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jueves, 12 de mayo de 2016

El polvorín verde.


Ya hablé de los problemas de los colosos griegos hace un par de semanas, pero estos últimos días ha estallado el polvorín verde. Con el Panathinaikós me quedé corto.

Tras haber sido barrido por el Laboral Kutxa en los cruces de la Euroliga, los acontecimientos en la casa verde se precipitaron. La misma noche del tercer partido, Sasha Djordjevic fue cesado. La lamentable imagen que dio el equipo unido a la necesidad de encontrar un revulsivo, hicieron que Dimitris Gianakópoulos optase por el cambio de entrenador.

Llegó Argyris Pedoulakis, al que se le criticó en su anterior época por ser demasiado blando, que lo primero que hizo fue dar de baja a Kuzmic y Pavlovic, dos de los pretorianos de Djordjevic. Nikos Pappás, que había sido marginado por el serbio, volvió a las convocatorias, así como Charalampópoulos, que no había disfrutado de muchos minutos.

El PAO se mete en las semifinales de la liga sin hacer nada del otro mundo. En el primer partido de las mismas, derrota con apuros al Aris por 85-79. En el segundo, 74-60 y todo apunta a que la serie no regresará a Atenas.


Sin embargo, el Aris muestra su mejor cara en el tercer choque y se impone al PAO por 77-68. Los de Pedoulakis tendrán que mejorar mucho si quieren ganar el cuarto. Lo más grave del asunto es que el Aris gana con bajas muy sensibles. La plantilla está completamente coja. La gran diferencia entre unos y otros es que los locales son un grupo unido y los visitantes no.

La mañana del lunes estalla la bomba informativa. La página basketplus.gr cuelga fotos de tres jugadores del PAO saliendo de fiesta por Salónica. Haynes, Gist y Feldeine se fueron por ahí después de la derrota y fueron cazados. La misma página asegura que el sábado por la noche, la víspera del tercer partido, también fueron vistos en una fiesta de Dj’s, aunque no hay fotos. ¿Se hubieran atrevido con Djordjevic?

Tal como están las cosas en el PAO, saltarse las normas de orden interno de esa manera merece un castigo ejemplar. ¿O tal vez no?


Pedoulakis monta en cólera y deja a los tres “profesionales” fuera del entreno del martes. Calathes no jugó el tercer partido y es duda. ¿Se atreverá a no convocar a los noctámbulos y a dejar la plantilla completamente coja?

La decisión no es fácil. Argyris se debate entre imponer su autoridad y el riesgo a perder el cuarto partido.

El Aris gana el cuarto partido en el Alexandrio y fuerza el quinto, algo que no pasaba desde hacía 11 años. Los de Dimitris Priftis, muy fuertes en casa todo el año, ya habían roto la racha de 23 derrotas seguidas contra el PAO dos días antes. En un mal partido, los locales se imponen por un triste 56-50 al conjunto de Pedoulakis. En el tercer cuarto, el Aris da la vuelta a la contienda gracias a un parcial de 19-5. La valoración del PAO al terminar el partido es de 39 (Calathes suma 1/11 en el tiro). Los atenienses jugaron con 9. El Aris, que sigue sin Xanthopoulos ni Jaggins, iguala la eliminatoria gracias a White y Mcneil.

Pedoulakis ha demostrado firmeza en su decisión a costa de perder un partido que podría haber ganado. ¿Qué pasará si al Aris se le ocurre ganar en el OAKA?

No sé si el trío Gist-Feldeine-Haynes seguirá castigado, pero haría bien Argyris en dejarlos jugar. Con un partido y un multazo creo que es suficiente.

Dimitris Diamantidis no se merece este final. Si este año está siendo complicado para el PAO, no quiero pensar qué puede pasar el año que viene sin el capitán.



El Panathinaikós ganará el quinto partido por lo civil o por lo criminal, no me cabe duda. La cuestión es que si tal como está será capaz de plantar cara a un firme Olympiacós.    

martes, 10 de mayo de 2016

El Peristeri de Alphonso Ford.


Alphonso Ford se graduó en la Universidad Estatal de Missisipi Valley, donde jugó con los Delta Devils cuatro fantásticas temporadas. En sus dos primeros años fue el máximo anotador del campeonato con una media de 29,9 y de 32,7 puntos respectivamente. El tercer año se fue hasta los 27,5 y el cuarto hasta los 26. Una auténtica barbaridad. En su periplo universitario, Ford había superado los 25 puntos por partido todos los años.

