Efthimis Rentziás nació en Tríkala en 1976 y empezó a jugar a
baloncesto en el Danaos, club de la misma ciudad. Con 14 años ya medía 2,06.
El 8 de abril de 1991 disputó su primer partido
con la selección cadete. No anotó en el amistoso contra la Unión Soviética
que perdió Grecia en Édessa por 109-114, pero sí al día siguiente, cuando
los helenos se impusieron por 110-100 con 12 puntos de Rentziás.
El pívot convenció al cuerpo técnico y fue
seleccionado para representar a Grecia en el Festival Olímpico de la Juventud Europea de Bruselas en julio. Jugó 4
partidos de los 7 que disputó la Selección.
El torneo terminó el 21 de julio y sirvió para preparar
el Eurobasket Sub 16 que se disputó en agosto en el norte de Grecia, concretamente
en Komotiní, Kastoriá y Salónica.
Sólo Italia pudo con Grecia, a la
que derrotó por 91-106 en la
final. Rentziás , que era el recién llegado, no la jugó. Alvertis
era la figura de aquel equipo junto a Kikilias, Maslarinos, Nikolaidis
y Liadelis. Fue su primer verano con la Selección y ya dobló
torneos, aunque fueran de categoría cadete.
Sería una constante a lo largo de su carrera que acabaría
perjudicándole.
Con los cadetes, Rentziás acabó disputando
un total de 35 partidos en los que anotó 408 puntos, que suponen una media de
11,66. No está mal si tenemos en cuenta que Efthimis casi siempre se
enfrentaba a jugadores mayores que él.
El de Tríkala siguió jugando en el Danaos
dos años más aunque ya en 1992 viajó a Salónica invitado por el PAOK.
Todo estaba apalabrado mucho antes de estampar la firma.
Rentziás fue seleccionado para jugar el Eurobasket Sub 18 de Hungría de
1992, en agosto. Otro verano ocupado jugando contra tipos más mayores y más
fuertes que él.
Grecia cayó contra Francia en la semifinal por 82-87 y perdió el bronce
contra el Equipo Unificado por 113-108 a pesar de los 30 puntos de Ekonomou
y los 23 de Alvertis. Rentziás se quedó en 2. De nada sirvió
haber ganado en la fase de grupos a aquel “equipo mixto” (92-79).
Al verano siguiente -1993-, desde el 1 hasta el 8
de agosto, Rentziás disputó el Eurobasket Sub 16 de Turquía. En
la fase de grupos, Grecia perdió contra España (60-63), pero ganó
el resto de los partidos y lideró el grupo con un balance de 4-1. El pívot de Tríkala
le metió 18 puntos a la
República Checa , 19 a Israel, 13 a España y 5 a Lituania. En la
semifinal, Grecia ganó sin dificultades a Rusia por 92-70 con 8
puntos de Efthimis.
España y Grecia repitieron el enfrentamiento de la primera fase en la final. Sin duda, fueron
los dos equipos más fuertes del torneo. Los helenos se vengaron del partido
perdido en la fase de grupos, derrotando a los españoles con más claridad de la
esperada (76-58). Rentziás anotó 16 puntos en lo que fue el primer gran
éxito del bloque que ganaría el Mundobasket de 1995. El pívot demostró que
cuando se enfrentaba a chicos de su edad no tenía rival.
El verano no concluyó con el Eurobasket,
puesto que Grecia debía jugar partidos de clasificación para el Mundobasket
de Atenas en Evosmos, Grecia. Todo quedaba en casa. Los helenos
aprovecharon que venían lanzados del Eurobasket para, literalmente,
aplastar a muchos de sus rivales: 124-66 a Eslovaquia, 110-66 a Georgia, 89-73 a Turquía, 112-44 a Suecia y 88-59 a Rusia. Efthimis
metió 13, 26, 17, 16 y 14 puntos respectivamente. En aquel equipo ya
despuntaban Dimitris Papanikolaou, Nikos Chatzis y Michalis
Kakiouzis.
Fue un año increíble para Rentziás, cuya
evolución estaba siendo espectacular. El PAOK de Salónica pagó
300.000.000 dracmas por su traspaso, todo un récord para un chaval tan joven. Efthimis
abandonó Tríkala, su ciudad natal, para jugar junto a Prelevic, Korfas,
Savic, Walter Berry y compañía. El PAOK, que había
ganado la liga en la temporada 91-92, sufría cambios tras el batacazo de la Final Four
de El Pireo. Se fueron de sopetón Cliff Levingston, Ken Barlow,
Nikos Filipou y, sobretodo, Panagiotis Fasoulas, que tras un
montón de temporadas en el club, se iba al Olympiacós. En pocas
palabras, el chaval Rentziás llegaba para intentar hace olvidar a Fasoulas,
tarea harto difícil.
