martes, 3 de noviembre de 2015

El periplo de Efthimis Rentziás, el pívot que pudo reinar.


Efthimis Rentziás nació en Tríkala en 1976 y empezó a jugar a baloncesto en el Danaos, club  de la misma ciudad. Con 14 años ya medía 2,06.

El 8 de abril de 1991 disputó su primer partido con la selección cadete. No anotó en el amistoso contra la Unión Soviética que perdió Grecia en Édessa por 109-114, pero sí al día siguiente, cuando los helenos se impusieron por 110-100 con 12 puntos de Rentziás.

El pívot convenció al cuerpo técnico y fue seleccionado para representar a Grecia en el Festival Olímpico de la Juventud Europea de Bruselas en julio. Jugó 4 partidos de los 7 que disputó la Selección.

El torneo terminó el 21 de julio y sirvió para preparar el Eurobasket Sub 16 que se disputó en agosto en el norte de Grecia, concretamente en Komotiní, Kastoriá y Salónica.

Sólo Italia pudo con Grecia, a la que derrotó por 91-106 en la final. Rentziás, que era el recién llegado, no la jugó. Alvertis era la figura de aquel equipo junto a Kikilias, Maslarinos, Nikolaidis y Liadelis. Fue su primer verano con la Selección y ya dobló torneos, aunque fueran de categoría cadete.  Sería una constante a lo largo de su carrera que acabaría perjudicándole.


Con los cadetes, Rentziás acabó disputando un total de 35 partidos en los que anotó 408 puntos, que suponen una media de 11,66. No está mal si tenemos en cuenta que Efthimis casi siempre se enfrentaba a jugadores mayores que él.

El de Tríkala siguió jugando en el Danaos dos años más aunque ya en 1992 viajó a Salónica invitado por el PAOK. Todo estaba apalabrado mucho antes de estampar la firma.

Rentziás fue seleccionado para jugar el Eurobasket Sub 18 de Hungría de 1992, en agosto. Otro verano ocupado jugando contra tipos más mayores y más fuertes que él.

Grecia cayó contra Francia en la semifinal por 82-87 y perdió el bronce contra el Equipo Unificado por 113-108 a pesar de los 30 puntos de Ekonomou y los 23 de Alvertis. Rentziás se quedó en 2. De nada sirvió haber ganado en la fase de grupos a aquel “equipo mixto” (92-79).

Al verano siguiente -1993-, desde el 1 hasta el 8 de agosto, Rentziás disputó el Eurobasket Sub 16 de Turquía. En la fase de grupos, Grecia perdió contra España (60-63), pero ganó el resto de los partidos y lideró el grupo con un balance de 4-1. El pívot de Tríkala le metió 18 puntos a la República Checa, 19 a Israel, 13 a España y 5 a Lituania. En la semifinal, Grecia ganó sin dificultades a Rusia por 92-70 con 8 puntos de Efthimis.


España y Grecia repitieron el enfrentamiento de la primera fase en la final. Sin duda, fueron los dos equipos más fuertes del torneo. Los helenos se vengaron del partido perdido en la fase de grupos, derrotando a los españoles con más claridad de la esperada (76-58). Rentziás anotó 16 puntos en lo que fue el primer gran éxito del bloque que ganaría el Mundobasket de 1995. El pívot demostró que cuando se enfrentaba a chicos de su edad no tenía rival.

El verano no concluyó con el Eurobasket, puesto que Grecia debía jugar partidos de clasificación para el Mundobasket de Atenas en Evosmos, Grecia. Todo quedaba en casa. Los helenos aprovecharon que venían lanzados del Eurobasket para, literalmente, aplastar a muchos de sus rivales: 124-66 a Eslovaquia, 110-66 a Georgia, 89-73 a Turquía, 112-44 a Suecia y 88-59 a Rusia. Efthimis metió 13, 26, 17, 16 y 14 puntos respectivamente. En aquel equipo ya despuntaban Dimitris Papanikolaou, Nikos Chatzis y Michalis Kakiouzis.


Fue un año increíble para Rentziás, cuya evolución estaba siendo espectacular. El PAOK de Salónica pagó 300.000.000 dracmas por su traspaso, todo un récord para un chaval tan joven. Efthimis abandonó Tríkala, su ciudad natal, para jugar junto a Prelevic, Korfas, Savic, Walter Berry y compañía. El PAOK, que había ganado la liga en la temporada 91-92, sufría cambios tras el batacazo de la Final Four de El Pireo. Se fueron de sopetón Cliff Levingston, Ken Barlow, Nikos Filipou y, sobretodo, Panagiotis Fasoulas, que tras un montón de temporadas en el club, se iba al Olympiacós. En pocas palabras, el chaval Rentziás llegaba para intentar hace olvidar a Fasoulas, tarea harto difícil.