Sin embargo, sus actuaciones no le valieron para ser elegido en la primera ronda de un Draft que acabó siendo bastante flojo. Los Philadelphia 76ers lo escogieron en el número 32. Apenas disputaría 11 partidos en la NBA, defendiendo la camiseta de los 76ers y de los Seatle Supersonics, que alternó con encuentros en la CBA.

En vista del éxito, Ford decidió hacer las maletas y marcharse a jugar a Europa. El AGB Huesca de la ACB se hizo con sus servicios en la campaña 1995-1996. Algunas de sus grandes actuaciones se recuerdan todavía en Huesca. Ford le endosó 41 puntos al Joventut, 38 al Orense, 36 al TAU de Vitoria y 32 al Estudiantes. Aunque en líneas generales el equipo hizo una campaña discreta, logró salvar la categoría tras derrotar al Festina Andorra por 3-1.

Los problemas económicos que atravesaba la entidad aragonesa le obligaron a vender la plaza y Ford se marchó a un equipo muy humilde de Atenas, el Papagou.

Cuando Kostas Missas trajó a Alphonso al Papagou no las tenía todas consigo. Aunque desde el principio cuajó grandes partidos, muchos decían que no era jugador de equipo grande.

Dicen que verlo entrenar era un auténtico espectáculo. En pretemporada, cuando Ford se ponía a levantar los 150 kilos en la barra, el entrenamiento se detenía y los compañeros empezaban a contar las veces que podía levantar aquello.


En su primer año en Grecia formó una pareja letal con Georgios Diamantópoulos, el jugador franquicia de la entidad, alcanzando una muy meritoria séptima plaza en la liga, que condujo al equipo a la Copa KoracFord se coronó como máximo encestador del campeonato con una media de 24,6 puntos por partido.  Era bajito, chaparro, como deforme, pero pegaba unos saltos espectaculares. Destacaban sus anchos hombros y su velocidad. Sólo estuvo un año en el Papagou, pero dejó una profundísima huella allí. A su fallecimiento le retiraron la camiseta y le hicieron un homenaje póstumo.

En unas pruebas rutinarias realizadas durante el verano de 1997 le fue detectada leucemia. El Papagou decidió rescindirle el contrato porque debía estar una año parado. Ford intentó jugar en Turquía, pero el tratamiento contra la enfermedad le obligó a parar. El jugón se perdía la temporada 97-98 completa. Cómo volvería, en caso de poder volver, era toda una incógnita. Entonces no se filtró el motivo por el cual Alphonso rescindía el contrato con el Papagou.


El Sporting, otro equipo humilde del centro de Atenas, se hizo con sus servicios la temporada 1998-1999. Ford parecía recuperado y, aunque el equipo no pasó de la undécima plaza, de nuevo se coronó máximo anotador de la liga con una media de 22,7 puntos.

Por lo tanto, Alfonso Ford ya había hecho dos grandes años en Grecia antes de firmar por el Peristeri. ¿Podía el americano jugar en un equipo con aspiraciones?

El equipo de Argyris Pedoulakis, una institución en la casa, había acabado la temporada 98-99 en una discreta octava posición. Se requería trabajar bien en los despachos durante el verano.


Llegaron Erick Meek, máximo reboteador de la liga la temporada anterior con el Marousi y que ficharía un año después por el Real MadridKostas Tsartsarís, joven pívot procedente del Near East, el base español José Lasa, ex del Madrid y del AEK de Atenas, el alero zurdo Michalis Pelekanos, el joven Manolis Papamakarios y nuestro Santi Abad, ala pívot muy recordado en Barcelona y Vitoria. Pedoulakis optaba por jóvenes valores nacionales y dos americanos contrastados, además del dúo español Lasa-Abad.  

El Peristeri realizó una excelente campaña, terminando en quinta posición con 20 victorias y 14 derrotas. El PAOK de Bazarevich y Mulaumerovic se cruzó en el camino amarillo y lo eliminó en los play off (2-1). Alphonso repitió como máximo anotador del torneo con 22,7 puntos de media. En la Copa Korac, el Adecco Estudiantes eliminó a los atenienses en la segunda ronda. Con todo, económicamente hablando fue un año difícil, con impagos a jugadores y demás.

Gracias a la aportación económica de Andreas Korasidis, el Peristeri se inscribió en la Euroliga 2000-2001 aquel año raro del cisma. En ella también estaban el PAOK, el AEK y el Olympiacós. El Panathinaikós y el Iraklís optaron por jugar la Suproliga.


