viernes, 4 de septiembre de 2015

El objetivo es la medalla.


Este y no otro debe ser el objetivo de la Selección de Fotis Katsikaris en el Eurobasket. Por plantilla, exepriencia y calidad, debe ser así. Quizás ahora mismo Grecia esté un peldaño por debajo de España, Francia y Serbia, que a priori son los grandes favoritas, pero creo que la blanquiazul esta vez opta claramente a medalla. No digo al título, eso son palabras mayores, pero sí a estar entre los mejores.

No lo va a tener fácil el conjunto nacional, que va a pelear en Croacia contra los anfitriones y contra Eslovenia, país fronterizo que va a arrastrar a muchos aficionados. El debut tampoco va a ser fácil contra FYROM. La rivalidad con el país vecino va más allá de lo deportivo y, aunque no estén ni Antic ni Bo MccAlebb, FYROM siempre juega extramotivado contra los blanquiazules. Las bajas de los citados sumadas a la de Dragic por Eslovenia deberían dejar la primera plaza de grupo para Grecia o Croacia. Cualquier otra cosa sería una sorpresa.

La plantilla.

Finalmente Fotis optó por sólo dos cincos puros, Ioannis Bourousis y Kostas Koufos, en lugar de tres como otras veces. El último en quedarse fuera de los 12 elegidos fue otro pívot, el joven Dimitris Agravanis, que seguro que tendrá su oportunidad en el futuro. Esta vez, en lugar de acudir al Eurobasket con un pívot claramente titular y dos suplentes, Grecia va con dos titulares. Sin embargo, habría que preguntarse quién jugará en esa posición si alguno se lesiona o cae enfermo. Por eso, en mi post anterior sobre la Selección, aposté por el chaval en lugar de Perperoglou y me equivoqué.

Para compensar la falta de un pívot alto, Katsilkaris utiliza a Kaimakoglou, Printezis y Antetokounmpo, hombres versátiles acostumbrados a pelear dentro de la zona. Giannis Antetokounmpo ha jugado en la posición de cuatro durante la preparación, cuando en los Bucks lo suele hacer de tres. Dicha posición está cubierta por Stratos Perperoglou, reciente fichaje del Barcelona, y por Kostas Papanikolaou, ex del Barça. Con Giannis, Katsikaris ha encontrado a otro multiusos. Ha sido el mejor jugador de la fase de preparación con diferencia, y eso que no parecía esforzarse demasiado, como Pau Gasol con España.

Quizás viendo la que se avecina con franceses, españoles y serbios, lo mejor sea hombres-pegamento físicamente más fuertes. Por eso se ha quedado fuera Vasileiadis, el único lanzador nato, y ha entrado Perperoglou u otros. En próximas convocatorias será Thanassis Antetokounmpo el elegido, otro con un talento físico privilegiado.

Spanoulis, Sloukas, Calathes, Mantzaris y Zisis completan la batería exterior junto a Papanikolaou. Para Spanoulis y Zisis quizás la última oportunidad de ganar otra medalla con la Selección. Ya expliqué que Grecia podía jugar a dos velocidades, una más europea con ataques controlados y otra más “salvaje” con Antetokounmpo de punta de lanza.

Fotis Katsikaris tiene muy claros los galones y es perfectamente consciente que las selecciones fuertes son las que combinan músculo y calidad. A los tres jugadores de la NBAKounmpo, Koufos y Papanikolaou- habría que sumar a Calathes, que ha fichado por el PAO, y en un futuro a Thanassis Antetokounmpo. Habrá que seguir la evolución de los jóvenes que están en Estados Unidos –Dorsey, Mitoglou...- y de los centers que dispondrán de más minutos este año –Papagiannis, Diamantakos...-.


Hay que confiar en esta Selección a pesar de haber fallado en el Mundobasket tras una gran primera fase. La clave, como siempre, está en el cruce. Un mal día te devuelve a casa. Esperemos que el estacazo recibido por Serbia en 2014 les sirva de lección.  

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