lunes, 6 de junio de 2011

Play off final de la liga griega.





Cuelgo mis artículos publicados en la página Masbaloncesto.com sobre la final de la liga griega de baloncesto. Han sido unas finales interesantísimas, dignas de dos de los mejores equipos de Europa.


Primer partido.

Golpe de autoridad: el PAO se adelanta en la final de la liga griega. 

Obradovic lo ha vuelto a hacer. Clase magistral del maestro Diamantidis, que ha dominado el partido de manera extraordinaria. El Olimpiakós salió en tromba y consiguió las primeras ventajas. Teodosic, Bouroussis y Maurokefalidis hacían daño y la defensa del PAO no era buena. Gordon frenaba a Diamantidis y nada hacía pensar lo que iba a pasar después. El Panathinaikós salió con Batiste de 5 en lugar de Bougioukas como solía hacer y con Tepic, que sustituía a Perpéroglou. Olimpiakós endosó un 11-4 de salida que se convirtió en pocos minutos en un 18-10 y luego en un 21-12 tras sendos triples de Teodosic y Gordon. En ese momento, Ivkovic se puso a protestar exageradamente una falta no señalada y fue castigado con una técnica. Es incomprensible como un entrenador con tanta experiencia caiga en semejante error. Parecía como si quisiera que los aficionados presionaran más a los árbitros. Fue una decisión valiente de los árbitros. La técnica llevó a Diamantidis al tiro libre, pero lo más grave es que cortó el ritmo de su equipo, mucho mejor hasta ese momento. El hombre del segundo cuarto fue Maric, que entró como un ciclón y se comió a Bouroussis. Maric, que ha estado renqueante toda la temporada, ha hecho el mejor partido de la misma. Ha taponado, ha reboteado y ha anotado, además de frenar a los pivots rivales. Una de las cartas de Obradovic. Pasó por delante de Bougioukas en la rotación. Con una canasta de Sato el PAO igualaba a 23. Un parcial de 6-0 que coincidió con la salida de Gordon hacía que las cosas volviesen a la normalidad, pero el PAO entonces ya estaba metido de lleno en el partido y las diferencias no fueron a más. Diamantidis había empezado a leer. Sato dio la primera ventaja del partido al PAO (30-32), pero enseguida reaccionaron los pireotas marchándose al descanso con una mínima ventaja (35-34). Daba la impresión que el Olimpiakós había dejado escapar con vida al Panathinaikós. Tras las ventajas iniciales el PAO empezó a jugar “en equipo”, dominando las posesiones y el tempo del partido. Poco a poco, los de Obradovic reconducían la situación y la llevaban donde les convenía: ataques largos, pocos puntos, el bloqueo y continuación, la paciencia… En una palabra: Diamantidis. Por su parte, el Olimpiakós había empezado a “malgastar” ataques. Tras el descanso, el PAO se puso en zona con Kaimakoglou, que no había jugado ni un solo minuto, arriba. No había visto defender así al Panathinaikós. La defensa 3-2 con hombre alto arriba consiguió lo deseado. El Olimpiakós agotaba las posesiones o no encontraba situaciones cómodas. Los verdes controlaron el rebote defensivo. En la primera parte el Olimpiakós había conseguido 7 capturas ofensivas. El Panathinaikós se fue de 5 y mantuvo la diferencia durante varios minutos a pesar del nefasto partido de Nícholas, que no la metía ni a tiros. Además de fallar triples erró en los tiros libres. Pero el partido seguía abierto y el Olimpiakós remontó (57-58). Entonces, una serie de decisiones muy protestadas por los rojiblancos, volvieron a descentrar a los de Ivkovic. Con 61-66 en el minuto 35, apareció Spanoulis. Un triple y un 2+1 apretaron el marcador (68-68). Cuando parecía que Spanoulis acabaría decidiendo, apareció Fotsis, que anotó un triple estratosférico desde 8 metros que causó estragos. Fue un triple importantísimo por el momento en el que estaba el partido. Un rebote ofensivo de Batiste y dos tiros libres de Diamantidis -éste no falla- pusieron en ventaja a los verdes, que jugaron con más cabeza los últimos minutos. Algunos malos ataques unidos a la fuerte defensa del PAO hicieron que la diferencia se hiciera insalvable.