Tras un mal inicio, Dusan Ivkovic fue
sustituido por Soulis Markópoulos, quien confió mucho en los jóvenes. Se
integró de inmediato en la plantilla pese a ser el rookie y jugar muy
pocos minutos. Era un fijo en las concentraciones de Markópoulos y puso
su granito de arena en la consecución de la Copa Korac de
aquella temporada.
Antes de terminar la temporada, el 11 diciembre de
1993, Rentziás debutó con la selección absoluta en un partido amistoso
contra Alemania, que en verano había ganado el Eurobasket. Los teutones
se impusieron por 93-90 en Karlsruhe y Rentziás anotó un punto.
Desde entonces, Efthimis Kioumourtzoglou
contó siempre con él. Estaba preparando el Mundobasket de Toronto y
pretendía llevárselo. Disputó varios torneos internacionales, algunos incluso
en medio de la temporada.
Rentziás progresaba a pasos agigantados. Jugar al lado de Prelevic, Korfas,
Savic o Walter Berry, ayudó. El PAOK veía el futuro con
optimismo, puesto que otro chaval empezaba a despuntar junto al pívot: Predrag
Stojakovic. Efthimis aprendió a jugar de espaldas y mejoró mucho sus
movimientos. Era rápido y fuerte. Físicamente, no tenía nada que ver con Fasoulas,
un tipo de 2,13 delgado, desgarbado y por momentos poco coordinado. Se corrió
la voz y empezaron a verse los primeros ojeadores de la NBA por
Salónica.
Sin apenas tiempo para descansar, aquel verano de
1994 tocaba el Eurobasket Sub 18 de Israel. A pesar de ganar a los
anfitriones en el estreno (80-71, 0 puntos), dos derrotas ajustadas contra Italia
(70-72, 22 puntos) y Lituania (95-98, 11 puntos) alejaron a Grecia
de las medallas. Alemania, Eslovenia y Rusia sucumbieron
después, no así Francia, que se impuso por 76-83, relegando a los
griegos a un amargo sexto puesto. Desconozco si Efthimis jugaría algo
condicionado aquellos partidos, puesto que había sido seleccionado para el Mundobasket
de Toronto.
El torneo terminó el 25 de julio y una semana
después Efthimis cogía el avión hacia Canadá para disputar el Mundobasket
con la Selección.
Evidentemente , Rentziás acudía a aquel torneo, su
primer grande con la absoluta, a aprender. Un partido amistoso en Toronto
contra Canadá (derrota por 67-79) le sirvió para tomar contacto. Fasoulas
era el pívot titular, mientras que el torpón Christos Tsekos le daba el
relevo.
El pívot de Tríkala jugó cinco de los ocho
partidos, en los que aportó poquito. Lo más destacado fueron sus 6 puntos
contra Estados Unidos en la semifinal. Grecia hizo un gran campeonato
y terminó en una meritoria cuarta posición a pesar de los problemas internos,
que los hubo y gordos. La victoria contra Canadá en su casa y el partido
contra el Dream Team II valieron el viaje.
El PAOK afrontaba con esperanzas la
temporada 94-95. Tres frentes abiertos: liga, Copa y Euroliga, la
máxima competición europea. Además, un entrenador nuevo, Dragan Sakota,
que ya había dirigido el equipo el año 91, cuando ganó la Recopa. Una
plantilla notable para unos objetivos máximos.
Los blanquinegros tuvieron altos y bajos todo el
año. Sakota fue cesado y Jerrod Mustaf se lesionó de gravedad
cuando mejor estaba jugando. En su lugar, llegó Lemone Lampley, que fue
un desastre. El que salió ganando fue Rentziás, que tuvo más minutos.
Era la gran esperanza bicéfala junto a Stojakovic. Uno sería el relevo
natural de Fasoulas y el otro el de Prelevic.
A pesar de los problemas, el PAOK ganó la Copa
de Grecia con el interino Sakis Laios en el banquillo. Efthimis
sólo anotó 2 puntos en la final de Lamía.
En la liga, el PAOK acabó en cuarta
posición, lo que supuso un fracaso rotundo e inesperado. Vangelis Alexandrís
acabó entrenando al equipo los últimos partidos, pero no pudo con Walter
Berry y el Iraklís, que dejó fuera de la Euroliga a su ex
equipo. Lo bueno de jugar tantos campeonatos y tan seguidos es que no tienes
tiempo ni para lamentarte. Rentziás debió aprender a dejar de lado
algunas derrotas sonadas para centrarse en lo siguiente, que casi siempre era la Selección. Debía
cambiar el chip cada verano y programar la temporada teniendo en cuenta que
apenas tendría descanso. Una barbaridad.
