en la otra semifinal, el tribunal competente dio por bueno el recurso del PAO y falló a favor de los verdes. Un triple sobre la bocina de Vladimiros Giankovits dio la victoriaal Panathinaikos (68-71) y clasificó a los de Ivanovic para la final.

Por lo tanto, la Copa de este año la ganará el PAO –salvo sorpresa mayúscula- con sangre, sudor, lágrimas, recursos, un “mate uruguayo” y un triple salvador. En lugar de levantar el título en marzo, como estaba previsto, lo hará en abril, y en lugar de hacerlo en una pista neutral, lo hará en su casa.

Lo de la elección de la sede de la final ha puesto el colofón perfecto a un torneo de risa.
La Federación quería llevar de nuevo la final a Creta, pero tanto el PAO como el Patras se mostraron reticentes. ¡Es más, pretendían que la final se jugase en su pabellón! ¿No hay más pabellones en toda Grecia?

La Federación se lavó las manos y optó por la decisión salomónica de sortear la sede entre Patras y Atenas, ahí es nada.

Es la propia organizadora del torneo la que este año acaba decidiendo que la final no se juegue en campo neutral, al contrario que el año pasado, cuando tampoco el PAO y el Aris estaban de acuerdo en viajar a Creta pero tuvieron que tragar.

Una bolita y una mano inocente decidieron, para sonrojo de periodistas, directivos, jugadores y aficionados al baloncesto en general. Lamentable. La final se jugará en el OAKA el 5 de abril, supongo que con aficionados de los dos equipos en el pabellón, o a lo mejor no, que en Grecia nunca se sabe.