Ivkovic reconoció que la victoria del PAO había sido justa y no buscó excusas. El porcentaje en tiros de dos fue un pésimo 38% contra un 58%. Confesó que en ciertos momentos habían perdido la concentración y por ello prefirió jugar los minutos finales con jugadores más expertos. Puso como ejemplo de sus errores el caso de Maric, que metió 14 puntos en 10 minutos. Añadió que esperan jugar mejor el próximo partido, cuando no tengan tanta presión encima. Tepic destacó la buena defensa, Maric dijo tener ahora la presión por jugar en casa y Batiste apuntó que uno de los secretos del éxito del equipo son sus aficionados, con lo que espera llenar el OAKA para empujar al equipo. Printzesis declaró que habían perdido por fallos propios y Maurokefalidis comentó que no tenían que agachar la cabeza y que había que levantarse.

Por cuartos: 21-15, 35-34, 51-56, 70-75.

Oliampiakós: Papaloukás 9 (1), Gordon 7 (1), Spanoulis 12 (1), Printzesis 2, Bouroussis 14, Keselj, Maurokefalidis 8, Halperin, Papanikolau, Teodosic 14 (2), Erceg 4 (1)

Panathinaikós: Tepic 4, Maric 14, Batiste 13, Fotsis 5 (1), Sato 4, Nícholas 4, Tsartsaris, Diamantidis 21 (1), Bougioukas 2, Calathes 6, Kaimakoglou 2.  


Segundo partido.

El Panathinaikós a un paso del título (78-66).

El Panathinaikós de Atenas repitió victoria en el segundo partido de las finales de la liga griega contra el Olimpiakós del Pireo. Los hombres de Zelko Obradovic están a una sola victoria de revalidar el título. El miércoles se disputará el tercer partido en el Pireo, con match ball para los verdes.

El partido de ayer siguió parámetros similares a los del primer partido. A los de Obradovic les costó entrar en el partido y el Olimpiakós, muy serio, tomó las primeras ventajas que llegaron a rondar los 10 puntos (2-9). Salió Spanoulis de titular en lugar de Teodosic y demostró que es posiblemente el hombre más en forma del equipo. Bien en la dirección y apoyado por la buena actuación de Maurokefalidis y Bouroussis provocó que Obradovic pidiera tiempo muerto para cortar el ritmo del partido. A la carrera, el Olimpiakós siguió mejorando y el Panathinaikós no encontraba a Batiste. Éste,  flotaba a Maurokefalidis, que anotaba desde lejos con sorprendente facilidad. Con 12-19 en el marcador daba la impresión que, esta vez sí, el Olimpiakós había abandonado los complejos de los últimos años. Los verdes, a pesar de mejorar en defensa, estaban atascados en ataque. La segunda unidad no estaba ayudando como en el primer partido.

El segundo cuarto fue un festival de silbato. El Olimpiakós se quejó amargamente después del partido. Con ocho minutos para el descanso, el Olimpiakós se puso en bonus (!). Para un equipo que estaba absolutamente bloqueado en ataque, esta situación le dio oxígeno. Incluso se permitían el lujo de fallar algunos de los tiros libres: Batiste, Kaimakoglou, Nicholas… El único fiable era Diamantidis, claro., que había empezado a jugar. El porcentaje de tiros libres era malísimo (13/20), pero el Olimpiakós estaba en 3 de 4. Así, el Panathinaikós llegó a igualar a 22. Sin embargo, los problemas para los de Zelko seguían. No anotaban en estático, bien frenados por la defensa rojiblanca. Spanoulis tomó el mando de las operaciones y los pireotas se volvieron a escapar (33-43). Kill Bill estaba en 12 puntos y 6 asistencias, casi tantas como todo el PAO junto (7). Entonces Teodosic, que no había salido de titular y parecía un poco nervioso, fue sancionado con una técnica por protestar. Se repetía la historia del primer encuentro, cuando Ivkovic recibió una técnica en un momento clave. Teodosic se fue al banco y recibió una bronca tremenda de Dousan. El serbio hizo un partido para olvidar y no ayudó nada al equipo. Papaloukás, que no salió hasta el tercer cuarto, parecía el segundo entrenador, dando indicaciones y animando durante toda la primera parte. Absolutamente desquiciado y con el partido a punto de finalizar, Teodosic lanzó una botella a los aficionados del Panathinaikós.


