viernes, 18 de octubre de 2013

Históricos en apuros (I).

 
Una de las primeras formaciones del Iraklís de Salónica.

Giorgos Americanos con la Recopa ganada por el AEK en 1968.

Hagamos un breve repaso de los clubes históricos griegos que se encuentran en apuros. El panorama es desolador. Por lo menos puedo decir que he visto jugar al Panellinios antes de desparecer, al Maroussi antes de hacer historia en la Euroleague o al AEK el último año antes de bajar.

En menos de cinco años han caído el AEK (fundado en 1924 y 48 temporadas en primera), el Lárissa (fundado en 1928 y 16 temporadas en primera), el Panellinios (la sección de baloncesto fundada en 1929 y 30 temporadas en primera), el Maroussi (fundado en 1950 y 24 temporadas en primera), el Iraklís (sección de baloncesto fundada en 1924 y 41 temporadas en primera) y el Peristeri (fundado en 1971 y 22 temporadas en primera). En 2006 quebró el Makedonikós (fundado en 1928 y 6 temporadas en primera), apenas un año después de jugar la final de la Eurocup. Un tal Pete Mickeal era la estrella del equipo.

Bartzokas obró un milagro con el Maroussi antes de "estallar".

¿A que no sabíais que Giorgos Bartzokas, campeón de la Euroleague con el Olympiacós, había pasado antes por el Lárissa o el Maroussi? ¿Qué os parece si os digo que tanto Bartzokas como Argyris Pedoulakis, entrenador del PAO, han estado temporadas enteras sin cobrar? ¿Sabíais que la mayoría de los grandes jugadores griegos han salido de alguno de estos equipos?

Otros históricos como el Near East (fundado en 1927 y 7 temporadas en primera), el Sporting (fundado en 1936 y 31 temporadas en primera), el Pagrati (fundado en 1936 y 17 temporadas en primera) o el YMCA (fundado en 1921 y 12 temporadas en primera) hace varios años que no se encuentran en la élite del baloncesto griego por unos motivos u otros.

Tanto el Aris como el PAOK están en apuros desde hace muchos años, pero no los incluyo por no haber bajado de categoría. El Aris no puede fichar más de un extranjero como sanción, hasta que no salde sus deudas, y el PAOK reconoce una deuda de casi 3 millones de euros con Hacienda. En 2012 Vangelis Alexandrís, coach de los amarillos entonces, reconoció en una entrevista que llevaba 4 meses sin cobrar. Por su parte, Soulis Markopoulos, entrenador del PAOK, estuvo un año sin cobrar y eso que había aceptado una rebaja de su sueldo.

Veamos dónde se encuentran ahora todos estos clubes, teniendo en cuenta que la primera división es la HEBA, la segunda es la A2, la tercera es la B, que se divide en 2 grupos, y la cuarta es la G, que se divide en 4 grupos. 

- AEK (Atenas): participa en la A2, después de ascender de la B el año pasado. Bajó directamente de la HEBA a la B por deudas hace 3 años.

- Iraklís (Salónica): juega también en la A2 este año. Ha ascendido en los despachos después de perder contra el AEK en el play off de ascenso la temporada pasada. Ocupa la plaza que le correspondería al Peristeri.

- Lárissa (Lárissa): encuadrado en el grupo 3 de la G (hay 3 equipos de Lárissa en el grupo).

- Panellinios (Atenas): oficialmente la sección ha desaparecido.

- Maroussi (Atenas): encuadrado en el primer grupo de la tercera división (B).

- Makedonikós (Salónica): juega en el cuarto grupo de la G.

- Near East (Atenas): en el primer grupo de la tercera división (B).

- Peristeri (Atenas): encuadrado en el primer grupo de la tercera división (B). Desciende 2 categorías de golpe ya que el año pasado jugaba en la HEBA. La deudas que acumula no le permiten participar en la A2.

- Pagrati (Atenas): juega en la A2.

- Sporting (Atenas): actualmente en el grupo primero de la cuarta categoría (G).

- YMCA o XANTH (Salónica): en estos momentos está en el segundo grupo de la tercera división (B).

Aunque la mayoría de estos clubes bajaron por méritos deportivos, no en los despachos, lo hicieron porque la situación económica de los mismos era insostenible, además de no poder fichar en condiciones. Algunas entidades dejaron de pagar a mitad de curso y los jugadores optaron por marcharse. Evidentemente, la mayoría decidió denunciar a los clubes por impago. Son muchos los deportistas que se fueron del país hace más de dos años y que todavía tienen pleitos abiertos con sus antiguos clubes. Como la justicia en Grecia es lentísima, los clubes tratan de llegar a acuerdos que satisfagan a las dos partes. 

