martes, 27 de mayo de 2014

El Olympiacos de las cuatro copas (1971-1981).

Plantilla del primer doblete (temporada 1975-1976).

Sólo ha habido dos épocas de dominio rojo, o tres si contemplamos también la actual, en toda la historia del baloncesto griego.

La primera Dinastía del Pireo es la de los griego-americanos (década de los 70) y la segunda la de los ex yugoslavos (primer lustro de los 90).

Sismanidis, Mathiaou y Diakoulas.

El arquitecto de la dinastía fue el entrenador Faidonas Mathiaou (1967-1976), que rescató al equipo de segunda división y en cuatro años lo colocó en la élite del baloncesto griego.

G. Papadakis, director general del club, le ofreció 10.000 dracmas al mes, cuando entonces los sueldos rondaban entre los 2.500 y los 3.000. Mathiaou trabajaba en un banco y su sueldo era de unos 3.000 dracmas. “Nadie te molestará y no tendrás problemas”. Así fue como el coach se puso a trabajar en el club. El primer año consiguió el ascenso y el segundo la cuarta plaza. Estando en la división de plata, se las arregló para que un americano, Spearman, luciera los colores del Olympiacós. Fue uno de los primeros americanos en jugar con pasaporte griego.

En la temporada del regreso, el equipo consiguió algunas victorias de prestigo contra el PAOK, el Panionios y el Aris, y terminó en una meritoria cuarta plaza con un balance de 15 victorias y 7 derrotas. Los dos años siguientes logró la quinta plaza, mientras que en 1971 alcanzó la cuarta (balance 19-7). En la temporada 71/72 el Olympiacós mejoró notablemente sus resultados, consiguiendo acabar empatado en la primera plaza con el Panathinaikós a 22 victorias. El average particular condenó a los rojillos, que terminaron segundos.

Nikos Golandrís.

De la mano del entrenador y del presidente Nikos Goulandrís, el Olympiacós se hizo los servicios de tres griego-americanos para reforzar la plantilla en verano de 1972. Primero llegaron Steve Giatzoglou (por entonces, Steve Young), Giorgos (George) Kastrinakis y Pavlos (Paul) Diakoulas, y dos años después Paul Melini. Sin Goulandrís la historia del Olympiacós se escribiría de otra manera. Era todo un personaje. Había llegado al club en 1970, se convirtió en manager general en 1971 y en presidente en 1972 (de baloncesto y fútbol). Fue uno de los primeros mecenas del deporte heleno.

De una forma inusitadamente rápida, los americanos consiguieron los papeles para jugar (en Grecia no podían jugar extranjeros). La persona encargada de realizar el papeleo era seguidora del Olympiacós, como reconoció Mathiaou, y tuvo las nacionalizaciones listas en un tiempo récord.

La mentalidad de los foráneos era totalmente distinta, así como su manera de jugar. Su estilo era mucho más veloz y la manera de preparar los partidos no tenía nada que ver con la que había habido hasta el momento.

Steve Giatzoglou.

Steve Giatzoglou (o Steve Young o Stylianós Giatzoglou) se crió en el Bronx y su padre era griego. Había jugado con el equipo de la Universidad de Conneticut y después en un club de El Líbano, que en 1972 hizo una gira por Grecia. El Olympiacós se fijó en él e inmediatamente lo convenció. Sin duda, los marineros buscaban tener en sus filas a un jugador parecido a Christos Kefalos, el griego-americano que había llevado al Panathinaikós al copo.

Fue apodado el León por su larga cabellera rubia, y por su carácter ganador, no tardó mucho en conectar con la afición del puerto. Podía jugar en cualquiera de las tres posiciones exteriores y desde que pisó la pista, casi nunca la dejó. Dirigía, anotaba y asistía. Steve era mucho más fuerte que los bases que había entonces y tenía mucha más calidad.

No tardó en debutar con la selección, que abandonó en 1981 con la irrupción de Nikos Galis.

Giatzoglou jugó 12 años en el club, desde 1972 hasta 1984, y fue una de las piezas claves de la dinastía. Se adaptó al estilo de vida griego y se quedó a vivir en el país. Del Olympiacós pasó al PAOK, donde jugó una sola temporada (84/85).

Con el Olympiacós conquistó las cuatro Copas que dan nombre a la dinastía y dos ligas, a parte de varios segundos puestos. Con la selección participó en los Eurobaskets de 1973, 1975 y 1979. Fue oro en los Juegos del Mediterráneo de 1979 y logró varias medallas en Juegos de los Balcanes.

Cuando se retiró, se hizo entrenador y dirigió a muchos equipos: Olympiacós, Iraklís, AEK, Egaleo, Aris, etc... Fue también presidente de la Asociación de jugadores, entrenador de la selección nacional de Corea y estuvo metido en política.

Giorgos Kastrinakis y Giorgos Trontzos.

