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miércoles, 2 de diciembre de 2015

El Aris de los récords (II).

Plantilla que repitió el doblete y se metió en la primera Final Four (1987-1988).

La temporada 1987-1988 siguió el guión de la anterior. El Aris terminó la fase regular con pleno de victorias, 18. Nikos Galis fue de nuevo el máximo anotador con 650 puntos y un promedio de 36,1. Tres victorias más en los play off nos dan un total de 21.

No he podido encontrar todos los resultados. Algunos son los siguientes: Aris-AEK 87-103 y 124-90; Aris-PAOK 66-78 y 86-80.

Play offs:
Aris-Apollonas Patras 114-73 (2-0)
Aris-AEK 104-73 (3-0)
Aris-PAOK 100-85 (3-0)

Los de Ioannidis repitieron doblete. En total sumaron 25 victorias y 0 derrotas en Grecia.

Victoria contra el Pau Orthez (92-86).

En Europa, el Aris se metió en la primera Final Four de la historia. Fue el Barcelona el que rompió la imbatibilidad en casa del equipo griego. Aunque los de Salónica vencieron en el Palau (88-89), los de Aíto García Reneses ganaron con autoridad en el Alexandrio (93-107). Era la primera derrota amarilla en casa en tres años. Aquel año mordieron el polvo rivales de la entidad del Partizán (96-87), del Tracer (120-95) y del Maccabbi (93-77), que fueron los equipos clasificados junto al Aris para la Final Four de Gante.

De nuevo el Tracer de Milán dejó fuera de la máxima competición europea al equipo de Salónica (82-87), que también perdió el partido por el tercer puesto. 

Quinteto final de Copa contra el AEK en el SEF: Subotic, Misounov, Galis, Giannakis, Filipou.

En la temporada 1988-1989 el Aris volvió a ganar el doblete, pero se cortó la racha en la liga. En la cuarta jornada, el 5 de noviembre de 1988, el PAOK se impuso por 81-78 en un derby liguero que no jugó Giannakis por mantener una disputa con la directiva. Más de tres años y medio sin perder en liga quedaban rotos. Sin embargo, el Imperio Amarillo estaba lejos de deshacerse.

En la fase regular de la liga, el Aris acabó con 17 victorias y una sola derrota. Nikos Galis de nuevo se proclamó máximo anotador del campeonato (37,1 puntos de media).

Algunos de los reusltados fueron: Aris-Olympiacós 73-92 y 114-79; Aris-Panionios 74-82 y 98-83; Aris-PAOK 78-81 y 87-88.

Play offs:
Aris-Olympiacós 94-74 (3-0)
Aris-Panionios 86-69 (3-0)
Aris-PAOK 89-84 y 75-87 (3-1)

Total: 21 victorias y 1 derrota. En la Copa, el Aris perdió en Atenas contra el Panathinaikós por 92-89 el primer año en el que había eliminatorias de ida y vuelta. Los del trébol se negaron a jugar en Salónica y el Aris se metió en la final sin jugar, puesto que le dieron por ganado el partido por 20-0. Por lo tanto, si contamos el 20-0 como victoria, el balance en Grecia de los amarillos fue de 26 victorias y 2 derrotas.


En Europa, el Aris no hizo una buena campaña, aunque logró meterse nuevamente en la Final Four. Ganó 8 partidos y perdió 6. En Salónica sólo logró ganar el Maccabi. Cayeron tanto el Barça como la Jugoplástika. Fuera de casa el equipo bajaba muchos enteros. Los únicos triunfos se consiguieron en Moscú contra el CSKA y en los Países Bajos contra el Nashua Den Bosch.

El Maccabi ganó a los griegos en Múnich en la primera semifinal de la Copa de Europa y estos derrotaron al Barcelona en el partido por el tercer puesto.

El total de toda la temporada fue de 35 victorias y 9 derrotas, 7 fuera de casa y 2 en el Alexandrio.

En 5 temporadas el Aris logró en la liga 114 victorias y 2 derrotas, una auténtica barbaridad. Pero no nos detengamos aquí. Sigamos y sumemos.

El Aris siguió con su dinastía particular la temporada 1989-1990, aunque ya no machacó a sus rivales como en los años anteriores. Es más, el PAOK terminó la fase regular en primer lugar con 20 victorias y 2 derrotas. El Aris acabó segundo con 19 y 3.

