Montaje: Gazzetta.gr.
Si no se producen sorpresas sonadas en los cruces, el camino a la final para la Selección de Grecia debería ser: Bélgica-España-Francia-Serbia. Una pared. El objetivo sigue siendo la medalla, pero ahora para evitar el Preolímpico hay que deshacerse de España y Francia, nada menos. Muy difícil, por no decir imposible. No tanto por España, que no anda muy fina, sino por Francia, equipo físicamente muy superior al griego.
Buena primera fase, aunque no excelente.
Grecia ha terminado
primera de su grupo con 5 victorias y 0 derrotas. Lo más destacado han sido las
victorias contra Croacia por 2
puntos y contra Eslovenia. A priori las cifras intimidan, pero no
hay para tanto.
Contra los anfitriones, el equipo tuvo que
remontar diferencias de 10 puntos al más puro estilo Olympiacós, demostrando, una vez más, que a los griegos hay que
matarlos varias veces durante el mismo partido. Croacia no lo hizo y lo pagó.
Contra Eslovenia
el partido estuvo controlado hasta el tercer cuarto, cuando Blazic y Zoran Dragic calentaron
la muñeca. Apoyados por su público y por sus dos figuras, los eslovenos
estuvieron a punto de dar la vuelta al marcador. Sin embargo, la salida a pista
de Spanoulis en el último cuarto,
puso las cosas en su sitio. Vasilis
se salió en el primer tiempo, se sentó en el banquillo en el tercer cuarto y
regresó a la cancha para ordenar la cosa y resolver. A lo Papaloukás. Tomó nota de cómo iba el partido y puso remedio.
Viendo los apuros para pasar y los rivales que ha
tenido España, uno se pregunta si es
preferible superar la primera fase sufriendo o “siesteando”, que es lo que hizo
Grecia en algunos de sus choques. España llega metida de lleno en la
competición y Grecia un poco fría,
como sin tensión.
Grecia ha jugado bien
por momentos, pero sin brillantez. Le ha faltado continuidad. Si bien en cuanto
Calathes, Spanoulis y Printezis han
apretado las tuercas a los rivales, no ha habido color, han faltado enemigos de
entidad. La Selección sólo fue
exigida contra Croacia y un rato
contra Eslovenia, que en el fondo
era lo esperado. FYROM no es lo que
era, a Georgia le falta un hervor y los Países Bajos están un
nivel por debajo del resto aunque han peleado.
Nombres propios.
Cada vez que Spanoulis
salía a cancha, el equipo lo notaba. Ha compartido muchos minutos en pista con Nick Calathes, que es quien ejercía de
base. El no subir la bola jugando de
escolta le ha dado a Spanoulis más
frescor en ataque. Ha tenido las ideas claras y ha estado fino de cara al aro. Además,
ha repartido muchas asistencias. Llega a tope a la segunda fase. Como predije, Katsikaris ha repartido los minutos y Vasilis ni siquiera jugó contra los Países Bajos. Mentalizado y en forma, Spanoulis
es el mejor. Poniéndolo de dos, Fotis
ha conseguido también que Vasilis
pierda pocos balones, su gran lacra el año pasado. No agota tanto el bote y
todo lo hace con más sentido.
Cada acción de
Giorgos Printezis deja poso. Ha brillado en el poste bajo con movimientos
que ya sólo hace él en Europa. Se ha hartado de meterla con la zurda, añadiendo
algún que otro mate espectacular a la causa. Giorgos está en plena madurez y con confianza. Incluso se ha atrevido
con esos tiros de tres que tanto daño nos duelen todavía a los culés. En partidos
clave tiene que jugar más porque es de los pocos que percute en la zona. Kaimakoglou no le ha cogido el ritmo al
Eurobasket.
La pareja Koufos/Bourousis ha jugado bastante bien en
ataque, pero ha tenido lagunas en defensa. El problema, aunque solucionable, de
los pívots griegos, es que la mayoría de las canastas no las han trabajado
debajo del aro. Casi siempre han venido de alguna asistencia, de algún rebote ofensivo
o tras una larga jugada. Por momentos, la circulación de balón nos ha recordado
otras épocas. Pocas veces se les ha visto ganar la posición, recibir de
espaldas y jugar un uno contra uno. Es destacable la labor de Bourousis, que parece muy recuperado
tras su extraña temporada. De todos modos, se le ha visto pedir el cambio en
alguna ocasión por agotamiento. Hasta cierto punto, lógico. En defensa los dos tuvieron
problemas contra Tomic y contra Slokar. Cuando toque Gasol, que se preparen. Ofrecen
demasiadas dudas atrás. En ataque ambos han jugado bien las continuaciones del pick and roll con Spanoulis, Sloukas y Calathes, siguiendo hacia el aro y
quedándose solitos.
