No se me ha ocurrido titular la entrada de otra
manera. Quizás “esperpento” también le iría bien. Reconozco que me constó
entender lo que había sucedido, porque es de lo más extraño que he visto
nunca.
24 de octubre de 2015.
Situémonos en la tercera jornada del campeonato.
En el barrio de Nea Kifisiá se
enfrentan el equipo local, el Kifisiá,
contra el Lavrio, equipo recién
ascendido.
El partido transcurre con aparente normalidad
hasta el último minuto. Vayamos punto por punto para que se entienda mejor.
Con 79-78 para los locales, el
Kifisiá apura su ataque, mete el
balón dentro a Mavroeidis, que
anota. Sin embargo, los árbitros anulan la canasta por considerar que había
terminado la posesión. Quedan 27 segundos y 5 décimas.
Jamal Nixon toma la
responsabilidad y anota para los amarillos. El Lavrio se pone por delante 79-80 y acaricia el triunfo.
Nikos Gikas es ahora
el que toma la responsabilidad por parte de los locales. El base ya había
anotado el tiro decisivo la semana anterior en Salónica contra el PAOK. Sin embargo, esta vez yerra el
tiro.
Nikos Barlos coge el
rebote defensivo y el Kifisiá comete
falta con el reloj a cero. El veterano pívot anota los dos y cierra el marcador
con un “definitivo” 79-82. El Lavrio
gana el derby ateniense y consigue su
primera victoria de la temporada, que supone también la primera de su toda su
historia en la máxima competición. Además, rompe la imbatibilidad de los rojos,
que llevaban dos de dos en la liga.
El partido termina, pero el Kifisiá presenta una queja formal.
Recurre por la canasta de Mavroeidis
no concedida a falta de 27,5 segundos. Es por eso que en la clasificación
aparecían unos asteriscos que yo no entendía al lado de los equipos Kifisiá y Lavrio.
30 de octubre de 2015.
El juez competente resuelve de manera
absolutamente sorprendente. Surrealismo puro. Aunque parezca una broma, decide
dar como válida la canasta de Mavroeidis,
pero no cambiar nada de todo lo demás.
Por lo tanto, a fecha de 30 de octubre, el Lavrio sigue siendo el ganador del
partido, aunque no por 79-82, sino por 81-82. ¿Un instant replay a posteriori dictado por un juez?
Evidentemente, el Kifisiá presenta recurso sin dudarlo, porque la resolución es una
chapuza de narices. Una decisión salomónica extraña que no convence a los
locales.
A todo esto, tanto el entrenador, Ilías Papatheodorou, como el mánager
del equipo y el presidente son multados con 2000 euros cada uno por las
protestas el día del choque.
Un mes y medio después del partido.
El juez de la competición acepta el recurso y da
la razón al Kifisiá: la canasta de Mavroeidis es válida y a partir de ahí
se anulan los 27,5 segundos, que se tendrán que jugar. Segunda vez que el juez
rearbitra. Espectacular.
Aunque se baraja la fecha del 28 de diciembre para
jugar los 27 segundos y pico, porque hay que jugar antes de que acabe la
primera vuelta, al final es el 16 de enero el día elegido, 87 días después del
inicio del partido.
14 de enero de 2016.
El marcador señala 81-78 tras canasta de Mavroeidis y el Lavrio saca de fondo.
Como era de esperar, el Lavrio no espera a que terminen los segundos que quedan para
presentar su recurso. Los visitantes alegan que en el acta figuran jugadores
que no se encuentran en el campo. Efectivamente es así puesto que hay varios
profesionales que, durante estos 87 días de intervalo entre el inicio y la
reanudación, han cambiado de equipo.
Se juega con los mismos árbitros.
El protagonista del partido, Dimitris Mavroeidis, ya no está en el Kifisiá porque fichó por el AEK
al poco de empezar la temporada. Pero eso no es todo, porque los locales tiene
nuevos jugadores como Glynniadakis, Smith, Stamatis, El Amin y Lowery que no pueden jugar. El Lavrio sólo tiene a Bolts como jugador nuevo.
Se produce una situación extrañísima y supongo que
con pocos precedentes. Ambos equipos se preparan para disputar los 27,5
segundos en medio de un ambiente caldeado. Aficionados del Lavrio acuden a ver lo que queda de encuentro.
Spyridonis comete
falta sobre Young, que anota dos
tiros libres (81-80).
El Lavrio hace una falta rápida sobre Leonidas Kaselakis, que sólo convierte un tiro (82-80).
Nikos Barlos tiene la
opción de victoria, pero falla un triple. Los visitantes cometen falta sobre Gikas, que anota uno de los dos tiros
libres (83-80).
Young lanza a la
desesperada desde medio campo, pero el balón no entra. Resultado “final”: 83-80
para el Kifisiá.
Todo quedaría en una anécdota si no fuera porque
el Lavrio es uno de los equipos que
pelea por mantener la categoría. Una victoria es media vida.
Curiosamente, Dimitris
Mavroeidis, pese a no jugar los últimos segundos por ser jugador del AEK, queda como MVP de la tercera jornada 87 días después. No lo había sido, puesto
que su equipo, en principio, había perdido.
Tras dos resoluciones distintas, 87 días, varias
multas y varios fichajes, el Kifisiá
ganó el partido salvo que cuaje el recurso del Lavrio.
El día 28 de enero saldrá la resolución definitiva.
O tal vez no.
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