Celebración del triunfo de Copa contra el PAOK (75-62). Cuarto doblete consecutivo.

El nuevo formato de play off benefició ligeramente a los amarillos de Salónica, que acabaron por llevarse el título de manera ajustada (balance de 10-2 en la liguilla final). Galis fue el máximo anotador por décima vez consecutiva, anotando 893 puntos en los 22 partidos de la fase regular. En la liga el Aris acabó con 24 victorias y 4 derrotas, mientras que el PAOK se quedó en segunda posición con 22 y 6.

Giannakis y Epi en Zaragoza.

En la Copa de Europa, el equipo se volvió a clasificar para la Final Four. Como en la temporada anterior, el Aris ganó los dos partidos de la previa y luego 8 en la fase regular. Sumó 6 derrotas, 2 en casa y 4 fuera. A pesar de seguir siendo una de las pistas más calientes de Europa, el Alexandrio vio los triunfos del Barça (94-100) y de la Jugoplástika (79-80). Los amarillos compensaron estos tropiezos con un triunfo vital en Split (85-89). El Barcelona se deshizo de los griegos en la semifinal de Zaragoza (104-83) y luego el Limoges ganó el partido por el tercer puesto (103-91). El balance total de victorias derrotas en la Copa de Europa fue de 10-8.

Plantilla que consiguió la última liga del Imperio (1990-1991).

El Aris ganó la última liga del Imperio en la temporada 1990-1991. Dominó la fase regular junto al PAOK y ambos terminaron con un balance de 20 victorias y 2 derrotas. No obstante, los de Ioannidis fueron primeros porque ganaron los dos partidos “fratricidas”.

Las dos derrotas fueron contra el Panionios (89-84) y contra el AEK (92-90). Galis fue el máximo encestador por undécima temporada consecutiva. Metió 813 puntos, con un promedio de 36,95.

Play off:

Aris-Iraklís 112-92 (2-0)
Aris-PAOK 79-84, 65-74, 86-85, 81-80.

El PAOK le infligió al Aris dos nuevas derrotas antes de que los amarillos ganasen los dos últimos choques. En total, el Aris terminó la liga con 23 victorias y 4 derrotas (137 victorias y 9 derrotas entre 1984 y 1991).

En Europa, el Aris siguió con la preocupante dinámica descendente de la temporada anterior. Aunque en Salónica sólo perdió contra el Barcelona en el famoso partido del apagón (93-110), fuera de Grecia sumó una única victoria en la pista del Limoges. Además de caer en Inglaterra contra el Kingston y en Alemania contra el Bayer 04, fue apalizado en Barcelona (90-56) y en Split (93-63). También perdió en Tel Aviv contra el Maccabi y en Pésaro contra el Scavolini. Acabó a una victoria del Maccabi, que marcaba el pase a la Final Four.

El Imperio prácticamente concluía el 8 de mayo de 1991 con las dos remontadas finales contra el PAOK. Todavía llegaría la Copa de 1992, pero ya no habría más ligas. Fueron 7 ligas, 3 de las cuales sin conocer la derrota y 2 con una sola.

La liga de la temporada 1991-1992 la ganó el PAOK de Ivkovic. El Aris acabó en tercera posición con un balance de 18 victorias y 4 derrotas. Perdió en El Pireo 65-59, contra el PAOK 96-99, contra el AEK 71-68 y contra el Iraklís 99-89. En el play off perdió otro partido en El Pireo y dos enfrentamientos contra el PAOK.

En la Copa de Europa quedó muy lejos de la clasificación, terminando con un triste balance de 3 victorias y 11 derrotas. Su grupo fue dominado por el Joventut y por el Estudiantes, que ganaron en Grecia como también lo hicieron otros.

Por último, veamos las Copas del Imperio Amarillo.

Copa 1984-1985 (Campeón).


Apollon Kalamaria–Aris 44-86
Aris-Olympiacós 86-67
Aris-Panionios 97-83
Aris-Sporting 124-81
Final: Aris-Panathinaikós 86-70

Copa 1985-1986 (eliminado en la semifinal).

Larisa-Aris 67-95
Aris-Komotiní 135-45
Aris-Ionikós 119-74
Semifinal: Panathinaikós-Aris 87-84

Copa 1986-1987 (Campeón).


