David Ancrum (Iraklís) - Nikos Galis (Aris) - Branislav Prelevic (PAOK).
Salónica fue la
capital del baloncesto griego desde mediados de la década de los 80 a mediados
de los 90. El Aris y el PAOK se disputaban la liga en los años
del despegue, cuando el deporte de la canasta se iba haciendo un sitio en la
parrilla televisiva y la selección conquistaba el corazón de los aficionados. El
tercer equipo en discordia fue el Iraklís,
que se mantuvo en segundo plano pero que completó varias temporadas muy
buenas.
ARIS 1982-1993.
Plantilla del Aris de la temporada 1982-1983.
El Imperio Amarillo que dominó el
baloncesto griego en la década de los 80 no surgió de un día para otro. Considero que la temporada 1982-1983 marca el inicio de diez años repletos de éxitos.
La primera temporada con Giannis Ioannidis en el
banquillo (temporada 1978-1979), el Aris
ganó la liga contra todo pronóstico. Fue toda una sorpresa puesto que no era un equipo tan fuerte como el Olympiacós, que contaba con cuatro griego-americanos en sus filas, y fuera de las canchas no pintaba nada. Además, funcionaba casi como un club amateur. La
liga más importante de mi carrera”, ha dicho siempre.
A partir de
aquel triunfo se fue gestando la dinastía. De no haber sido por aquella liga,
no hubiera venido Nikos Galis, por
ejemplo, y no hubiera crecido la afición al deporte de la canasta. Otro día dedicaré una entrada a la liga 1978-1979, porque hay cositas
interesantes que explicar.
El Aris campeón de liga 1978-1979.
La llegada del
griego-americano Nikos Galis el año
siguiente marcó un antes y un después en el baloncesto griego y, en general, en
el deporte profesional del país. Pese a que el Aris y la bola naranja seguían siendo algo muy secundario, siempre
por detrás del fútbol, todo el mundo hablaba de un jugador de 1,80 que metía 40
puntos como si nada. Entrenaba más que nadie pese a ser el mejor, se ejercitaba
en el gimnasio y salía a correr, lo nunca visto.
Antes de la llegada de Galis, se daba poca importancia a la forma física y no se trabajaban aspectos que hoy parecen fundamentales. La mayoría de los equipos entrenaba unas tres veces a la semana y un par de horas por sesión. Algunos jugadores salían de entrenar e iban a sus puestos de trabajo, porque con lo que les daban los clubes no tenían para vivir.
Antes de la llegada de Galis, se daba poca importancia a la forma física y no se trabajaban aspectos que hoy parecen fundamentales. La mayoría de los equipos entrenaba unas tres veces a la semana y un par de horas por sesión. Algunos jugadores salían de entrenar e iban a sus puestos de trabajo, porque con lo que les daban los clubes no tenían para vivir.
El americano Fred Debely sustituyó a Ioannidis, que se puso
a trabajar para la federación. Conviene destacar este aspecto, porque el Rubio empezó a ser conocido entre las altas estancias deportivas. No en vano, acabó como
seleccionador y dirigió a la selección en el Eurobasket de 1981, la primera vez que Galis y Giannakis
jugaron juntos.
En su primera
participación en la máxima competición europea (temporada 1979-1980), el Aris ganó al Maccabi de Tel
Aviv en Salónica por 104-103 tras una prórroga, aunque quedó eliminado en
la fase de grupos. Aquel fue el primer gran triunfo amarillo en la Copa de Europa (Galis todavía
no podía jugar la competición). Ganó los tres partidos de casa y perdió los
tres de fuera, en Tel Aviv, Bucarest y Estambul. El Maccabi acabaría llegando a la final de la competición, perdiendo
contra el Real Madrid en Berlín.
Alineación de la temporada 1980-1981 con Dusan Ivkovic en el banquillo.
El serbio Dusan Ivkovic, que había conseguido el
triplete con el Partizán en 1979
(liga, Copa y Copa Korac), sustituyó en el banquillo a Debely en la temporada 1980-1981.