Por lo demás, Zisis
ha ido de menos a más, quizás porque eso de empezar en el banquillo lo desubicó
un poco. Grecia lo necesita porque
adolece de tiro exterior. Con él, Antetokounmpo
nos ha dejado destellos, aunque yo esperaba mucho más. A Giannis le cuesta atacar una defensa cerrada o una zona. Se nota
que está acostumbrado a correr y sufre cuando el partido se para. Sin embargo,
su altura y sus brazos siempre están dispuestos a echar un cable en defensa. La
timidez que demuestra espero que se le vaya con los años. Cuando Spanoulis ha conectado con él, el
chaval ha acabado colgado del aro tras remontar la línea de fondo. También Calathes ha ido encontrándose mejor a
medida que avanzaba la competición. Todavía le queda. Me ha dado la impresión
de que iba con una marcha menos. ¿Se estará reservando para lo que viene? El
último jugador destacable ha sido Kostas
Sloukas, que a pesar de haber mostrado su chispa de vez en cuando, no ha
sido regular. Sin embargo, sigue siendo un recambio de garantías con el que hay
que contar.
Perperoglou y Kaimakoglou de momento están pasando
por el torneo sin pena ni gloria. Katsikaris
debe exigirles más. Juegan en posiciones clave y no han estado a la altura. Papanikolaou ha sido relegado a
undécimo hombre de la rotación y Mantzaris
a duodécimo. Desconzco si Fotis los
está reservando para los cruces o simplemente lo ha decidido así por motivos
tácticos. Los periodistas griegos en Twitter
no entienden muy bien lo de Mantzaris,
jugador muy útil para defender a anotadores rivales que juegan por fuera. Yo
creo que no cuenta con ellos y se me hace difícil pensar que, sin ritmo de
competición, puedan entrar ahora que se cuecen las habas.
Lagunas.
Sin duda, la defensa de los interiores tiene que
mejorar si Grecia quiere aspirar a
cosas grandes. De lo contrario, a la calle contra España. Con todo, lo peor no ha sido eso, sino el tiro exterior. Se
han visto auténticas pedradas indignas de jugadores profesionales. En
particular, lo de Calathes y Antetokounmpo ha sido horripilante. No
eran ya tanto los fallos o las mandarinas, sino la mecánica de tiro, como si
algo ahí en el codo se encogiese. Se han visto auténticos “yerrazos”. Los
equipos rivales han permitido tirar a Grecia
desde fuera, porque saben que sigue siendo el Talón de Aquiles de esta Selección. El problema viene de
campeonatos atrás y no hay manera de resolverlo. No es que a España le esté yendo mucho mejor el
tiro exterior, la verdad. Suerte de Pau
Ribas, que no se está escondiendo y está acertando, porque lo de Rudy es preocupante.
Lo mollar.
Vamos a lo mollar, al tuétano de la cosa, al
cogollo del asunto. Grecia ganará a Bélgica a pesar de haber perdido en
Bruselas hace unos días. Los belgas se han ganado mi respeto y tienen jugadores
de nivel que juegan en las grandes ligas europeas, sin embargo creo que no
tienen nada que hacer contra Spanoulis,
Zisis y compañía. El único problema
que veo es que los de Fotis se vean
clasificados antes de jugar y se duerman en los laureles como contra los
neerlandeses. No pasará.
Grecia nos la tiene
jurada desde 2007. Aunque hemos jugado contra ellos otras veces desde entonces,
lo del Eurobasket de Madrid no lo olvidan.
Rudy Fernández es el jugador
más odiado para la mayoría de los griegos y no caen nada bien ni Navarro ni Felipe, por considerar que hacen demasiados aspavientos. Curioso
que los balcánicos precisamente se quejen de eso, ¿no? Parece que nosotros nos
hayamos balcanizado y ellos se hayan aburguesado, vaya.
La cuestión es que en 2007 Grecia se veía peleando por lo más alto y tenía una de las
plantillas mejores de su historia. Además, venía de aquella remontada increíble
contra Eslovenia, con lo que el
equipo llegaba crecido. Sin embargo, no pudieron contra el anfitrión, algo que
debería haber entrado en sus planes. Pues no, han pasado los años y los griegos
siguen diciendo que aquella semifinal fue un robo. Qué cosas, los griegos
hablando de robos y de árbitros.
Tras aquel partido vinieron otros, como el del Mundobasket 2010 o el del Eurobasket 2013 con el “Kavvadazo”, que ganaron ellos, pero lo
de Madrid 2007 lo tienen clavado
todavía. Quizás porque esperaban vengar la paliza de Pekín.
España no llega bien
y en cambio Grecia sí, no obstante, nos
temen. Nos temen porque saben de baloncesto, respetan a Pau Gasol y son conscientes de que España es capaz de ganar a cualquiera en un día bueno. Por eso cuando
leo comentarios de los aficionados que desprenden odio contra nuestra Selección, me relamo, porque no es odio
sino temor. Los enfrentamientos entre los dos colosos griegos y Barça y Madrid, siempre polémicos, han calentado más la cosa.