Tras un mal inicio, Dusan Ivkovic fue sustituido por Soulis Markópoulos, quien confió mucho en los jóvenes. Se integró de inmediato en la plantilla pese a ser el rookie y jugar muy pocos minutos. Era un fijo en las concentraciones de Markópoulos y puso su granito de arena en la consecución de la Copa Korac de aquella temporada.


Antes de terminar la temporada, el 11 diciembre de 1993, Rentziás debutó con la selección absoluta en un partido amistoso contra Alemania, que en verano había ganado el Eurobasket. Los teutones se impusieron por 93-90 en Karlsruhe y Rentziás anotó un punto.

Desde entonces, Efthimis Kioumourtzoglou contó siempre con él. Estaba preparando el Mundobasket de Toronto y pretendía llevárselo. Disputó varios torneos internacionales, algunos incluso en medio de la temporada.

Rentziás progresaba a pasos agigantados. Jugar al lado de Prelevic, Korfas, Savic o Walter Berry, ayudó. El PAOK veía el futuro con optimismo, puesto que otro chaval empezaba a despuntar junto al pívot: Predrag Stojakovic. Efthimis aprendió a jugar de espaldas y mejoró mucho sus movimientos. Era rápido y fuerte. Físicamente, no tenía nada que ver con Fasoulas, un tipo de 2,13 delgado, desgarbado y por momentos poco coordinado. Se corrió la voz y empezaron a verse los primeros ojeadores de la NBA por Salónica.

Sin apenas tiempo para descansar, aquel verano de 1994 tocaba el Eurobasket Sub 18 de Israel. A pesar de ganar a los anfitriones en el estreno (80-71, 0 puntos), dos derrotas ajustadas contra Italia (70-72, 22 puntos) y Lituania (95-98, 11 puntos) alejaron a Grecia de las medallas. Alemania, Eslovenia y Rusia sucumbieron después, no así Francia, que se impuso por 76-83, relegando a los griegos a un amargo sexto puesto. Desconozco si Efthimis jugaría algo condicionado aquellos partidos, puesto que había sido seleccionado para el Mundobasket de Toronto.

El torneo terminó el 25 de julio y una semana después Efthimis cogía el avión hacia Canadá para disputar el Mundobasket con la Selección. Evidentemente, Rentziás acudía a aquel torneo, su primer grande con la absoluta, a aprender. Un partido amistoso en Toronto contra Canadá (derrota por 67-79) le sirvió para tomar contacto. Fasoulas era el pívot titular, mientras que el torpón Christos Tsekos le daba el relevo.

El pívot de Tríkala jugó cinco de los ocho partidos, en los que aportó poquito. Lo más destacado fueron sus 6 puntos contra Estados Unidos en la semifinal. Grecia hizo un gran campeonato y terminó en una meritoria cuarta posición a pesar de los problemas internos, que los hubo y gordos. La victoria contra Canadá en su casa y el partido contra el Dream Team II valieron el viaje.

El PAOK afrontaba con esperanzas la temporada 94-95. Tres frentes abiertos: liga, Copa y Euroliga, la máxima competición europea. Además, un entrenador nuevo, Dragan Sakota, que ya había dirigido el equipo el año 91, cuando ganó la Recopa. Una plantilla notable para unos objetivos máximos.

Los blanquinegros tuvieron altos y bajos todo el año. Sakota fue cesado y Jerrod Mustaf se lesionó de gravedad cuando mejor estaba jugando. En su lugar, llegó Lemone Lampley, que fue un desastre. El que salió ganando fue Rentziás, que tuvo más minutos. Era la gran esperanza bicéfala junto a Stojakovic. Uno sería el relevo natural de Fasoulas y el otro el de Prelevic.


A pesar de los problemas, el PAOK ganó la Copa de Grecia con el interino Sakis Laios en el banquillo. Efthimis sólo anotó 2 puntos en la final de Lamía.

En la liga, el PAOK acabó en cuarta posición, lo que supuso un fracaso rotundo e inesperado. Vangelis Alexandrís acabó entrenando al equipo los últimos partidos, pero no pudo con Walter Berry y el Iraklís, que dejó fuera de la Euroliga a su ex equipo. Lo bueno de jugar tantos campeonatos y tan seguidos es que no tienes tiempo ni para lamentarte. Rentziás debió aprender a dejar de lado algunas derrotas sonadas para centrarse en lo siguiente, que casi siempre era la Selección. Debía cambiar el chip cada verano y programar la temporada teniendo en cuenta que apenas tendría descanso. Una barbaridad.