A pesar de que
en los dos años que estuvo Ivkovic
no se ganaron títulos, reforzó el equipo con jugadores de la talla de Michalis Romanidis, internacional junior y senior, Petros Stamatis, Giorgos Doxakis o Nikos
Filipou.
En aquellos años
previos a la dinastía –“trienio inter Ioannidis”-
las derrotas fuera de casa condenaron al equipo, que terminó dos veces tercero
y una segundo, la última de Ivkovic.
En la Copa Korac, el Aris no pasó de la fase de grupos en la temporada 80-81. Ganó en
casa a la Jugoplastika y al Brno, pero cayó fuera contra los
mismos rivales y los dos encuentros frente al Carrera Reyer Venezia de Dalipagic,
que llegaría a la final y perdería contra el Joventut de Badalona.
La temporada
siguiente (1981-1982), el potente Limoges de Senegal, Ed Murphy y Dacoury, a
la postre campeón del torneo, se cruzó en el camino de los amarillos. Los
franceses no dieron ninguna opción y vencieron los dos partidos (106-77 y
77-88).
Las
personalidades de Ivkovic y Galis acabaron chocando. El serbio
tenía todas las de perder, porque el base se había convertido en el héroe de la
afición. Ivkovic no fue renovado al concluir la segunda temporada. “Con Galis el Aris no ganará nada”, llegó a decir.
Con Dusan Ivkovic, el Alexandreio se había convertido en un fortín, pero fuera de casa el
grupo no jugaba unido y el renidmiento bajaba. El Panathinaikós de las 4 K era más regular que los amarillos.
El club recuperó
a Giannis Ioannidis en 1982, “el año del boom”. El Rubio ya había trabajado con algunos de los jugadores y conocía la
casa mejor que nadie. Además, contaba con un par de años más de experiencia a
sus espaldas y había aprendido a desenvolverse en los despachos. En Grecia es tan importante saberse
mover dentro de la pista como fuera.
Celebrando el título de liga 82-83.
Con Ioannidis regresó Charis Papageorgiou, que había mantenido conflictos con la
directiva por temas económicos y el Aris
recuperó el trono liguero tras acabar con 22 victorias y 4 derrotas. Nikos Galis se proclamó máximo anotador del
campeonato por tercera vez consecutiva y conquistó su primera liga. La clave, sin duda, fue que nadie ganó en el Alexandrio, donde en muchos partidos se superaron los 100 puntos.
En Europa, el Aris dio un pasito más. En la Copa Korac 82/83 los amarillos
apalizaron en la vuelta al Hapoel de
Jerusalén (93-66), remontando la desventaja de la ida (113-87), con un
excelente Charis Papageorgiou. Puede ser considerada la
primera gran remontada europea en la historia del club.
Contra el Banco di Roma no hubo nada que hacer y el equipo quedó eliminado (86-89 y 86-60).
Contra el Banco di Roma no hubo nada que hacer y el equipo quedó eliminado (86-89 y 86-60).
Para afrorntar
con garantías la Copa de Europa 83/84,
durante el verano el club cerró el fichaje de Dimitris Kokkolakis, una de las torres del baloncesto griego,
procedente del Panathinaikós. El pívot era reacio a cambiar de aires, pero Ioannidis apareció en el hotel donde estaba con un maletín que contenía 2 millones de dracmas. El 2,15 fue sorprendido medio desnudo en la habitación dándose un “baño de dracmas”, según conféso Vasilis Goumás, compañero de cámara.
Con la llegada del veterano jugador, el Aris partía como claro favorito para ganar la liga 83/84.
Con la llegada del veterano jugador, el Aris partía como claro favorito para ganar la liga 83/84.
En la Copa de Europa, el Aris cayó en segunda ronda contra el Maccabi. Quedaron en el camino el AEL de Limasol chipriota (49-106 y 97-56) en la fase previa, y el ASC Götingen (77-91 y 77-73) en la primera ronda.