Iraklís-Aris 95-109
Aris-MENT 123-84
Peristeri-Aris 83-100
Olympiacós-Aris 71-95
Final: Aris-Panellinios 110-70

Copa 1987-1988 (Campeón).


Aris-Iraklís 98-74
Aris-PAOK 102-93
Aris-Panionios 90-75
Final: Aris-AEK 84-71

Copa 1988-1989 (Campeón).


Apolonas Patras-Aris 85-92
Ionikos Nicea-Aris 80-121 y 120-66
Panathinaikos-Aris 92-89 y 20-0
Final: Aris-PAOK 91-86

Copa 1989-1990 (Campeón).


Aris-Olympiacós 110-80
Aris-Peristeri 99-84
Aris-Papagou 103-76
Aris-PAOK 75-62

Copa 1990-1991 (eliminado en cuartos de final).

Aris-Pakgrati 20-0
Cuartos de final: AEK-Aris 89-79

El AEK de Atenas derrotó al Aris en los cuartos de final de la Copa de aquella temporada, evitando así un posible quinto triunfo consecutivo.

Copa 1991-1992 (Campeón).




Étnicos Pireaus – Aris 94-124
Aris-Olympiacós 121-95
Panathinaikós-Aris 76-86
Final: Aris-AEK 74-62 


El Aris acabó ganando 7 ligas y 6 Copas entre 1984 y 1992.

El Aris de los récords (I).

Quinteto de la temporada 1984-1985: Filipou, Kokkolakis, Giannakis, Galis y Romanidis.

La tarde del 24 de noviembre de 1984 el Aris y el Panionios se enfrentan en Nea Smirni en uno de los duelos más interesantes del campeonato. A los de Salónica se les atraganta la zona mixta planteada por Makis Dentrinos, que trata de cansar a Galis cambiando de defensor. Sin embargo, el pívot Dimitris Kokolakis pone por delante a los amarillos (65-67) y Galis sentencia con dos tiros libres (65-69).

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No obstante, una concatenación de errores arbitrales de lo más sorprendente, provoca el enfado de los locales y de la afición. El Panionios presenta un recurso para impugnar el resultado. Dicen que Ioannidis era consciente, pese a haber ganado el choque, que posiblemente el partido se tendría que repetir.

El festival de los árbitros había comenzado cuando quedaban 7 minutos para el final. Con 54-57 le señalaron una falta a Giannakis sobre Missas, que acabó siendo anotada a Filipou. El pívot, que había taponado el tiro de Missas tras la falta de Giannakis, fue expulsado porque los colegiados se equivocaron de hombre. Además, los árbitros, que en principio habían dado dos tiros libres a Missas, acabaron concediéndole sólo uno. Cosas verdes...

Intercambio de opiniones entre Makis Dentrinos y Ioannidis.

Se produjo una trifulca en la mesa y los árbitros creyeron que Missas había fallado el primer tiro libre, cuando ni siquiera lo había tirado. El lío padre. Los jueces mandaron seguir pese a las protestas locales y al pollo que había organizado en la mesa.

El Panionios tenía toda la razón en sus protestas. Deberían haberle dado dos tiros libres o un dos más uno, en caso de considerar que el tapón de Filipou era ilegal. Para más inri, uno de los colegiados apuntó en la llave de los tiros libres de Missas que había fallado ambos. Asombroso, puesto que el crack del Panionios sólo había tirado uno y lo había metido. No dieron ni una. Sin el instant replay, ni cámaras, ni nada que se le parezca, imaginaos lo que debía ser aquello.

Suerte que en la grada se hallaba el Secretario General de la Federación y algún otro jefazo de la competición y pudieron dar fe de lo ocurrido. Uno de los árbitros reconoció su error garrafal y la reclamación de los locales fue atendida. El partido se tendría que repetir.

Como en Grecia los recursos tardaban mucho en resolverse, la Federación fechó la repetición del partido tres meses y medio después de aquel “combate nulo”. Con la liga ya resuelta, nada hacía pensar que el partido acabaría siendo histórico.

Así, el 2 de marzo de 1985, los dos equipos se volvieron a enfrentar en el mismo escenario, esta vez con otros árbitros y sin Filipou, lesionado. El Aris seguía invicto y apiraba a hacer el pleno.

