Al final del
post anterior comentaba lo lamentable del sistema de competición de la
Copa. Al
margen de la chapuza, el primer partido gordo del año ha sido muy jugoso.
Pues bien, en las
últimas horas se han precipitado los acontecimientos. La inexplicable derrota
del Olympiacós en el OAKA y la posterior reacción de los
aficionados rojiblancos han provocado la dimisión de Giorgos Bartzokas.
¿Se larga por el
calentón de la derrota y por la reacción desmesurada de la gente o hay algo
más?
La cuestión es
que los hermanos Angelopoulos han
aceptado la dimisión y no le han pedido que se tome, por lo menos, dos días de
reflexión. Está claro que los propietarios, lo último que desearían, sería
tener en contra a sus propios seguidores. Un comunicado dándole las gracias y hablando
de lo buen profesional que es, y adiós.
Parece
inexplicable que uno de los clubs más importantes del panorama baloncestístico
europeo se quede sin entrenador, aunque sea por dimisión, tras el primer
partido oficial de la temporada. Es poco serio y da que pensar. Aunque en
Grecia, cosas peores se han visto.
Si analizamos el
balance de Bartzokas en las dos
temporadas -y un partido-, no es para echar cohetes. Sí, ganó la Euroliga
el primer año (los detractores dicen que aquel equipo era de Ivkovic y le quitan méritos al griego),
pero nada más. Aunque lo más grave es que el Panathinaikós ha hecho dos dobletes consecutivos y, según muchos,
sin tener mejor equipo.
Podría decirse
que han sido los verdes los que han echado Bartzokas,
porque en los enfrentamientos directos han acabado imponiéndose, incluso cuando
parecía que los de El Pireo tenían el partido controlado.
En la decisión,
ha debido pesar también la dura derrota en la final del año pasado. Con 2-1 a favor, tras conquistar el OAKA, los rojillos perdonaron en el SEF. Todo el mundo tiene claro que si la
situación hubiera sido al revés, los verdes no hubieran fallado. La victoria
del Panathinaikós, con un aspirante
a entrenador –Alvertis- en el
banquillo, bien pudiera haberle costado la destitución a Bartzokas. Pero los Angelopoulos
volvieron a confiar en él, aunque imagino que con más dudas que la temporada
anterior.
El griego no ha
logrado cambiar la tendencia y continúa el dominio verde. Con la marcha de Zeljko de los capitalinos y la llegada Ivkovic a los del puerto (ganó la Euroliga
y la liga), parecía que llegaba ese cambio. No fue así.
La gota que
colmó la paciencia de los aficionados fue la derrota en el enfrentamiento de Copa, pero sobretodo la manera de
producirse. En una OAKA vacío –el
choque era a puerta cerrada-, el Olympiacós
fue delante durante casi todo el partido, llegando al último minuto y medio con
9 puntos de ventaja. Un parcial increíble de 11-1 para los verdes, con mate
decisivo de Batista a escasas
décimas del final, hundió a los de Bartzokas.
Los de El Pireo dejaban escapar el primer título de la temporada que, casi con
toda seguridad, acabará en las vitrinas verdes. Además, debemos tener en cuenta
que el PAO tenía bajas notables como
las de Gist, Nelson o Mavrokefalidis.
No tardaron en
juntarse aficionados a las puertas del SEF,
esperando la llegada de la expedición para increparla. Según el periódico Live Sport, empujaron a Bartzokas contra un coche y le
golpearon. Además, cargaron contra Mantzaris
por su pasado verde. Spanoulis trató
infructuosamente de calmar los ánimos, algo que sí consiguió Printezis, que estuvo dialogando con
los cabreados aficionados. Tampoco el vicepresidente Giorgos Skindilias, al que siguieron hasta su coche, se libró de
la bronca.
Para sustituir a
Bartzokas suenan, a día de hoy, 4
nombres: Katsikaris, Fleming, Sfairopoulos y Tomic.
Katsikaris suena tanto en Grecia como
en España cada vez que hay un banquillo importante vacío. Compaginaría el cargo
con el de seleccionador. El Olympiacós
es el equipo que más jugadores aporta a la blanquiazul, por cierto.
Chris Fleming ha hecho grande al Brose Baskets alemán, al que ha
dirigido entre 2008 y 2014. 4 ligas y 4 copas lo avalan.
Giannis Sfairopoulos ha sido asistente
de grandes entrenadores y ha dirigido a equipos de la liga griega. El último,
el Panionios, al que llevó a la
tercera plaza hace dos años.
Milan Tomic podría ser el elegido,
aunque como primer entrenador apenas tiene experiencia. Podría ser la solución
a corto plazo, pero quedando toda la temporada por delante, no creo. De
momento, dirigirá al equipo en Patras en el primer partido de liga.
También sonaba Alexandr Djordjevic, aunque él mismo,
pese a agradecer el interés, negó cualquier posibilidad.
Más polémica.
A pesar de que
el partido debía jugarse a puerta cerrada, había gente en el OAKA. Y no sólo eran directivos, no.
Había ultras en la grada que no dejaron de increpar a los rivales e insultaron
al vicepresidente del Olympiacós.
Además, para no perder la costumbre, Dimitris
Giannakopoulos volvió a hacer de las suyas. Insultó a los árbitros y
amenazó con ir a sus casas por la noche –los árbitros anotaron dichas amenazas
en el acta-. Los rojiblancos presentaron sus quejas, como siempre, pero no
pasará de una multa u otro partido a puerta cerrada. Sin estas cosas, Grecia no
sería Grecia. Claro.
Pero Antic a los suyo.
El incorregible Pero Antic tuiteó desde Atlanta contra Bartzokas y volvió a ser protagonista.
Una vez se burló de él cuando lo comparó con Mr. Bean. Esta vez dijo que “un solo hombre puede acabar con un
equipo campeón”. Personalmente, pienso que Antic
es un desagradecido.
How one person can destroy a CHAMPIONSHIP TEAM!! Heads up @olympiacosbc !! We have two more trophies to attack!! Trilos gia panta..
No hay comentarios:
Publicar un comentario