Con las espadas en todo lo alto, se inició el tercer cuarto. Salió Glyniadakis, que hizo un buen trabajo pero enseguida se cargó de faltas. Por su parte, Panathinaikós tuvo que sustituir a Sato que cometió la tercera falta. Hasta entonces en el PAO no había nadie que estuviera jugando bien. Pero apareció Batiste. Sus compañeros empezaron a nutrirle de balones dentro de la zona, que aprovechaba perfectamente el americano, bien anotando, bien sacando faltas. Cuando recibía ayudas, permitía situaciones cómodas de tiro, que esta vez entraban. Los porcentajes mejoraron mucho y el ritmo del partido era vibrante. Posiblemente vimos los mejores momentos de la serie. El PAO anotaba con más facilidad y el Olimpiakós respondía con Bouroussis y Maurokefalidis. Batiste, coloso en ataque, pero blandito en defensa, asistía bien a los exteriores. Salió Kaimakoglou, pero fue superado en el poste bajo y se cargó de faltas personales. El Panathinaikós, enchufado, anotó de tres con Nichilas, Diamantidis y Fotsis, y  se puso por delate (58-53). Pero los pívot rojiblancos no permitieron que los de Obradovic se marchasen definitivamente en el marcador (60-58).

Con un PAO efectivo en ataque, faltaba defender. De nuevo la zona 3-2 que ya destrozó al Olimpiakós en el primer partido, causó estragos. La circulación de balón era nefasta y muchos balones de los visitantes acababan con tiros forzados en los últimos segundos de la posesiones, con balones en los pies, violaciones de pasos, etcétera. Diamantidis tomó la batuta y “alargó” los ataques de su equipo. Una extraña falta antideportiva a Spanoulis que no vimos por ningún lado y una falta doble (!) a Maurokefalidis (era la 4) y Kaimakoglou acabaron por desquiciar a los de Ivkovic. Cuando el PAO coge una ventaja de 10 puntos a poco más de 4 minutos, es difícil que se escape la victoria. Los rojiblancos, muy afectados por el arbitraje y físicamente cansados, bajaron los brazos. En el último cuarto sólo anotaron 8 puntos (!). La defensa zonal del PAO, con muchas ayudas y “brazos abiertos” fue extraordinaria. El resultado puede considerarse engañoso después de lo visto (78-66). Ivkovic se quedó a hablar con los árbitros, muy molesto por la diferencia de criterio en las faltas. El PAO se fue a la línea de tiros libres 31 veces y el Olimpiakós solo 9.

Bouroussis realizó unas polémicas declaraciones al final del partido, cargando contra la federación. Sin venir a cuento, habló de la selección nacional a la que acudió lesionado el año pasado. “Como veo que nos respetan, yo tampoco tengo porqué forzar para ir a la selección”. ¿Otro que se borra del equipo nacional?

Obradovic recalcó que no salieron bien y que cometieron demasiados turnovers (16). También señaló que la zona planteada por primera vez durante la serie por parte de Olimpiakós, les hizo daño. Añadió que no hay nada decidido todavía. Ivkovic dijo que en el segundo cuarto el PAO ya había tirado 20 veces desde el tiro libre y ellos sólo 4. Se lamentó de la diferencia de criterio en las dos zonas y dijo que el arbitraje no estaba a la altura de la competición, aunque reconoció ser el principal responsable de la derrota. Incluso señaló que se vio obligado a pedir un tiempo muerto para calmar a los jugadores.