Además de Giatzoglou, Giorgos Kastrinakis era el otro jugador destacado. Un pívot zurdo de los de antes, que metía el culo y utilizaba los codos. Sorprendió ver a un hombre alto jugar con tanta rapidez. Era un interior con menos centímetros (2,04) que el mítico Giorgos Trontzos del AEK, pero que movía mucho mejor los pies. Además, debido a la buena preparación física, era capaz de aguantar el ritmo elevado que imprimía aquel Olympiacós.

Tenía un tiro decente de tres o cuatro metros y hacía verdaderas diabluras en la zona.

Su vida profesional en Grecia fue ligada a la de Steve Giatzoglou. Como él, Giorgos Kastrinakis se mantuvo 12 temporadas en el club, entre 1972 y 1984, consiguiendo los mismos títulos. Con Grecia jugó los Eurobaskets de 1973, 1975 y 1979. Después del Olympiacós, jugó en el Ilysiakós en segunda división.

Pavlos Diakoulas.

Paul Diakoulas también jugaba de pívot. Como Kastrinakis, podía correr y jugar de espaldas, aunque no poseía la calidad de George.

Se mantuvo en la plantilla 10 temporadas, desde 1972 hasta 1982. Formó parte de la selección en el Eurobasket de 1975.

Entre 1983 y 1989 jugó con el Kolossós Rodas. No guarda buen recuerdo de su etapa en el Olympiacós porque el presidente Golandrís no pagó lo que estipulaba en contrato.

Paul Melini.

Paul Melini llegó un par de años más tarde que el resto (1974-1980), pero se adaptó maravillosamente. Era menos anotador que los otros, pero mejor defensor. Resultó el complementó perfecto que necesitaba el grupo.

El mítico Giorgos Barlás.

En el quinteto titular de la dinastía solía figurar Giorgos Barlás, un anotador de época que  procedía del Sporting. Jugó entre 1972 y 1979. Ganó dos liga y 3 copas, y fue internacional en los Eurobaskets de 1965, 1967 y 1969. Entre 1980-1983 entrenó a la primera plantilla del Olympiacós.

Tolis Spanos.

Otros jugadores importantes de la dinastía fueron Nikos Sismanidis, Tolis Spanos o Thanassis Rammos, que solían entrar como sexto, séptimo u octavo hombre. Algunos llevaban años en el club y habían formado parte de la plantilla que había consiguido el ascenso en 1967. En pocos años pasaron de jugar en segunda a pelear por el campeonato de la división de honor.

Balance de la Primera dinastía roja (1971-1981).

Es justo decir que, si no llega a ser porque la Dinastía de los griego-americanos coincidió en el tiempo con una gran generación verde, hubiera ganado más títulos. Los pireotas sólo ganaron 2 ligas mientras que los atenienses conquistaron 7.

El Olympiacós quedó segundo en la liga en 7 de las 10 temporadas: 1971/1972, 1972/1973, 1974/1975, 1976/1977, 1978/1979, 1979/1980 y 1980/1981.

Con los cuatro griego-americanos a pleno rendimiento, el Olympiacós acabó segundo en la liga en la temporada 72/73, a una sola victoria del PAO. Un año después, el equipo sufrió un bajón inexplicable y terminó con 12 victorias y 10 derrotas. Sin embargo, la plantilla recuperó el tono el curso 74/75 y volvió a quedar segundo, por detrás del Panathinaikós para no perder la costumbre.

En Europa los rojillos superaron la primera ronda de la Recopa en la temporada 1972/1973. Eliminaron al RAAK Punch holandés, pero cayeron ante el Spartak Brno al perder los dos partidos. Un año después, los del puerto superaron al Soproni MAFC de Budapest (67-67 en Hungría y 70-54 en Grecia) y perdieron contra el CSKA de Sofía (67-59 en Grecia y derrota en Bulgaria 79-69).

Los campeones presentando el trofeo (temporada 75/76).

En la temporada 1975-1976 el Olympiacós realizó la mejor campaña de su historia. Se proclamó campeón de liga sin conocer la derrota (22 victorias) y levantó la Copa de Grecia en la primera edición que se organizaba. Además, quedó clasificado entre los 8 mejores de la Recopa.

Giatzoglou, Kastrinakis y Diakoulas celebrando un título de Copa.

En la Copa se deshizo del Demócritos por 87-50 y del Iraklís por 73-71 antes de llegar a la final. En la misma, disputada en Glyfada el 12 de julio, el Olympiacós se impuso por 81-69. Kastrinakis (20), Giatzoglou (19), Diakoulas (18) y Melini (11) fueron los más destacados.

Tras aquella temporada triunfal, el presidente llamó a Mathiaou a su despacho y le ofreció la renovación a la baja. El entrenador se sintió engañado y dejó el club (fichó por el Panionios).

El sustituto de Faidonas fue Kostas Mourouzis (1976-1979), otro de los grandes, que había ganado 6 ligas con el mítico Panathinaikós de las 4K.

Giatzoglou, Kastrinakis, Diakoulas, Melini, Barlás y Mourouzis.

Quedó sorprendido cuando vio que en los entrenamientos los griego-americanos no se hablaban con los griegos. Era como estar viendo a dos equipos distintos. Ni siquiera en los vestuarios se dirigían la palabra. Mourouzis tuvo que mediar para que unos y otros se comportasen como adultos y juntasen sus fuerzas.