Esta vez el Alexandreio no funcionó de talismán y los macabeos se impusieron por 62-68. A pesar de ganar en la Mano de Elías por 75-76, los griegos quedaban fuera. Galis se paró en 31 puntos. Los amarillos sacaban la cabecita en Europa.
Esta vez el Alexandreio no funcionó de talismán y los macabeos se impusieron por 62-68. A pesar de ganar en la Mano de Elías por 75-76, los griegos quedaban fuera. Galis se paró en 31 puntos. Los amarillos sacaban la cabecita en Europa.
En la liga, el Aris y el Panathinaikós mantuvieron un pulso hasta el final, llegando empatados a 24 victorias. Como entonces no contaba el
basket average, la liga se decidió en un partido de desempate jugado en Corfú.
Copa de Grecia 1984.
En una semana,
el equipo de Salónica perdió la Copa (miércoles 18 de abril) y la liga (24 de abril).
El PAOK se impuso por 74-70 en Salónica en la final de Copa y el Panathinaikós por 80-76 en Corfú en la "final" de la liga. De un posible doblete a una temporada en blanco. Las habitaciones del hotel de Corfú pagaron el cabreo de los jugadores amarillos.
El PAOK se impuso por 74-70 en Salónica en la final de Copa y el Panathinaikós por 80-76 en Corfú en la "final" de la liga. De un posible doblete a una temporada en blanco. Las habitaciones del hotel de Corfú pagaron el cabreo de los jugadores amarillos.
Que el Panathinaikós ganase el desempate no
puede considerarse una sorpresa, porque ambos conjuntos tenían un nivel
parecido, pero la derrota contra el PAOK
pocos la esperaban. Los blanquinegros se hallaban en un nivel inferior, aunque
poco a poco construirían su particular dinastía. Dos de las piezas
fundamentales del futuro PAOK ya
ganaron aquella final: Nikos
Stavropoulos y Panagiotis Fasoulas.
Con el apoyo
económico de algunos patrocinadores, Christos
Michailidis tomó la decisión de fichar a Panagiotis Giannakis, figura del Ionikós Nicea y uno de los mayores talentos del país. La afición
necesitaba un fichaje ilusionante tras los batacazos y Giannakis podía ayudar a Galis
en la dirección.
Los tiempos
estaban cambiando. Las televisiones daban los dos últimos minutos del
partido de la jornada, pero cuando jugaba el Aris el choque solía estar decidido. La gente quería encuentros completos. En Salónica, los aficionados pagaban lo que fuera para ver a Galis.
El periodista Filipos Syrigos trató de convencer a la
televisión pública para que diese un partido cada sábado a las 16:00, pero no
hubo manera.
Por Giannakis el Panathinaikós había ofrecido 13 millones, 4 jugadores e incluso ¡4
futbolistas!, aunque era el AEK el
que llevaba la delantera en las negociaciones, ya que estaba dispuesto a cambiarlo por Vasilis Goumás, un anotador de época, y
mucho dinero.
Giannakis firmando por el Aris.
Antes de decidirse
por el Aris, el Rubio habló con Giannakis
y le preguntó si estaría dispuesto a compartir el liderazgo en el equipo,
teniendo en cuenta que venía de una escuadra en la que prácticamente jugaba
solo.
El Aris acabó dando 17 millones en efectivo y dos jugadores (Christoforakis y Koulouris, que acabaría en el Ilysiakós). Además, a Giannakis se le dieron 8 millones en la mano. Se presentó en Salónica para firmar, a pesar de la contraoferta del AEK, que subía a 25 millones en dosis, además de Goumás. El montante (traspaso, sobrecito y jugadores) subió a cerca de 40 millones de dracmas.