Los primeros 40 minutos terminaron con empate a 68 y la primera prórroga con empate a 74, tras una canasta de Romanidis. En la segunda prórroga, un triple de Gásparis y una canasta en suspensión de Missas volteaban el marcador y colocaban el 84-82 definitivo. El Panionios salía victorioso de un partido épico que marcaba el inicio de una increíble racha del Aris de 80 partidos sin perder en liga.

Por el Panionios anotaron Missas (26), Gásparis (7), Fanis Christodoulou (10), Linardos (8), Fossés (25) y Karaiskos (8), mientras que por el Aris lo hicieron Giannakis (14), Galis (31), Romanidis (15), Stamatis (4), Kokalis (10), Doxakis (10) y Paramanidis (2).

Una semana después, el Aris derrotó al Panionios con claridad en el Alexandrio por 97-80, en lo que sería la primera de las 80 victorias consecutivas en liga. La armada de Ioannidis estaría sin perder en el campeonato desde el 2 de marzo de 1985 hasta el 5 de noviembre de 1988.

No convendría olvidar que la derrota en Nea Smirni fue la única de los de Salónica en Grecia aquella temporada, puesto que hicieron el doblete. En la Copa Korac ganó todos los partidos que disputó en el Alexandrio, pero sufrió cuatro derrotas fuera del país. Cayó en las pistas del Zadar, del Livorno, del Cajamadrid y del Varese.

Nikos Galis acabó como máximo anotador en la liga con 891 puntos y un promedio de 34,2.

El Aris de la temporada 1985-1986 ganó la liga pasando por encima de todos sus rivales. Loa amarillos sumaban una exhibición tras otra. De los 26 triunfos conseguidos, en 16 pasó de 100 puntos. Las palizas más destacadas fueron un 153-62 al Near Est y un 128-42 al Kalamariá. No he logrado encontrar todos los resultados. A parte de los dos marcadores citados, el Aris ganó al Panionios 91-67 en Salónica y 82-92 en Nea Smirni, mientras que en el derby tesalonicense derrotó al PAOK por 77-71 y por 58-69.

Plantilla de la temporada 1985-1986 con extranjeros.
  
A pesar de la notable superioridad y de que los partidos quedaban decididos pronto, Galis y Giannakis jugaban y jugaban. Los de Ioannidis llegaron a abusar de algunos rivales sin compasión.

El Aris llegó a tener más popularidad que los equipos de fútbol de entonces. Cuando bajaba a Atenas, se acumulaban los reporteros en las puertas del hotel para conseguir algunas palabras de los protagonistas, aunque fueran pocas. Se habían convertido en verdaderas estrellas.

Se empezaron a conocer las famosas manías de Ioannidis y sus neuras, que no hacían otra cosa que engrandecer el mito. Que si todo el mundo debía sentarse siempre en el mismo sitio en el autobús, que si fumaba una marca de cigarrillos concreta y no podía ser otra, que si tenía un mechero de la suerte…

En una de sus muchas entrevistas, Ioannidis cogió al periodista Vasilis Skountís, que seguía al PAO de balompié, y le recomendó que dejara de seguir al fútbol por el baloncesto. El Rubio sabía que el baloncesto iría hacia arriba con aquel equipo y que toda Grecia hablaría del mismo al poco tiempo, como así fue.

Aquella temporada el Olympiacós acabó segundo con 20 victorias y 6 derrotas. El Aris terminó invicto, repitiendo la hazaña del Olympiacós de 1976. Nikos Galis fue el máximo anotador con 936 puntos (jugó 24 partidos) y un promedio escandaloso de 39 tantos.

El Limoges se cruzó en el camino europeo del Aris y lo eliminó en la segunda ronda de la Copa de Europa a pesar de que en Salónica los griegos se impusieron por 89-81 (105-87 en la vuelta). Tampoco las cosas fueron bien en la Copa. El Panathinaikós eliminó al Aris en la semifinal (87-84) y evitó el doblete.

En resumen, el Aris acabó la temporada 85-86 con una derrota en Francia y otra en Atenas. El resto fueron todo victorias. El Emperador sumaba su segunda temporada seguida sin perder en Salónica.

Plantilla del doblete que no conoció la derrota (1986-1987).

La temporada 1986-1987, primera con play off, terminó con un balance de 21 victorias y 0 derrotas (18 en liga regular y 3 en play off). Seguramente hubieran sido más, pero como los enfrentamientos de la fase regular del campeonato contaban en los play off, la competición “se quedó corta”.