España vs Grecia.
Dije que Grecia
optaba a medalla, pero no contaba con que se encontraría contra España tan pronto. Aunque el momento de
forma de los griegos es mejor, tenemos posibilidades porque son un equipo que nos va.
Grecia no tiene ese
cuatro abierto tirador que tanto daño nos está haciendo, a no ser que Kaimakoglou se destape o Printezis salga de su zona. Pueden hacerlo,
pero no son fiables. Quizás Antetokounmpo
podría hacer esa labor, pero Fotis
lo está haciendo jugar de tres y no está metiendo nada desde fuera. Es decir, Grecia no tiene las piezas con las qué
hacernos daño ahí, en nuestro punto débil. Al contrario, Nicola Mirotic es el jugador ideal para castigar a los cuatros
blanquiazules, a los que debe sacar de la zona y romperles la cintura. Confío
en que Nicola salga extramotivado y
haga un gran encuentro.
Donde quizás ellos podrían ser superiores sería en
la posición de tres, siempre y cuando exploten el poste bajo. Volverá a ser
clave la defensa de Rudy ante la “no
convocatoria” de Claver. Serán
importantes las ayudas si Perperoglou
o Antetokounmpo consiguen recibir
cerca del aro. Stratos sabe jugar
cerca, pero está en el declive de su carrera y juega poco. Antetokounmpo pesa poco para jugar espalda contra espalda y le
falta el conocimiento del juego que dan los años. Claro que si se empareja con Rudy en el poste bajo y aprovecha su
altura, puede crearnos problemas. Quizás no anote, pero puede doblar.
Por dentro España
es mejor, con Pau y Felipe imperiales, pero ojo con Bourousis y Koufos, que seguro que dan guerra. Creo que Koufos puede aguantar el cuerpo a cuerpo a Gasol hasta que lleguen los
bomberos. Sin duda, Fotis habrá
planteado una defensa con muchas ayudas al defensor de Pau. Y es justo ahí donde el joven alero de los Bucks potencia sus cualidades, poniendo
tapones en la ayuda, sorprendiendo al atacante por detrás y robando pases de
lado a lado. Antetokounmpo es un
pulpo.
Por fuera las fuerzas se igualan siempre y cuando
los Sergios jueguen como contra Alemania. A Pau Ribas le pondría vídeos de Spanoulis
desde hoy mismo porque se encargará de él en el inicio. El Chacho, si sale de la segunda unidad, tendrá que vérselas
posiblemente con Sloukas, a no ser
que Fotis juegue la carta Mantzaris, que también podría ser.
Reviviremos, por momentos, la última final de la Euroliga. Será un Olympiacós-Real
Madrid a pequeña escala. Nos conocen y les conocemos.
Los dos equipos podemos jugar a dos velocidades
porque ambos tenemos jugadores para hacerlo. Que si el Chacho, que si Llull,
que si Sloukas, que si Spanoulis... El roster de Grecia es más amplio, puesto que en la
rotación entran diez, once o los doce hombres. A un partido todo puede pasar,
pero los minutos acumulados en las piernas de los españoles se pueden notar. España “se cansó” contra Italia, Alemania y Serbia. Grecia contra Croacia y Eslovenia.
El chip competitivo.
España, salvo
excepciones, cuenta con jugadores expertos que vienen jugando este tipo de
partidos, con sus clubes o con la Selección,
desde hace años. Rudy infiltrado se
parte la cara, Pau se faja y Llull suda la camiseta, por no hablar
de Pau Ribas, que pese a haber llegado el último, es todo carácter. Y Felipe, qué decir de Espartaco, un competidor nato. Nacido
para pelear.
De Grecia
tampoco podemos dudar. Algunos, a sus 25 años, ya han jugado tres Final Four y han ganado títulos con las
categorías inferiores de la Selección.
Otros ya saben lo que es ganar un Eurobasket.
Parecen irse del partido, pero se agarran al parquet y vuelven. Siempre
vuelven. Y te afecta la moral. Son unos
pesados. En este sentido, quizás Perperoglou,
que es más frío que el hielo, y Antetokounmpo,
son los que menos nos tienen que preocupar en los momentos calientes del
partido. Es Spanoulis el que le echa
los huevos que le faltan al resto, claro, y encima las mete. A pesar de
quedarse atrás, no pierden la tensión e insisten. Nosotros no debemos
deseperar.
Si no fuera porque he visto a España pasándolo muy mal, diría que somos favoritos. A Grecia, por su parte, le han faltado
rivales duros. No puedo hacer un pronóstico. El corazón me dice España, pero la cabeza Grecia.
(Nota: Me encantaría que ganásemos, aunque sea
sufriendo otra vez, porque, ¡qué diablos!, lo que se sufre se disfruta más).
No hay comentarios:
Publicar un comentario