Por cuartos:
12-19, 37-43, 60-58, 78-66

Panathinaikós: Tepic, Maric 4, Batiste 19, Fotsis 5 (1), Sato 3 (1), Nicholas 9 (2), Tsartsaris 6, Diamantidis 15 (1), Bougioukas 2, Calathes 9 (1), Kaimakoglou 2.   

Olimpiakós: Papaloukas 3 (1), Gordon 11 (1), Spanoulis 14 (2), Printzesis, Bouroussis 14, Keselj, Maurokefalidis 14, Halperin, Ggyniadakis 5, papanikolau 2, Erceg 3 (1), Teodosic 2.

 El Olimpiakós gana el tercer partido y pone el 2-1 en la eliminatoria.

Tercer partido.

El Olimpiakós del Pireo venció por 76-68 en el tercer partido de la final de la liga griega. 

Tepic volvió a salir de titular y Obradovic prefirió no arriesgar con Perperoglou, que sí estará el domingo. Los de Ivkovic salieron dispuestos a no dejarse sorprender. Con transiciones rápidas dirigidas por un buen Spanoulis, los rojiblancos tomaban la delantera. Bouroussis dominaba el juego interior y el PAO, al igual que en los partidos anteriores, parecía no haber entrado todavía en el partido. Obradovic planteó variantes defensivas para intentar frenar la sangría anotadora de los locales (24-19). La zona verde empezó a dar resultados en el segundo cuarto. El Olimpiakós confundió velocidad con precipitación. Con Teodosic en pista, los locales eran incapaces de atacar bien la zona. El PAO, por su parte, empezó a jugar como nos tiene acostumbrados. Curiosamente, los mejores minutos de los de Zelko llegaron sin Diamantidis ni Batiste en la pista. Con la segunda unidad y tras sendos triples de Nicholas, el PAO se puso por delante. La mala circulación de balón de los del Pireo y una malísima selección de tiro, hizo que la posibilidad de un 3-0 en la eliminatoria revoloteara durante muchos minutos por el Palacio de la Paz y de la Amistad. Los rojiblancos llegaban al descanso con un 0/7 en triples. Un coast to coast de Calathes en la última jugada de la primera parte ponía en el marcador la máxima diferencia para los visitantes (39-46). 


Ivkovic, que ha estado espeso toda la eliminatoria, salió en la segunda con Printzesis y Pelékanos, dos jugadores que no habían jugado hasta el momento. Tras los dos primeros partidos, parecía que todas las cartas estaban sobre la mesa. Pero Ivkovic arriesgó dejando fuera del equipo a Keselj, jugador más ofensivo, y apostando por la garra defensiva de Pelékanos. Una canasta del ex de Unicaja y un triple, el primero en 22 minutos por parte de los locales, igualó el choque.  El PAO, por su parte, empezaba a meter balones a Batiste y a Bougioukas, que hizo un buen partido. Ambos equipos intentaban explotar al máximo sus cualidades, unos con la velocidad y otros con el control. Los verdes se volvieron a escapar porque con Teodosic en pista, otra vez, llegó la precipitación. Parecía repetirse lo de los otros partidos. El Olimpiakós iba a tirones, combinando acciones de mérito con pérdidas absurdas de balón. La irrupción de Pelékanos y Pritzesis en el choque había cambiado el panorama de inicio, pero luego las cosas parecían haber vuelto al mismo sitio. Tras un tiempo muerto de Ivkovic, el Olimpiakós endosó un 8-0 de parcial, con triple de Pelékanos incluido, que le puso por delante al final del tercer cuarto (58-56). 