¿Es casualidad que casi todos los equipos que han bajado sean de Atenas o de Salónica? Evidentemente, no. Casi todas las grandes empresas y sus magnates están en Atenas o en Salónica. Poco a poco la liga se va “saneando” con equipos de otras ciudades: Rethimno (Creta), Rodas, Drama, Patras…

Muchos proyectos deportivos que estaban hechos de papel se fueron a hacer puñetas con la crisis. La mala gestión y el creer que con el baloncesto se puede ganar dinero en Grecia hicieron todo lo demás. La figura del “mecenas heleno” ha sido la que ha mantenido con vida el deporte todos estos años. 

El “mecenazgo” es un arma de doble filo, porque cuando las cosas salen más o menos bien, perfecto, pero en cuanto se tuercen y el padrino se marcha, no hay relevo que pueda estar a la altura, simplemente porque no dispone de dinero. 

Los clubes presidencialistas quebraron en cuanto los jerifaltes, hartos de perder dinero, dejaron de apoquinar. En ese círculo vicioso los únicos que aguantaron fueron el PAO y el Olympiacós, gracias a sus patriarcas, y el Panionios, aunque a un nivel más modesto. El día que los Angelopoulos o los Giannakopoulos se cansen de poner dinero en el baloncesto, veremos qué pasa.

AEK de Atenas.


Lo del AEK de Atenas ha sido trágico porque presume de tener una de las aficiones más fieles y numerosas del país. Debe ser muy duro ser del AEK en los tiempos que corren, con el AEK B.C. en la A2, previo paso por la B, y AEK F.C. en tercera. Algo parecido a lo que le ha pasado al Iraklís.

Minas Gekos levantando la Copa de 1981.

Mejor equipo de la década de los 60, ganó 6 ligas de la mano de un equipazo formado, entre otros, por el recién fallecido Giorgos Amerikanos, Giorgos Trontzos -el primer pívot “puro” griego- o Christos Zoupas. La Recopa de Europa de 1968 ganada al Slavia de Praga en el Estadio Panathinaikó fue el primer trofeo internacional conseguido por un club griego de baloncesto. Aquella generación irrepetible logró además 3 subcampeonatos, cogiendo el relevo el PAO y el Olympiacós pocos años después.

Presentación de Ronaldo Blackman (1994).

Debido a su larguísima historia, por el AEK han pasado muchos grandes jugadores, conocidos no solo en Grecia sino también en el extranjero.

El AEK llegó a la final de la Euroleague en 1998 con Ioannidis en el banquillo.

En la temporada 1997-98 jugó la final de la Euroleague en Barcelona con un equipo formado por Bane Prelevic, Victor Alexander, Willie Anderson, Ricky Pierce, Claudio Coldebela, José Lasa, Michalis Kakiouzis, Michael Andersen, Michael Larsen, Jake Tsakalidis y Nikos Chatzis. El entrenador era el “Rubio” Giannis Ioannidis. Casi nada al aparato.

Kresimir Cosic y Fotis Katsikaris en la temporada 90-91.

El AEK fue el último equipo en discutir la hegemonía del PAO y del OLY, cuando en la temporada 2001-2002 ganó la liga contra todo pronóstico. Además, lo hizo remontando un 0-2 frente al Olympiacós. El equipo amarillo venía avisando desde hacía un par de años, cuando logró la Copa Saporta y dos Copas de Grecia consecutivas (2000 y 2001), siempre de la mano del gran Dusan Ivkovic, que además condujo al AEK a una semifinal de la Euroleague.

J.R. Holden celebrando el título de liga.

El equipo que ganó la liga en la temporada 2001-02 lo formaban J.R. Holden, Nikos Zisis, Christos Tapoutos, Nikos Chatzis, Dimos Dikoudis, Jim Bilba, Andrew Betts, Michalis Kakiouzis, Giannis Bourousis (solo jugó 3 partidos), Pero Antic (no llegó a debutar), Chris Carr (fue cortado; solo jugó 13 partidos), Giorgos Tsiaras, Vassilis Kiolias, Kostas Paschalis, Arjan Komazec (fue cortado; solo jugó 11 partidos) y Spiros Panteliadis. Los entrenaba Dragan Sakota.