Aquel inolvidable verano de 1995, empezaba para Efthimis
con el Torneo Acrópolis y el Eurobasket de Atenas con la absoluta. El pívot
disputó ocho de los nueve partidos (no jugó la semifinal contra Yugoslavia)
y colaboró en la clasificación de la Selección para los Juegos
Olímpicos de Atlanta. Grecia ganó cinco de los nueve partidos y
acabó en una meritoria cuarta plaza. La victoria contra España metió a
los helenos en sus segundos Juegos. Un exitazo.
El partido por el bronce contra Croacia
(derrota por 68-73) fue el día 2 de julio. Diez días después, también en
Atenas, Grecia iniciaba su andadura en el Mundobasket júnior.
El pívot de Tríkala jugó el mejor torneo de su
vida. Es más, probablemente Rentziás tocó techo en aquel Mundobasket.
Ni en categoría senior logró jugar tan bien. Aunque entonces la
información no circulaba tan rápido como ahora, aquella hazaña dio la vuelta al
mundo. Destrozar a los americanos hizo bastante, claro. Aquel torneo nos dio a
conocer a Efthimis Rentziás, seguramente el mejor pívot del mundo
de su edad.
Grecia se merendó a todos sus rivales de una manera absolutamente espectacular.
109-74 a Puerto
Rico con 21 puntos de Rentziás, 133-53 a Angola con 20 de Efthimis,
104-70 a España
con 16, 109-80 a
Croacia con 30, 98-78 a
Estados Unidos con 27, 71-50
a Francia con 19, 80-57 a España en la
semifinal con 16 y 91-73 a
Australia por el oro con 33 puntos del pívot. Acabó con un promedio de
22,8 puntos y 12,2 rebotes. A destacar que en la final contra Australia,
además de los 33 puntos, cogió 21 rebotes, 9 de ellos ofensivos. Kakiouzis
acabó con 21,2 puntos y 7,2 rebotes, que tampoco está nada mal. Evidentemente, Efthimis
fue proclamado MVP del campeonato (máximo anotador y máximo reboteador).
El mejor verano de su vida. A sus 19 años, Rentziás
ya había ganado una Copa Korac, una Copa de Grecia, un
Eurobasket cadete y un Mundobasket júnior. Además, había jugado un Mundobasket
con la selección absoluta y se había clasificado para unos Juegos Olímpicos.
Lo que muchos no consiguen en 20 años de carrera, él ya lo tenía a los 19.
La temporada 95-96 sería convulsa en el banquillo,
pero el PAOK seguía teniendo una buena plantilla. Ya sin Savic, Rentziás
pasaba a ser el pívot titular. Prelevic, Stojakovic, Boudouris,
Giannoulis, Rentziás y los americanos de turno formaban un buen
grupo que, a pesar de los vaivenes, se metió en la final de la Copa de
Europa, antigua Recopa. En la final perdió en Vitoria contra el Taugrés
por 88-81.
Rentziás y compañía tuvieron que jugar partidos de clasificación para en Eurobasket
de 1997 durante la temporada, entre octubre de 1995 y febrero de 1996. Más
carga de partidos para el pívot, que a sus 20 años pelados estaba siendo
sobreexplotado.
En el Draft de 1996, Efthimis fue
elegido por Denver Nuggets en primera ronda (número 23). Stojakovic,
en ese mismo Draft, fue elegido el 14 por los Sacramento Kings.
El futuro de ambos parecía lejos de Salónica.
En Turquía ese verano tocaba el Eurobasket Sub
22 (luego sería sustituido por el Sub 20 de ahora). Grecia
hizo una mala primera fase, con derrotas frente a Eslovenia, España
y Lituania, y acabó quinta en el torneo. Rentziás
y el resto tuvieron que jugar 7 partidos en 9 días. El torneo acabó el día 7 de
agosto y el jugador ya estaba jugando en Indianápolis un amistoso contra Estados
Unidos el día 14.
Grecia terminó sexta en la Olimpiadas con un balance de cinco victorias y
tres derrotas. El de Tríkala tuvo un papel discreto. Sería el cansancio.
La última temporada de Rentziás y Stojakovic
juntos en el PAOK fue la 96-97, aquella extraña que empezó con Scott
Skiles de base y acabó con el americano de entrenador. Pedja era la
figura, pero Rentziás era el pívot poderoso del equipo. Sin embargo, ni
en la Korac ni en la Copa las cosas fueron bien.
Sólo en la liga el equipo pudo salvar los muebles.
Sexto en la fase regular, dio la campanada deshaciéndose del Panathinaikós
en el play off y colocándose tercero. En otras palabras, se metió en la Euroliga
y echó de la misma al todopoderoso PAO.
