Quinteto de la temporada 1984-1985: Filipou, Kokkolakis, Giannakis, Galis y Romanidis.
La tarde del 24 de noviembre de 1984 el Aris y el Panionios se enfrentan en Nea Smirni en uno de los duelos más interesantes del campeonato. A los de Salónica se les atraganta la zona mixta planteada por Makis Dentrinos, que trata de cansar a Galis cambiando de defensor. Sin embargo, el pívot Dimitris Kokolakis pone por delante a los amarillos (65-67) y Galis sentencia con dos tiros libres (65-69).
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No obstante, una
concatenación de errores arbitrales de lo más sorprendente, provoca el enfado
de los locales y de la
afición. El Panionios presenta un recurso para impugnar el
resultado. Dicen que Ioannidis era
consciente, pese a haber ganado el choque, que posiblemente el partido se
tendría que repetir.
El festival de
los árbitros había comenzado cuando quedaban 7 minutos para el final. Con 54-57
le señalaron una falta a Giannakis
sobre Missas, que acabó siendo
anotada a Filipou. El pívot, que
había taponado el tiro de Missas
tras la falta de Giannakis, fue
expulsado porque los colegiados se equivocaron de hombre. Además, los árbitros,
que en principio habían dado dos tiros libres a Missas, acabaron concediéndole sólo uno. Cosas verdes...
Se produjo una
trifulca en la mesa y los árbitros creyeron que Missas había fallado el primer tiro libre, cuando ni siquiera lo
había tirado. El lío padre. Los jueces mandaron seguir pese a las protestas
locales y al pollo que había organizado en la mesa.
El Panionios tenía toda la razón en sus
protestas. Deberían haberle dado dos tiros libres o un dos más uno, en caso de
considerar que el tapón de Filipou era
ilegal. Para más inri, uno de los
colegiados apuntó en la llave de los tiros libres de Missas que había fallado ambos. Asombroso, puesto que el crack del Panionios sólo había tirado uno y lo había metido. No dieron ni
una. Sin el instant replay, ni
cámaras, ni nada que se le parezca, imaginaos lo que debía ser aquello.
Suerte que en la
grada se hallaba el Secretario General de la Federación y algún otro jefazo de
la competición y pudieron dar fe de lo ocurrido. Uno de los árbitros reconoció
su error garrafal y la reclamación de los locales fue atendida. El partido se
tendría que repetir.
Como en Grecia
los recursos tardaban mucho en resolverse, la Federación fechó la repetición
del partido tres meses y medio después de aquel “combate nulo”. Con la liga ya
resuelta, nada hacía pensar que el partido acabaría siendo histórico.
Así, el 2 de marzo
de 1985, los dos equipos se volvieron a enfrentar en el mismo escenario, esta
vez con otros árbitros y sin Filipou,
lesionado. El Aris seguía invicto y
apiraba a hacer el pleno.
Los primeros 40
minutos terminaron con empate a 68 y la primera prórroga con empate a 74, tras
una canasta de Romanidis. En la
segunda prórroga, un triple de Gásparis
y una canasta en suspensión de Missas
volteaban el marcador y colocaban el 84-82 definitivo. El Panionios salía victorioso de un partido épico que marcaba el
inicio de una increíble racha del Aris
de 80 partidos sin perder en liga.
Por el Panionios anotaron Missas (26), Gásparis
(7), Fanis Christodoulou (10), Linardos (8), Fossés (25) y Karaiskos
(8), mientras que por el Aris lo
hicieron Giannakis (14), Galis (31), Romanidis (15), Stamatis
(4), Kokalis (10), Doxakis (10) y Paramanidis (2).
Una semana
después, el Aris derrotó al Panionios con claridad en el Alexandrio por 97-80, en lo que sería
la primera de las 80 victorias consecutivas en liga. La armada de Ioannidis estaría sin perder en el
campeonato desde el 2 de marzo de 1985 hasta el 5 de noviembre de 1988.
No convendría
olvidar que la derrota en Nea Smirni
fue la única de los de Salónica en Grecia aquella temporada, puesto que
hicieron el doblete. En la Copa Korac ganó todos
los partidos que disputó en el Alexandrio,
pero sufrió cuatro derrotas fuera del país. Cayó en las pistas del Zadar, del Livorno, del Cajamadrid
y del Varese.
Nikos Galis acabó como máximo anotador en
la liga con 891 puntos y un promedio de 34,2.
El Aris de la temporada 1985-1986 ganó la
liga pasando por encima de todos sus rivales. Loa amarillos sumaban una
exhibición tras otra. De los 26 triunfos conseguidos, en 16 pasó de 100 puntos.