Estos fueron los resultados de la liga regular.

Aris-PAOK 81-67 y 77-86
Aris-Panionios 133-78 y 80-100
Aris-Iraklís 90-66 y 80-121
Aris-Panathinaikós 94-73 y 73-74
Aris-Olympiacós 112-89 y 68-83
Aris-AEK 128-84 y 94-104
Aris-Apolonas Patras 135-84 y 91-121
Aris-Ilysiakós 117-77 y 80-118
Aris-Ionikós Nikea 153-64 y 107-124

Y estos fueron los de los play offs.
Aris-Ilysiakós 135-63 (3-0)
Aris-Panathinaikós 68-67 (3-0)
Aris-Panionios 129-81 (3-0)

Total: 21-0. El Aris pasó de 100 en 14 partidos y de 120 en 9. El Panathinaikós fue el equipo que más difícil se lo puso a los de Salónica (73-74 en el Tafos tou Indoú y 68-67 en el play off). Con todo, el PAO acabó la temporada en cuarta posición con más derrotas que victorias. Galis se proclamó máximo anotador por séptima temporada consecutiva. En los 18 partidos de la liga regular metió 718 puntos (39,9 de media).

Los tesalonicenses ganaron también la Copa. Por primera vez en la historia, un equipo hacía el pleno en las dos competiciones.

En la Copa de Europa, el Aris escribió aquel año la página más negra de su historia. En el Alexandrio humilló al Tracer de Milán por 98-67, pero en la vuelta los italianos trituraron a los de Ioannidis (83-49). Una de las victorias más brillantes de su historia combinada con la peor y más lamentable derrota. Para colmo, el equipo de Milán acabaría proclamándose campeón de Europa.

Galis y Barlow.

La temporada 86-87 acabó con 21 victorias en liga, 5 en Copa y 3 en Europa. La derrota en Milán fue la única de toda la temporada. Era la tercera campaña consecutiva sin perder en Salónica.

jueves, 12 de noviembre de 2015

La final de las cabezas rapadas.


La conocida “Final de las cabezas rapadas” tuvo lugar el 18 de abril de 1984 entre el PAOK y el Aris por el título de Copa. Sobre la misma se han hecho reportajes y vídeos que la mantienen viva. Recordemos cómo fue aquello.

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En la temporada 83-84 el Aris de Salónica aspiraba a conquistar el título de liga por segundo año consecutivo y a ganar su primera Copa de Grecia. El PAOK, por su parte, era la alternativa al poder en años de dominio amarillo (Aris) y verde (Panathinaikós).

Los de Giannis Ioannidis, siempre comandados por Nikos Galis, mantenían el bloque de la temporada anterior, con el fino Nikos Filipou en la posición de cuatro, el rocoso Vassilis Paramanidis debajo, el jovencito Michalis Romanidis de alero, Giorgos Doxakis como director de orquestra, Petros Stamatis de pívot, etcétera.

Para defender con garantías el título liguero y optar al resto de trofeos, el Aris había fichado a Dimitris Kokolakis, mítico pívot del Panathinaikós de 2,15 centímetros. Internacional en todas las categorías, había ganado 9 ligas y 3 copas con los verdes entre 1971 y 1983. Un refuerzo necesario para la pintura. Su veteranía -33 años- no fue ningún obstáculo y no tardó en ganarse un puesto en el quinteto titular.

El PAOK cambió de entrenador durante el verano. El histórico Theodoros Rodopoulos dejó su sitio a Harry Pappas, que sería sustituido a mitad de temporada por Faidonas Matthaiou, el Patriarca del baloncesto griego. Glosaré la figura de Matthaiou en futuros posts. Aunque llegó como interino y no siguió la temporada siguiente, dejó huella en el club y en los jugadores que entrenó.

La plantilla seguía siendo casi la misma que en la temporada 82-83, en la que el PAOK había conquistado la tercera plaza, con Vangelis Alexandrís en el puesto de base, el capitán Giannis Politis de alero, los hermanos Zacharías y Manthos Katsoulis, el imberbe y espigado Panagiotis Fasoulas, etcétera.


Si el Aris se había reforzado con un pívot, Kokolakis, el PAOK lo hizo con un alero, Nikos Stavropoulos. Magic Stavropoulos podía jugar tanto de uno como de dos o de tres. Era muy fuerte, medía 1,96, tenía buena mano y poseía una gran visión de juego. El PAOK se adelantó al resto de clubs que lo pretendían y pagó por él 10 millones de dracmas al Lárisa.