Efthimis Rentziás dejó el PAOK por una serie de
incumplimientos contractuales y firmó por cinco temporadas con el Barcelona
en 1997. A
priori, era el mejor fichaje posible para los culés, que dudaban si renovar a
Ramón Rivas. Con sólo 21 años, era el pívot del futuro. Sin embargo, sus años
en Barcelona fueron el principio del fin.
Se le quiso mucho en el Palau. Quizás la gente le
dio más a él de lo que él le dio a la gente. Rentziás ,
que venía al Barça para ser un pívot dominante en España y en Europa, se
quedó a medio camino. Un buen rolista, con partidos buenos y otros no tanto,
pero sin destacar lo que se esperaba. Desconozco los motivos por los cuales el
de Tríkala dejó de evolucionar. Mi teoría es que vivió muchas cosas demasiado pronto.
Todo fue muy deprisa. A los 21 años, demasiados partidos en las piernas. Rentziás
siempre mostró compromiso y era todo bondad. Tenía la confianza de Aíto García
Reneses y el cariño del público, pero no nos deslumbró.
En verano de 1997, antes de iniciar su andadura en
Barcelona, jugó el Torneo Acrópolis y el Eurobasket, para no
perder la costumbre. El
pívot hace un torneo discreto y Grecia termina en la cuarta plaza. Sólo
pierde contra Yugoslavia y Rusia.
Con la temporada empezada, el pívot todavía
acudiría a la concentración de la Selección en invierno para jugar
partidos de clasificación para el Eurobasket 99.
En cinco años con el Barcelona ganó una Copa
Korac, dos Ligas ACB y una Copa del Rey. En su última
temporada, la 2001-2002, promedió 9,2 puntos y 3,5 rebotes en 17,3 minutos.
Al pobre muchacho, no le dejaban descansar. La
federación griega, empeñada en organizar torneos en su país, no le permitía
librar. Durante el verano de 1998, se disputó en Atenas el Mundobasket.
El equipo heleno volvió a conseguir la cuarta plaza, aunque con un balance
irregular de cinco victorias y 4 derrotas. Los números de Rentziás
fueron francamente malos. 6 puntos contra Estados Unidos y otros 6
contra Canadá, lo máximo que hizo.
Aunque disputó partidos de clasificación para el Eurobasket
de 1999 durante la segunda temporada en el Barça, el pívot no acudió
el Eurobasket de Francia en el que Grecia fracasó
estrepitosamente (última clasificada con 0-3).
Efthimis Rentziás tuvo dos veranos seguidos sin competición, el de
1999 y el de 2000, puesto que Grecia no se clasificó para los Juegos
de Sydney.
En el verano de 2001, el de Tríkala vuelve a la Selección
para jugar el Eurobasket de Turquía. Grecia acaba novena con 2
victorias y 2 derrotas. Son pocos partidos, pero hay que sumar los del Torneo
Acrópolis y algunos amistosos más. Efthimis no lo hace mal. Anota 22
puntos contra Italia y 12 contra Alemania.
En noviembre empiezan los partidos clasificatorios
para el Eurobasket de 2003, que ocupan parte de 2002.
En febrero sufre una rotura de menisco interno de
la rodilla izquierda con el Barça, pero se aplaza la operación un tiempo
puesto que Roberto Dueñas arrastra problemas físicos. Su última
temporada en Barcelona fue la mejor.
Rentziás aprovecha el verano de 2002 para recuperarse de la lesión, puesto que Grecia
no se clasifica para el Mundobasket de Indianápolis.
Sorprendentemente, al terminar la temporada con el
Barça, firma por los Philadelphia 76ers como agente libre. Incomprensible.
En 35 partidos, Efthimis anotó una media de 1,5 puntos. Fue cortado
irremediablemente y acabó la temporada en el Ülker de Estambul. Fue el
primer jugador de baloncesto griego en jugar en Turquía y logró ganar una Copa.
Una de sus rodillas no daba más de sí. A su regreso de la NBA, nos
encontramos con un Rentziás más pesado y lento.
Grecia no hace un mal Eurobasket en 2003. Gana 5 partidos y sólo pierde el
cruce contra Italia, que le condena a la quinta plaza. Es el último
torneo de Rentziás con la Selección. No da para más. A los 27 años,
está cascado. Su rendimiento a lo largo del campeonato es demasiado irregular. Efthimis
se aparta para que entren nuevos jugadores en el equipo. Está claro que ya no
puede rendir lo que quiere. El último partido lo juega contra Serbia y Montenegro
el 14 de septiembre de 2003.
Juega un año en el Montepaschi Siena y lo
intenta en Valladolid la temporada siguiente. En febrero de 2006 decide
retirarse por culpa de las lesiones, muy frecuentes los últimos años. Sin duda,
los excesos se pagan.
¿Dónde hubiera llegado Efthimis Rentziás de
no haber jugado tantos veranos o de haber sabido regular sus esfuerzos?
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