Por segundo año consecutivo, el club acertó con los refuerzos. El base Byron Dinkins llevaba desde 1995 en Grecia, donde había vestido las camisetas del Panionios, del Panathinaikós y del Iraklís. Una garantía que había justificado el sueldo año tras año. Para sustituir a la pareja Meek-Abad, llegaron el danés Michael Andersen, pívot de 2,13 que había jugado en el AEK, y Aleksey Savrasenko, eterno pívot ruso de 2,18 que llegó jovencísimo al Olympiacós y jugaba como cedido. Otros jugadores menos conocidos completaban el roster, como el portugués Fabio RibeiroAlexis Papadakos, medalla de oro en el Mundial Júnior de Atenas de 1995, se unía a la causa en el puesto de base.

La temporada 2000-01 fue la mejor de Alphonso Ford y del Peristeri de Pedoulakis.


En la Euroliga el equipo debutó en Madrid ganando por todo lo alto al Estudiantes de Pepu HernándezCarlos Jiménez y Alfonso Reyes (86-91). Ford metió 35 puntos con 7 de 11 en tiros de dos y 5 de 7 en triples. Tsartsarís anotó 16 puntos y Dinkins 13.

En la segunda jornada derrotó con grandes problemas al Lugano suizo, días después de haber ganado al PAOK en la liga. Quizás el mérito más grande de aquella temporada fue la de aguantar con opciones hasta el final en las dos competiciones.

El Zalgiris derrotó al Peristeri en la tercera jornada en Atenas (74-92), pero los de Pedoulakis se rehicieron la semana siguiente ganando al Zadar fuera de casa (79-92).

De nuevo con Ford -23 puntos- y Dinkins -19 puntos- dominantes, el Peristeri sorprendió a la Fortitudo de Fucka y Meneghin –aquel día no jugaron ni Myers ni Vrankovic-.

En la segunda vuelta, el Peristeri logró una nueva victoria contra el Estu y contra el Lugano, y otra nueva derrota contra el Zalgiris (92-73).

La primera plaza del grupo se la jugaron el Peristeri y la Fortitudo en Bologna. Los italianos ganaron 71-69 con 14 puntos de Basile y otros 14 de Fucka –Ford metió 24 y Dinkins 21-. Las dos derrotas contra el Zalgiris pesaron como una losa en la clasificación.


El Peristeri acabó segundo de grupo por detrás del PAF de Bologna con 7 victorias y 3 derrotas. Quedó por delante del Zalgiris y del Estudiantes. Pero el cruce contra el TAU, tercero del grupo B, resultó fatídico. Los de Dusko Ivanovic se impusieron en Atenas por 79-81 con una gran actuación de Strombergas y de Fabricio ObertoFord anotó 41 puntos y cogió 9 rebotes en el primer partido, pero un triple del llituano a falta de 4 segundos decidió el choque. El TAU definió la eliminatoria en Vitoria y no dio opción (81-68). Un sobresaliente para los de Pedoulakis a pesar de la derrota. Aquel año el equipo vitoriano echó a tres de los cuatro equipos griegos, siempre con desventaja de campo (PeristeriOlympiacós y AEK).

El excelente rendimiento del equipo no era casual. En la liga, el torneo de la regularidad, el Peristeri alcanzó la segunda plaza. Igualó a victorias al PAO (22-4), pero los verdes lograron el primer puesto por la diferencia de puntos (83-74 en el OAKA y 66-61 en la pista del Peristeri).


En semis el Peristeri se enfrentó al Olympiacós de Ilías Zouros. En el primer partido, Ford anotó 43 puntos y superó a Rivers (29), pero se lió parda cuando un empleado del club saltó a la cancha y fue directamente a por Milan Tomic. Los rojiblancos acabaron imponiéndose por 83-85 en medio de un gran follón. Pedoulakis cargó contra los árbitros de mala manera pero no hubo nada que hacer. Los de Zouros se imponían también en el SEF por 73-65 y dejaban al Peristeri fuera de la final.

Lamentablemente, los de Argyris Pedoulakis fallaron también en la liga el día clave, como contra el TAU. A la gran temporada amarilla le faltó algún triunfo de campanillas al final. Quedan los dos triunfos contra el Estudiantes y la victoria en casa contra el PAF de Bologna (83-70).

Alphonso Ford se proclamó máximo anotador de la liga con 23,7 puntos de media y de la Euroliga con 26. Además, ganó el premio MVP de la competición doméstica.

La tercera plaza supo a poco, pero con los años podemos hablar de temporada histórica.

Pedoulakis ganó el premio a entrenador del año que luego repetiría en 2003. Ford fichó por el Olympiacós, con el que volvería a proclamarse máximo anotador de la liga y de la Euroliga. El Peristeri volvería a la Euroliga, pero sin Alphonso no haría un buen torneo a pesar de ganar en el Palau Blaugrana por 73-77.


