miércoles, 30 de marzo de 2011

24 de enero de 1981: Giannakis 73 - Galis 62.


Acta del partido.

(Una vez leído el siguiente artículo publicado por el periodista deportivo Vasilis Skoundis en su blog, no puedo hacer otra cosa que hacéroslo llegar “a mi manera”.)

El 24 de enero de 1981, en Nicea, ciudad cerca del Pireo, se produjo el último duelo de pistoleros del siglo XX.

El sistema de competición había impedido el enfrentamiento directo entre las dos estrellas. En la temporada 79-80 la liga se dividía en dos divisiones para al final cruzarse los mejores. Pero no había habido suerte.

Sin embargo, antes del duelo ya se conocían. Ambos habían coincidido en la selección durante el torneo preolímpico de Vevey, en Suiza. Había sido el debut de Nikos Galis con la selección helena, mientras que Giannakis ya llevaba jugando en ella desde los 17 años. Me gustaría saber cómo fue ese primer encuentro, pero creo que Galis ni siquiera sabía hablar griego así que se dirigían a él en inglés, como a los pistoleros.

En aquel partido del año 81 se enfrentaban el máximo anotador de la temporada anterior, Panagiotis Giannakis, y el que lo sería esa misma y las posteriores, Nikos Galis.

Giannakis era el líder del Ionikós Niceas, en el que llevaba jugando desde 1976, y Galis, que había llegado a la liga hacía una temporada, era la fuerza emergente. Haris Papageorgiou le había cedido los trastos de matar en el Aris. Era el nuevo referente.

La primera temporada de Galis, la 79-80, había sido espectacular, aunque sus problemas de adaptación eran evidentes. Su eclosión causó furor en la liga y todo el mundo hablaba de él. Sin embargo, el Panathinaikós se había llevado la liga aquella temporada. El Aris de Galis no haría click hasta la llegada de Giannakis.

Los mayores éxitos del Ionikós habían sido los de clasificarse para la Copa Korac un par de temporadas, aunque en una de las mismas fue expulsado por actitud violenta de los aficionados -hay cosas que nunca cambian-.


Acta del partido por la parte de atrás.
Anotación de todos los incidentes.

El Aris venía de jugar dos partidos fuera de casa, uno contra el Olimpiacós y otro contra el AEK. Ambos acabaron con derrota (90-89 y 106-105). Antiguamente se realizaban en Grecia “giras a la americana“. Los equipos de Salónica bajaban a Atenas y jugaban varios partidos contra equipos de allí y así se ahorraban los engorrosos viajes.

Las grandes expectativas provocaron que se agotasen las entradas, cosa que raras veces se producía. Los periódicos hablaban de Galis como "el nuevo Mesías del baloncesto" y la gente de Atenas y del Pireo se movían a ver, no al Aris, sinó a Nikos Galis. Como si supieran que ese jugador iba a marcar una época.

A pesar de no ser un equipo de los punteros, las dos derrotas seguidas en partidos jugados al límite hacían pensar que el Ionikós podía ganar. Mientras el Aris luchaba por la liga, el Ionikós peleaba codo con codo con el Panionios y con el BAO para no bajar.

Las actuaciones de Galis en aquellos dos partidos previos habían sido sobresalientes, anotando en menos de 24 horas un total de 84 puntos (28+56). La noticia se había corrido como la pólvora.

El partido empezó a las seis de la tarde del sábado 24 de enero de 1981. Desde el primer minuto empezaron los disparos. En un toma y daca trepidante ambos tiradores no dejaban de anotar. Ahora yo, ahora tú, ahora te la meto, ahota te la devuelvo, ahora tiro desde cuatro metros, ahora penetro, etc…

El ambiente estaba muy caldeado y se produjeron técnicas, parones varios e intromisiones diversas. El pabellón debía ser un escándalo. Imagino que el caos en medio de tanto ruido y de tanto fuego cruzado debía ser inenarrable.

Mientras tanto, los pistoleros seguían a lo suyo, superando no sólo la lógica sinó también la fantasía.

El Ionikós se va al descanso por delante 53-51. En este período y en un intervalo de unos 6 minutos sólo tiran ellos dos. Es decir, prácticamente un uno contra uno en todo el campo con ocho espectadores de lujo en camiseta. En este intervalo el tanteo fue de Galis 14 - Giannakis 14. De estar 26-17 el partido pasó a un 40-31. Un hecho bastante insólito, creo yo.

Para acábarlo de arreglar, el partido acaba con empate a 101, con lo que los pistoleros podrán seguir gastando munición en la prórroga.

En la prórroga y después de dos tiros libres anotados, el Aris de Dusan Ivkovic se lleva el partido por 113-114. Un partido épico e histórico donde los haya.

Podemos decir que fue un embite con dos resultados: 113-114 y 73-62.

Giannakis metió 34 en el primer tiempo, 31 en el segundo y ocho en la prórroga, mientras que Galis anotó 37+32+3. Recordemos que no había triples en aquella época. Desconozco la posibilidad de poder encontrar el número de lanzamientos que hicieron entre los dos, pero debía ser exagerado.

Resumen de anotadores.

Ionikós: Νυδριώτης 12, Αλεξανδρίδης 10, Μπεζαντάκος 2, Κατσαφάδος, Πετρίδης 2, Γιαννάκης 73, Γουργιώτης 14, Μπολάτογλου, Λάζαρης, Μίσσας.

Entrenador: Kostas Anastasatos.

Aris: Σκόνδρας 8, Γκάλης 62, Παραμανίδης 14, Ανανιάδης 2, Ρωμανίδης 5, Στυλιανού 21, Τσαχτάνης, Βαμβακούδης 2, Νάστος, Οικονόμου.

Entrenador: Dusan Ivkovic.

Los 73 puntos de Giannakis son la segunda mejor marca anotadora en la liga, sólo superada por Aristeidi Moumoglou en un partido del año 1972. Superó los 71 puntos que tenía Papasxou Tsantali desde 1971. Los 62 de Galis es la cuarta mejor marca.

Aquella temporada Galis se salió, anotando nada menos que 1.143 puntos, contra los 773 de Giannakis y los 670 de Manthos Katsloulis del Paok. Fue la primera de la once veces en las que sería máximo anotador de la liga. Giannakis, que como dijimos había sido el máximo anotador la temporada 79-80, sería el segundo en la 80-81 y en la 83-84.




Nota: Nikos Galis y Panagiotis Giannakis serán elementos recurrentes en este blog y les dedicaremos más posts en el futuro.

1 comentario:

  1. La historia es maravillosa, Rafa, además de desconocida para muchos, entre los que me incluyo.

    Aquella pareja de exteriores sería la bomba en el Aris y en la selección griega, con un reparto de papeles que pocas veces se ha visto. Giannakis supo echarse a un lado ante el torrente de recursos ofensivos de Gallis y dedicarse a otros menesteres más sacrificados, defensivos y organizativos, aunque nunca despreció su enorme talento ofensivo, como ya había demostrado desde junior en la selección y como también haría por ejemplo en el mundial de Argenina'90, en el que volvió a asumir ese liderazgo ofensivo junto a Fanis Christodoulou y Galakteros en el equipo nacional. En cierto modo, y con obvias diferencias, me recuerda al caso de los hermanos Petrovic en la Cibona.

    Cuando en el Aris se les unió Subotic, y más tarde Jones, necesitaban varios balones para atacar, pero era una deleicia seguir viendo a esta pareja de héroes griegos.

    Gracias por la entrada.

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