Joe Arlauckas también vistió los colores del equipo ateniense.

La temporada siguiente se logró el subcampeonato (2002-2003). El equipo mantuvo el nivel cuando Fotis Katsikaris, un hombre del club de toda la vida, se hizo cargo de él (temporada 2003-04). Se volvió a conquistar el subcampeonato en la temporada 2004-05, pero a partir de la temporada 2005-06 las cosas se empezaron a torcer.

Tsiaras y Bouroussis, dos canteranos del AEK.

Con la marcha del principal accionista, Giannis Filipou en 2006, tras 11 años en la entidad, empezaron las dificultades. Fueron marchándose primero los extranjeros y después los valores nacionales, que han hecho una carrera más que notable en Grecia y fuera de ella (Giannis Bouroussis, Giorgos Tsiaras, Nikos Zisis…).

Años atrás Filipou se había enfrentado a sus propios aficionados, harto de pagar multas por el mal comportamiento de los mismos. Aquello fue el principio del fin. Algún día hablaremos de los grupos organizados de aficionados y su influencia dentro de los clubes. 

Aunque colocó a su hijo en la presidencia, éste no tenía ningún interés en el baloncesto y lo dejó al poco tiempo. La familia se cansó y dejó de apoyar. Los jugadores dejaron de cobrar de la noche a la mañana y el equipo cada año iba a peor, hasta que se consumó la catástrofe. Granitsas, vicepresidente con Filipou padre, se hizo cargo del club, pero los problemas se multiplicaron. A un mes del inicio de la campaña 2006-07 el AEK no tenía entrenador (al final “picó” Vangelis Alexandrís). Llegaron jugadores sin haber hecho pretemporada y con el curso empezado dejaron de cobrar las nóminas. El AEK era el Titánic, con cambio de entrenador incluido y jugadores que se pusieron en huelga. Salvaron el año, pero de ahí hasta el descenso, 5 años para olvidar.

Dimos Dikoudis, el capi en 2002.

El AEK de Atenas no se había perdido ninguna edición de la competición de las 48 disputadas hasta 2011, año en que bajó a la A2 tras otra nefasta temporada plagada de problemas. En 2012 fracasó en su intento por volver a primera al caer frente al Apollonas Patras en el play off de ascenso. La directiva optó por jugar en la B porque no se podía permitir otro fracaso. El año pasado el equipo ascendió a la A2, donde juega está temporada.

El AEK B.C. ha sido un club presidencialista como la mayoría en Grecia. La figura del presidente-fan o presidente-mecenas es muy peligrosa, repito, porque en cuanto se cansa de perder dinero, deja el club en la ruina. Con presidentes-empresarios no hay mañana. El error de Filipou, propietario junto a su hermano de la mayor empresa de productos lácteos del país, FEGA, fue creer que realmente podía ganar dinero con el club, no como los Angelopoulos o los Giannakopoulos, que primero son “seguidores” y luego presidentes.

Hablar del AEK es hacerlo de Amerikanos, Trontzos, Goumas, Gekos, Rambis, Mattheu, Patavoukas, Galakteros, Katsikaris, Sellers, Blackman, Kutulay, Arlauckas, Koronios e infinitos más. No dudo que tarde o temprano volverá a la división de honor, pero la travesía en el desierto está siendo demasiado larga.

Un aficionado con Giorgos Americanos: "Y otra vez serás Reina", refiriéndose al AEK.

Iraklís de Salónica.


El Iraklís de Salónica, primer campeón de liga en la temporada 1927-28, ha estado 41 veces en primera, ganando 2 campeonatos.

 
Dimitris Diamantidis jugó en el IRA desde 1999 hasta 2004.

He visto al Iraklís en primera (campaña 2010-2011) con Petrovic-Stergiou y Fotis Lampropoulos como figuras, e incluso en semifinales de copa peleando contra los colosos mientras estaba en segunda división. Desgraciadamente, el Iraklís ha acabado como tantos otros, arruinado: de equipo ascensor a pelear en tercera con jugadores jóvenes no profesionales. Veo que este año jugará en la A2 a pesar de no haber conseguido el ascenso en la pista; entra en lugar del Peristeri, que no cumple con los requisitos necesarios y se va a la B.

Diamantidis y Bodiroga en un Ivanofio vacío.