Ciertamente, podría
haber elegido como año inicial del Imperio 1984, porque con la llegada del
escolta el equipo pasó de bueno a invencible, pero considero que el dominio
amarillo comenzó en 1982. A pesar de no haber ganado nada en la temporada
1983-1984, llegó a dos finales, hecho que confirmaba la superioridad de los de Ioannidis.
Las dos finales
perdidas y la llegada de Panagiotis
espolearon al equipo la temporada siguiente, cuando el Aris conquistó su primer doblete.
En un
apasionante derby, el Aris sentenció la liga tras vencer por
76-75 al PAOK. Acabó con 25 victorias
y 1 derrota en Nea Smirni. El PAOK
quedó segundo con 22 victorias.
Ioannidis y Dendrinós discutiendo en el polémico Panionios-Aris.
La única derrota
en liga se la infligió el Panionios
en un partido polémico, puesto que se tuvo que repetir. En principio, el Aris ganó el choque (69-65), pero el
club de Nea Smirni presentó una protesta. Ciertamente, los árbitros cometieron
varios errores de bulto que luego reconocieron. Pitaron la quinta falta a Filipou, cuando era Giannakis el que la había hecho, y concedieron dos
tiros a Kostas Missas. Sin embargo,
tras el primero, decidieron que continuase el partido a pesar de las protestas.
Hubo de todo en la mesa de anotadores y un enfrentamiento subido de tono entre Ioannidis y el coach Makis Dendrinós.
En el acta aparecieron reflejados dos tiros libres lanzados y fallados por Missas que nadie entendía, porque en realidad ¡sólo había tirado uno y lo había metido!.
En la
repetición, jugada el 2 de marzo de 1985, el Panionios se impuso tras dos prórrogas (84-82), gracias en buena
parte de los 26 puntos de Kostas Missas.
Fue la última derrota amarilla antes de una serie espectacular de 80 victorias
y casi 3 años de imbatibilidad. En liga tendrían que pasar 44 meses hasta la
siguiente derrota.
Los dos
americanos elegidos para jugar la Copa Korac habían sido George Wentzel y David Binion. El equipo superó el escollo del
Levski Sofia búlgaro (110-117 y
90-66) y del Zadar de Vrankovic (84-71 y 94-89), para quedar
encuadrado en el cuarto grupo, junto al Cajamadrid,
al Lemans Moderne y al Liborno. Contra los españoles, el Aris ganó en el Alexandreio por 106-100 con 43 puntos de Nikos Galis.
Los de Ioannidis quedaron empatados con el Liborno (4 victorias y 2 derrotas).
La derrota en la ida por 100-94 obligaba al Aris a remontar en la vuelta. Galis
anotó 34 puntos y el Aris se impuso
por 83-72, consiguiendo una clasificación histórica.
El Ciaocrem Pallacanestro Varese de Corny Thompson, Romeo Sachetti, John Devereaux y Dino Boselli fue el rival del Aris
en la semifinal. En la víspera del partido de ida (19 de febrero
de 1985), Galis se rompió la mano en
un choque fortuito con Nikos Filipou.
Giannakis anotó 29, Binion 18 y Romanidis 11, pero el Aris sólo ganó por tres puntos (80-77). Demasiado poco. Una semana después se impuso la lógica y el Varese venció por 95-71. Galis jugó a pesar de no estar recuperado, anotando 17 puntos.
Giannakis anotó 29, Binion 18 y Romanidis 11, pero el Aris sólo ganó por tres puntos (80-77). Demasiado poco. Una semana después se impuso la lógica y el Varese venció por 95-71. Galis jugó a pesar de no estar recuperado, anotando 17 puntos.
En la Copa, el Aris se impuso con claridad al Panathinaikós por 86-70, con 8 triples
de Giannakis (37 puntos) y 33 puntos
de Galis. Aquel partido y la manera tan
clara de ganar suponía un traspaso de poderes. Se invertía la tendencia
dominante de los verdes del sur en favor de los amarillos del norte.
Nikos Filipou con la Copa de 1985 en el SEF.
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