El camino hacia la final.

Tanto el Aris como el PAOK iniciaron su andadura en la tercera ronda de la Copa de la zona norte. Los amarillos se impusieron por 79-106 al Néstor de Salónica y los blanquinegros al PAS Filippos por 93-56.

En la cuarta ronda, ya con equipos del norte y del sur mezclados, el Aris ganó en la pista del Sporting de Atenas por 62-75 y el PAOK eliminó al AEK aplastándolo en Salónica por 81-55. En cuartos de final, el Aris sufrió para ganar al Lárisa fuera por 81-85, mientras que el PAOK lo tuvo mucho más fácil contra el Patras (113-72). En las semifinales, disputadas el 3 y el 4 de abril, los equipos de Salónica dieron un golpe sobre la mesa, derrotando al Panathinaikós y al Ionikós en pista contraria. El PAOK ganó a los verdes, defensores del título copero, por 67-74 en el Tafos tou Indoú, y el Aris ganó con apuros al Ionikós Nicea de Giannakis por 98-102 en el infernal pabellón de Platón.

La Copa de Grecia, un torneo joven cuya primera edición se disputó en la temporada 1975-1976, siempre había sido ganada por un equipo ateniense. El Olympiacós sumaba cuatro títulos, el Panathinaikós tres y el AEK uno.

En la final de 1982, el PAOK pagó la novatada. Los bicéfalos llegaron a tener al PAO contra las cuerdas, pero dejaron escapar la oportunidad de sumar su primera Copa. Los verdes supieron mantener la calma en los últimos minutos y tomaron el Alexandrio, la pista del PAOK, ante casi 5000 aficionados. El choque terminó 65-63 gracias a una canasta de Stergakos, que anotó 21 puntos.

El 3 de abril de 1984 el PAOK daba la campanada imponiéndose en Atenas a los verdes con un Nikos Stavropoulos inconmensurable. Las metía desde tan lejos que los defensores creían que estaba tirando desde fuera del campo. En aquel partido, también fue muy importante Alexandrís, el experto base tesalonicense, que recuerda como el equipo se lamentaba tras el sorteo. “Todos queríamos al rival más débil y cuando nos tocó el Panathinaikós tuvimos miedo. Matthaiou cogió el micrófono en el autobús y soltó: “¿o sea, vosotros queréis ganar la liga y la Copa jugando contra el rival más malo?” El Patriarca tenía razón. El PAOK jugó uno de sus mejores partidos en el Tafos y se tomó cumplida venganza de la derrota del año anterior en la final.

La liga ya había terminado para el PAOK aquel 18 de abril, no así para el Aris, que debía disputar un desempate en campo neutral contra el Panathinaikós para decidir el campeón. El PAOK había terminado en tercera posición, con un balance de 22 victorias y 4 derrotas, a dos triunfos del Aris y del PAO.

La intrahistoria.

Gran parte de la culpa de todo lo que pasó fue de Faidonas Matthaiou, que supo manejar divinamente la situación. El Patriarca tenía mucho de psicólogo y se las sabía todas.

Lo primero que hizo el maestro fue concentrar a la plantilla en un hotel del barrio de Panórama, en la zona norte y elevada de la ciudad.

En una de las charlas que Faidonas había tenido con el equipo, había comentado a los jugadores la costumbre que tenían algunos equipos universitarios americanos de cortarse el pelo antes de un gran partido. Todos pasaban por el tubo, titulares y suplentes. Hacer algo juntos y salir todos iguales era como un ritual. Fue Fasoulas el que tomó la iniciativa y picó al resto de compañeros para hacer lo mismo.

Las maneras que tenía Matthaiou de motivar a los suyos eran de lo más imaginativas. Juntos estuvieron viendo la película bélica “Operación Nicaragua”, que les convenció definitivamente. Aunque como ellos decían en broma: “así, si perdemos, no nos reconocerán por la ciudad”. El largometraje motivó a los jugadores. La final era como ir a la guerra.

El veterano coach dijo que “si perdéis, toda Grecia se reirá de vosotros. En cambio, si ganáis, todo el mundo os recordará y podéis servir de ejemplo para otros que vendrán. Pensadlo bien y actuad en consecuencia”.