Aquel inolvidable verano de 1995, empezaba para Efthimis con el Torneo Acrópolis y el Eurobasket de Atenas con la absoluta. El pívot disputó ocho de los nueve partidos (no jugó la semifinal contra Yugoslavia) y colaboró en la clasificación de la Selección para los Juegos Olímpicos de Atlanta. Grecia ganó cinco de los nueve partidos y acabó en una meritoria cuarta plaza. La victoria contra España metió a los helenos en sus segundos Juegos. Un exitazo.

El partido por el bronce contra Croacia (derrota por 68-73) fue el día 2 de julio. Diez días después, también en Atenas, Grecia iniciaba su andadura en el Mundobasket júnior.


El pívot de Tríkala jugó el mejor torneo de su vida. Es más, probablemente Rentziás tocó techo en aquel Mundobasket. Ni en categoría senior logró jugar tan bien. Aunque entonces la información no circulaba tan rápido como ahora, aquella hazaña dio la vuelta al mundo. Destrozar a los americanos hizo bastante, claro. Aquel torneo nos dio a conocer a Efthimis Rentziás, seguramente el mejor pívot del mundo de su edad.


Grecia se merendó a todos sus rivales de una manera absolutamente espectacular. 109-74 a Puerto Rico con 21 puntos de Rentziás, 133-53 a Angola con 20 de Efthimis, 104-70 a España con 16, 109-80 a Croacia con 30, 98-78 a Estados Unidos con 27, 71-50 a Francia con 19, 80-57 a España en la semifinal con 16 y 91-73 a Australia por el oro con 33 puntos del pívot. Acabó con un promedio de 22,8 puntos y 12,2 rebotes. A destacar que en la final contra Australia, además de los 33 puntos, cogió 21 rebotes, 9 de ellos ofensivos. Kakiouzis acabó con 21,2 puntos y 7,2 rebotes, que tampoco está nada mal. Evidentemente, Efthimis fue proclamado MVP del campeonato (máximo anotador y máximo reboteador).
El mejor verano de su vida. A sus 19 años, Rentziás ya había ganado una Copa Korac, una Copa de Grecia, un Eurobasket cadete y un Mundobasket júnior. Además, había jugado un Mundobasket con la selección absoluta y se había clasificado para unos Juegos Olímpicos. Lo que muchos no consiguen en 20 años de carrera, él ya lo tenía a los 19.


La temporada 95-96 sería convulsa en el banquillo, pero el PAOK seguía teniendo una buena plantilla. Ya sin Savic, Rentziás pasaba a ser el pívot titular. Prelevic, Stojakovic, Boudouris, Giannoulis, Rentziás y los americanos de turno formaban un buen grupo que, a pesar de los vaivenes, se metió en la final de la Copa de Europa, antigua Recopa. En la final perdió en Vitoria contra el Taugrés por 88-81.

Rentziás y compañía tuvieron que jugar partidos de clasificación para en Eurobasket de 1997 durante la temporada, entre octubre de 1995 y febrero de 1996. Más carga de partidos para el pívot, que a sus 20 años pelados estaba siendo sobreexplotado.

En el Draft de 1996, Efthimis fue elegido por Denver Nuggets en primera ronda (número 23). Stojakovic, en ese mismo Draft, fue elegido el 14 por los Sacramento Kings. El futuro de ambos parecía lejos de Salónica.

En Turquía ese verano tocaba el Eurobasket Sub 22 (luego sería sustituido por el Sub 20 de ahora). Grecia hizo una mala primera fase, con derrotas frente a Eslovenia, España y Lituania, y acabó quinta en el torneo. Rentziás y el resto tuvieron que jugar 7 partidos en 9 días. El torneo acabó el día 7 de agosto y el jugador ya estaba jugando en Indianápolis un amistoso contra Estados Unidos el día 14.


Grecia terminó sexta en la Olimpiadas con un balance de cinco victorias y tres derrotas. El de Tríkala tuvo un papel discreto. Sería el cansancio.

La última temporada de Rentziás y Stojakovic juntos en el PAOK fue la 96-97, aquella extraña que empezó con Scott Skiles de base y acabó con el americano de entrenador. Pedja era la figura, pero Rentziás era el pívot poderoso del equipo. Sin embargo, ni en la Korac ni en la Copa las cosas fueron bien.

Sólo en la liga el equipo pudo salvar los muebles. Sexto en la fase regular, dio la campanada deshaciéndose del Panathinaikós en el play off y colocándose tercero. En otras palabras, se metió en la Euroliga y echó de la misma al todopoderoso PAO.

