miércoles, 19 de marzo de 2014

El cese de Argiris Pedoulakis y los problemas de Giorgos Bartzokas.

Es evidente que la sombra de Obradovic es alargada. El doblete verde del año pasado parecía haber hecho olvidar la figura de Zelko, pero eso es imposible.

El relevo natural de Zelko Orbadovic en el Panathinaikós era Dimitris Itoudis.

La destitución de Argiris Pedoulakis ha sido de los más sorprendente porque ganó el doblete el año pasado, ha ganado la Copa hace pocos días, va líder en la liga, está vivo en Europa y le tiene comida la moral a los vecinos del Olympiacós. Dimitris Giannakopoulos lo ha echado como hizo Marinakais con el entrenador portugués Leonardo Jardim el año pasado. Futbolización.

La destitución de Pedoulakis tras la derrota contra el Laboral Kutxa es fruto de un calentón... o no tanto. Más bien es la gota que colma el vaso. Los abuelos Gianakopoulos quizás hubieran tratado de reconducir la situación de otra manera, pero Dimitris Giannakopoulos es más visceral, más pasional, más drástico, más inexperto, más joven. Llamémoslo como queramos. Es otra generación. Quizás por ello elige como sustituto, de momento provisional, a un ex jugador que sabe lo que significa el trébol. Quizás no tenga los conocimientos técnicos de Pedoulakis, pero es amigo de la plantilla y querido por todos.

Tratemos de encontrar alguna explicación a la decisión.

El baloncesto practicado por Argiris Pedoulakis es poco atractivo. Este año el Panathinaikós aburre a las ovejas, prueba de ello es que la asistencia de esepectadores al OAKA, salvo en partidos puntuales, ha bajado notablemente. A Giannakopoulos no le gusta el baloncesto defensivo que practica Pedoulakis. Juega a 60 puntos y especula en exceso con el marcador. Estamos ante el debate de siempre: ganar aunque sea jugando mal o intentar hacerlo de manera atractiva, ofreciendo espectáculo.

Algunos de los jugadores clave pasan de la treintena: Diamantidis 33, Batiste 36, Fotsis 32, Lasme 31. La plantilla se ha rejuvenecido, pero los que más juegan siguen siendo los mismos, los “viejos”. Cuando el físico no aguanta, las ideas dejan de fluir. Los veteranos no están acomodados, pero saben que no tienen jugadores en el banquillo que amenacen sus minutos de juego. Por momentos, daba la sensación de que las vacas sagradas estaban por encima de Pedoulakis.

Las lesiones también han influido: Ukic está cascado desde el Eurobasket, Lasme no ha encontrado el punto en todo el año, Gist ha recaído, Ramel Curry, cuando mejor estaba, se rompe por un mes, etc... También han tenido problemas Nikos Pappás y Loukas Mavrokefalidis. ¿Por qué se lesionan tanto este año? ¿Es por simple mala suerte?

Por el Panathinaikós han pasado ya 18 jugadores, pero la rotación siempre era la misma, era corta. Argiris se limitaba a Diamantidis, Maciulis, Bramos, Ukic (salvo lesión), Gist, Lasme, Curry (ahora Wright), Fotsis... Luego unos minutillos de Batiste, otros de Jankovic o Pappás y poco más.

Viendo al equipo da la sensación de que no puede correr, ni hacia atrás ni hacia adelante. Mucho baloncesto táctico. Curiosamente, el Olympiacós parece de los pocos equipos que todavía no lo ha entendido.

Lo lógico sería que en verano el Panathinaikós fichara a otro entrenador, aunque si Alvertis logra el doblete cualquiera lo echa. Dimitris Priftis abandona el Kolossós Rodas y será el asistente o colaborador del melenudo en el banquillo.

Cada vez que hay un banquillo vacío en Grecia, suenan Fotis Katsikaris y Panagiotis Giannakis. Fotis sigue en Bilbao alejado el mundanal ruido, mientras se rumorea que puede ser el nuevo seleccionador nacional.

Mi candidato para el banquillo del Panathinaikós es Giannis Sfairopoulos, actual entrenador del Panionios. Ya iría siendo hora de que entrenase a un grande. Muchos de los jugadores verdes han servido a sus órdenes en el Panionios o en la selección (ha sido ayudante). El baloncesto que propone Sfairopoulos creo que encajaría.

Por otra parte, es curioso que Argiris Pedoulakis haya sido sustituido, pero no se cuestione la labor de Giorgos Bartzokas, claro que no conozco lo que se cuece dentro del SEF. Quedó fuera de la Copa, quedará segundo en la fase regular de la liga y en Europa podría quedar fuera de los cruces. Lleva las mismas derrotas que el Panathinaikós.

Pero lo más preocupante es el complejo de inferioridad que ha mostrado en sus choques contra los verdes, sucumbiendo incluso en partidos que tenía prácticamente ganados.

El fichaje de Mirza Begic ha salido rana. En mi opinión, Begic ha tenido pocas oportunidades con Bartzokas. Hay algo más que no sabemos, está claro. En cambio, Cedric Simmons si ha tenido muchas oportunidades, que no ha sabido aprovechar. Kyle Hines que estás en Moscú, Pero Antic en Atlanta tuiteando sandeces...

Bryant Dunston es el único hombre interior que se atreve en el poste bajo. Falta equilibrio en el juego y por eso Bartzokas, tras negarlo por activa y por pasiva, ha dado su brazo a torcer trayendo a Giorgi Shermadini. El georgiano, que llega en plena forma y que conoce al coach y a los compañeros, va a tener mucho protagonismo. ¿Por qué se fue? ¿Por qué el año pasado fue jugando cada vez menos si lo hacía bien?

Tampoco los exteriores de nuevo cuño están dando los resultados deseados. Por Acie Law, lesionado de gravedad, llegó Marty Collins, que no está demostrando nada. Con Jamario Moon la cosa prometía, pero no se adaptó y ya lo han echado. Me ha sorprendido que lo hayan cortado tan pronto, porque creo que podría ayudar. Claro que después de ver las pedradas que tiró en la pista del Fener...

A Brent Petway le está pasando lo que a Steven Smith en el Panathinaikós. Tras una gran temporada en un equipo menor de Grecia (Brent en el Rethimno y Smith en el Panellinios), dan el salto y se estampan. Son jugadores que están acostumbrados a jugarlo todo y a tirarlo todo. Les cuesta mucho pasar de actor principal a secundario.

Total, que al Olympiacós le queda el jefe –Vspan-, sus lugartenientes –Perperoglou y Printezis- y la nueva generación de jóvenes que viene por detrás, comandada por Mantzaris y Sloukas, que no es poco, además de Matt Lojeski, un asesino del perímetro. Una plantilla que bien podría ser el grueso de la selección en un futuro, junto a los NBA’ers (Kavvadás, Katsivelis, Papapetrou, Agravanis, Christodoulou...).


Que hay futuro, nadie lo duda, pero el presente es incierto. Con la consecución de la Euroliga, Bartzokas ganó crédito. Me pregunto si los hermanos Angelopoulos lo mantendrán en el club si el Olympiacós se queda en balnco, cosa nada descartable. 

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