Matthaiou le dio el número de sus peluqueros a Giannis Politis, que se puso en contacto con ellos. Fotis y Vasilis, que eran seguidores del Aris, no lo tenían claro y llamaron a Vangelis Alexandrís, al que conocían, que les confirmó que requerían de sus servicios. Los peluqueros se desplazaron al hotel y recibieron la orden directa de Matthaiou para que fueran todos cortados al cepillo.


Manthos Katsoulis, que iba muy a la moda con su media melena, tuvo sus reticencias. Controlaba con su mano que al peluquero no se le fuera la mano. Politis puso condiciones porque no quería que se lo dejasen de cualquier manera, mientras que Stavropoulos iba de una habitación a otra tratando de evitar el rasurado. Según Alexandrís, entonces estaba de moda llevar el pelo largo y no fue una tarea fácil para el pobre peluquero, que encima fue retenido para que no dijera nada a nadie. Es más, lo montaron en el autobús cuando iban de camino al pabellón. Un secuestro en toda regla.

Al acabar, Matthaiou dijo que todos se habían cortado el pelo por compromiso y por un juramento. Ganar era el objetivo y todos aceptaron el sacrificio. Si hubieran perdido, difícilmente podrían pasear por la ciudad sin que se burlasen de ellos.

Sorprendentemente, un periódico –Filathlos- criticó que todo el equipo apareciese rapado. Habló de que el entrenador seguía métodos paramilitares que rozaban el Fascismo (!!!). Matthaiou montó en cólera. “Yo no soy nadie para obligar a Katsoulis a cortarse el pelo, que por cierto es uno de sus encantos. Ni a Fasoulas, que fue quien tuvo la idea, no yo. Lo hacen muchos equipos universitarios para mostrar lo orgullosos que se sienten de pertenecer al grupo. Llevo todo el año intentando hacer que se sientan orgullosos de la camiseta que lucen”

El partido.

Antes del partido, el presidente del PAOK Giorgos Pantelakis bajó a los vestuarios. “Es imposible no ganar títulos con este equipo. Jugad por vosotros y dadlo todo. En lo que respecta a la prima, la caja está abierta para vosotros.” Al final, la prima fue de 1.700.000 dracmas.

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El choque comienza con un trepidante intercambio de canastas hasta que Stavropoulos calienta la muñeca. Por el Aris, son Kokolakis y Filipou los que llevan el peso anotador, con un Galis menos protagonista de lo esperado. El escolta del PAOK está inconmensurable y los bicéfalos se escapan en el marcador (12-21). Las torres Fasoulas y Manthos Katsoulis van sintiéndose más cómodos a medida que avanza el partido.

El PAOK defiende en zona desde el minuto uno. Aun así, tanto Kokolakis como Filipou consiguen robar algún rebote. El Aris no ataca mal la zona, pero comete errores en el lanzamiento y defiende mal.

El poder interior blanquinegro es superior. Cuando no anota Stavropoulos, Katsoulis y Fasoulas encuentran una buena posición en la pintura.

El Aris hace un amago de defender en zona, pero no funciona y vuelve a individual. Magic Stavropoulos culmina un primer tiempo fantástico con una canasta inverosímil sobre la bocina. Lleva 23 puntos. Apenas ha habido cambios en los dos equipos pese a que Manthos Katsoulis lleva tres personales. El PAOK ha dominado la primera parte de cabo a rabo. La superioridad de los de Matthaiou ha sido incontestable.

El Aris sale con otro aire en la segunda parte y Galis toma el mando de las operaciones. Filipou sigue siendo el más regular del equipo, logrando anotar canastas de mérito. Los amarillos tratan de correr y reducen las distancias (46-51), aprovechando que Stavropoulos ha desaparecido. Con todo, el PAOK no se amedrenta y responde con canastas interiores y algún tiro de Giannis Politis, el capitán, que realiza un gran partido.

Las protestas de Ioannidis y su banquillo son constantes, y le cae una técnica cuando el marcador refleja un interesante 46-53. Con 48-54, hay un conato de pelea por culpa de una falta clarísima no pitada sobre Galis, que ha sido zancadilleado. El PAOK sigue la jugada y Katsoulis anota. Al instante, saltan Ioannidis, al que se le cae el cigarro, y miembros del cuerpo técnico. Otra técnica y otro parón.