El americano fue el máximo anotador de la liga griega las cuatro veces que la jugó, una con el Papagou, una con el Sporting, dos con el Peristeri y una con el Olympiacós. Ganó el MVP en la temporada 2000-2001 y fue el máximo encestador de la Euroliga en los cursos 2000-2001 y 2001-2002. Con el equipo marinero ganó la Copa de Grecia, pero no la liga. En el cuarto partido de la serie contra el AEKSubotic dejó a Ford fuera del equipo en una decisión que todavía hoy nadie se explica. Los de Sakota remontaron la eliminatoria en uno de los finales ligueros más increibles de la historia. Vídeo de Ford el día que metió 34 puntos en Málaga.

Ford todavía jugaría dos grandes años en Italia antes de dejar el baloncesto definitivamente. La enfermedad avanzaba inexorablemente. Bonito video de homenaje. 

La Euroliga decidió homenajearle tras su muerte, a los 33 años –en 2004-, concediendo el premio Alfonso Ford al máximo anotador de la misma.


Para saber cómo jugaba Ford, lo mejor es ver alguno de sus vídeos. Las imágenes hablan por sí mismas y los comentarios de los periodistas ilustran perfectamente las sensaciones que transmitía al espectador. Era rapídisimo, tenía una suspensión privilegiada y una mano que era “pura seda” (Ramón Trecet dixit). Incluso nos quedaríamos corto si sólo dijéramos que Alphonso era una máquina anotadora, porque además daba asistencias y entendía el juego como pocos. Intuía donde iban a ir esos balones sin dueño y se anticipaba en defensa porque sabía perfectamente que la bola acabaría ahí. Un portento físico capaz de jugar también cerca del aro de espaldas. Un atleta. Pensar por lo que tuvo que pasar, tratarse, parar, reengancharse, etcétera, emociona. ¿Dónde hubiera llegado Alphonso Ford de no haber sido por la enfermedad? 

miércoles, 19 de marzo de 2014

El cese de Argiris Pedoulakis y los problemas de Giorgos Bartzokas.

Es evidente que la sombra de Obradovic es alargada. El doblete verde del año pasado parecía haber hecho olvidar la figura de Zelko, pero eso es imposible.

El relevo natural de Zelko Orbadovic en el Panathinaikós era Dimitris Itoudis.

La destitución de Argiris Pedoulakis ha sido de los más sorprendente porque ganó el doblete el año pasado, ha ganado la Copa hace pocos días, va líder en la liga, está vivo en Europa y le tiene comida la moral a los vecinos del Olympiacós. Dimitris Giannakopoulos lo ha echado como hizo Marinakais con el entrenador portugués Leonardo Jardim el año pasado. Futbolización.

La destitución de Pedoulakis tras la derrota contra el Laboral Kutxa es fruto de un calentón... o no tanto. Más bien es la gota que colma el vaso. Los abuelos Gianakopoulos quizás hubieran tratado de reconducir la situación de otra manera, pero Dimitris Giannakopoulos es más visceral, más pasional, más drástico, más inexperto, más joven. Llamémoslo como queramos. Es otra generación. Quizás por ello elige como sustituto, de momento provisional, a un ex jugador que sabe lo que significa el trébol. Quizás no tenga los conocimientos técnicos de Pedoulakis, pero es amigo de la plantilla y querido por todos.

Tratemos de encontrar alguna explicación a la decisión.

El baloncesto practicado por Argiris Pedoulakis es poco atractivo. Este año el Panathinaikós aburre a las ovejas, prueba de ello es que la asistencia de esepectadores al OAKA, salvo en partidos puntuales, ha bajado notablemente. A Giannakopoulos no le gusta el baloncesto defensivo que practica Pedoulakis. Juega a 60 puntos y especula en exceso con el marcador. Estamos ante el debate de siempre: ganar aunque sea jugando mal o intentar hacerlo de manera atractiva, ofreciendo espectáculo.

Algunos de los jugadores clave pasan de la treintena: Diamantidis 33, Batiste 36, Fotsis 32, Lasme 31. La plantilla se ha rejuvenecido, pero los que más juegan siguen siendo los mismos, los “viejos”. Cuando el físico no aguanta, las ideas dejan de fluir. Los veteranos no están acomodados, pero saben que no tienen jugadores en el banquillo que amenacen sus minutos de juego. Por momentos, daba la sensación de que las vacas sagradas estaban por encima de Pedoulakis.