Efthimis Rentziás dejó el PAOK por una serie de incumplimientos contractuales y firmó por cinco temporadas con el Barcelona en 1997. A priori, era el mejor fichaje posible para los culés, que dudaban si renovar a Ramón Rivas. Con sólo 21 años, era el pívot del futuro. Sin embargo, sus años en Barcelona fueron el principio del fin.


Se le quiso mucho en el Palau. Quizás la gente le dio más a él de lo que él le dio a la gente. Rentziás, que venía al Barça para ser un pívot dominante en España y en Europa, se quedó a medio camino. Un buen rolista, con partidos buenos y otros no tanto, pero sin destacar lo que se esperaba. Desconozco los motivos por los cuales el de Tríkala dejó de evolucionar. Mi teoría es que vivió muchas cosas demasiado pronto. Todo fue muy deprisa. A los 21 años, demasiados partidos en las piernas. Rentziás siempre mostró compromiso y era todo bondad. Tenía la confianza de Aíto García Reneses y el cariño del público, pero no nos deslumbró.

En verano de 1997, antes de iniciar su andadura en Barcelona, jugó el Torneo Acrópolis y el Eurobasket, para no perder la costumbre. El pívot hace un torneo discreto y Grecia termina en la cuarta plaza. Sólo pierde contra Yugoslavia y Rusia.

Con la temporada empezada, el pívot todavía acudiría a la concentración de la Selección en invierno para jugar partidos de clasificación para el Eurobasket 99.

En cinco años con el Barcelona ganó una Copa Korac, dos Ligas ACB y una Copa del Rey. En su última temporada, la 2001-2002, promedió 9,2 puntos y 3,5 rebotes en 17,3 minutos.

Al pobre muchacho, no le dejaban descansar. La federación griega, empeñada en organizar torneos en su país, no le permitía librar. Durante el verano de 1998, se disputó en Atenas el Mundobasket. El equipo heleno volvió a conseguir la cuarta plaza, aunque con un balance irregular de cinco victorias y 4 derrotas. Los números de Rentziás fueron francamente malos. 6 puntos contra Estados Unidos y otros 6 contra Canadá, lo máximo que hizo.

Aunque disputó partidos de clasificación para el Eurobasket de 1999 durante la segunda temporada en el Barça, el pívot no acudió el Eurobasket de Francia en el que Grecia fracasó estrepitosamente (última clasificada con 0-3).

Efthimis Rentziás tuvo dos veranos seguidos sin competición, el de 1999 y el de 2000, puesto que Grecia no se clasificó para los Juegos de Sydney.

En el verano de 2001, el de Tríkala vuelve a la Selección para jugar el Eurobasket de Turquía. Grecia acaba novena con 2 victorias y 2 derrotas. Son pocos partidos, pero hay que sumar los del Torneo Acrópolis y algunos amistosos más. Efthimis no lo hace mal. Anota 22 puntos contra Italia y 12 contra Alemania.

En noviembre empiezan los partidos clasificatorios para el Eurobasket de 2003, que ocupan parte de 2002.

En febrero sufre una rotura de menisco interno de la rodilla izquierda con el Barça, pero se aplaza la operación un tiempo puesto que Roberto Dueñas arrastra problemas físicos. Su última temporada en Barcelona fue la mejor.

Rentziás aprovecha el verano de 2002 para recuperarse de la lesión, puesto que Grecia no se clasifica para el Mundobasket de Indianápolis.


Sorprendentemente, al terminar la temporada con el Barça, firma por los Philadelphia 76ers como agente libre. Incomprensible. En 35 partidos, Efthimis anotó una media de 1,5 puntos. Fue cortado irremediablemente y acabó la temporada en el Ülker de Estambul. Fue el primer jugador de baloncesto griego en jugar en Turquía y logró ganar una Copa. Una de sus rodillas no daba más de sí. A su regreso de la NBA, nos encontramos con un Rentziás más pesado y lento.

Grecia no hace un mal Eurobasket en 2003. Gana 5 partidos y sólo pierde el cruce contra Italia, que le condena a la quinta plaza. Es el último torneo de Rentziás con la Selección. No da para más. A los 27 años, está cascado. Su rendimiento a lo largo del campeonato es demasiado irregular. Efthimis se aparta para que entren nuevos jugadores en el equipo. Está claro que ya no puede rendir lo que quiere. El último partido lo juega contra Serbia y Montenegro el 14 de septiembre de 2003.

Juega un año en el Montepaschi Siena y lo intenta en Valladolid la temporada siguiente. En febrero de 2006 decide retirarse por culpa de las lesiones, muy frecuentes los últimos años. Sin duda, los excesos se pagan.


¿Dónde hubiera llegado Efthimis Rentziás de no haber jugado tantos veranos o de haber sabido regular sus esfuerzos? 

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