Quizás en esta anécdota contada por Mourouzis encontremos la respuesta a por qué no se consiguieron más títulos: tanto fuera como dentro del campo, griego-americanos y nacionales iban cada uno por su lado. No era un grupo unido.

El trabajo del nuevo entrenador, apodado el Zorro de los banquillos, se basó fundamentalmente en eso, hacer jugar al Olympiacós como equipo y no como individualidades. 

En la temporada 1976-1977 el Olympiacós acabó segundo en la liga y volvió a ganar la Copa.

La final se disputó en el Panathinaikó Estadio ante más de 5000 espectadores y el club del Pireo se impuso al Panionios de Mathiaou por 103-88. Giatzoglou se fue hasta los 31 puntos, mientras que Diakoulas anotó 17 y Rammos 16, como hombres más destacados.

En la Copa de Europa acabó cuarto y último de su grupo, empatado a dos victorias con el Dynamo de Bucarest. Tanto el Maccabi como el Synudine Virtus Bologna se mostraron superiores.

Kastrinakis contra el AEK en el Panathinaikó Estadio.

Un año después (1977-1978), recuperó el trono y conquistó su segundo doblete en tres años. En la liga sólo sufrió una derrota contra el AEK y en la Copa venció al mismo equipo por 83-72 en la final. Giatzoglou anotó 28 puntos, Kastrinakis 21, Diakoulas 16 y Barlás 14.

En la Recopa sorprendió al Hapoel de Tel Aviv (75-55) y se clasificó pese a la derrota en Israel (79-60). De nuevo el Synudine de Bologna se cruzó en el camino y, aunque ganó en el Pireo por 78-72, cayó en Italia por 78-61.

En la temporada 1978-1979 acabó segundo tras un polémico partido contra el Aris en El Pireo. A causa de un monedazo que impactó en la cara de uno de los árbitros, el partido quedó suspendido poco tiempo antes de acabar y el equipo fue sancionado con 0 puntos.

Jerry Jenkins.

En Europa, el Olympiacós acabó entre los 6 mejores del continente, en parte gracias a la aportación del americano Jenkins, que con sus dos metros pelados marcaba las diferencias.

Derrotó en la fase de grupos al Jalaa de Alepo sirio los dos partidos y perdió uno contra el Moderne Le Mans francés y otro contra el Gdansk Wybrzeze polaco. La victoria contra el Gdansk por 102-79 sentenció la clasificación.

Los griegos se colaron en la fase final junto a los todopoderosos Real Madrid, Bosna Sarajevo, Maccabi, Pallacanestro Varese y Joventut de Badalona. Solamente logró una victoria en los 10 partidos, en casa contra el Maccabi. El americano Olsi Perry la tomó con el público y se fue a la grada. Entre 10 policías no eran capaces de frenar a la bestia, que se lio a mamporros.

Por primera vez en las cuatro ediciones disputadas, el Olympiacós no consiguió el título de Copa. En la final cayó derrotado frente al Panathinaikós de Kostas Politis por 79-72 ante más de 19.000 espectadores. Los 30 puntos de Giatzoglou, los 15 de Diakoulas y los 13 de Kastrinakis no fueron suficientes.

Tanto en 1980 como en 1981 el Olympiacós se quedó a la puertas de triunfo y acabó segundo en la liga. En la temporada 1979-1980, eso sí, ganó su cuarta Copa de Grecia en cinco años.

Mourouzis en un tiempo muerto.

Tras superar al PAO por 62-60 y al Panionios por 93-73, en la final volvió a encontrarse al AEK de Atenas, al que superó por 85-80. Los mejores fueron Giatzoglou y Kastrinakis, ambos con 22 puntos.

El desgaste provocado por el cuerpo a cuerpo contra los verdes y el ascenso de los equipos de Salónica hunideron al Olympiacós en una crisis profunda de juego y resultados. Tendrían que pasar 13 años hasta que los marineros ganasen un nuevo título.

Participó en la Copa Korac, pero quedó pronto eliminado al quedar por detrás del Rietti italiano y del Joventut de Badalona.

En la última temporada de la dinastía, el Olympiacós fue eliminado por el Ionikós Nicea de Panagiotis Giannakis al perder por 93-92 en la tercera ronda, mientras en Europa cayó en primera ronda contra el Verve belga.

El Olympiacós de 1980.


En verano de 1981 salen a la luz los problemas económicos por los que atraviesa el club. Melini y Sismanidis abandonan el equipo. El resto de griego-americanos se niega a volver de Estados Unidos para hacer la pretemporada. Finalmente se soluciona el embrollo como se puede, pero el que lo paga es el coach Mihalis Kyritsis, que se pasa varios meses sin cobrar. Acaba dimitiendo, el Olympiacós sexto y en Europa humillado por el Maes Pils (96-60). Un triste final para una gran dinastía.

Un derby Panathinaikós-Olympiacós de aquella época.

No hay comentarios:

Publicar un comentario