La aportación de Gordon al equipo, que había entrado por un desaparecido Halperin, fue fundamental en este momento del choque. Pero de nuevo el panorama cambió en el último cuarto. Parecía que no podía ser. Los rojiblancos, que por fin habían logrado ponerse por delante, volvían a atascarse en ataque. Batiste, Nícholas y Diamantidis tomaron el control y con un par de triples se pusieron 5 arriba (61-66) a 4 minutos para el final. Un espectacular parcial de 11-0 gracias a los buenos minutos de Spanoulis y de Gordon, dieron la vuelta por enésima vez al marcador. Se pasó de un 61-66 a un 72-66 en apenas 2 minutos. Un Diamantidis cansado y ese plus defensivo que imprimieron Pelékanos y Printzesis a los suyos hicieron que, esta vez sí, la victoria no se escapase. Fue un partido con múltiples alternativas en el marcador, tácticamente rico y con ambiente en las gradas. Los árbitros pararon el encuentro un par de minutos cuando todos los aficionados del Pireo empezaron a lanzar objetos y a encender bengalas. Por suerte, la cosa no fue a mayores y se pudo finalizar el partido sin problemas. 

Ivkovic, que según se vio en las imágenes, parecía haberse quitado un peso de encima con esta victoria, declaró que confiaba en poner el 2-2 en la eliminatoria. Obradovic, por su lado, dijo que su equipo, no sabe por qué, dejó de jugar. Añadió que habían sabido leer bien la defensa durante muchos minutos pero que habían bajado la intensidad en la segunda parte. Vassilis Spanoulis destacó la buena defensa del equipo y Halperín que el equipo seguía vivo. Nícholas confía en que no se escape el título en el OAKA. Da la impresión de que el Olimpiakós, habiendo evitado ser barrido, se haya quitado un peso de encima. Ciertamente, el PAO pudo haber ganado ayer perfectamente. Veremos que sucede el domingo, porque el Olimpiakós sale muy reforzado a pesar de no tener el factor cancha a favor.    


Por cuartos: 24-19, 39-46, 58-56, 76-68

Olimpiakós: Teodosic 5, Spanoulis 13, Gordon 6, Halperin 4, Papanikolau, Pelékanos 6 (2), Printzesis 8 (2), Erceg 5, Maurokefalidis 7, Bouroussis 16, Glyniadakis 6.

Panathinaikós: Calathes 4, Diamantidis 10 (2), Nícholas 13 (3), Tepic 2, Sato 2, Fotsis 5 (1), Tsartsaris 4, Batiste 15, Bougioukas 9, Maric 4.

Cuarto partido.

El Panathinaikós se proclama campeón de la liga griega.

El Panathinaikós de Atenas se proclamó ayer campeón de la liga griega. Ante un palacio de deportes lleno hasta la bandera, pudimos ver posiblemente el mejor partido de la temporada. El Olimpiakós vendió muy cara la derrota y durante muchos minutos dio la impresión de que podía alargar la serie hasta el quinto partido. En un partido que tuvo de todo, decidió el parcial de la prórroga, donde el PAO anotó 18 (!) puntos nada menos. 

El partido no pudo empezar peor para el equipo de Obradovic; con 1 minuto y 10 segundos de juegos Diamantidis pisó mal y se lesionó en un tobillo. A simple vista, no parecía grave, pero los gestos de rabia del capitán hacían temer lo peor. El base no volvió a salir al parket. Aturdido por el golpe, el Panathinaikós encajó un parcial de 2-10 que puso por delante a los del Pireo (7-10). Una serie de decisiones arbitrales, de parones por problemas en la mesa,l partido ientos a la calma, etc… hicieron que el partido se descontrolase. Nadie parecía encontrar su ritmo y las ventajas eran mínimas (17-18). Los dos equipos jugaban fuerte y se vieron algunas personales que rozaron la antideportiva. Perperoglou apenas jugó unos segundos antes del descanso pero no volvió a ser utilizado por Obradovic. Por su parte, Ivkovic sacó a Pelékanos y a Printzesis que volvieron a hacer un buen partido. Keselj, que entró en la convocatoria por Papanikolau, no pudo ayudar demasiado a los rojiblancos. En el minuto 14 y 7 segundos Pelékanos anotó un triple que puso 4 puntos por encima al Olimpiakós (23-27). Los árbitros pitaron a continuación una antideportiva a Glynniadakis sobre Maric, pero los árbitros se equivocaron y le dieron el balón a Kaimakoglou, que anotó el primero. El banquillo visitante se dio cuenta de la situación y empezaron las protestas. Evidentemente, Obradovic también saltó y acabó con una técnica, al igual que Ivkovic. Definitivamente, los árbitros de la liga griega no tienen el nivel mínimo exigible. Pero ni siquiera ellos se cargarían el choque. 