Así como he dicho que debe ser muy duro ser seguidor del AEK en estos momentos, también debe serlo del Iraklís, con el equipo de fútbol en segunda -bajó por deudas a tercera-, el de voleibol quebrado -5 final fours en 8 años y 3 finales perdidas- y el de baloncesto en la A2. Tiene un grupo de aficionados fieles que apenas caben en el anticuado Ivanofio y que siguen al equipo de fútbol allá donde va, pero es el club pobre de la ciudad.

3D rodando.

La mala gestión presidencial en la última década ha condenado al club. En 2000 llegó Prodromos Emfietzoglou, propietario de una de las mejores empresas constructoras (de carreteras y puentes, principalmente) y parecía que el Iraklís iría para arriba. Sin embargo, un año después renuncia a jugar en la Euroliga por temas económicos. En 2002 Nikos Chatzibretas, máximo anotador de la liga la campaña anterior, se va entre lágrimas al CSKA, gratis. Poco a poco se va deshaciendo un equipo y una generación de jugadores jóvenes que consigue ganar la liga junior e infantil. Llegan a coincidir Chatzibretas, Lázaros Papadopoulos, Diamantidis y Schortsanitis, pero el club no los puede mantener y encima se marchan gratis.

Distinguimos a Sabas Iliadis, 3D, Lázaros Papadopoulos y Giorgos Dedas.

Con Diamantidis y la vuelta de Lázaros (2003-04), el Iraklís queda tercero poniéndoselas tiesas al PAO. Consigue vencer al AEK en la prórroga (93-92) en el quinto partido por el tercer puesto. Sin embargo, la pareja se marcha al terminar la temporada, libre.

Cuando se marchó Emfietzoglou, dejó un agujero de 16 billones de dracmas. Entonces, los accionistas azules decidieron invertir en el voleibol y dejar de lado al baloncesto.

La temporada 2005-06 fue pésima. Los jugadores prácticamente estuvieron un año sin cobrar y no había dinero ni para la calefacción. El entrenador Jure Zdvoc se largó y varios jugadores le siguieron. Tres derrotas en las tres últimas jornadas empujaron al Iraklís a la A2, cuando con una victoria se hubiera salvado. Se quedaron en la A1 el Makedonikós y el Lárissa, que también caerían en desgracia al poco tiempo. Sofo firmó por el Cantú, donde jugó una temporada, para volver a Salónica un año después, esta vez al Aris, en una maniobra poco clara del presidente hercúleo.

Se calcula que en 2010 el Iraklís debía 2 millones de euros, 0,8 a Hacienda y 1,2 a jugadores, pero en febrero de 2013 el contable del club fue detenido por las autoridades por una deuda de casi 3 millones de euros. Cifras al margen, un escándalo en toda regla.

James Donaldson defendido por Roy Tarpley y Panagiotis Fasoulas.

Pensar que por el Ivanofio han pasado jugadores de la talla de Dimitris Diamantidis, Lázaros Papadopoulos, Nikos Chatzibretas, Sofoklis Schortsanitis, Sotiris Sakelariou, Lefteris Kakiouzis, Fotios Lampropoulos, Christos Tapoutos, Nikos Stavropoulos, Jure Zdovc, Vasily Karasev, David Ancrum, Walter Berry, Roy Tarpley, Xavier McDaniel o James Donaldson me hace estremecer. No han sido tampoco malos algunos de los entrenadores: Soulis Markopoulos, Steve Giatzoglou, Slobodan Subotic, Dragan Sakota, Jure Zdovc, etcétera.

Xavier McDaniel hercúleo.

La cuestión no es solo que el IRA dejara marchar gratis a muchas de sus figuras, si no también que no fichase a jugadores de la talla de Dimos Dikoudis, Kostas Tsartsaris - que acabó en Finlandia- o Nikos Zisis, teniéndolos a tiro por poco dinero y geográficamente cerca.

Sofoklís Schortsanitis llegó al Iraklís con 15 años y jugó 3 temporadas.

En los 80 y en los 90 el IRA era un fijo de las competiciones europeas, participando en la Korac, la Copa Saporta, la Suproleague o la Eurocup. Un quinteto muy fuerte donde destacaba el americano de turno y un pabellón-encerrona eran el secreto de su éxito. Ver a Sabonis y a Homicius en el Ivanofio jugando con el Fórum Valladolid no tiene precio. 

Sin un accionista mayoritario dispuesto a arriesgar dinero, el Iraklís queda reducido a  un club familiar de formación de jugadores y poco más. Si consigue el ascenso, volverá a bajar o renunciará a la plaza, me temo.

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