Los árbitros compensan la personal no pitada con la señalización de la quinta falta a Manthos Katsoulis, muy rigurosa, cuando todavía quedan 10 minutos por delante.


A falta de 8 minutos, Stavropoulos mete su primera –y a la postre, única- canasta en juego de la segunda parte.

El PAOK se dedica especular con el marcador. Alexandrís amasa la bola y alarga los ataques hasta la eternidad. El Aris llega a ponerse a 5 puntos (63-58) merced a Nikitas, pero los de Matthaiou manejan el tiempo y el tempo. Los amarillos reman contracorriente todo el partido y el reloj vuela. Ioannidis pone a dos bases para presionar, pero no consigue reducir. El PAOK agota alguna de las posesiones y elige sacar de banda cada vez que hay una personal. Sólo anota 25 puntos en la segunda parte, pero le son suficientes para llevarse la final. La segunda parte ha sido claramente del Aris, pero no ha podido dar la vuelta al marcador.


Se desata la euforia entre los aficionados bicéfalos, que celebran el primer título copero de la entidad. El Aris ha perdido el partido en la primera parte, cuando el PAOK tomó una ventaja considerable. Los blanquinegros entraron más metidos en la pelea y eso fue fundamental. Matthaiou, que había ganado con el Olympiacós la primera Copa de Grecia de la historia en 1976, repetía título.

Foto: www.paokbc.gr

El Aris fue a remolque y estuvo demasiado nervioso. A los amarillos les cayeron cuatro técnicas por protestar y no digirieron la derrota. Galis habló de que habían jugado cinco contra siete y Filipou que habían empezado muy mal, pero en la segunda parte los árbitros no les habían permitido remontar.

Ioannidis, no hace falta decirlo, se volvió loco. Cargó contra los colegiados, principalmente contra el tesalonicense Leonidas Pantazis. Ninguno de los árbitros quiso cobrar los 2000 dracmas que les tocaban, en protesta por las quejas recibidas antes del partido. Tanto el Aris como el PAOK habían declarado que preferían que los árbitros fueran de fuera de Salónica.


La ficha.

Martes 18 de mayo de 1984. Alexandrio Melathron, Salónica.

5.225 espectadores. Al descanso: 45-29.

PAOK: Stavropoulos (26), M. Katsoulis (12), Fasoulas (12), Politis (8), Mpakopoulos (8), Alexandrís (6), Z. Katsoulis (2), Aggelidis, Kosntantinidis, (Polychronakos). Entrenador: Faidon Mathiaou. 12/15 en tiros libres y 31/63 en tiros de dos.

ARIS: Filipou (22), Galis (20), Nikitas (13), Kokolakis (9), Tsajtanis (4), Romanidis (2), Doxakis, Paramanidis, (Stamatis, Georgiadis). Entrenador: Giannis Ioannidis. 12/20 en tiros libres y 29/60 en tiros de dos.

Sorprendentemente, al terminar el partido Giorgos Pantelakis bajó de nuevo al vestuario dispuesto a frenar la euforia. Todos esperaban poder celebrar la victoria por todo lo alto, pero el presidente, que era muy creyente, no quiso porque estaban en medio de la Semana Santa. “En Semana Santa nadie celebra. La semana que viene ya veremos”.

El significado.

Contrariamente a lo que se podía pensar, la victoria del PAOK en aquella final no le sirvió para seguir creciendo. No aprovechó el tirón. Siguió en segundo plano hasta tres o cuatro años después. Matthaiou no continuó en el club y la directiva fichó a Josip Gjergja.

Foto: www.paokbc.gr

En cambio, la derrota en la final unida a la que se produjo una semana después contra el Panathinaikós en la liga, supusieron un punto de inflexión para el club amarillo. El Aris recibió dos golpes durísimos. Lejos de hundirse, el equipo salió de aquello fortalecido. La enorme cura de humildad le vino muy bien al grupo. A veces es mejor dar dos pasos atrás para dar otro enorme hacia delante, como sucedió. En buena parte, aquellos bajonazos condujeron a la directiva a fichar a Panagiotis Giannakis, la pieza del puzzle que haría de aquel equipo una armada invencible.


La “Final de las cabezas rapadas” supuso el primer título para el PAOK desde aquella lejana liga de la temporada 1958-1959 y la primera Copa de las tres que posee la entidad.