Las lesiones también han influido: Ukic está cascado desde el Eurobasket, Lasme no ha encontrado el punto en todo el año, Gist ha recaído, Ramel Curry, cuando mejor estaba, se rompe por un mes, etc... También han tenido problemas Nikos Pappás y Loukas Mavrokefalidis. ¿Por qué se lesionan tanto este año? ¿Es por simple mala suerte?

Por el Panathinaikós han pasado ya 18 jugadores, pero la rotación siempre era la misma, era corta. Argiris se limitaba a Diamantidis, Maciulis, Bramos, Ukic (salvo lesión), Gist, Lasme, Curry (ahora Wright), Fotsis... Luego unos minutillos de Batiste, otros de Jankovic o Pappás y poco más.

Viendo al equipo da la sensación de que no puede correr, ni hacia atrás ni hacia adelante. Mucho baloncesto táctico. Curiosamente, el Olympiacós parece de los pocos equipos que todavía no lo ha entendido.

Lo lógico sería que en verano el Panathinaikós fichara a otro entrenador, aunque si Alvertis logra el doblete cualquiera lo echa. Dimitris Priftis abandona el Kolossós Rodas y será el asistente o colaborador del melenudo en el banquillo.

Cada vez que hay un banquillo vacío en Grecia, suenan Fotis Katsikaris y Panagiotis Giannakis. Fotis sigue en Bilbao alejado el mundanal ruido, mientras se rumorea que puede ser el nuevo seleccionador nacional.

Mi candidato para el banquillo del Panathinaikós es Giannis Sfairopoulos, actual entrenador del Panionios. Ya iría siendo hora de que entrenase a un grande. Muchos de los jugadores verdes han servido a sus órdenes en el Panionios o en la selección (ha sido ayudante). El baloncesto que propone Sfairopoulos creo que encajaría.

Por otra parte, es curioso que Argiris Pedoulakis haya sido sustituido, pero no se cuestione la labor de Giorgos Bartzokas, claro que no conozco lo que se cuece dentro del SEF. Quedó fuera de la Copa, quedará segundo en la fase regular de la liga y en Europa podría quedar fuera de los cruces. Lleva las mismas derrotas que el Panathinaikós.

Pero lo más preocupante es el complejo de inferioridad que ha mostrado en sus choques contra los verdes, sucumbiendo incluso en partidos que tenía prácticamente ganados.

El fichaje de Mirza Begic ha salido rana. En mi opinión, Begic ha tenido pocas oportunidades con Bartzokas. Hay algo más que no sabemos, está claro. En cambio, Cedric Simmons si ha tenido muchas oportunidades, que no ha sabido aprovechar. Kyle Hines que estás en Moscú, Pero Antic en Atlanta tuiteando sandeces...

Bryant Dunston es el único hombre interior que se atreve en el poste bajo. Falta equilibrio en el juego y por eso Bartzokas, tras negarlo por activa y por pasiva, ha dado su brazo a torcer trayendo a Giorgi Shermadini. El georgiano, que llega en plena forma y que conoce al coach y a los compañeros, va a tener mucho protagonismo. ¿Por qué se fue? ¿Por qué el año pasado fue jugando cada vez menos si lo hacía bien?

Tampoco los exteriores de nuevo cuño están dando los resultados deseados. Por Acie Law, lesionado de gravedad, llegó Marty Collins, que no está demostrando nada. Con Jamario Moon la cosa prometía, pero no se adaptó y ya lo han echado. Me ha sorprendido que lo hayan cortado tan pronto, porque creo que podría ayudar. Claro que después de ver las pedradas que tiró en la pista del Fener...

A Brent Petway le está pasando lo que a Steven Smith en el Panathinaikós. Tras una gran temporada en un equipo menor de Grecia (Brent en el Rethimno y Smith en el Panellinios), dan el salto y se estampan. Son jugadores que están acostumbrados a jugarlo todo y a tirarlo todo. Les cuesta mucho pasar de actor principal a secundario.

Total, que al Olympiacós le queda el jefe –Vspan-, sus lugartenientes –Perperoglou y Printezis- y la nueva generación de jóvenes que viene por detrás, comandada por Mantzaris y Sloukas, que no es poco, además de Matt Lojeski, un asesino del perímetro. Una plantilla que bien podría ser el grueso de la selección en un futuro, junto a los NBA’ers (Kavvadás, Katsivelis, Papapetrou, Agravanis, Christodoulou...).


Que hay futuro, nadie lo duda, pero el presente es incierto. Con la consecución de la Euroliga, Bartzokas ganó crédito. Me pregunto si los hermanos Angelopoulos lo mantendrán en el club si el Olympiacós se queda en balnco, cosa nada descartable.