Papaloukás tomó el mando de las operaciones y empezó a mandar. Un triple de Printzesis puso siete arriba al Olimpíacos (23-30) y Obradovic se vio obligado a pedir un tiempo muerto. El equipo reaccionó y se puso por delante 35-34 gracias a Nicholas que anotó un triple. Respondió Teodosic, desdibujado también en este último encuentro. Papaloukás mantuvo a los del Pireo siempre dentro del partido, siempre animando y asistiendo a sus compañeros (6 asistencias al descanso). Con ventaja mínima (41-39) se llegó al descanso. 

En el tercer período el protagonismo fue para los jugadores. Los árbitros, que habían pitado demasiado para que no se les escapase el partido, estuvieron más comedidos. Se jugó a ritmo trepidante con canastas a ambos lados del campo. Prácticamente todos los jugadores lo hicieron bien: Kaimakoglou en el poste bajo, Batiste inconmensurable, Bouroussis intimidador, Papaloukás director, Sapnoulis, etc… Bouroussis sacó dos 2-1 importantes pero entonces apareció Fotsis, que de tres estuvo sublime (6/6). Cada canasta o triple visitante era respondido por un triple de Fotsis o por una canasta de Batiste. El incansable pívot americano sacó 10 faltas y no paraba de ir al tiro libre. Gordon fue eliminado por faltas y Teodosic se fue al banquillo con cuatro. A pesar de todo esto, el Olimpiakós seguía vivo y los locales no conseguían despegarse. De un  75-74 se pasó a 81-77 tras tiros libres de Calathes, que se marcó un partidazo. El Olimpiakós no se rindió y recortó hasta el 83-82. Entonces, Papaloukás erró dos tiros libres incomprensiblemente. En la siguiente jugada, el propio Papaloukás metió un gorro espectacular a Nicholas y a Maurokefalidis le hicieron falta. De nuevo el error en uno de los tiros, condenó al Olimpiakós, aunque por lo menos empató la contienda. El partido finalizó con un sorprendente 83-83. 

Calathis fue el hombre de la prórroga, leyendo bien todas las situaciones e incluso anotando canastas mue importantes. Secundado por Antonis Fotsis, consiguió despegar a su equipo y marcharse definitivamente en el marcador. El parcial de la prórroga fue de 18-9. La clave del partido, además de la suma de individualidades del PAO, pudo estar en los rebotes, 43-25 a favor de los locales. Por el tercer y cuarto puesto, el PAOK forzó el quinto partido tras ganar en pista del Ariss por 80-91. El quinto y definitivo se disputará el próximo miércoles en el campo de los de Markópoulos. Es la novena liga consecutiva del PAO y la undécima de Obradovic.


Por cuartos: 17-18, 41-39, 60-61, 83-83, 101-94

Panathinaikós: Diamantidis, Tepic, Perperoglou, Calathes (16), Fotsis 22, Kaimakoglou 11 (1), Nicholas 9 (1), Batiste 22, Maric 5, Sato 9, Tsartsaris 1, Bougioukas 6     

Olimpiakós: Papaloukás 7 (1), Gordon 2, Spanoulis 18 (4), Teodosic 8 (2), Keselj, Halperin 9 (1), Maurokefalidis 12, Glynniadakis 4, Bouroussis 16, Printzesis 11 (1), Pelékanos 5 (1), Erceg 2

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