Las palizas más destacadas fueron un 153-62 al Near Est y un 128-42 al Kalamariá.
No he logrado encontrar todos los resultados. A parte de los dos marcadores
citados, el Aris ganó al Panionios 91-67 en Salónica y 82-92 en Nea Smirni, mientras que en el derby
tesalonicense derrotó al PAOK por 77-71
y por 58-69.
A pesar de la
notable superioridad y de que los partidos quedaban decididos pronto, Galis y Giannakis jugaban y jugaban. Los de Ioannidis llegaron a abusar de algunos rivales sin compasión.
El Aris llegó a tener más popularidad que
los equipos de fútbol de entonces. Cuando bajaba a Atenas, se acumulaban los
reporteros en las puertas del hotel para conseguir algunas palabras de los
protagonistas, aunque fueran pocas. Se habían convertido en verdaderas
estrellas.
Se empezaron a
conocer las famosas manías de Ioannidis
y sus neuras, que no hacían otra cosa que engrandecer el mito. Que si todo el
mundo debía sentarse siempre en el mismo sitio en el autobús, que si fumaba una
marca de cigarrillos concreta y no podía ser otra, que si tenía un mechero de
la suerte…
En una de sus
muchas entrevistas, Ioannidis cogió
al periodista Vasilis Skountís, que
seguía al PAO de balompié, y le
recomendó que dejara de seguir al fútbol por el baloncesto. El Rubio sabía que el baloncesto iría hacia
arriba con aquel equipo y que toda Grecia hablaría del mismo al poco tiempo,
como así fue.
Aquella temporada
el Olympiacós acabó segundo con 20
victorias y 6 derrotas. El Aris
terminó invicto, repitiendo la hazaña del Olympiacós
de 1976. Nikos Galis fue el máximo
anotador con 936 puntos (jugó 24 partidos) y un promedio escandaloso de 39
tantos.
El Limoges se cruzó en el camino europeo
del Aris y lo eliminó en la segunda
ronda de la Copa de Europa a pesar
de que en Salónica los griegos se impusieron por 89-81 (105-87 en la vuelta).
Tampoco las cosas fueron bien en la Copa. El Panathinaikós
eliminó al Aris en la semifinal (87-84)
y evitó el doblete.
En resumen, el Aris acabó la temporada 85-86 con una
derrota en Francia y otra en Atenas. El resto fueron todo victorias. El Emperador sumaba su segunda temporada
seguida sin perder en Salónica.
La temporada
1986-1987, primera con play off,
terminó con un balance de 21 victorias y 0 derrotas (18 en liga regular y 3 en play off). Seguramente hubieran sido
más, pero como los enfrentamientos de la fase regular del campeonato contaban
en los play off, la competición “se
quedó corta”.
Estos fueron los
resultados de la liga regular.
Aris-PAOK 81-67 y 77-86
Aris-Panionios 133-78 y 80-100
Aris-Iraklís 90-66 y 80-121
Aris-Panathinaikós 94-73 y 73-74
Aris-Olympiacós 112-89 y 68-83
Aris-AEK 128-84 y 94-104
Aris-Apolonas Patras 135-84 y 91-121
Aris-Ilysiakós
117-77 y 80-118
Aris-Ionikós Nikea 153-64 y 107-124
Y estos fueron
los de los play offs.
Aris-Ilysiakós
135-63 (3-0)
Aris-Panathinaikós 68-67 (3-0)
Aris-Panionios
129-81 (3-0)
Total: 21-0. El Aris pasó de 100 en 14 partidos y de
120 en 9. El Panathinaikós fue el
equipo que más difícil se lo puso a los de Salónica (73-74 en el Tafos tou Indoú y 68-67 en el play off). Con todo, el PAO acabó la temporada en cuarta
posición con más derrotas que victorias. Galis
se proclamó máximo anotador por séptima temporada consecutiva. En los 18
partidos de la liga regular metió 718 puntos (39,9 de media).
Los
tesalonicenses ganaron también la
Copa. Por primera
vez en la historia, un equipo hacía el pleno en las dos competiciones.
En la Copa de Europa, el Aris escribió aquel año la página más negra de su historia. En el Alexandrio humilló al Tracer de Milán por 98-67, pero en la
vuelta los italianos trituraron a los de Ioannidis
(83-49). Una de las victorias más brillantes de su historia combinada con la
peor y más lamentable derrota. Para colmo, el equipo de Milán acabaría
proclamándose campeón de Europa.
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